El Actor Porno

Me presente a un casting de cine porno y fui seleccionado.

Me presenté a un casting de cine porno y fui seleccionado. Llevaba año y medio sin empleo y necesitaba algo ya, aunque fuese de actor porno. El director era un tipo muy peculiar, cuando habló conmigo, rápidamente quedé prendado con su verborrea. Me dijo que la película no iba a ser una mas sino que esta tendría argumento, constaría de varias partes y el final iba a ser impactante, tanto para los espectadores como para mí, y que yo acabaría siendo muy famoso. Me quedé pensando en todo lo que me dijo y no pude rechazar la oferta, me pareció tan convincente que acepté sin pensarlo

El primer día me enseñaron los trucos de cualquier actor porno, me enseñaron a colocarme delante de la cámara y varias cosas más. Después empezó el rodaje. En la primera parte de la saga, un niño recreó la infancia de mi personaje. Un chico con problemas de identidad sexual pero no había nada de sexo, eso me extraño mucho, que en una peli porno pasaran 20 minutos sin sexo. Pero por fin aparecí y empezó el sexo. Yo conocía a una chica en el instituto, nos enamorábamos y teníamos sexo. La primera escena de sexo que tuve con Lucia, así se llamaba la actriz, fue un tanto extraño. Me sentí como un objeto sexual, no había amor entre nosotros y tener sexo sin amor me resultó un tanto denigrante. Poco a poco fuimos congeniando, pero seguíamos sin estar enamorados. Pese a todo empecé a disfrutar con aquello, me encantaba penetrar a Lucia. Salvo los primeros minutos de la peli en la que se contaba la infancia de mi personaje, el resto fue sexo. Lo hicimos en el baño de una discoteca, en un descampado, en casa de ella, en mi casa y hasta en el probador de una tienda. Al final termina la peli con mis dudas sobre mi sexualidad y dejando a Lucia.

En la segunda parte me dijo el director que mi personaje prueba el sexo anal. Las dudas sobre su sexualidad le llevan a probar el sexo anal para ir descubriendo su realidad. Yo le dije al director que eso lo podía hacer un doble y él me contestó que lo que iba a hacer a esta película pasar a la historia era que yo debía rodar todas las escenas, también las de sexo anal. Empezó a decirme que tampoco era para tanto, el sexo anal no me cambiaría en mis gustos sexuales, él lo había hecho antes y seguía siendo heterosexual, siguió diciéndome cosas que él sabía que yo necesitaba oír hasta que por fin acepté. La segunda parte de la saga empieza con mi personaje en la universidad y allí conozco a Carlos, un chico gay con el que entablo una gran amistad y buscando mí identidad sexual, acabo liándome con él. La primera vez que lo hicimos fue en una cama. Al principio él empieza a manosear mi pene y yo me excito y lo empiezo a besar, aquello me resultó asqueroso, no podía besarme con otro tío, pero él empezó a chupar mi polla y me dejé llevar por la excitación, lo empecé a besar como si fuera una tía, no me podía contener. Cuando yo estaba superexcitado, el director me mandó empezar a manosear su polla y seguido metérmela en la boca. Aquello fue increíble, yo no estaba en mí pero recuerdo el placer que sentí tener su polla en mí boca, empecé a engullir y era una polla tan enorme que sentía hasta sus venas en mis labios, me la comí entera y se la masturbé con mi boca hasta que sentí toda su leche en mi garganta, fue excitante y el sabor no era nada desagradable. Me había convertido en un comepollas. Carlos me cogió del pelo y me puso boca abajo sobre la cama, yo ya estaba completamente entregado y no actuaba, simplemente me dejaba llevar. Puso vaselina sobre mi rasurado trasero y empezó a besuquear mi nuca llegando hasta mis labios, yo no me lo podía creer pero mis impulsos me hacían buscar sus labios con los míos hasta que se encontraron y nos fundimos en un intenso beso. Carlos aprovechó el momento y comenzó a introducir su pene en mi ano, yo lo sentí entrar y no puse ninguna resistencia hasta que empezó a dolerme y entonces grité, él paró y acarició mis pechos mientras seguía besándome, la excitación fue en aumento. Mi ano se estaba dilatando y Carlos introdujo más su pene, me dolía pero no grite porque quería que llegase hasta el final sin parar otra vez, sentí sus testículos chocar con mi trasero y deduje que ya estaba toda dentro, el había parado y el dolor era insoportable, mis gritos eran ensordecedores pero él no sacaba ni un centímetro de su pene. Carlos acariciaba todo mi cuerpo mientras yo alcancé el éxtasis. Mi ano empezó a aceptar al intruso que había en su interior, el dolor se transformó en un inmenso placer y mis gritos se tornaron en gemidos de placer, Carlos se dio cuenta y empezó a sacar su polla, yo apretaba con los músculos de mi ano para que no se fuera, necesitaba tenerla dentro pero cuando ya casi estaba fuera, Carlos volvió a introducírmela, mi excitación fue en aumento al volver a sentir como la polla de Carlos volvía a llenar el hueco que había dejado, cuando entró del todo volvió a salir pero esta vez más rápido y volvió a entrar. El ritmo fue en aumento y yo no podía dejar de gemir. Mi polla estaba a punto de reventar, ya no podía aguantar más la excitación hasta que me vine, Carlos había puesto sus manos debajo atrapando todo el chorro, me acercó su mano llena de leche a mi boca y empecé a lamerla. De repente noté como le explotaba su polla dentro de mi ano y un mar de leche inundaba toda mi cueva. El gozo fue inmenso, nunca me había sentido así, el orgasmo fue total. No quería que aquella polla abandonase mi cueva y cuando salió sentí la necesidad de volver a tenerla dentro. La escena fue muy real, yo había dejado de actuar y se notaba que era la primera vez que tenía sexo anal. Al director le encantó y yo tuve remordimientos durante varios días. Por fin acepté que me había gustado y que necesitaba volver a hacerlo. Mi deseo sexual había cambiado, necesitaba ser penetrado y se lo comuniqué al director, él se alegró porque así no tendría problemas en las próximas tomas. Carlos y yo rodamos varias escenas más de sexo, en las últimas, el director me hizo ponerme ropa interior de mujer, cosa a la que no me opuse, y en la última escena, yo voy vestido completamente de mujer y cuando tenemos sexo yo asumo el rol de mujer y Carlos el de hombre en la cama.

La película fue un éxito, nunca antes una peli porno había tenido tanta repercusión. Yo mostraba al mundo mi cambio en el deseo sexual, de ser un chico heterosexual paso a ser homosexual y todo esto tan real que se refleja en la película y a la gente eso le da morbo. Yo empecé a notar lo que es ser popular pero no me afectó en nada, mis pensamientos estaban puestos en otra parte. Yo no era tonto y me di cuenta que mi personaje acaba adoptando un rol femenino. No dejaba de darle vueltas cual iba a ser mi próximo papel. Mi apetito sexual había cambiado completamente, las mujeres ya no me excitaban, en cambio me gustó sentirme como una de ellas cuando me vestí de mujer. Cuando fui penetrado por primera vez, sentí la necesidad de tener una polla en mi culo todo el día, pero cuando lo hice con ropa de mujer, no me sentí raro, al revés, me gustó más si cabe. Me sentía muy confuso. No dejaba de darle vueltas al tema. La verdad es que se abría un abismo ante mí. Mi vida había dado un giro de 180 grados y no sabía si completar la vuelta o parar allí. Por fin me llamó el director y me dijo que teníamos que hablar. Yo le conté lo que pasaba por mi cabeza y el dibujó una sonrisa en su cara. Me dijo que había una parte más y que yo tenía que hacer el papel de mujer para así completar la transformación del personaje. Después empezó a camelarme con su facilidad de palabra y me dijo que en el casting había un psicólogo y fue él el que me aceptó para el papel, él vio en mí la necesidad del cambio y siguió diciéndome que él podía hacer desaparecer mis dudas, solamente me tenía que dejar hacer y él me transformaría en una mujer. Mis dudas siempre estarían ahí pero si lo hacía desaparecerían. Por fin acepté.

Al día siguiente me hizo cambiar de piso y me fui a vivir con Lucia, la chica de la primera película, él estuvo en la mudanza y me enseñó mi nueva habitación. El piso donde vivía Lucia lo pagaba su productora para que viviesen los actores y las actrices pero en ese momento solo estaba Lucia. Me dijo que yo le había hecho ganar mucho dinero y que su productora se encargaba de todo el proceso de mi cambio. Mi nueva habitación era una habitación de mujer y tenía todo lo que una mujer podía necesitar así que me hizo entregarle toda mi ropa de hombre y empezar a vivir como mujer todo el día. Él se marchó y dejó a Lucia encargada de mi transformación. Lo primero que hicimos fue depilar todo mi cuerpo, luego ella me depiló las cejas y me perforó las orejas poniéndome unos aros enormes, fuimos a mi habitación y me enseño a vestirme de mujer, a ponerme el sostén, las medias,… Cuando me vestí me sentó en el tocador y me enseño a maquillarme y me habló de las distintas cremas que se ponían las mujeres. Volvimos al baño y me peinó lo más femeninamente posible mi corto peinado. Al final me miré en un espejo y no me lo podía creer, me había transformado en una linda mujercita y lo mejor de todo era que me gustaba como me veía. Lucia se pasó toda la tarde enseñándome a caminar y a moverme como una mujer y al final del día ya era lo más parecido a una mujer. Al día siguiente vino el director a recogerme y me llevó de médicos colegas suyos. Me hicieron todo tipo de análisis y me recetaron un tratamiento hormonal que pagó la productora. Ya no había marcha atrás, había empezado con el tratamiento y no lo podía abandonar o podía poner en riesgo mi salud. Mi vida ya era totalmente de mujer. A la semana siguiente me llamaron para hacer un par de tomas de la siguiente película en la que yo ya no interpretaba un personaje sino que yo me había convertido en el personaje. CONTINUARÁ