El abuelo puede con nosotras dos
Veía ahora en primer plano como aquel duro y bien formado trasero del viejo subía y bajaba mientras le metía el estoque una y otra vez
Tras mis últimas experiencias con el abuelo que me visitaba por la puerta trasera, decido contárselo a mi amiga Pepa con la que tengo una gran confianza y además está sufriendo últimamente la desidia e inapetencia de su marido en su vida sexual, pues me comenta que no hacen desde hace tiempo el amor y el la esquiva cuando intenta algo con él.
Yo le aconseje que lo convenza e intente ir a alguna consulta de un urólogo pues igual tiene algún problema de erección y por corte de fallar la rechaza.
Yo lo he intentado todo para poder animarlo incluso ponerme provocativa e intentar hacerle unas mamada pero me pone siempre alguna escusa y ando salida como una perra y disculpa por el lenguaje pero es que cuando me cuentas lo bien que lo pasas y una haciendo vida de viuda sin serlo, pues me pongo muy mala y caliente.
Nos reímos por sus lenguaje soez pero a la vez trasparente como un cristal cuando se me ocurrió que podía llamar y quedar con mi última adquisición, pues como le he contado es viril y un semental en la cama aunque tiene predilección de entrar por la retaguardia sin muchos miramientos y además es muy dominante en la cama pero te garantizo que no lo vas a olvidar cuando acabe contigo.
Mira yo no soy tan decidida como tú y más estando casada pues tu viuda no tienes problemas, me dijo, aunque reconozco me pones los dientes largos y no me vendría mal un repaso por ese viejo semental que por lo que cuentas creo no olvidaría su encuentro con él.
Mira para evitar te cortes voy a llamarlo y quedamos las dos con él en una cena y lo conoces y valoras si quieres dar un paso más con él o no.
Aceptada la proposición quedamos con Pablo tras hablar con él y contarle el problema de mi amiga y las necesidades de esta sin que ella supiera una se había ido de más de la lengua pues me daba morbo que Pepa recibiera un buen repaso de Pablo como lo hacía conmigo y así olvidar sus carencias en la cama con su marido.
Prepare el encuentro en mi casa y desde el primer momento como ya estaba avisado y preparado Pablo actuó con picardía y soltura para calentar el encuentro aunque fue educado y respetuoso en para no asustar a mi amiga y esta se echara atrás.
Pepa quedo prendada desde el principio de él, pues le dijo que era un abuelo muy atractivo y que se notaba se cuidaba no como su marido que últimamente andaba algo descuidado.
Pablo en su línea le dijo que la mejor terapia para ello era practicar mucho sexo que eso le mantenía joven y limpiaba impurezas tanto físicas como psíquicas, a la vez que me daba un beso medio morreo con su mano en mi pecho, diciéndole posteriormente de besarme que conmigo había encontrado un filón pues era un hembra increíble.
La conversación fue tomando tintes cada vez más calientes a la vez que el abuelo se lanzaba más directamente y no se cortaba ni un pelo.
Pepa se había quedado algo cortada cuando el volvió a besarme y su mano entro sin tapujos entre mis piernas por mi falta para agarrar y tocar mis sexo, diciéndole a ella mientras la miraba que estas cosas están para disfrutar y no para esconderlas.
Se levantó y se fue a llevar unos platos a la cocina cuando, creo algo cortada acompañándola para tranquilizarla cuando llego el por atrás y tras poner sendas manos sobre nuestras espaldas, me beso en la nuca para acto seguido besarla a ella.
Pepa quedo como petrificada por el acto pero no lo rehusó, notando el abuelo que tenía vía libre, bajando sus manos de la espalda a nuestras posaderas.
Sois dos mujeres increíbles, mientras nos sobaba las posaderas y volvía a besar a Pepa que tras hacerle girar la cabeza le dio un morreo increíble.
Le metió la lengua hasta la garganta pues se la comía con pasión haciendo esta se desinhibiera y se relajara aceptado ya lo que sin duda iba a suceder.
Su mano recorrió sus pechos haciéndola gemir mientras yo me lance como una loba en celo a su entrepierna para mostrarla a Pepa el semental que era aquel abuelo.
Me arrodille mientras la besaba y la sobaba llevando incluso su mano a su sexo que acaricio con tacto haciendo esta abriera las piernas permitiendo su mano trabajara sin problemas.
Le baje la bragueta y metiendo la mano en su ancho pantalón agarre la tranca ya semidura y no sin algo de dificultad la saque fuera para que Pepa la mirara poniendo cara de asombro ante semejante rabo largo y grueso que aun estando semiduro la asusto.
Madre mía dijo con cara susto mirándola entre los magreos del abuelo, nunca vi algo así de grande y gordo…..cortándola el con un comentario seco pero cálido, diciéndole, pues hoy la vas a degustar y bien te va hacer disfrutar de lo lindo.
En ese momento me metí a la boca su cabezón haciendo ruido con mi mamada para excitarla y ponerla aún más caliente, provocando la deseara y la mirara con pasión.
No disfrutes tu sola Rosa, me dijo el abuelo, dale a tu amiga un poco que la deguste que tiene ganas de catarla, acompañándola con su mano sobre su cabeza a que esta se agachara y se pusiera de rodillas junto a mi mientras el apoyado en la encimera con su espalda nos ofrecía el rabo a las dos.
Pepa se notaba no tenía arte en el sexo oral pues la agarro a medio trompicones intentando comerla rozando con los dientes la lubrificada y gorda cabeza , respondiendo el viejo con un respingo diciéndole, tranquila que no se gasta trátala con cuidado que veras como ella responde dándote mucho placer.
La agarre por el tronco tras bajarle ya los pantalones por completo dejando sus enormes y peludas pelotas a nuestra vista que no tardaron en ser acariciadas por Pepa que las sobaba con cara asustada pero deseosa de placer.
Le dije, mira cómela así, mientras sobaba y labia aquella rosada y lustrosa cabeza entre mis labios y lengua, ofreciéndosela a ella que ahora con esmero y paciencia comenzó a comérsela muy bien. Ummmmmmmmm que dos hembras apetitosas tengo aquí hoy… y como comen, degusten a su antojo que quiero darme un festín de conejo enseguida.
Tras unos minutos degustando rabo nos desnudamos las dos y junto a él nos fuimos a mi alcoba conde nos tumbó bocarriba poniéndose el de rodillas en medio con una vista increíble pues su enorme rabo apoyada la cabeza sobre la cama nos decía que íbamos a recibir pronto una sesión inolvidable, si bien comenzó a comerle el coño a mi amiga Pepa mientras su mano jugaba con el mío.
MI amiga estaba a explotar pues su cadera delataba la falta de macho que tenía y en pocos minutos tuvo su primer orgasmo que la dejo medio aturdida pasando el viejo a mi sexo a dar cuenta como había hecho con el de Pepa, a la vez que su mano acariciaba este con suavidad tras el orgasmo, haciendo que ella aun gimiera de placer.
Su lengua jugaba sabiamente con el botoncito del gusto y mis gemidos juntos a los de Pepa hacían envolver la habitación en pasión y lujuria, y más cuando nos dijo que nos besáramos, pasando rápidamente a darnos nosotras un morreo entre los gemidos de placer que nos hacía tener aquel viejo semental.
Nos hizo girarnos en un 69 para que nos comiéramos el sexo de la otra poniéndome a mí en la parte superior, haciéndome temer que iba a recibir una nueva visita por la trastienda.
Me azoto con su enorme y duro rabo ante seguro la atónita mirada de Pepa que lo veía en primer plano pues andaba comiendo mi coñito muy bien, cuando lo enfilo tras lubrificarlo con saliva a mi asustada y encogida puerta trasera, metiendo lentamente la cabeza que se abría paso entre las angostas paredes pasando rápidamente a mitigarse el dolor tras las primeras e incisivas incursiones de semejante y gozoso pollon, comiendo ahora yo el sexo de Pepa con pasión mientras recibía gustosos pollazos por atrás.
Me corrí como una colegiala rápidamente ante los atendimientos por ambos agujeros, acelerando el viejo sus acometidas hasta que pedí sollozando que aflojara que necesitaba un respiro.
La saco y pasando a tumbarme al lado de Pepa bocarriba, esta quedo a merced el abuelo y su soberbio rabo, que bien lubricado como estaba, comenzó a frotarlo por los labios húmedos y mojados de su conejo que yo acababa de comer.
Pepa andaba loca de excitada y su cadera y chochito buscaban con ahínco ser penetrada, recreándose el viejo en la puerta con sus frotis de glande hasta que ella le suplico la follara.
Se dejó caer este sobre ella metiéndole de una estocada todo aquel enorme rabo, soltando ella un alarido de placer pasando a gemir como un gata en celo mientras el martilleaba con cada vez más ritmo su sufrido y mojado chochito.
Veía ahora en primer plano como aquel duro y bien formado trasero del viejo subía y bajaba mientras le metía el estoque una y otra vez, me excite mucho viéndolo y me sentí algo celosa en ese momento por compartirlo, agarrándole las enormes pelotas en ese instante mientras le besaba y sobaba su masculina espalda bajando hasta su trasero para besarlo igualmente con pasión.
Tardo unos pocos minutos en volver a correrse Pepa con una pasión y desenfreno que parecía había perdido la cabeza, se notaba estaba falta de sexo y estaba recibiendo una follada de escándalo, pues el viejo aguantaba estoicamente sin correrse ni aflojar ni un ápice su duro miembro.
Paro y lo saco lentamente cuando ella le suplico que no podía más que parara, girándola bocabajo, temiéndome yo que la iba a taladrar por atrás y según contaba ella nunca la habían penetrado por ese agujero.
Cuando sintio caer ella saliva en la puerta trasera y el roce de su enorme y duro glande, giro la cabeza en la cama pidiendo suplicas que por ahí no, pero el abuelo estaba decidido a follarla por todos sitios y haciendo caso omiso le fue metiendo el rabo lentamente entre los alaridos de Pepa que estaba a merced y aprisionada por el fuerte y gran cuerpo del abuelo, terminando este de clavarla y dejándose caer sobre ella comenzó a besarle la nuca y a calmarla con dulces palabras.
Sus movimientos fueron lentos y pausados hasta que ella transformo los alaridos en gemidos pidiendo no parara que estaba sintiendo un placer indescriptible ahora.
Los bombeos del viejo fueron en aumento acelerando los mismos cuanto más gemía ella llevándola a un estasis total, hasta que de pronto el viejo comenzó a soltar roncos gemidos avisando estaba llenándole de leche la retaguardia de
Pepa.
Estaba yo excitada al máximo viendo aquella escena y no me pude resistir cuando saco su largo rabo de su puerta trasera y me tire como una loba a comerle y degustar sus últimas gotas.
Pepa quedo casi sin sentido tras su último orgasmo yaciendo a nuestro lado con la mirada y los sentidos perdidos.
Yo no me iba a quedar si mi ración y laboriosamente anduve comiendo rabo durante unos largos y jugosos minutos para que no dejara este perdiera en su totalidad la consistencia aunque aflojo en dureza algo.
Le subí las piernas un poco sujetándole sus enormes y calientes pelotas con la mano y le comí sabiamente su ano y alrededores sin dejar de pajear son la otra mano su enorme pollon para que este no aflora.
Tras diez o quince minutos de sobada y juegos bucales con su miembro este recobro su esplendor para mi goce y disfrute y ante la atenta mirada ahora de Pepa este me giro poniéndome a cuatro patas junto a la cara de está penetrándome ahora si por mi chochito mientras azotaba cariñosamente mis posaderas.
Fui como una colegiala y a las primeras de cambio me corrí gimiendo como una loca, alargando mi amiga ahora su mano para acariciarle su peludo pectoral mientras él me taladraba.
Ante su sorpresa se incorporó ella y poniéndose pegada a su espalda le froto su sexo y sus pechos en espalda y posaderas mientras el viejo me calzaba una y otra vez ahora lenta y pausadamente.
Me beso en la nuca y me dijo que le había traído una buena hembra también igual de caliente que yo e iba recordar este encuentro mucho tiempo.
MI amiga desmelenada le abrazaba por desde atrás frotando sus manos ahora en la pelambrera del pecho y pezones pellizcando estos y animándolo a que me follara más y más.
Yo estaba loca pues gire la cabeza y en el espejo veía como ella se lo comía por atrás mientras él no cejaba de mover la cadera y metérmela cada vez con más gusto y pasión.
Fueron unos largo y jugosos minutos hasta que noto me llegaba otro orgasmo acelerando el ahora como un poseso para coincidir gustosamente conmigo, inundando la habitación ahora de gritos de placer entre sus roncos y masculinos gemidos mientras me lleno de pastosa y jugosa leche mi sexo.
La saco tras unos treinta segundos más o menos de recuperación y toma de aliento dejándome caer hacia un lado quedando bocarriba con mi sexo abierto y supurando la leche sobrante de aquella intensa corrida cuando agarro con dulzura la cabeza de Pepa invitándola a limpiarle el rabo con la boca.
Esta comió y degusto exprimiendo el tronco hasta la última gota con una pasión y lujuria que me dejo sorprendida, quedando tras aquella jugosa limpieza ambas junto a él en la cama recuperando el aliento.
Pepa desmelenada le dijo que nunca había estado con un macho semental así que había podido con nosotras dos y que jamás la habían follado con tanto placer como ese día, diciendo incluso que le hubiera gustado haberlo grabado y enseñárselo a su marido para ver cómo se folla una mujer.
Nos reímos ante las ocurrencias de Pepa, fruto de su enorme excitación y placer, afirmándole que se había portado el como un macho ibérico dando cuenta de nosotras dos.
El nos dijo que éramos dos mujeres increíbles y que le hacían estar excitado en todo momento y había disfrutado mucho, soltando entre risas que la noche acaba de empezar y ahora empezaría la segunda sesión.- La cara de Pepa fue de asombro cuando creyó la broma era de verdad, aunque ciertamente así sucedería pero otro día.