El accidente de mi madre

Renzo descubre un día que su madre tiene una relación con su amigo de universidad. Conocida esta traición, Valeria sufre un accidente y queda con la pierna rota lo que obliga a su hijo a que sea su cuidador. Pero en medio de su convivencia, el libido y la pasión hará que ambos se perdonen toda falta

EL ACCIDENTE DE MI MADRE

Hola a todos los lectores de esta página, el relato que les voy a contar es una experiencia que nació por una venganza, pero que con el tiempo llegó a convertirse en una pasión intensa entre mi madre y yo. Bueno espero los comentarios respectivos y como siempre dándole gracias a la escritora, por publicar mi anécdota.

Me llamo Renzo, tengo actualmente 23 años y vivo junto a mis padres y mi pequeña hermana 2 años menor que yo, mi madre de nombre Valeria tiene 45 y mi padre que se llama Alex tiene 48. Vivimos en una ciudad del norte del Perú, y aunque no somos de clase muy alta, sin embargo, nos damos nuestros gustos ya que todos trabajamos.

Bueno si bien este relato es categoría incesto, me atrevo a decir que nunca vi a mi madre como una figura de deseo o de fetiche. Pesé a que ella desde muy joven se ha conservado físicamente muy bien y sobre todo los resultados eran impresionantes (Delgada, 1.69, tez clara, ojos marrones, un cabello largo lacio, unos pechos bien desarrolladitos y en especial esa cinturita que decoraba su pecho) Comparada la belleza de ella, junto al físico de mi padre, eran como agua y aceite, razón por la cual muchas veces escuché decir a mis tíos y sus amigos de él, que mi mamá era demasiada mujer para papá. A pesar de ello, mi madre le tenía mucho afecto ya que una vez me contó que Alex la había rescatado de su casa, donde mucho a ella le gritaba su padrastro y encima su mamá, prefería al marido que a su propia hija.

Desde que era pequeño, observé que mis padres no eran de mente Tabú y por ello había ocasiones que hablábamos sobre sexo. Aunque en algunas circunstancias los escuchaba cuando lo hacían, solo que en ese entonces no podía verlos, ya que las ventanas de su cuarto, era de esas ventanas que podías ver por dentro, pero tú no veías por fuera. Pero con solo los gemidos, movimientos y sumado a una buena película porno, era suficiente para deducir lo que ellos hacían a escondidas.

Así transcurrió mi existencia hasta que cumplí los 18. Por esa época yo ya era estudiante universitario y me hice de enamorado de una compañera de carrera, con la flaca todo era muy chévere, besitos, caricias, masturbaciones, hasta que le pedí dar el primer paso. Recuerdo que nuestra primera vez, le pedí que se pusiera ella encima, pero estaba tan perdida como yo, (éramos mojigatos) y no disfrutamos mucho, yo trataba de llevar la situación, pero ella estaba más en la luna y bueno, tuve que eyacular fuera de ella. Como se dice, para ser mi primera vez, fue un total desastre. Y no hace falta decir que algunos meses después terminé con ella y otra vez a la soltería.

Debido a mis estudios universitarios en algunas ocasiones venían algunos compañeros a mi casa para hacer tareas, y una que otras ocasiones a quedarse a dormir. Dentro de ellos estaba un amigo de nombre Antonio quien era mayor que mí por 8 años y también se manejaba un cuerpo atlético, debido a que él era el capitán de futbol de nuestra aula. Por ello muchas compañeras estaban detrás de él, pero no les hacía caso.

Como repito sus constantes idas y venidas a casa, había ya acostumbrado a mi familia, quienes no se incomodaban cuando venía, pero a mí si tenía algo de celos, por mi pequeña hermana Cinthia, quien aún no cumplía los 18 por entonces. Pero Antonio me dijo que tranquilo causa, que jamás chocaría con una menor de edad, para ello su teoría era:

_ Mira Renzo, te soy sincero, las chibolas no me van, al contrario, son las maduras las que me arrechan y mucho. Me gustan las mujeres viejas así de 35 para arriba. Así que tranquilo causa en esa parte si piensas que me voy a tirar a tu hermana, duerme tranquilo.

Sus palabras me tranquilizaron por un tiempo, pero luego observé algo extraño. Antonio venía a casa ahora muy temprano y de preferencia hablaba con mi madre. En algunas ocasiones los encontré conversando muy amigablemente, se reían e incluso, él le mostro sus bíceps y como invitándolo a que se los toque. Como anécdota recuerdo que una vez me desperté cerca de las 9 de la mañana, después que me amanecí con Antonio a realizar una tarea de exposición, pero al bajar los encontré sentados en la mesa del comedor, conversando muy cerquita y casi en silencio. Ver esta escena, me dio cólera y dije con mucha rabia.

_ BUENOS DÍAS. ¿INTERRUMPO ACASO?

Mamá se hizo a un lado nerviosa y en el acto se trataba de arreglar la blusa

_ AY HIJO, BUENOS DÍAS, MIRA YA ESTA LISTO EL DESAYUNO.

Pero Antonio, lejos de mostrarse avergonzado, me respondió con un tono prepotente.

_ VAYA POR FIN DESPERTASTE. MIRA LA HORA QUE ES, VAMOS A PERDER LA EXPOSICIÓN POR TU CULPA. APÚRATE. TOMA DESAYUNO Y VÁMONOS.

Su respuesta para mí fue como un total desafío, pero como tenía los finales encima, no podía darme el lujo que por un berrinche mío perder el ciclo. Me alisté, pero no tomé el desayuno, como una muestra de desprecio hacia ella. En el camino, mi amigo trataba de hablarme, pero no les contestaba a sus preguntas.

Cuando regresé a mi casa, mi papá y mi hermana aún no habían llegado, entonces mamá salió a recibirme y quería conversar conmigo, sobre la situación de la mañana, pero mi única respuesta fue:

_ Yo no he visto nada. Conforme.

_ hijo, no es así, pero déjame decirte que …

_ ya te dije, no he visto nada. A mí no me des explicaciones, dáselas a mi padre. Buenas noches.

Durante las siguientes dos semanas, no le dirigía la palabra a ella, solo apenas el saludo y ni siquiera me sentaba con el resto a la mesa. Al parecer la vergüenza de haberla visto coqueteando con mi amigo, le estaba haciendo sentir culpable. Sin embargo, una semana después llegaría la tragedia que cambiaría nuestra relación familiar, en especial con mi madre.

Recuerdo que fue el último miércoles del ciclo y Antonio no había ido a clases, eran como las 9.30 AM y el profesor del curso de Estadística llegó y nos confirmó que ya no era necesario los trabajos finales, que, con el examen y las notas de las otras unidades, la mayoría de alumnos (entre ellos yo) estaban aprobados, por lo que salimos temprano de clases. En ese instante pensaba quedarme un rato por allí, para hacer tiempo, pero decidí volver a mi casa. Pero al llegar me encontré con una escena desagradable.

Al llegar a casa, primero observé que la puerta estaba con triple llave, por lo cual pensé que mi mamá había salido, entonces ingresé y todo estaba en orden, cuando al caminar por la habitación de mis papás, escuché unos jadeos bien intensos y como la cama se movía fuertemente, ¿Seguro llegué en mal momento, me dije? Pero luego recordé que mi padre no venía hasta la tarde, y entonces decidí ver que estaba pasando. Mi sorpresa fue muy grande, al abrir la puerta apenas, descubrí a mi madre en cuatro patas desnuda, y Antonio mi compañero, también desnudo y penetrándola analmente. Ver esa escena me encendió con una ira tan extrema, que quise matarlos a los dos, pero como si la otra parte de la razón me hablase, solo saqué mi celular, tomé unas cuantas fotos en silencio y grabe como dos minutos, mientras esos dos seguían en su rutina sexual.

Habían pasado como 10 minutos, cuando decidí salir de la casa y para rematar mi odio, cerré la puerta de la casa con mucha furia (de modo que oyeran el sonido) Después de casi 20 minutos, vi que Antonio salía de la casa y entonces entré lleno de cólera.

Cuando ingresé, mamá se acercó a saludarme como si nada hubiese pasado, pero la empuje con mucha cólera, diciéndole:

_ ASÍ QUERÍA ENCONTRARTE EN LA CAMA, DESNUDA CON ESE PERRO.

_ ¿DE QUÉ HABLAS, HIJO?

_ DEJA DE MENTIR, CÍNICA DE MIER...

Para recriminar más, le mostré el video de ellos dos desnudos. Mamá puso una cara de terror, como si hubiese visto al mismo demonio, pero subí a mi cuarto, alisté mi mochila y me salí de allí. Mamá me siguió hasta el segundo piso, pidiéndome perdón, que la escuchase, pero no quería decirle nada. Ella de nuevo me agarró, pero la terminé haciendo un lado y cuando estaba bajando la escalera, mamá corrió a detenerme, pidiendo que la escuche, cuando en eso, vi que ella dio un mal movimiento y terminó rodándose por la escalera. Cuando cayó al piso, ella gritaba de mucho dolor, que me acerqué a verla y me di con la terrible imagen que su pierna derecha estaba rota.

Mi madre seguía gritando muy desesperadamente y yo en ese momento, dejé la mochila, tomé mi celular y llamé a una ambulancia para que vinieran por ella. Luego llamé a mi padre, para contarle lo del accidente de ella, diciéndole que nos alcance en el hospital, dejándolo muy asustado no solo a él, sino también a mi hermana.

La ambulancia llegó y a mi madre la pusieron sobre la camilla para llevarla. Ella me cogió de la mano y me dijo que estuviera tranquilo, que no le dolía mucho. Yo que aún estaba con la rabia de haberla visto con su amante, pero también con mi desesperación de hijo, imaginé que debía dolerle mucho y más dependiendo de qué hueso se hubiera roto. No hace falta decir que me permitieron ir con ella en la ambulancia.

Llegamos al hospital y la atendieron de emergencia. Mi padre y mi hermana, llegaron dos horas después y me preguntaron qué había sucedido. Yo no quería decirles nada ya que no sabía si decir que la descubrí con otro o mentir para no darle más dolor a ella. Después de otras horas nos dijeron que se había roto la tibia y parte del peroné. Tendría que esta enyesada por lo menos entre 6 a 7 meses, y dependiendo de los cuidados que le diéramos.

Contando con la autorización del médico, entramos a verla. Mi padre entró junto con nosotros y una vez frente a frente le preguntó qué había sucedido, ella mirándome le dijo que estaba en el segundo piso haciendo limpieza, cuando dio un mal pasó y se terminó rodando. Yo confirmé que era cierto y mi padre y mi hermana, creyeron semejante mentira. Es decir, me volví cómplice de ella.

Dos días más tarde volvimos a casa. Instalamos a mamá en su cuarto, mientras papá decidió ocupar uno de las habitaciones de huéspedes, hasta esperar que ella se alivié, yo por mi parte había acabado el ciclo impar y cuando nos matriculamos para el ciclo par, decidí reservar la matricula por un año. A mi padre no le agradó esa idea, pero le comenté que alguien debía dedicarse a tiempo completo a ella, y él no podía por su trabajo y mi hermana, por recién iniciar sus estudios superiores, tampoco podía dejarlos, así que yo me tuve que sacrificar, solo para cuidarla. Comprendió al final papá la situación y permitió eso.

No podía creer que yo siendo el ofendido, ahora tuviera que cargar con el accidente de ella. Así que comencé mi nueva vida a su lado, pero mi propósito no venía por un sentimentalismo de hijo amado, sino que quería darle disgusto, amargarle la existencia, tal como esos dos me lo hicieron a mí.

Todos los días me acercaba a alcanzarle algo, ya sea un vaso de agua, o ayudarle a ir al baño o al comedor. Fue en una de esas mañanas que, por alcanzarle un poco de jugo, lo coloqué en la mesa que estaba distante de su cama. Ella me pidió que le alcancé un poco más, hasta que le dije:

_ No te preocupes. Ahora llamo a Antonio, para que te alcance el vaso en la mano.

Mamá puso una cara de tristeza y dolor a la vez al escuchar eso. Y no sería la primera indirecta, ya que todos los días, ya que, por cualquier cosa, siempre le sacaba el nombre del perro ese, solo para ver su sufrimiento:

_ Ahora le digo a Antonio, que venga para te bañe.

_ Ahora llamo a Antonio, para que te lleve en sus brazos al comedor.

_ No te preocupes que Antonio viene para hacerte los masajes en tu pierna.

Y así era el tormento todos los días, yo disfrutaba ver su cara de sufrimiento, mientras que ella maldecía la situación (o al menos su conciencia se lo recriminaba). Fue en una de esas situaciones que cuando la llevé al comedor y volví a mencionar el nombre de su amante, ella me dijo algo muy conmovedor:

_ Quiero pedirte un favor: ¡¡MÁTAME, ACABA CON MI VIDA!!, ya no soporto que todos los días me tengas que sacar en cara lo ocurrido con tu amigo, no ves que ya lo estoy pagando en vida, no solo con mi pierna rota, también ver que mi hijo me odia tanto. ¡QUE MÁS QUIERES QUE PADEZCA! Por eso mejor, ahórcame, acuchíllame, asfíxiame con una almohada, pero acaba con esto por favor. Y luego se puso a llorar, pero esta vez ya era con toda el alma.

Ver a mi madre en este estado trágico, solo hicieron que me sienta como el peor de los hijos, me acerqué y la abracé, diciéndole que me perdone por mis actos, mas nuestra relación de madre – hijo, ya no iba a ser la misma de antes. Ella lo comprendió y le ayudé a volver a su cama.

Conforme pasaba los días, mi hermana nos ayudaba de vez en cuando, pero mayormente la pasaba fuera de la casa y no solo era por sus estudios, también supe que ya tenía su novio y por ello evitaba estar más tiempo en casa. Durante algunos días también, mi padre cuando estaba en casa, ayudaba a meterla en la ducha, aunque estás eran de preferencia por la noche (creo que era para estar solos), pero luego me pidió que la ayudara a ella, ya que no podía hacerlo por su cuenta aún ni con ayuda de su muleta, siendo mayormente a eso del mediodía, antes de comer.

Soy sincero, a pesar que la acompañaba, nunca me metía en sí para ducharla. Yo estaba algo excitado, ver casi su cuerpo desnudo que nunca la había visto en paños menores, mi madre observó mi confusión y encima me ayudaba a ganarme la situación.

Ella para ducharse se ponía un plástico en el yeso y una bata, sin ropa debajo. Una vez en la ducha, ella se quitaba la bata y se mostró tal como vino al mundo. Yo cerraba mis ojos para no verla así, pero me decía que no sea tan tonto y arcaico y que no sería la primera mujer que vería en mi vida totalmente desnuda. Con esta aprobación, todo perfecto entre nosotros.

Pasaron algunas semanas y mamá ya estaba poco a poco recuperándose, a tal punto que ya se había acostumbrado a las muletas, pero una mañana en que estábamos solos, yo estaba viendo un poco de porno, en especial escenas con la actriz SARAH BLAKE, me dieron ganas de miccionar y salí corriendo al baño. Después de orinar, me dio por tocarme y como recordaba las escenas que había visto con la putita esa, empecé a masturbarme, aprovechando, que mi madre estaba sentaba con la pierna en alto en el salón, viendo la tv. Me senté en la taza, mientras terminaba de llegar al orgasmo y para ello cerraba mis ojos.

En ese momento, oí como algo golpeaba la puerta, era la muleta de mi madre que tocaba para entrar. Se me había olvidado echar seguridad a la puerta y estaba abriéndola. Me di la vuelta e intenté taparme la pinga con mi polo, pero ella ya estaba dentro, cuando empecé a botar mi leche.

Al verme así, se giró y salió de nuevo. Yo no sabía dónde meterme.

Cuando salí del baño, ella seguía en el sofá viendo la tv, como si nada. Yo me acerqué a la cocina a tomar un poco de agua, pero a ella le dio igual mi presencia. Pero como si el destino fuera cruel en ese momento me di cuenta que en la pantalla salió una película donde una pareja hacía el amor y lo más curioso, ella no cambió de canal mientras duraba la escena (algo de 20 minutos), cuando esta concluyó, mamá apagó la tv.

Yo quería irme a mi cuarto, cuando ella me llamó para conversar. Una vez frente a frente, me comenzó a preguntar.

_ Tu padre me contó que una vez le dijiste que nos escuchabas mucho en la noche, cuando él y yo estábamos intimando ¿es cierto eso?

Yo no dije nada, pero con mi cabeza le dije que sí y le respondí:

_ Sí mamá, pero nunca los vi en contacto físico a ustedes dos, bueno a él, porque a ti …

_ Si lo sé no es necesario que me lo recuerdes por favor.

_ Y ahora que me has visto, hacerme una paja, quería decirte que …

Mamá me cortó el habla y me respondió que no tenía nada que recriminarme, porque en el fondo ella no tenía autoridad moral para hacerlo. Fue entonces que me dijo algo impactante.

-Mi hijo es un voyeur.

No sabía dónde meterme. Si con mi padre me daba vergüenza conversar esos temas, con mi madre resultaba peor, pesé a su mente liberal.

_ Veo que disfrutaste mucho escuchándonos y también viendo lo que hice con ese otro imbécil ¿verdad hijo? Y a todo esto ¿Cuantas pajas te habrás hecho pensando en mí??

_ No digas eso por favor. En la vida que te tendría a ti como musa de mis masturbaciones.

Ella se quedó mirándome con asombro y a la vez con deseo. Estaba claro que, al verme con la pinga erecta, seguramente su ímpetu y arrechura la estaban dominando.

No volvió a decir nada y me pidió que la lleve a su cuarto diciéndome que estaba muy cansada y que la ayudar a acostarse. Y como era mi deber de hijo, lo hice sin poner peros.

A la mañana siguiente me desperté muy tarde, todo a que me quedé mirando muy cerca de la madrugada, una maratón de películas de mi actriz favorita y de Danny Wodward en un portal porno muy conocido. Por ello desperté muy arrecho y fui al baño a mear, sin embargo, no me corrí la paja, para no ser descubierto de nuevo. Terminada mi necesidad fisiológica, me fui a desayunar.

En el comedor no vi a mi madre, por lo que me serví una taza de café con dos galletas de soda, hasta que escuché que me llamaba. Fui a su cuarto a ver que se le ofrecía y me pidió que la lleve a la ducha que quería orinar.

La saqué de la cama y nos fuimos al baño.  Dejó la muleta a un lado y me dijo que le bajase el pantalón del pijama y el calzón. Era raro, porque siempre lo había hecho ella sola y no entendía por qué me lo pedía a mí. Entonces me respondió.

_ Vamos si tu amigo me ha quitado la ropa, porque no puede hacerlo con más autoridad mi hijo.

No sé qué quería decirme con eso, pero accedí a sus órdenes. Al bajarle la ropa interior pude ver su conchita bien depilada y que ya se veía algo humedad, pero por más que no quería seguir viendo, ella se quedó de pie sobre la taza antes de sentarse.

Iba a salir, pero me pidió que me quedara y que la ayudara a limpiarse. Aquello se estaba poniendo muy feo y la verdad no sabía qué hacer. Pero no puedo negar que ya llevaba buen tiempo sin tener sexo con una flaca y encima lo que me dijo que prefería que su hijo la calatease, uffffffffffffff tenía la cabeza caliente.

Después ella se sentó en la taza y abrió un poco las piernas, donde no solo miré un poco su vulva, también escuche los chorros de orine que emitía en la taza. Luego de eso, se puso de pie, le lavé las manos y, me dijo que le daba ganas de ducharse antes de desayunar. Iba a salir del baño, cuando me tomó de la mano y me pidió que la desnudará por completo. Yo contra mi voluntad accedí, hasta que estuvo desnuda delante de mí nuevamente en menos de una semana.

Se agarró a mi hombro para meterse en la ducha y pude verla, como dios la trajo al mundo, pero de manera más detallista. En mis espionajes nocturnos solo había podido verla de espaldas y lo de aquella vez solo de perfil y mostrando su lado izquierdo de su cuerpo.

Pude observar sus pechos grandecitos y esos pezones morenos e hinchados de tantas mordidas que le daría mi padre y el perro de mi ex amigo, pero la forma que tenia las tetas en general, eran perfectas para montar una cubana con mi pinga, pero luego volvía la calma.  Mientras trataba de guardar compostura, ella me dijo:

_ Ven quítate la ropa. Dúchate conmigo

_ Mamá ¿qué estás diciendo?

_ Anda hijo, métete conmigo a bañarte. Sabes tu padre muy pocas veces lo ha hecho así conmigo.

Yo intenté huir, pero ella me tomó de la mano y adentro se ha dicho. El agua caía sobre mí, me mojó todo el polo y short que traía puesto y ni qué decir del calzoncillo, razón por la cual me quite la ropa, quedándome también como Adán en el paraíso.  Cuando mamá me vio tal cual he mencionado, ella se lamió los labios y me dijo:

_ PERO QUE BONITA PINGA TIENE MI HIJITO, HACÍA MUCHO TIEMPO QUE NO TE HABÍA VISTO CALATITO, DESDE QUE ERA UN NIÑO.

Y pese a la lesión de su pierna, se acercó, tomó con sus manos mi pinga que ya estaba muy al palo, la meneó y se sentó en la taza. Luego acercó su cabeza y me empezó a chuparla con mucha lujuria. Una chupada tierna, suave, de una madre a su hijo.

No duré mucho y me corrí sobre su cara, aunque fue lo mejor, porque en ese momento la puerta de casa se abrió. Era mi hermana que volvía de la universidad tan temprano:

Yo salí corriendo de la ducha y mi madre se limpió la cara del semen que había caído en ella.

-La próxima vez quiero que me penetres, por favor.  Me lo dijo en voz baja, con una cara de viciosa increíble.

La verdad me quedé idiotizado y la vez arrechó, cuando escuché tal cosa que me decía mi progenitora. Acaso ella se me estaba regalando o en el fondo, a ella le dio el gusto por los chibolos.

Esa misma tarde, después de almorzar todos juntos, mi hermana me dijo que se iba con su novio al cine. Mi padre había quedado con unos compañeros a terminar un trabajo, porqué ya se acercaba el fin de mes y debía presentar el record de ventas hasta ese momento.

Al final mi madre y yo nos quedamos solos en casa nuevamente.

Mi madre llevaba esta vez un babydoll negro, esto debido a que el yeso seguro le daba mucho calor. Estábamos viendo una serie en la tv. Yo estaba empezando a cabecear, cuando ella me habló.

-Voy a hacer palomitas. Ayúdame a levantarme.

Me levanté y me giré para ayudarla a bajar la pierna y pude ver cómo abría un poco sus piernas. La muy descarada no llevaba sostén y mucho menos calzón. La verdad mi madre estaba con ganas de ser cachada, pero esta vez por su hijo.

Me fui para la cocina con ella e hizo que se caía y se agarró a mi espalda.

_ Vamos que esperas, me dijo, quiero que me hagas tu mujer.

_ Mamá, por favor, piensa lo que haces. Eres la mujer que me dio la vida.

_ ¿Y también soy mujer y tengo deseos de que un hombre me haga el amor?

_ ¿Pero es que papá no te rinde como hombre o qué?

_ Sí, pero ¿quieres saber porque me metí con tu amigo?

_ No quiero hablar de eso mamá por favor? Ya me olvidé de ese asunto.

_ Te lo diré de todos modos. Me acosté con él, no porque lo quería, sino porque desde hacía tiempo tenía muchas ganas de ti, quería que tú me hagas el amor, como lo hace tu padre conmigo. Pero sé que jamás habrías aceptado eso, por eso cometí la bestialidad de meterme con ese otro idiota. Ahora que lo sabes, solo te pido: ¡¡HAZME TUYA POR FAVOR HIJO!!

Luego de hablar me bajó el short que llevaba puesto y con el calzoncillo, dejándome desnudo de cintura para abajo. Intentó agacharse a chupármela, el dolor de la pierna se lo impedía le dolía la espalda.

Yo me quedé mirándola y decidí hacérselo fácil. Para ello la subí a la silla y yo me puse frente a ella, para facilitarle la entrada de mi falo, a su boca. Las mamadas que me daba, me estaban llevando a un placer que ni la otra zonzonaza pudo darme. Sentía como su lengua y sus mejillas se tragaban mi ingle y cabeza por completo.

Mi madre chupaba y chupaba mi pinga. Yo estaba en el cielo, pero si ella quería sentirla dentro de ella, era ahora o nunca y sobre todo yo, me iba a sacar la pica de hace dos años atrás con la idiota esa.

La llevé a la cama y la deposité allí. La eché para atrás y le levanté el vestido. Como no llevaba ropa interior fue más fácil poder comerme esa rica conchita.

Ni siquiera pensé en usar condón con ella. No sabía si tomaba la píldora del día siguiente, pero imagino que sí, ya que nunca encontré una caja de preservativos ni en sus cosas y mucho menos en la basura.

Cogí mi pinga con la mano y la guie a la entrada de su conchita. Separé sus labios vaginales bien depilados y con mi otra mano, los acaricié. Mi madre se mordía los labios. Sobé su clítoris, y se la metí despacio, lentamente, provocándole sus primeros gemidos.

Cuando estuve dentro del todo, me miró con cariño y me besó en la boca. Estaba muy excitado y solo podía pensar en penetrarla y metérsela cada vez más. Comencé a cachármela y eso le gustaba a ella y en especial a mí, quien después de ver a esas dos actrices como eran enculadas por esos malogrados de actores, ahora mi sueño se hacía realidad, solo que con la mujer que no pensaba.

Con su vestido sacado del todo, y mis penetraciones, aquel momento era súper excitante. Por ello los tabús y las falsas morales ya quedaron fuera de mi mente. Solo ante mí estaba una mujer que se entregaba completamente al sexo.

Mi madre me miraba con cariño, mientras se moría de gusto y cerraba sus ojos como una poseída. Estaba a punto de eyacular y mientras tenía su orgasmo, me agarró fuerte y me clavó las uñas.

_ MI NIÑO, MI NIÑO, AHHHHHHH, QUE GUSTO ME DAS, AYYYYY QUE RICO

_ MAMÁ ME CORRO, ME CORRO...

_ SÍ, SÍ, CORRETE POR FAVOR, DAME TODA ESE LECHE PARA MÍ.

Los dos acabamos casi a la vez. Me limpié el pene y luego mi madre, se echó a mi lado y comenzó a comerme la boca con mucha pasión. Luego de algunos momentos, me pidió algo muy prepotente.

_ Quiero que me la metas ahora por el culo. Tu padre nunca quiere hacérmelo así.

Yo no sabía que responderle. ¿De verdad me estaba pidiendo que se la metiera por el culo? No podía creerlo. Ni en mis más retorcidas fantasías podría haber imaginado algo como eso. Pero madre es madre y todo hijo debe obedecer a su mamá.

Me levanté y le pregunté si tenía lubricante. Ella me dijo que en su mesa de noche encontraría una crema que creíamos que podría servir.

Volví con ella y se echó de costadito y yo en cuclillas, dándome ella la espalda. Mojé un dedo con la crema y se lo metí despacio por el culo. Al principio le dolió, pero luego entró todo. Evidentemente recordé que la vez que la ví con mi amigo, él la estaba penetrando analmente, así que mi dedo fue fácil, pero por lógica mi pinga no era un dedo, así que iba a tener algo de complicación para entrar.

Ella seguía animándome y finalmente, con ano bien lubricado, y a la vez, con un poco que use en la cabeza de mi pene, se la metí.

Mi madre gemía, pero no de dolor, sino de placer, pero seguía de espaldas, mientras que to estaba de pie y entrando y sacando mi pene de su ano. Ella gritaba y decía palabras:

_ OHHHHH OHHHHHH – MMMMMMMMMMMM

_ TE GUSTA MAMÁ

_ SÍ HIJO, POR FAVOR SIGUE METIENDOMELA, POR FAVOR QUE LO HACES MEJOR QUE TU PADRE.

Pasaron como diez minutos y sentí que me pinga entraba y salía de su reducto anal sin ningún problema. En ese delirio de placer, mamá comenzaba a delirar

_ MI HIJO, ME FOLLA EL CULO, YA QUE MI MARIDO NO QUIERE. SÍ, SI, SIII, MÉTEMELA POR EL CULO.

En eso siento que sus fluidos manchaban la cama, se estaba corriendo mucho, pero eso ayudaba a su delirio anal.

-Me cachas, decía casi sin voz. Me cachas bien rico el culo, ahhhhh – ahhhhh. Sabes me cachas el culo mejor que la otra pinga chica de tu amigo. JAJAJAJAAJA

Termino de moverse y mi pinga eyaculó más fuerte que la primera vez. Aun así tenía leche dentro, hasta que las pulsaciones terminaron y me la saqué de allí. Luego me giró y comenzó a besarme con más pasión que la primera vez y ahora sí le correspondí al beso.

_ Ayyyyyyyy Hijo, eres el mejor amante del mundo.

_ Y tú la mejor mamá y amante. TE QUIERO.

_ Hijo por favor, perdóname por lo de ese día.

_ Tranquila mamá, eso ya terminó. Ahora lo que vale es lo que somos nosotros.

_ Si mi amor, pero ni una palabra a tu padre.

_ Prometido mamá. Y nos volvimos a besar.

Luego de eso, a llevé a la ducha para que se bañe y así evitar el olor de nuestros sexos. Yo por mi parte ayudé a cambiar de sabanas y perfume con aerosol olor a frutas, el ambiente. Papá llegó cerca de dos horas junto con mi hermana y no sospechó nada.

Esto se fue repitiendo todos los días que restaban de su reposo de ella.  Me daba unas deliciosas mamadas y yo la hacía mojar con mis dedos en su conchita, no comentábamos nada de lo que ocurría, simplemente pasaba y ahí quedaba.  A los 6 meses exacto, la llevamos al hospital y le quitaron el yeso de la pierna, lo que le permitió caminar un poco más y quedarse de pie. Aún no podía hacerle piernas al hombro, con el fin de evitar una recaída en el hueso.

Un mes y medio después recién estuvo ella 100% operativa y fue cuando pude cachármela con todas las ganas de día y noche, como le encantaba que la ponga en perrito y la penetraba por el culo y la vagina, intercambiando uno y otro, al terminar ella chupaba mi pinga tragándose mi semen.

Han transcurrido 2 años y aún estamos como la primera vez, después de ser un tímido muy idiota, ahora ella me ha convertido en un adicto a cachar madre-hijo.  Y de verdad es lo más excitante, deliciosamente excitante diría yo, ella es sumisa y complace algunas fantasías que tenemos, Una de ellas que me cumplió fue que tenía que amarrarle las manos y las piernas, los ojos vendados y la boca amordazada, la idea era que yo iba a violarla y ella tenía que poner resistencia todo lo que pueda hasta que la penetraba por el culo, eso nos causaba excitación al máximo.

Desde entonces los dos tenemos una vida sexual muy plena, por supuesto yo ya no cacho a otras chicas, porque mi única mujer es mi madre, por supuesto papá nunca se enteró y mi hermana peor. Algo también curioso es que mi madre, también cacha con mi padre, sin embargo, conmigo lo disfruta más que con él.

Y en cuanto a mi amigo Antonio ¿quieren saber qué pasó con él? Pues simplemente después del accidente de mi mamá y cuando comenzamos a cachar los dos juntos, él seguía jodiendo a mi mamá hasta que ella le mandó a la misma zona de donde salió y desde entonces no volvió a la casa. Y en una parte se lo agradezco porque me dejó el camino libre para poder disfrutar de ella.