El abuso de soledad (2)
La continuacion del abuso de mi amiga.
Soledad comenzó a llorar mientras me contaba todo lo que ese maldito le había hecho. Pero debo de ser sincera, su historia me estaba excitando y lo único que pude decirle es que continuara, que solo así se sentiría bien (mentira, lo único que quería es que continuara para seguir con mi perversión).
Así que ella continuo:
"Me levanto con puros tirones de cabello y comenzó a cachetearme otra vez. ¡Zaz, zaz, zaz, zaz! Lo único que pude decir es que parara, que ya no soportaba mas pero el me dijo que me callara y que el único ruido que podía hacer era gritar".
"Me tumbo en la cama y me coloco de tal manera que mi cabeza quedaba colgando en la orilla. Entonces comenzó con las embestidas en mi garganta, y en ocasiones paraba dejándome todo su miembro en mi boca, haciendo que perdiera el poco aire que me quedaba. Una y otra vez siguió con ese proceder hasta que volví a vomitar. Me dijo que si volvía a hacer eso, que me obligaría a "limpiar". El continuo de una manera brutal".
"Cuando se canso de hacerme tal salvajismo, entonces me puso en cuatro; claro, como todavía tenia mis manos atadas mi cabeza quedo en la cama haciendo que mi trasero se empinara de mas. Entonces me dijo: No te voy a quitar tu virginidad, se lo dejare al próximo güey que te coja. Y entonces sentí que solo me movió la tanga y entonces sentí su grueso pene en mi trasero y dos golpes me lo encajo toda" (Parece que de esa manera le gusta penetrar). "Fue salvaje pero no duró mucho ya que se aparto casi de inmediato. Según me dijo le estaba rozando mucho, que lo lastimaba".
"Pero te haré algo mejor para que me excite mas dijo. Y entonces vi como saco un cinturón del closet y se lo amarro a su mano. Me dijo que me quedara quieta y que podía gritar todo lo que yo quisiera. ¡Fuas!, un primer golpe en mis nalgas que me obligo a que me moviera. El volvió a acomodarme y sentí otro casi de inmediato. Yo no se si seria de cuero el cinturón, pero me dolía tanto que en ese momento me arrepentí de no haberle dicho a mis padres que había reprobado. ¡Fuas, fuas, fuas...! Era terrible, yo no hacia mas que gritar y cuando me quise mover uno de los cinturonazos me dio en el costado que me dolió aun mas; el maestro solo dijo que eso me pasaba por moverme".
"No se cuanto tiempo haya pasado mientras me golpeaba el trasero, pero llego un momento que ya no sentía los golpes al tener entumecidas los glúteos. En eso dejo de golpearme y de un solo empujón me dejo ir de nuevo su miembro viril por mi trasero ese me dolió mas que los golpes. Sentí que me desgarro, entonces me coloco totalmente acostada boca abajo y siguió con las arremetidas en mi ano".
"Lo saco e hizo que se lo chupara, que lo lamiera y que lo saboreara, me dijo que me tragara la saliva de después de chuparlo. Volvió a meterlo en mi trasero y después de un par va y viene, volvió a obligarme a que se lo chupara. Vi de reojo que su pene tenia un poco de excremento pero a él no le importo, me obligo a que se lo chupara una y otra vez. Yo no pude soportar mas y vomite de nuevo; así que me dijo que tenia que "limpiar" y así lo hice mientras el me daba por el trasero".
"Después de un rato ya no sentía los empujones, mi ano se había acostumbrado al grosor de su pene que par él seria como si estuviera penetrando una vagina bien lubricada".
"En eso comenzó un ritmo muy acelerado, el dolor volvía y sus embestidas eran brutales. Solo un grito se pudo oír en aquella habitación y no era la mía, si no la del maestro que estaba teniendo un orgasmo tremendo. Sentí como mi ano no pudo contener el semen y este comenzó a escurrirme por las piernas".
"Me levanto muy suavemente, me desato y me dijo que me bañara. Yo estaba cubierta de vomito y olía asquerosa, no se si por tanto vomito o por el excremento que me salio en la penetración. Me bañe mientras lloraba en silencio, había sido violada y humillada de varias formas. Cuando salí de bañarme, el me regalo otro tipo de ropa: unos jeans, y una blusa que estaban bonitas. Me dijo que me las había ganado así como mis dieses por los siguientes dos años".
Soledad estaba llorando amargamente y después de darle un papel para que se limpiara los ojos y la nariz, le conté lo que el profesor me había hecho también.
Así paso el tiempo y cuando estábamos a mitad de tercer año supimos que el profesor de taller había sido arrestado. Al parecer volvió a violar a otra joven de la escuela y esta no se quedo callada. Después de eso salieron otras seis denuncias más en contra del profesor. Nos enteramos que las historias eran algo parecidas entre ellas, lo que demostró que era su modo de violar a las jovencitas.
Nosotras no dijimos nada, ya que en realidad yo estuve dispuesta a tener relaciones con el maestro y Soledad, según ella, al aceptar las condiciones del maestro fue cómplice de su propia violación. Y pues en realidad, ya habían siete denuncias y si nosotras hablábamos, probablemente el maestro se excusaría en nuestras historias para decir que todas fueron igual; así que preferimos quedar calladas y que la justicia hiciera lo debe de hacer: JUSTICIA.
Después de que Soledad me contara su historia, por las noches yo me masturbaba imaginándome como había sido su violación que asco, me satisfacía con la desgracia de mi mejor amiga. Después de eso me sentí culpable por la forma de masturbarme que un día platicando con ella le rumore lo que hacia, ella no dijo nada y parece que no le dio importancia pero después de eso me arrepentiría de habérselo contado.
Comentarios: kimajaneth@yahoo.com.mx