El accidente

Un accidente cambio mi vida. Descubrí lo que era el amor en brazos de aquella maravillosa mujer.

Hola, mi nombre es María y tengo 34 años. Os quiero contar algo que ha hecho que mi vida cambie por completo.

Como os decía tengo 34 años y trabajo en una clínica de San Sebastián (España), soy traumatóloga. La verdad es que adoro mi trabajo, es algo vocacional, que hace que cada día vaya a trabajar con mas ganas e ilusión.

Yo no soy nada del otro mundo; mido 1,72, no estoy en mi peso ideal pero no me quejo y tengo el pelo rubio y los ojos azules. Soy lesbiana desde que tengo uso de razón, huyo literalmente de los hombres, me aborrecen. He tenido varias relaciones con mujeres y tengo claro que esta es mi verdadera sexualidad.

Lo que os voy a contar sucedió hace mas o menos un año. Yo estaba como siempre trabajando, ya llevaba media mañana cubierta, cuando vino la enfermera a decirme que había venido una mujer que había sufrido un accidente pero que no tenía seguro. Al principio dude, ya que no tenemos permitido atender a gente sin seguro, pero finalmente decidí que tenía que atenderla.

Una chica rubia bastante guapa entró a la consulta y me agradeció mil veces el que le atendiera, yo simplemente le dije que era mi trabajo y que lo hacia gustosa. Después de la presentación le fui cogiendo los datos, me dijo que se llamaba Lidia y que tenía 26 años. Me contó que un coche la había tirado de la moto y que se había fugado sin ayudarla. Me dijo también que le dolía mucho el costado y que no podía mover la pierna izquierda. Que gracias a ese gracioso había perdido el trabajo y que no sabía como podría pagar el alquiler; empezó a llorar desconsolada. Le dije que se tranquilizará que todo saldría bien y que yo le ayudaría en lo que le hiciera falta. Parecía haberse quedado más tranquila. Procedí a hacer el reconocimiento, le dije que se quitara el pantalón y la camisa y se sentara en la camilla. Vi que la zona del costado parecía estar bien aunque algo amoratada, la pierna no tenía mejor pinta, y decidí hacerle una radiografía del costado y también de la pierna izquierda. Como sospechaba la zona del costado, la zona lumbar y abdominal estaban bien, pero la pierna no; la tibia había recibido un golpe muy fuerte y estaba fracturada.

Decidí decirle a Lidia que había sufrido una fuerte contusión en la pierna, que tendría que escayolarla y que tendría que mantener reposo por lo menos durante un mes. Ella me escuchaba perpleja sin saber que hacer, nada mas terminar de darle mi diagnostico y tratamiento, ella empezó a llorar nuevamente; me dijo que ella no podía permitirse estar sin trabajar un mes, que no tenia a nadie y que no podría mantener su habitación en esas condiciones. La verdad es que me llego al corazón, me dio tanta pena, que decidí que tenía que ayudarla, le dije que podía venir a mi casa, que vivía en una casa muy grande y que no me molestaría que ella estuviera allí, que no podía dejarla en la calle que era mi obligación. Se emocionó y no sabia como agradecerme lo que iba a hacer por ella. Quedamos que si me esperaba en una hora estaría fuera de la consulta para comer y que iríamos juntas para meter sus cosas en mi casa.

Pasó la hora sin mas complicaciones, los pacientes de siempre con los mismo problemas, nada nuevo. Era la una del medio día y fui a prepararme para salir a llevar a Lidia a casa. Salimos de la clínica con ayuda de una silla de ruedas para que se le hiciera más fácil llegar hasta el coche. Le ayude a subirse a mi coche y partimos con dirección a mi casa, aun quedaba un pequeño tramo, y por el camino hablamos mayormente del accidente y de la vida de Lidia. Ella me dijo que hacia unos meses había roto con su pareja, que lo había pasado muy mal y que le había costado mucho superar esa relación y que por eso había venido a vivir a San Sebastián, por que ella era de Barcelona y que todos sus amigos y familia estaba en catalunya, que aquí no tenia nada. Me dijo que desde que vino, había habido veces en las cuales se había sentido muy sola sin el apoyo de su familia y sin conocer a nadie por aquí.

Finalmente llegamos a casa, metimos el coche en el garaje y procedí a ayudarle a subir al ascensor para así enseñarle la casa y la habitación en la que tendría que dormir ella. Mientras le enseñaba la casa ella parecía embobada con lo que estaba viendo. La verdad es que es una casa que esta muy bien; es una pequeña villa de dos pisos mas el garaje y con un pequeño jardín. Después de enseñarle la casa le dije que su habitación sería la que estaba al lado de la mía por si me necesitara para algo. Le dije que todo lo que había en la casa quedaba a su entere disposición, y que esperaba se sintiera como en casa.

Se acomodó y decidimos preparar algo para comer, ya que yo aun tenia que volver otra vez a la consulta. Comimos tranquilamente, se tomo el analgésico y el antiinflamatorio que le había recetado, parece que le entró sueño y me dijo que si le importaba si se retiraba a su habitación a dormir un rato. Le dije que durmiera tranquila y que si me necesitaba para algo que me llamara a la consulta, le había dejado el numero de teléfono en la mesita del salón.

Pasé el resto de la tarde medio distraída por no saber nada de Lidia. Cuando terminé mi jornada de trabajo, me cambié rápidamente, y me fue al supermercado más cercano a comprar algo para cenar, estaba muerte de hambre. Cuando ya iba de camino decidí llamara a Lidia para decirle que en breve llegaría a casa y cenaríamos, pero nadie contesto y supuse que estaría aun dormida.

Al llegar a casa, me dirigí directamente a la cocina para poder dejar las compras que había hecho y de paso meter algunas cosas al frigorífico, luego fui a ver a Lidia. Ella seguía dormida, estaba medio destapada y pensé en taparla. Me dispuse a arroparla y ella se despertó sobresaltada, nerviosa.. La tranquilice un poco, se vistió y nos fuimos a la cocina a preparar algo para la cena. Me dijo que había pasado toda la tarde dormida, que se sentía muy a gusto y que descanso muy bien. Comimos rápidamente lo que habíamos cocinado y nos fuimos las dos al sofá para ver un poco la tele, había uno de esos programas basura que por desgracia abundan en estos tiempos, aunque aun quedaba una pequeña esperanza, en quince minutos empezaría urgencias, mi serie favorita. Le pregunte si le gustaba urgencias y ella asintió con la cabeza y nos dispusimos a charlar mientras esperábamos que empezase.

Me dijo que le dolía mucho el costado y que parecía que el analgésico que tomaba no le surtía efecto. Le dije que si le importaría enseñarme otra vez el amoratado costado; Se sonrojó y me lo enseñó. Comencé a palpar otra vez la zona y con cada roce de mis dedos ella daba un respingo de dolor. Deje de explorarla y le dije que tendría que darle un antiinflamatorio por vía tópica, es decir, tendría que darle una pomada antiinflamatoria. Me fui al botiquín a buscar la pomada y mientras tanto ella ya se había quitado la camiseta que llevaba y se había tumbado en el sofá, esperando a que yo llegara para darle una buena friega. Abrí el tubo de la pomada y cogí una cantidad suficiente para este trabajo, lo calenté en mis manos para que no estuviera demasiado frío en contacto con su piel y comencé a darle un suave masaje, ella se quejaba de que le dolía mucho, pero al tiempo de estar dándole el masaje, me dijo que el dolor ya no era tan continuo ni tan agudo, que solo tenia una leve molestia. Le pregunte si le dolía algo mas:

Estas segura de que no te duele? Que tal tienes la pierna?

Gracias por darme ese masaje, me ha aliviado mucho el dolor. Y la pierna ya casi ni la siento, de vez en cuando tengo un pequeño cosquilleo, pero nada más.

Me alegro de que la medicación que te he puesto este haciendo su efecto.

Yo me alegro de tener la suerte de haberme encontrado contigo. Gracias por todo lo que estas haciendo por mí, si no fuera por ti ahora posiblemente estaría en la calle. Además no me conoces y me metes en tu casa. Gracias por confiar en mi.

Shhhhh. No digas nada, lo he hecho de corazón. Quieres que veamos alguna película? Tengo unas cuantas, no sé si te gustará alguna.

Bueno, por que no, la verdad es que no me hace mucha gracia urgencias, pero te había dicho que me gustaba por no hacerte el feo.

Como? Espero que no vuelvas a hacer semejante estupidez, si no te gusta algo me lo dices y punto, vale?

Esta bien, no te preocupes de ahora en adelante te lo diré todo.

Te gustaría ver la película "Él ultimo suspiro"?

Suena bien, por que no...

Si quieres te diré de que va, así te centras un poco en la película, te parece?

Nooo, tranquila, seguro que me gusta.

Esta bien, allá vamos.

Empezamos a ver la película, no quiso saber cual era la temática de la película, pero parece que no se asusto al ver que el tema iba de la relación de dos chicas en un internado. Estuvimos enfrascadas en la película hasta que terminó. Una vez acabada, fui a sacar la cinta del video y...

Que te ha parecido la película? Es una de mis favoritas, me encanta. Te habrás dado cuenta que es de temática lésbica supongo..

Tranquila, me ha gustado mucho, es una película muy sentimental. Me he reprimido para no llorar.

Jajajajaja, me alegro de que te gustará. Tendremos que ir a la cama, no? Mañana tengo que madrugar, tengo la mañana completa de pacientes, tu puedes dormir tranquilamente y ya te dije que todo lo que hay en esta casa esta a tu entera disposición.

Gracias otra vez... y otra cosa..

Que?

Podrías ayudarme a cambiarme para poder meterme a la cama?

Claro, tranquila, si necesitas ayuda no tienes mas que pedírmelo

Fuimos a su habitación, ya tenia preparada la ropa para dormir, pero como tenia la pierna escayolada, no podía sentarse bien, para por cambiarse. Le ayude a desnudarse y vi aquel cuerpo tan espectacular en toda su plenitud. Se vistió y la ayude a meterse a la cama.

Buenas noches Lidia, que duermas bien, si me necesitas para algo llámame, y vendré en un periquete, recuerda que estamos pared con pared.

Buenas noches María, y gracias de nuevo por todo.

Hasta mañana

Me fui a mi habitación, aun turbada por la imagen que había visto, sentía deseos por aquella maravillosa mujer, pero no podía hacer nada, le había ofrecido mi ayuda sin ninguna intención. Pero la verdad es que me gustaba mucho.

Me desnudé, me metí en mi cama y me dispuse a dormir, pero fue imposible, no podía borrar la imagen de su cuerpo desnudo de mi mente. Pasé parte de la noche despierta, desvelada por aquella mujer, hasta que escuché que me llamaba...

Maríaaaaa

Maríaaaaa

Me levante de un salto de la cama y me fui a su habitación a ver que pasaba

Que te pasa Lidia, estas mal?

Lidia estaba con la boca abierta. Maldición, había salido de la habitación desnuda y no me había dado cuenta. Pedí, disculpas, y corrí a la habitación.

Perdóname, no me he dado cuenta de que estaba desnuda, lo siento, te pasa algo?

Estoy un poco mareada, tengo ganas de vomitar.

Tranquila, te prepararé algo para que puedas descansar.

Le preparé una infusión y mientras tanto estuvimos hablando un rato.

Disculpa por haber salido de esa guisa de la habitación, pero es que no me he sido conciente de que tu estabas aquí, tienes que tener en cuenta que normalmente vivo sola y tengo la costumbre de andar desnuda por la casa.

Tranquila no pasa nada, no me ha desagradado lo que he visto. Porque dices que normalmente vives sola?

Bueno es un decir, solo suele venir de visita una hermana mía muy de vez en cuando. Y alguna vez he traído algún ligue a casa, pero lo demás vivo sola.

Perdona, no quiero entrometerme, pero la curiosidad a podido con la educación.

No pasa nada, es algo normal tener curiosidad y a mi no me molesta contarte estas cosas, contigo me siento a gusto, además tendremos que acostumbrarnos a la compañía mutua para poder estar sin problemas como mínimo un mes.

En eso tienes razón.

Parece que ya te sientes mejor, no?

Si, estoy muy bien, muy relajada. Gracias

Pues tendremos que seguir durmiendo, ya es de madrugada y yo dentro de nada me tendré que levantar para ir a trabajar.

Nos volvimos a acostar y yo esta vez me quedé dormida con el dulce sabor de su presencia cercana. Cada vez me gustaba mas esa mujer. Pensé que mañana llamaría a mi secretaria Ana y le diría que no me encontraba bien. Así podría pasar mas tiempo con ella y podríamos hacer alguna cosilla juntas. Me quedé dormida profundamente.

Pi-pi-pi-pi-pi-pi... el despertador.

Me desperté y llamé al trabajo y dije que hoy no iría y que me encontraba mal.

Seguí durmiendo un rato mas, y después decidí levantarme a preparar el desayuno y despertar a Lidia para darle la buena nueva. Preparé un desayuno reparador: zumo de naranja, café, leche, tostadas, huevos...

Fui a llamar a Lidia.

Buenos días señoritaa, que tal has dormido?

Umm, eres tu, bien, he dormido muy bien. Que hora es?

Son las 10:30

Tendrías que estar trabajando. Acaso no has ido?

No, me apetecía estar en casa y he dicho que estaba indispuesta para no tener que ir.

Aisss, estas bien?

Si estoy bien, he preparado el desayuno, te apetece? He pensado que podríamos hacer algo las dos juntas, hace un día muy bueno, y a ti te conviene el reposo pero no el encarcelamiento.

Ummm, tengo hambre, te comería incluso a ti por una pata, jajajajajaja. Me encantará estar contigo durante el día, haremos lo que tu quieras. Me ayudarías a vestirme? O prefieres que vaya de esta guisa a desayunar contigo? jajajaja

Lidia estaba desnuda, al parecer a la noche tenia mucho calor y se quito la ropa para dormir mas aliviada.

Tranquila yo te ayudaré, lo ultimo que queremos es que cojas frío.

Después de ayudarla a vestirse, nos fuimos al salón y nos dispusimos a comer todo lo que había preparado para el desayuno sin casi decir una palabra. Terminamos de desayunar y mientras yo metía los cubiertos y platos al lavavajillas, Lidia se fue a lavarse un poco. Al poco tiempo la escuché gritar y maldecir...

(Lidia) Maldita sea, estoy hecha un adefesio y para colmo ni siquiera puedo lavarme yo sola. Uffff (suspiro)

Que te pasa Lidia? Quieres que te ayude?

No valgo para nada, solo traigo problemas, soy un desastre!

Lidia estalló exasperada y rompió a llorar totalmente indefensa. Yo la abracé sentía que tenia que hacerlo.

No llores pequeña..... shhhhh... no llores por favor.

Es que no puede pasarme a mí, Maria, a mi no.

¿Qué es lo que no puede pasarte?

Deberías preguntarme que es lo que no puede pasarme... me siento inútil y no quiero pasarme el tiempo dándote problemas... además...

Además que Lidia?

Me atraes lidia... yo no soy lesbiana, o por lo menos no lo era...

Me hace feliz oírte decir eso... tú me gustas... me atraes... ...no sé si puedo ayudarte, porque no soy imparcial... pero si decides que me quieres en tu vida, podría hacerte feliz.

Yo no sé que quiero... pero no soporto la idea de que otra persona pueda tocarte..

Quieres que vayamos a un psicólogo?... yo te acompaño, un profesional podría ayudarte a manejar la situación.

No sé lo que quiero... o sí sé... te quiero a ti...

Tranquila, ya lo has dicho y has visto que no ha sido tan difícil. Yo también te quiero Lidia. Lávate la cara... no me gusta verte así toda llorosa.

Lidia me obedeció, se lavó la cara, se peinó y hasta se puso un poco de perfume que encontró en el armario del baño... ahora estaba mejor. Salió del baño. Yo ya había preparado más café y había puesto algo de música. Nos sentamos la una junto a la otra en el sofá.

¿Mejor?

Claro que si... perdóname..

No hay nada que perdonar... es maravilloso que descubras tus sentimientos... no se pide perdón por eso.

Puse un brazo sobre los hombros de Lidia y la atraje hacia mí sin hallar resistencia. Lidia apoyó la cabeza mi hombro, parecía que quisiera quedarse allí... le acariciaba el cabello con suavidad.

Me has hecho sentir muy halagada.

Por qué?

Hacia mucho tiempo que nadie me decía algo así.

Lidia se rió de mi ocurrencia. Levantó la cara para mirarme y descubrió que yo también me había acercado a ella... estábamos a pocos centímetros de distancia... tenía que besarla o moriría. Lidia se sorprendió al sentir mis labios sobre los suyos... se dejó besar... colaboró abriendo un poco la boca y explorando suavemente mi boca con su lengua... el beso sabía a café. Por primera vez Lidia sintió que algo extraño sucedía conmigo... estaba profundamente conmovida. Nos miramos a los ojos y Lidia aparto el cabello de mi rostro y volvió a besarme... Cuando Lidia liberó mi boca, murmuré:

No quiero aprovecharme de la situación...

Qué dices?.

Me conozco... si seguimos en esto... terminaré haciéndote el amor... y no creo que sea el momento... es demasiado apresurado. Mejor nos vemos a la noche... y si sigues pensando como creo que piensas ahora. prometo que no me contendré...

¿Me estas rechazando?.

No Lidia no... solo lo estoy posponiendo. Esto es difícil también para mí... te pido unas horas... para recuperarme... vamos a almorzar fuera. Así lo podrás pensar tranquilamente. A la tarde si aun sigues con la misma intención, haremos lo que tu quieras, pero solo te pido que esperes a la tarde.

Pasamos el día tranquilamente, hablando de banalidades, después de comer volvimos a casa y cada una nos metimos en un baño, con la intención de estar bien preparadas para la noche. Me duché tranquilamente, me di una loción aromática con olor a mandarinas y me perfumé. No me puse ropa interior y me puse una bata negra muy sexy y escotada. Me dispuse a salir para tener todo preparado para cuando Lidia saliera del baño preparada. Bajé las luces a media iluminación, puse algo de música romántica ( un CD de Alejandro Fernández), encendí un incienso, un poco de vino y me dispuse esperar.

Por Fin, a las 7:30 Lidia salió del baño reluciente, iba preciosa, llevaba una faldita negra, una camisa blanca escotada que dejaba al descubierto uno de sus mayores atractivos, su pecho, estaba preparada para seducir, olía suavemente a perfume y traía el pelo suelto. Nos besamos, no pude controlarme, y ya no me controlaría. Lidia pasó su brazo tras mi nuca, quería sentir ese beso mas profundo, estaba deseosa por sentir..

Creo que no quieres vino verdad? (Murmuré cuando Lidia dejó de besarme)

No. quiero besarte....

Besé otra vez a Lidia, con los ojos cerrados y explorando toda su cavidad bucal con la lengua, embriagándome con su perfume, acariciándole la espalda, que sentía arder bajo mis manos... no podía creer que Lidia se portara así de apasionada, apretaba el cuerpo contra el mío en una clara invitación... esa mujer ardía en deseo.

Vamos al cuarto...

Sí...

Tomadas de la mano fuimos al cuarto. Desnudé a Lidia con parsimonia. como intentando enfriarla un poco, logrando todo lo contrario...desabotoné la blusa blanca y la dejé caer en el suelo...Lidia llevaba un sujetador negro... acaricié los senos sobre la prenda íntima y pude sentir como reaccionaban a la caricia...vaya, que sensibles eran...desprendí el broche de la prenda, que fue a quedarse junto a la blusa. Luego bajé el cierre de la falda que cayó al suelo, y Lidia aparto empujándola con su pie... ahí estaba, desnuda por primera vez frente a mí... delgadita sí, pero con puntos fuertes... los pechos eran muy firmes, con unos pezones grandes y marrones... completamente duros... el vientre liso... mis manos la recorrían todo su cuerpo y le contemplaba admirada.

Eres hermosa...

Quiero verte yo también...

Me separé los brazos, invitándola a que me desnudara... lidia desprendió el lazo de la bata que se abrió, dejando mi cuerpo parcialmente desnudo delante de ella... Lidia me bajé la bata mientras me besaba los hombros con gran delicadeza... una vez que me tuvo completamente desnuda frente a ella... Subió las manos a mis pechos, grandes, con pezones también grandes y marrones y me los masajeo...

También eres hermosa

No tanto como tú...

No se como actuar...

Shhhh... solo sigue acariciando.

Le bajé el tanga a Lidia hacia abajo, ella me ayudó a quitarlo, quitándose ya de paso los zapatos que aún conservaba puestos. Nos tendimos en la cama de costado, una frente a la otra, nos mirábamos a los ojos... Mis manos recorrían el cuerpo desnudo de Lidia con suavidad mientras le besaba en los labios... el cuello... o mordisqueaba el lóbulo de la oreja... poniéndole cada vez mas caliente... Lidia sentía que su vagina se humedecía y que la temperatura de la zona se elevaba. Yo ahora estaba tocando sus pechos y saboreando sus dulces pezones que se endurecían como una piedra al contacto con mis labios... suavemente hice que Lidia se quedara boca arriba y bajé una mano hasta su vagina, que ya había visto que estaba cuidadosamente arreglada... Cuando mi mano estaba llegando a su pubis sentí que Lidia hacia un movimiento como para alejarse.

Tranquila... no te apartes, no te haré daño... confía en mí...

Con dedos suaves recorrí sus muslos... rozando cada tanto los labios vaginales al descuido... completamente mojados... busqué con suavidad la fuente del placer femenino... el clítoris de lidia estaba escondido en su capuchón, era una amante paciente y lo encontré.

Al principio Lidia no sentía nada especial con mis caricias... hasta que el hormigueo comenzó a ganar la zona erógena, y la temperatura se elevó unos grados sin previo aviso... movió sus caderas para acercarse a mis dedos que exploraban su sexo... Me puse sobre Lidia, restregando mi cuerpo con el de ella, nuestros pechos quedaron pegados... continué estimulando el clítoris al tiempo que me frotaba con el resto del cuerpo contra ella... que empezó a gemir y respirar fuertemente, sintiendo que la excitación crecía. Con un dedo pensé entrar en la vagina de Lidia... que aunque muy estrecha estaba también abundantemente lubricada por los jugos que la lenta masturbación habían provocado. Con la mano derecha le penetré la vagina, con el dedo pulgar muy despacio... Lidia elevó sus caderas, pidiendo mas, necesitaba algo mas, así que decidí meter ese único dedo hasta donde pude dando pequeños empujoncitos mientras con la mano cubría la parte alta de la vagina, de esta forma conseguí que mi mano estimulara directamente el clítoris. Así comenzamos un mete saca al ritmo que Lidia imponía con las embestidas de su cadera y los gemidos sofocados que indicaban que estaba en el camino correcto... el primer orgasmo sorprendió a Lidia, que abrió los ojos e intentó mirar que era lo que yo hacía para provocarle ese tumulto de sensaciones en su vagina.

Me quedé quieta hasta que los movimientos convulsivos pararon y entonces retiré la mano. subí hasta la boca de Lidia recorriéndole el cuerpo con largos lametazos, para unirnos en un beso profundo, apasionado...las manos de Lidia parecían no tener descanso ni querer dejar de tocarme. Yo ya estaba súper excitada... pero quería que esa primera vez de Lidia fuera especial.

Quiero tocarte cómo tú lo has hecho - murmuró Lidia.

Aún no. déjame continuar...te prometí que sería inolvidable...y lo cumpliré. – le dije, mientras recorría el cuerpo de Lidia con las manos. Besé sus labios nuevamente, bajé hasta el fondo de la cama y le comencé luego a besar desde la punta de los dedos de los pies hacia arriba, en ambas piernas... al pasar por las rodillas, instantáneamente las separó, dejando su sexo a la vista... cubierto de vello oscuro pero bien recortado, con los labios vaginales hinchados por la reciente sesión de sexo. Pero con líquidos que comenzaban a salir de nuevo, indicando que ella estaba otra vez excitada... sonreí ladina... besé los muslos, suaves, mientras sentía por primera vez el olor de su sexo... olor a mujer limpia y excitada... dulzón, embriagante... con la nariz empujé el capuchón que cubría su clítoris, como para avisarle lo que venía... antes de dar el primer lengüetazo en su sexo... Ella levantó la cabeza para ver lo que le hacía y le estaba provocando tanto placer. Me concentré en lamer los labios vaginales, provocando que una abundante cantidad de flujos salieran... con una mano empapé mis dedos de esa miel espesa y blanquecina, mientras con la lengua estimulaba el clítoris con movimientos circulares que provocaban una gran locura en Lidia que gemía fuertemente... entré con mi lengua en su vagina, mientras uno de mis dedos comenzaba a estimularle el ano... que ya estaba mojado por las abundantes secreciones vaginales, que resbalaban incontenibles y estaban mojando hasta la sábana.

¿Qué harás? Me preguntó Lidia... Yo no respondí, sabía bien lo que hacía y continué metiendo mi lengua dentro de su vagina, mientras con un dedo intentaba entrar en su ano. que ofrecía resistencia... Yo era muy delicada e insistente y Lidia movía sus caderas como una loca, caliente al máximo con la mamada que le estaba procurando... así que de pronto el esfínter cedió y mi dedo entró hasta la segunda falange...lo dejé allí y atrapé su clítoris formando una O con la boca alrededor y chupándolo con fuerza, mientras daba pequeños empujoncitos con el dedo dentro de su ano. Lidia a estas alturas estaba perdiendo el sentido de la realidad, solo estaba concentrada en las sensaciones que le provocaba. Pronto se corrió con un grito ahogado, en un orgasmo fuerte que la dejo suspirando y respirando con fuerzas... Retiré el dedo, le di un cariñoso lametazo a su vagina y me senté en la cama a mirarla... cansada, tumbada boca arriba intentando recuperar el aliento, excitada y muy feliz por haberle provocado tanto placer a Lidia.

No es justo. no me has dejado tocarte....

Shhhhh... esta noche es tu noche. tu primer noche conmigo....quiero que disfrutes, mientras, levanté la pierna izquierda de Lidia un poco y puse mi pierna derecha por debajo...Lidia me miró sin comprender... pero me dejó que elevara su pierna derecha y acercara mi sexo al suyo...

¿Qué haces?.

Sé que te mueves muy bien... no te gustaría bailar conmigo ahora? vi que bailas bien...

Pegué mi vagina a la suya. Lidia sintió que mi vagina quemaba... estaba muy caliente, estaba a mil. Ella comprendió lo que yo había querido hacer, y comenzó a mover las caderas como si estuviera bailando algún tema erótico y se dio cuenta de que nuestras vaginas se rozaban entre sí de esa forma.

Eso es mi princesa así...

Cargué todo mi peso sobre la vagina de Lidia, dejando que nuestras vaginas de quedaran totalmente pegadas... comencé moverme en círculos sobre Lidia que respondía el ritmo que yo le proponía... con cada presión mía hacia abajo Lidia respondía elevando las caderas de tal modo que ambos clítoris y labios vaginales se estimulaban completamente... y cada vez podíamos aumentar el ritmo. nos corrimos al mismo tiempo, fue el tercer orgasmo de Lidia y el primero para mí... continué moviéndome un poco mas y sentí que mi vagina se estremecía por un segundo orgasmo muy intenso... Cambié de postura y me tendí al lado de Lidia boca arriba... cerré los ojos para descansar... No me imaginaba que Lidia aprovecharía aquel momento de reposo para deslizar su mano entre mis muslos y comenzar a acariciarme la vagina... que respondió casi de inmediato humedeciéndose...

Sigues excitada...

No te preocupes...

Sí me preocupo... quiero que estés bien, quiero que disfrutes como tu me has hecho disfrutar a mí.

Mientras sus dedos se toparon con esa protuberancia... dudando presionó ligeramente y al ver mi expresión supo que había dado con algún punto correcto, así que se concentró en masajearme suavemente en círculos... No podía parar, me estaba encantando su forma de acariciarme, y comencé a mover rítmicamente mis caderas.

¿Te gusta?.

Mas de lo que imaginas, La miré con ternura, no podía creer que aquella mujer que nunca antes había tenido sexo con una mujer, me estuviera volviendo... estaba logrando que me mojara completamente aún a pesar de haber tenido dos orgasmos seguidos... sentí que Lidia me penetraba con dos dedos, que se deslizaron fácilmente dentro de mi vagina... no pude contener un fuerte suspiro... con un empujón de mi cadera me metió los dedos tan adentro como pudo... Se dedicó a procurarme un mete saca que me llevo al cielo, me estaba encantando como me hacia el amor... sentí como las paredes de mi vagina de tensaban, no faltaba nada para que me llegara el orgasmo tan deseado...

Quiero correrme susurré... Lidia no se hizo esperar y apuró su trabajo de mete y saca, logrando que otro orgasmo me sacudiera... un orgasmo que duró varios segundos, un orgasmo profundo, un orgasmo que consiguió conmoverme. Retiró los dedos y se acostó sobre mí, dejando la cara entre mis pechos.

Gracias...

¿Gracias por qué?.

Por hacer que estos días que iban ser los peores de mi vida, se conviertan en lo mejor que me ha pasado.

Gracias a ti, has hecho que recupere la pasión, el deseo. Me has hecho recordar cosas que pensé que nunca mas sentiría.

Te amo María, eres lo mejor que me ha pasado.

Te amo Lidia, y quiero que seas mi mujer, que de ahora en adelante nunca mas nos separemos. Vivamos juntas y nos amemos como hoy lo hemos hecho mi vida.

Nos besamos... un beso tierno y profundo... nuestros cuerpos pegados. sudorosos, agotados.... nos miramos a los ojos, sonreímos cómplices antes de comenzar otra deliciosa batalla de cama...