EL ABUELO MATERNO Capitulo 19 2ªParte

Las amigas de Sonia tienen problemas, por culpa de una muchacha inmadura que aparece en la casa de los Adams, poniendo en problemas a todas RELATO DE SPANKING

EL ABUELO MATERNO   Capitulo 19    2ª Parte

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Llevaban casi una hora esperando en el pasillo, estaban muy nerviosas mirando continuamente hacia la puerta de acceso al pasillo desde el salón, habían podido escuchar ruidos que procedían desde la cocina, algo que acababa por ponerlas más nerviosas, pues aquellos ruidos eran inconfundibles… eran azotes con toda seguridad, al igual que habían escuchado aullidos de dolor, y sobre todo llorar durante varios minutos.  Pero ninguna de ellas se atrevió acercarse a la puerta y así averiguar quién lloraba al otro lado.  Al llegar hasta ellas el silencio al otro lado de la puerta, comenzaron a ponerse cada vez más nerviosas y temerosas de que les hubiera llegado la hora. Durante unos primeros minutos se habían estado culpando las unas a las otras, haciéndose todo tipo de reproches entre ellas. Incluso se habían llegado a empujar entre ellas por su enfado.  Sobre todo Angie culpaba a Laura por su situación, al estar aún muy disgustada por la bofetada. Aunque la realidad para Angie era diferente, pues ya sabía que tía Ingrid estaba decidida a castigarla por sus malas notas, lo que la avergonzaba más al saberlo las chicas y sobre todo María que se había metido con ella.  Mientras Susana recriminaba a Sonia haberlas metido en problemas, a su hija y a ella, mientras Sonia se mantenía callada al tener razón su prima, al recriminarle la situación que se encontraban.   Megan y Carolina se mantenían calladas mirándose entre ellas, viendo Megan como carolina se acariciaba el culo por encima de sus braguitas blancas de algodón con dibujitos de florecillas azules, pues tanto una, como la otra no sabían que estaban haciendo allí con las otras chicas. Cuando en realidad lo que hacían era fingir que no sabían el porqué.  Las cuales sabían muy bien por lo que estaban en el pasillo, pero ellas dos… se preguntaban del porque…  Carolina se miraba el trasero viendo lo colorado que lo tenía, además sentía en las palmas de sus manos el intenso calor que emanaba de sus bragas al tener el culo en llamas, todo el tiempo prácticamente se estuvo sobando su dolorido trasero, y estirándose del elástico de las braguitas blancas de algodón, pues según pasaban los minutos se le iba calmando el intenso fuego de su trasero, pero el dolor se acentuaba con los picores terribles que sentía, aparte de las molestias de llevar puestas las bragas, sintiendo la presión que ejercían en sus nalgas, al tenerlas estas inflamadas por la azotaina con el cepillo, notándolas más hinchadas que de costumbre, dándole la impresión que se habían encogido la prenda íntima, siéndole muy molesto para ella llevar las bragas puestas, siendo observada por las demás como se sobaba el culo, lo cual provocaba que Carolina enfadada por sus miradas, les sacaba la lengua para chincharlas, pero quien estaba peor de todas era ella sollozando sin venir a cuento por el dolor que sentía.

Al ver como se abría la puerta a todas les dio un vuelco el corazón, viendo que les había llegado la hora a ellas. Cada una de ellas al ver aparecer a tía Ingrid se pusieron rectas apoyadas contra la pared del pasillo, abriendo así pasó para que tía Ingrid pudiera pasar entre ellas.  Dado que todas estaban en el pasillo apoyadas entre las dos paredes, de derecha a izquierda Susana, María y Sonia a uno de los lados del pasillo y enfrente de la puerta del despacho.  En cambio Carolina, Megan, Laura y Angie de derecha a izquierda estaban arrimadas en la misma pared que debía entrar tía Ingrid por la puerta, quedando está a la izquierda de Angie, la cual cuando nadie la observaba miraba la puerta con temor, por lo cual tía Ingrid debía pasar entre ellas para poder llegar a la puerta del despacho.   Todas las chicas colocadas de pie en el pasillo, al ver acceder a tía Ingrid al pasillo, sus miradas estaban cabizbajas mirando el suelo, pues ninguna de ellas se atrevió a levantar la mirada, aunque todas sabían del porque se encontraban en dicho pasillo, estaban Megan, Carolina y Laura, que no lo tenían del todo claro del porque se encontraban haciéndoles compañía a ellas, pues Megan no había hecho nada absolutamente, en cambio Megan se la podía ver temblando de temor, lo cual sus compañeras no llegaban a comprender del porqué.   Por otro lado estaba Carolina que acababa de recibir una severa azotaina, en su habitación siendo muy severa con ella tía Ingrid, lo que la hacía estar muy nerviosa al no comprender el porqué de encontrarse en el pasillo, pero estaba extrañada que tía Ingrid al castigarla había hablado de lo acontecido tras su decisión de marcharse, pero no la había regañado por haber provocado que castigaran a Sonia, y eso la tenía muy preocupada.  Por ultimo Laura acababa de ser castigada por tío Williams en la cocina, por lo que ninguna de ellas comprendía nada.  Pero a pesar de sus dudas, ninguna levanto su mirada hacia tía Ingrid, por lo cual ninguna de las siete chicas vieron que tía Ingrid no estaba sola, no se dieron cuenta hasta pasar entre ellas y detenerse ante Sonia y María.  Las tres amigas al verla delante de ellas no sabían quién era, en cambio Angie se la quedó mirando fijamente extrañada al ver a su madre, al igual que Susana, María y Sonia se preguntaban que hacia la Sra. Johnson en el pasillo.

Quedándose asombradas sobre todo Sonia y después María, pues tía Íngrid le levanto la falda a Sonia, al tiempo que vio como la Sra. Johnson le levantaba la falda a María, y como a  las dos le bajaron sus bragas, y al unísono les sacaban el pañal a las dos al tiempo, volviéndoles a subirles las braguitas ajustándoselas a su cintura y dejando caer sus cortas faldas a cuadros con celosía amarilla y negra, viéndolas poco después entrar al despacho sin siquiera  hablarles a ninguna de ellas, llevando en sus manos los pañales de Sonia y de María.

…Una vez dentro del despacho…

(Tía Ingrid)  -.  Has visto cómo estaban todas? Están temblorosas temiéndose lo que les espera…

(Penélope)  -.  Pues igual que estaba yo cuando me traía mi marido en su coche, temblando de miedo ante la azotaina que me esperaba y que tú me ibas a dar, yo estaba aterrada solo de pensarlo… Ya sabes que aunque me guste, me da verdadero pánico venir a esta casa!

(Tía Ingrid)  -. Porque tú eres una llorica, a los cuatro azotes ya estas llorando, no aguantas nada!  Aunque a decir verdad voy a echar de menos ponerte sobre mis rodillas, pues eres un cielo, castigarte a ti es toda una gozada pues no pataleas, ni te mueves por fuerte que te de los azotes o lo larga e intensa que sea la azotaina…

(Penélope)  -. Pues tú no te quedas atrás chica!!!  Cuando John te ha puesto sobre las rodillas bien que llorabas, y no te han hecho falta muchos azotes para ponerte a llorar, no sé qué hablas tú!!!

(Tía Ingrid)  -. Pero no has visto como llevaba el culo, guapa?  Lo tenía muy dolorido e inflamado… Ayer Williams me dio dos azotainas con el cepillo de madera, vi las estrellas cuando me las daba, y esta mañana antes de llegar vosotros a casa, acababa de tener sobre mis rodillas a una de las muchachas, no te imaginas lo mal que lo he pasado teniendo el culo tan dolorido y teniendo que soportar el peso de su cuerpo mientras pataleaba y se contorsionaba sobre mis rodillas, teniendo el culo como lo tengo!!!

(Penélope)  -.  Si ya te he visto en el baño… tan mal lo has pasado y llevabas las bragas chorreando, he visto como secabas el fondillo de tus bragas, lo que no entiendo porque no te las has cambiado como yo! Las llevas que van chorreando de mojadas!

(Tía Ingrid)  -. Si no me las he cambiado, es porque Williams me lo tiene prohibido. Me trata igual que a las niñas!!  Si me cambio de bragas sin su permiso me pone el culo como un tomate y por hoy, ya voy bien servida con las dos que me ha dado tu marido!  Yo tengo zapatillas con esa suela de esparto, pero no son tan ligeras, no las había vuelto a probar desde que era joven, mi suegra cuando me agarraba siendo descarada con Williams, se sacaba la zapatilla y delante de mi suegro me daba azotainas muy dolorosas, pero las zapatillas de tu marido duelen muchísimo más!!!

(Penélope)  -. No cal que me lo digas!  Yo también las he probado, sabía que mi marido castiga a su secretaria con ellas, pero ella nunca me ha hablado de lo que duelen! Y eso que me lo cuenta todo, somos muy buenas amigas como sabes! Me ha dejado el culo molido!!!   La primera azotaina la he podido tolerar sin apenas moverme, pero la segunda no me podía quedar quieta aunque quería hacerlo!  Como me ha dejado el culo el muy bestia!!! Pero no me importaría que me diera otra azotaina!  Tenía muchas ganas que volviese a zurrarme, desde que me quede embarazada de Angie no ha vuelto a tocarme.  Esas zapatillas son las que usan los payeses en Cataluña, las llaman las siete vetas o algo similar, porque llevan siete hiladas de esparto, son muy ligeras y muy flexibles lo que las hacer ser muy cómodas.

(Tía Ingrid)  -.  Y muy… dolorosas!!! Además podría usar un cuarenta como todo el mundo y no ese cincuenta y dos de pie…

(Penélope)  -. Calla!! Que ya están ahí fuera!!! Les oigo regañar a las niñas…

A los pocos segundos se abría la puerta del despacho entrando los dos hombres, pillándolas infraganti con las faldas levantadas y sobándose el culo las  dos mujeres sobre las bragas, pues les molestaban las braguitas a ambas… aunque se las acababan de levantar expresamente para que las sorprendieran en braguitas, y así provocarlos de nuevo… estaban juguetonas…

(Tío Williams)   -. Podríais ser más recatadas no? Y si llegan a entrar las chicas con nosotros, que hubieran pensado de veros sobándoos de esa manera el culo… Que respeto iban a teneros de saber cómo lleváis el culo las dos! Sobre todo tu Ingrid que eres quien las tiene que enseñar buenos modales, luego hablaremos contigo!!!

(Sr. Johnson)   -.  Con las dos!!! Williams las dos!!!

(Tío Williams)  -.  Me ayudas John?   Vamos a trasladar aquí el sofá, lo colocaremos delante de la mesa del despacho, así las chicas al entrar será lo primero que vean, al vernos de espectadores se avergonzaran, aun mas al estar presenciando su castigo cuando les bajes las bragas quedando expuestas, teniéndonos delante de ellas observándolas, viéndonos nada más traspasar la puerta y viendo la silla desde la puerta aislada de muebles en la cual te ocuparas de ellas, teniéndonos de fondo como meros espectadores!!   Sera una decepción para ellas y  su vergüenza al descubrir que no seremos yo y mi esposa quien nos encarguemos de ellas, si no tú, les causaras una gran impresión con tu envergadura del cuerpo, sobre todo a ver tus manos y tu grueso cinturón.

En apenas unos minutos lo tuvieron todo predispuesto, solo restaba tomar asiento en el sofá, tío Williams invito con una sonrisa socarrona a sentarse ellas primero, con todo descaro colocándose él detrás del sofá, entre el respaldo y su mesa con claras intenciones malévolas, las cuales quedaron patentes al instante. Al  sentarse Ingrid se vio sorprendida, al notar como Williams le sujetaba el vuelo de la falda acampanándosela, con lo cual poso su trasero directamente sobre las bragas sobre el frio cuero negro del tapizado del sofá, con un “Ayee” al notar el frio cuero en su inflamado y dolorido trasero a pesar de llevar las bragas.   Al ir a sentarse Penélope, Williams ya situado detrás de ella, Penélope ya esperaba que le sujetase de la falda ondulada circular acampanándola, pero aun así no pillándola de sorpresa, el “Ayee” se escuchó al posar su trasero sobre el frio cuero, al contraste de frio y calor de su trasero. Luego Williams rodeo el sofá tomando asiento en medio de las dos mujeres, así las podría observar a ambas viendo como arrugaban sus labios o se los mordían tratando de mitigar el dolor de sus traseros, así como el intenso ardor se iba a ir acumulando bajo sus nalgas.

(Tío Williams)  -. Cuando quieras puedes hacer entrar a la primera, según el orden que creas tu  conveniente…

El Sr. Johnson fue hacia la puerta abriéndola manteniéndose en el mismo umbral, para que las chicas no pudieran ver nada del interior del despacho.

(Sr. Johnson)  -. Cual de vosotras tres es Laura? .- Laura al escuchar su nombre se puso muy seria, sobándose el culo una última vez dio un paso al frente. -.  Eres tú?  Entra, serás la primera!

Laura abriendo los ojos como platos miro hacia la puerta, luego a sus compañeras para finalmente caminar lentamente hacia la puerta, alistándose la falda con las palmas de las manos muy nerviosa, sobre todo sobándose el ardiente trasero dolorido tras la azotaina en la cocina, la cual el Sr. Johnson se echó a un lado para dejarla entrar, cerrándola la puerta una vez dentro, cogiendo a la muchacha del lóbulo de la oreja  izquierda, tirando del lóbulo  la condujo hacia la silla que estaba en el centro,  pasando por su  costado derecho deteniéndose mirando hacia adelante, en donde estaban sentados tía Ingrid con el tío Williams, viendo Laura aterrada y muy avergonzada al ver que se sentaba en la silla el Sr. Johnson, al cual solo conocía del día anterior al hacerle la revisión médica, viendo como tomo asiento en la silla dejando a la muchacha de pie a su costado derecho..

(Sr. Johnson)  -. Bien Laura, sabes porque estás aquí, en el despacho de tío Williams? .- Laura claramente avergonzada al haber tantas personas en el despacho, a pesar que les fueran conocidas, negó con la cabeza negativamente. -. Bien pues yo te lo voy a decir el porqué.  Una chica tiene necesidades en la vida, sobre todo de forma intima, pero esas cosas se deben hacer cuando una chica está sola, está muy mal en una chica de tu edad que debes tener unos treinta y un años verdad?  Pues que esas necesidades fisiológicas propias de una joven, están muy feas que las haga delante de su Tutor, sobre todo si se tiene en cuenta, que estabas sobre su regazo recibiendo una azotaina en el culo. Se ha demostrado después, que esa azotaina no te la merecías, pero ello no resta el que este mal tener un desahogo fisiológico en su presencia y estando siendo castigada, estás de acuerdo? .- El rostro de Laura cambio de color poniéndose muy colorada de vergüenza, sin atreverse a contestar pues veía que tío Williams se había dado cuenta, pero la avergonzaba en extremo que se lo hubiera comentado aquel señor. -.  Bien, bájate las bragas!!!

Laura no se esperaba que le dijera se bajase las bragas ella misma, estaba tan avergonzada por las causas por las que se encontraba en esa situación, que ni tan siquiera se atrevió a moverse, de sus pupilas brotaron unas lágrimas de la vergüenza, pero aunque trato de mover las manos, doblando el dobladillo de la corta falda a cuadros con celosía negra y amarilla e  introducir sus manos en el bajo de la falda, no se atrevió a bajarse las bragas ella misma pues verían lo mojadas que las llevaba y ello confirmaría necesario su castigo pudiendo ser más severo con ella, la avergonzaba sobre manera tener que bajárselas ella misma, y no se atrevió a obedecer temiendo las consecuencias de su negativa.

(Sr. Johnson)  -. Bien, muy bien… además debemos sumar desobediencia!! Pues te aseguro que vas aprender a cómo comportarte, de ahora en adelante…!!!

El Sr. Johnson bruscamente estiro sus brazos hacia Laura, agarrándola de la cintura  acercándola hacia él. Bajo sus manos por las caderas deslizando las manos por la falda, hasta el dobladillo de esta, luego subiendo sus manos introduciéndolas bajo la corta falda, introdujo sus dedos en las perneras de las braguitas tirando de ellas hacia abajo, Laura puso sus manos evitando que se las bajase, por lo que el Sr. Johnson extrayendo su mano derecha de debajo de su falda, le asesto un fortísimo azote en el culo sobre la falda.  Al llevarse la mano izquierda a la nalga que había recibido el azote, la izquierda para sobarse el culo, de sorpresa de un tirón le bajo las bragas a las rodillas. La mano derecha del Sr. Johnson la rodeo por la cintura atrayéndola hacia él, haciéndola caer de bruces deteniendo su caída por la mano izquierda, colocándola sobre sus rodillas boca abajo. La inercia hizo que se le levantase la falda, quedando sobre su espalda acampanada formando una corona circular, mientras con la mano derecha la sujetaba de los muslos estabilizándola, para subir poco a poco su mano por sus muslos al trasero muy colorado, acariciándole el culo trazando círculos sobre las nalgas ardientes, sintiendo Laura su pesada mano haciéndola estremecerse de temor, ante la azotaina que iba a recibir en breve. Sus piernas temblequeaban de temor, pues aún le dolía el trasero de la azotaina que había recibido hacia poco, pero ahora se avergonzaba de sí misma, no solo por haberla sorprendido al tener un orgasmo, si no, porque se lo hubiera contado al Sr. Johnson un total desconocido para ella, en esos instantes sentía una oleada de calor en sus mejillas de la vergüenza.  Cuando la mano ceso de sus caricias apretó las nalgas temiendo los azotes, los cuales no se hicieron de rogar, pues inmediatamente resonaban en sus nalgas desnudas, haciéndola aullar del dolor por la fuerza que la enorme mano le azotaba el culo, siendo los azotes más fuertes que los que le había dado tío Williams, doliéndole tanto como para hacerla llorar de nuevo, con apenas una docena de azotes en su ardiente trasero.  El cual poco después solamente sentía un enorme fuego en sus nalgas, extrañándose que al poco se detuviera aquella mano pesada de darle azotes en el culo.

(Sr. Johnson)  -.  Esto ha sido por tu desahogo fisiológico, que a pesar de todo no era motivo de castigo, si no fuera por hacerlo sobre las rodillas de tu Tutor, ahora vas a recibir por tu desobediencia…

Reanudándose la azotaina sorprendió a Laura pillándola de sorpresa, que pudieran doler más intensamente, el culo de Laura que denotaba un tono rojizo intenso, tras los nuevos azotes paso a ponérsele de color rojo escarlata muy brillante, así como las sombreadas zonas que aparecían de un tono violáceo o azulado, por la azotaina de hacia una hora que había recibido, más ciertas aureolas moradas de otras posteriores del día anterior, creando un contraste encantador a los ojos de su Tutor en esos instantes el Sr. Johnson, el cual prolongo unos minutos más la azotaina, para cesar poco después de darle azotes por la desobediencia, ayudándola a incorporarse aun en lagrima viva, poniéndola en pie pero encorvando su espalda por el dolor del trasero.  Conduciéndola agarrándola por el brazo la llevo a la pared del fondo,  a su espalda dejándola castigada de cara a la pared, colocándole las manos sobre la cabeza.  Luego le levanto la falda que se le había bajado, sujetándosela a la pretina de la cinturilla de su falda manteniéndola con el coloradísimo trasero al aire y con las braguitas bajadas a la altura de sus rodillas.

El Sr. Johnson tras dejar a la muchacha llorando, se encamino hacia el sofá colocándose detrás apoyándose en el respaldo, observando a Laura de fondo cuatro pares de ojos, pero la escusa real fue admirar a su esposa Penélope que ya comenzaba a sentir los efectos caloríficos de estar sentada veinte minutos, con lo cual apoyaba las manos en el asiento del sofá para ahuecar el trasero y así airear el intenso calor que emanaba de su trasero, en cambio Ingrid se mordía los labios pues Williams la estaba observando muy de cerca y no deseaba satisfacer a su mirada levantando su trasero del sofá, que al igual que Penélope ya le molestaba bastante al abrasarle el estar sentada, sumando lo pegajoso que resultaba el cuero ante el calor del culo, que se quedaba pegado al cuero, así como las molestias de sus braguitas que presionaban sus perneras en sus muslos.

El Sr. Johnson tras haber satisfecho su curiosidad por el estado de su esposa, se dirigió hacia la puerta a llamar a la siguiente chica. Abriendo la puerta sorprendió a las chicas que estaban reunidas en un coro entre ellas, hablando, curioseando o tratando de escuchar tras la puerta posiblemente.

(Sr. Johnson)  -.  No quiero volver a sorprenderos juntas, os quiero ver unas en una pared y las otras en la de enfrente, como vuelva a pillaros os podéis preparar todas.   Sonia! Eres la siguiente!

Al igual que hiciera con Laura, nada más traspasar la puerta, la agarro del lóbulo de la oreja  llevándola hacia el interior, al igual que a Laura le sorprendió ver a sus tíos sentados en el sofá, y como el Sr. Johnson la condujo hacia la silla viendo como él tomaba asiento. Ante ese hecho Sonia se la podía apreciar muy nerviosa, pues no tenía dudas de quien la iba a castigar.

(Sr. Johnson)  -.  Bueno Sonia!  Sabes perfectamente porque estas en esta situación, verdad? Al igual que sabes porque vas a ser castigada! Las normas están para cumplirse, no para saltárselas! Así que no nos vamos andar con rodeos, bájate las bragas y colócate sobre mi regazo para darte tu merecido castigo…

Sonia se quedó perpleja unos instantes, pues no esperaba ser castigada por un extraño para ella, aunque siendo niña lo había visto en ocasiones en casa de sus tíos,  conocía su buena amistad entre su tío y el Sr. Johnson siendo como hermanos, al igual que lo fue del padre de Sonia pues de niños se criaron juntos, pero Sonia al vivir en el extranjero con sus padres, no había tenido trato alguno con el Sr. Johnson, aunque muchas veces había oído hablar de él. Sus tíos eran los padrinos de Angie, pero al verle que se impacientaba por no obedecer, rápidamente se bajó ella misma las bragas y dubitativa se echó apoyando sus brazos primero sobre la pierna izquierda del Sr. Johnson y posteriormente posando su cuerpo sobre su regazo, quedando echada boca abajo sobre sus rodillas, notando como la brisa refrescaba su caliente trasero al levantarle la falda dejando su trasero desnudo a la atenta mirada del Sr. Johnson, completamente avergonzada por tener que bajarse las braguitas ella misma, pero estaba claro que sus tíos aprobaban lo que estaba sucediendo y Sonia pensó que era mejor no empeorar su situación.

La mano del Sr. Johnson comenzó a azotarle el trasero a Sonia, la cual inmediatamente al tener su trasero aun claramente dolorido ante la severa azotaina que le había dado su tío Williams esa noche, el dolor era claramente más intenso al haber transcurrido unas horas del castigo, todo lo contrario de Laura que lo tenía dolorido, pero de tan solo hacia una hora por lo que aún estaba muy caliente, en cambio para Sonia al hacer varias horas tenía el trasero muy sensible, al igual que lo debía tener la misma Laura a primera hora de esa mañana, tras las azotainas que había recibido la jornada anterior, siendo efectos que se tienen cuando ha transcurrido un tiempo determinado, puesto que el dolor de las azotainas de la jornada anterior, al volver a ser castigada los efectos que prevalecen son los últimos recibidos, si después de estas azotainas no volvieran durante esta jornada a recibir, entonces es cuando unos efectos y los antiguos es cuando se suman unos a otros teniendo el culo mucho más dolorido, por ello Laura pataleo poco en esta última azotaina.  Pero en cambio ahora Sonia pataleaba alocadamente bajo el aluvión de azotes que estaba recibiendo, ya que el tener el culo muy sensible, le hacían que los azotes le dolieran mucho más, aunque no fueran estos tan intensos como parecían ser, por las protestas de Sonia en esos instantes.  Los ayees de Sonia eran a cada azote que recibía en su trasero, pues dolían mucho al tenerlo dolorido, a pesar que no se  empleara afondo usando la mitad de la fuerza el Sr. Johnson, comprendiendo lo sensibilizado que lo tenía.  Apenas a los diez minutos ceso la azotaina a Sonia, que lloraba desmadejada sobre sus rodillas, muy dolorida tras la azotaina recibida, aunque el Sr. Johnson no se empleara a fondo con ella, por recomendación de su tío Williams.  Pues su falta como la de la misma Laura no exigía severidad mayor. Si Laura recibió de más, fue por su desobediencia.   John sentó sobre sus rodillas a Sonia, la cual se abrazó a su cuello sollozando, pasados unos minutos Sonia ya estaba más tranquila, momento que la condujo a la pared del fondo a colocarla castigada junto a  Laura.

Ingrid después de ver cómo había sido castigada Sonia, estaba algo molesta con su marido Williams, y sin pensarlo dos veces se lo hizo saber, de haberlo pensado no lo habría hecho. Y le hablo en susurros a Williams…

(Tía Ingrid)   -. Williams conmigo no has sido tan considerado! Y a mí me castigaste ayer más severamente que a Sonia!!!

(Tío Williams)  -. Esas tenemos desvergonzada!!!  Tú te has pasado tres pueblos al decir que casi partimos la cama, John es como de la familia, pero no tiene por qué conocer nuestras intimidades, tú te has pasado de la raya de largo y ahora mismo estoy pensando que hemos sido benévolos contigo… A Sonia le han tocado el culo, y lo ha confesado al instante de suceder, cierto que lo ha hecho por defender a su amiga, a la cual yo he castigado dándole una azotaina sin existir motivos, pero lo que ha hecho posteriormente merece ser castigada, si no se hubiera tenido un orgasmo sobre mis piernas, no estaría aquí ahora!   O sea que no me compares lo que has hecho tu que es muy grave, a lo que ha hecho tu sobrina que es una falta menor, teniendo en cuenta que ayer fue castigada sin tener culpa, y que la verdadera culpable se libró de su castigo. Carolina se merecía la azotaina que tú le has dado, y se merece la que va a recibir ahora!!!  Por ello con ella no voy a tener contemplaciones, pero Sonia y Laura no se merecían un castigo más severo… Y vete preparando… porque cuando acabemos con las chicas vas  ver tu lo que es bueno…

(Tía Ingrid)  -. Pero tu hija y tu nieta no tienen culpa tampoco, pero en cambio las vas a castigar más severamente…

(Tío Williams)  -. Dime Ingrid cuantas veces has sorprendido a tu hija y tu nieta tocándose entre ellas, y no precisamente el culo, eh?  Cuantas!!!  Y cuantas a Sonia… Ninguna puede ser? Ahí tienes la diferencia de unas y de otra!!!

(Tía Ingrid)  -.  Vaya! Perdona Williams… en eso tienes toda la razón, ellas  a la más mínima se masturban entre madre e hija algo que está muy feo además de ser Incesto, y Sonia no lo ha hecho nunca. Al menos que la hayamos pillado, pero sabemos que lo hace…

(Tío Williams)  -. Pero no es lo mismo una sospecha… que un hecho probado y además con alevosía reincidiendo en la falta…!!!

(Sr. Johnson)  -. Vamos chicos y chicas controlaos!   Voy a por la siguiente y dejad de discutir…

(Tío Williams)  -. Ya te puedes ir preparando…!!!  Y… como cuando te levantes del sofá este, esté mojado, ya os podéis preparar las dos!!!

(Sr. Johnson)  -.  Carolina!!!  Tu turno!!!

Al traspasar la puerta la cogió del brazo tirando de ella hacia arriba, como si fuera arrancarle el brazo al levantárselo, lógicamente estaba enfadado con ella, como si le hubiera afectado el conocer el motivo que causaba que fuera a ser castigada…  Carolina estaba claramente aterrada y con la mano derecha se iba acariciando el culo, pues no veía claro que fuera a salir bien parada… Viendo a sus compañeras de cara a la pared con el culo más colorado que un tomate maduro, las dos con las manos sobre la cabeza y con las bragas bajadas a las rodillas… se temía lo peor… cuando vio como el Sr. Johnson se sentaba en la silla, y a ella la dejaba a su costado derecho, estaba muerta de miedo pues ya sabía seguro que la iba a castigar él, mientras tío Williams lo vio sentado a su derecha en el sofá mirándola con cara de pocos amigos, le costaba tragar la saliva pues esa situación resultaba muy incómoda, sentía presión en el estómago como si lo tuviera este vacío, y en verdad lo tenía, ya que no había desayunado esa mañana, desde que se había levantado de la cama, solo había hecho que llorar y ser castigada por tía Ingrid sobre sus rodillas.

(Sr. Johnson)  -.  Carolina!!!  Conocer por Williams lo que has hecho, la verdad me parece que es algo indignante, hasta tal extremo que me cuesta creer como hombre, el solo imaginar que una mujer hecha y derecha, le haga a su mejor amiga lo que tú le has hecho!!! Pues una muchacha si se porta mal, algo que es posible que suceda, pues a veces se cometen errores sin tener conocimiento de ello. Como lo sucedido en el aeropuerto, un hecho inverosímil pero que dadas las circunstancias de vuestra euforia por volver a veros, se puede comprender perfectamente, no siendo ese hecho un motivo de castigo.  Pero eso sí, siempre y cuando al volver a la realidad del momento, se agradezca que otra persona que no tenía por qué hacerlo, se preocupara de recoger vuestro equipaje.  Vosotras sois de alta alcurnia y tenéis criados que os atiendan?  No verdad?  Pues eso perdonaría vuestro comportamiento, si una persona es de alta cuna está habituada a que le hagan los trabajos rutinarios. Como recoger el equipaje o encargarse de cargar con él sin que las señoras se preocupen, pero aun así en ese caso, darían las gracias por ocuparse. Puesto que la educación es lo último que se debe perder, pues el ser educado no ocupa lugar.  Sabes… Mis abuelos tenían servicio pues eran los señores de estas tierras, recuerdo que en una ocasión una doncella hizo mi cama por la mañana, yo entonces tenía unos catorce años más o menos, al llegar del colegio me puse a saltar sobre la cama, luego al salir de la habitación le dije a la doncella que hiciera la cama, mi abuelo estaba presente y al ver la escena no dijo nada, pues espero que yo le pidiera a la doncella con modales, que por favor me arreglase la cama.  Yo me marche como si tal cosa,  al bajar al vestíbulo mi abuelo me llamo a su despacho, me explico que la doncella hacia un trabajo, y por ese trabajo cobraba un sueldo, que yo era el señor y heredero, pero eso no me daba autoridad para deshacer el trabajo de la doncella, y si lo hacia lo menos era pedirlo con modales, ya que ese era su trabajo, pero me recalco que no era un perro al que se le arroja un hueso, y para que no lo olvidase me bajo los pantalones dándome una severa azotaina con su cinturón, aun me duele el trasero al recordar ese momento.   La moraleja… es que aun siendo el señor, los buenos modales no se deben perder nunca, ni siquiera con el servicio…   A vosotras se os dio a escoger, quedaros en la casa o ir a un hotel.  Decidisteis quedaros en la casa, bien! Pero como es natural al estar bajo su techo, debía enseñaros lo que significa la buena educación, dado que vosotras no tuvisteis la decencia de al menos ser agradecidas, de haberlo sido, no estaríais en estas condiciones, al menos no por esa causa!  Es lógico y legitimo tener miedo a las consecuencias de tus actos!!!  El hecho que tuvieras dudas aún me deja más estupefacto, no porque tuvieras dudas, pues es de pura lógica el tener dudas, y más lógica tiene el temer a ser castigadas, pero ello no limita que se pueda decir me voy!  Marcharte puedes cuando quieras como es natural, pero siempre y cuando hayas acabado tu castigo, y está claro que este no había acabado, porque estabas castigada en tu habitación!!!  Y no contenta con saltarte el castigo, vas a la habitación de Sonia metiéndola en problemas, y luego te crees con el derecho de decidir por ti misma, si estas castigada o no lo estas!!!  Por lo que he podido saber de ti, es que has aceptado servicios de adultos para, digamos que vale, se puede aceptar que pueda darse el caso de pagar por un servicio! Pero en esta casa no hay servicio que valga pequeña!!! Si te portas mal sabes las consecuencias que eso conlleva y si no lo deseas, nadie te dijo que vinieras a esta casa… Y si vienes, lo haces bajo tu responsabilidad.  Si cometes una falta, sabes lo que va a suceder, y lo sabias muy bien por Sonia.  Sabes que te van a calentar el culo como te corresponde.  Si yo hubiera estado aquí ayer noche, te hubieras ido a la cama bien caliente, tanto si querías como si no!!! Yo mismo en mi trabajo como médico, si cometo un error me despiden y me sancionan, tanto si me gusta, como si no me gusta!!! No puedo decir bueno me voy.  No!!! Si me despiden pierdo mi carrera como médico, lo pierdo todo.  Si tú haces una trastada en tu trabajo, te despiden si te gusta, como si no!!!  Mi hija que tiene once años menos que tú!  Cuando a dormido en esta casa, sabe que no se puede levantar por la noche, y si lo hace le calientan el culo, lo que además lo sabe muy bien!!! Tu sinvergüenza!!! Sabías muy bien que sucedería si te sorprendían despierta!!! Pero es la escusa más burda que he oído, a mí no me castigan porque me quiero ir? Esto no es una casa de citas!!! Aquí no existe palabra de seguridad!!! Aquí si la cagas, te calientan el culo a base de bien, Williams ha sido blando contigo por ser amiga de su sobrina preferida, y ahora bájate las bragas!!! O de lo contrario te las bajare yo mismo!  Y créeme,  te ira mucho peor de lo que ya te va a ir!!!

El Sr. Johnson ante la mirada de sorpresa de Carolina, comenzó a subirse la pernera derecha del pantalón hasta la rodilla, dejando ver a carolina las zapatillas que llevaba puestas, llevándose la mano derecha a la boca para cubrirse, pues le hizo gracia ver las zapatillas atadas alrededor de la pantorrilla.  A carolina le costaba tragar la saliva, al ver lo gigantesca que era la  zapatilla, solo de verla ya sentía arder su trasero.  Contemplando como se desataba las dos tiras que llevaba entrelazadas a la pierna, y una vez desecho el nudo que la mantenía sujeta, viendo cómo se sacaba la zapatilla del pie, aterrorizada por el tamaño del pie. Así como viendo que al cogerla por el talón, la zapatilla se dobló o se blandió  sobre sí misma como si fuera goma, apuntando al suelo la puntera moviéndose en vaivén por si sola hasta quedar detenida y suspendida de la mano derecha que la mantenía bien sujeta, al posarla sobre su muslo vio que era una zapatilla de paño o lona muy simple muy sencilla, pero lo que más la aterro fue ver su suela de esparto.  Por  Sonia conocía lo dolorosas que eran las zapatillas de suela de esparto, pues Sonia había sido castigada por su tía Ingrid, la cual les había hecho saber lo que dolía por lo rígida, además siendo muy pesada por lo cual dolía tanto, y claramente esa era todo lo contrario en cuanto a la rigidez, pero  era de suela de esparto, y eso la hizo temblar todo su cuerpo, por ello, por el miedo que le daba esa zapatilla, lentamente comenzó a bajarse las bragas muy avergonzada al hacerlo y bajárselas a las rodillas,  le temblaban tanto las piernas que se le deslizaron a los tobillos.

Al agacharse para subirse las bragas a las rodillas,  sintió como tiraban de ella de su muñeca izquierda, viéndose echada sobre las rodillas boca abajo, quedando sus bragas en el suelo ante su sorpresa, momento que la zapatilla impactaba sobre su parte baja del culo, el “Ayee” fue de la sorpresa al sentir el primer azote, sin tener tiempo de coger aire sintió el siguiente azote en el centro del trasero, soltando otro “Ayee” más alto del dolor, inmediatamente sintió el tercer azote justo la parte alta de las nalgas, su aullido de dolor resonó entre las paredes del despacho.   Los  azotes se sucedieron uno tras otro, eran tan rápidos que le costaba coger aire en sus pulmones entre azote y azote. Tras los primeros aun podía su mente divagar e imaginar ver como la azotaba el culo, lo peor de todo era como sentía que  la zapatilla la notaba que le abarcaba cada azote en sus dos nalgas, imaginando en su mente que era por su tamaño, lo que resultaba mucho más doloroso pensó.  Aunque pocos azotes después ya no tenía opción de saber o imaginarse lo que sucedía en su trasero, pues solo sentía como su trasero no cesaba de dolerle y arderle cada vez más intensamente. Era un ardor tan atroz como si le hubieran echado una olla de agua hirviendo sobre el culo, dada la rapidez con la que se sucedían los azotes, ardiéndole cada vez más la azotaina en el culo que estaba recibiendo, ya no podía ni pensar, ni siquiera sabía que sucedía, solamente notaba que el culo le dolía horrores, sus piernas se agitaban en todas direcciones sin tener noción alguna de moverlas ella, ya que la zapatilla era  tan grande que era como recibir dos azotes al mismo tiempo, pues la azotaba en las dos nalgas al tiempo, sus brazos no los controlaba, solo los veía fugazmente que bailoteaban en el aire, tratando de agarrarse a alguna parte, su cabello rubio tanto lo notaba en la cara no dejándola ver nada, como lo notaba sobre su hombro derecho o izquierdo o lo sentía ligero al estar suspendido en el aire. Carolina no sabía que estaba sucediendo, solamente que el culo la quemaba como no recordaba y sus ayees eran tan altos de tono, que se notaba la garganta seca de gritar, y los mocos de la nariz colgaban de sus labios como hilos, era horrible lo que estaba viviendo en esos instantes, lloraba sin cesar por el dolor en el culo tan intenso, perdiendo toda noción del tiempo que llevaba agitando su cuerpo…. Cuando dejo de sentir azotes en su culo, sentía como si no hubieran parado por lo muchísimo que le abrasaba, quemaba, picaba, dolía… Poco a poco se fue calmando aquel inmenso fuego de su trasero, pero aun así apenas se podía mover, dado que sus piernas continuaban retorciéndose, debido al dolor del culo,  a pesar de que ya no recibía azotes. Pero poco a poco agotada se quedó desmadejada sobre las rodillas llorando, y en ese instante se llevó las dos manos al culo dejándolas posadas sobre él, le abrasaba tanto el centro del trasero, que la única manera de apaciguar el fuego, era dejando sus manos sobre su culo muy dolorido y muy inflamado. Si se hubiera podido verse el culo, vería que lo tenía prácticamente amoratado, por ello debía de dolerle tanto, pues no se podía ni mover del dolor. Aun llorando sin cesar, fue conducida al fondo del despacho, viendo a su izquierda que estaban sus compañeras, Laura y Sonia siendo obligada a mantener sus manos sobre su cabeza, aunque lo que más deseaba era poder masajearse el culo, por ello bajo sus manos desobedeciendo la voz tras ella, que decía que no podía tocarse.   Viéndose al instante como todo giraba a su alrededor, siendo zarandeada así como la colocada bajo su brazo izquierdo, sintiendo nuevos azotes en su dolorido trasero, cuando la volvió a colocar contra la pared, no volvió a intentar llevarse las manos al trasero, aunque movía sus piernas y giraba sus caderas bajándosele la falda, pero sintió como era de nuevo levantada y sujetada introduciéndola entre la pretina de la  cintura de la falda, al tiempo que sentía como varios azotes más en el culo la hacían bailar intentando escapar de ellos, ya que la mantenía sujeta del brazo para que no se escapase de los azotes, mientras la voz le decía que se estuviera quieta o iba a volver a las rodillas a recibir la zapatilla.

El Sr. Johnson dejo a las muchachas tras él, que nada más girarse Carolina al ver por el rabillo del ojo que no la miraba, bajo sus manos para sobarse el culo con fricción, aunque las volvió a colocar sobre la cabeza rápidamente. Se encamino hacia el sofá donde seguían el castigo con detenimiento.

(Sr. Johnson)   -. Por aquí como andáis?  Esos traseros bien?

(Tía Ingrid)   -. Muy gracioso el muchacho!  Te podrías preocupar que no se te volvieran las niñas, alguna ha bajado sus manos a sobarse el culo…

(Tío Williams)  -. No le hagas caso, no paran de menearse sobre el asiento, ya quisieran ellas poder sobarse el culo, lo que tienen es envidia de las chicas, que alguna baja sus manos de cuando en cuando…

(Sr. Johnson)  -. Bueno voy a por la siguiente, y vosotras iréis después cuando acabemos…

Al abrir la puerta las cuatro chicas que aguardaban en el pasillo, se miraron entre sí a ver cuál de ellas le tocaba entrar… Vieron como el Sr. Johnson las miraba a las cuatro, como si estuviera pensando cuál de ellas le había llegado su turno.

(Sr. Johnson)  -.  Megan! Eres la siguiente!!!

Tallándose el trasero de la falda echo andar hacia la puerta, entrando. Una vez dentro se vio agarrada del brazo izquierdo siendo llevada al interior, viendo aterrada a los tíos de Sonia sentados en el sofá, al igual que en otro extremo del sofá estaba la madre de Angie. Luego miro a la derecha viendo a las chicas cara a la pared, fijándose en la rojez de sus traseros que resaltaba al tener las bragas bajadas, excepto Carolina que no las llevaba puestas, viéndolas en el suelo al lado de la silla.  El Sr. Johnson se acomodó en la silla e inclinándose hacia la derecha se agacho para recoger las bragas de Carolina.

(Sr. Johnson)  -.  Penélope… Ven acércate y recoge las bragas de Carolina y se las pones, bajadas a las rodillas como sus compañeras!

Penélope agradeció con una sonrisa en sus labios el poder levantarse del sofá, simulando arreglarse la falda se acarició el trasero disimuladamente, y meneando sus caderas camino hacia donde estaba su marido, recogiendo las bragas de la mano de John fue hacia donde estaba Carolina, a la cual palmeando en su muslo derecho se lo hizo levantar, al tiempo que ella se acuclillaba para ponérselas, al levantarse haciendo muecas por el dolor del trasero al enderezar la espalda, girándose sobre si misma hacia la derecha.  Momento que aprovecho disimuladamente, para coger el elástico de las bragas y a través de la falda, para aliviar la presión del elástico ribeteado de sus braguitas. Al llegar de nuevo al sofá, Williams la observaba muy serio haciéndole señas con la mano muy claras, Penélope las debió de captar, pues al ir a sentarse se acampano la falda para sentarse sobre las bragas, no sin fijarse que el sofá en donde había estado sentada hacia unos instantes, había una mancha de humedad, por lo que se sentó encima para así secar el sofá con las bragas y que luego al levantarse no fuera visible siendo causa de ser castigada de nuevo, pues el culo se le iba bajando la temperatura, notando el intenso dolor que se acumulaba creciente en el culo.

Megan estaba de pie al costado derecho del Sr. Johnson, sin dudas tenía claro que iba a ser castigada, entre otras cosas porque no iba a ser tío Williams quien se encargase de ella, pues  permanecía sentado en el sofá, y quien ocupaba la silla era el Sr. Johnson, lo cual la hacía estar muy nerviosa porque no sabía que podía tener contra de ella para tenerla a su lado, y mucho menos el motivo de estar a su costado derecho, por ello intrigada y nerviosa se secaba las manos sobre la falda en sus caderas al tenerlas sudorosas.  Porque una cosa estaba clara para ella iba a recibir una azotaina… lo que la hacía preocuparse era el porqué de estar ella a su costado. Si hubiera sido tío Williams tenía claro el porqué, pues de la forma que la había mirado era porque se había dado cuenta de lo que hacía con las manos bajo la mesa… recordarlo la hacía ruborizarse avergonzada…no de haberse masturbado mientras recibía una azotaina Laura, si no, porque la habían pillado haciéndolo…

(Sr. Johnson)  -. Bueno Megan ya estoy contigo… sabes por qué has sido enviada a este despacho. .- Megan negó con la cabeza. -. Sabes que opino yo sobre el porqué estas aquí? .-  Sorprendiendo a Megan le levantó la falda por delante introduciéndosela en la cintura para que se aguantase, mostrando avergonzada las bragas blancas de algodón con dibujos de florecillas azules, y más se avergonzó al notar los dedos del Sr. Johnson que rebuscando entre su cintura introdujo los dedos en la cinturilla del elástico de sus bragas y se las bajo dejando su sexo a la vista a pesar que ella junto los muslos y más aún cuando con las yemas de los dedos anular y índice juntos se los paso en la entrepierna frotándolos en su sexo y exponiéndoselos a su mirada. -. Ves que es esto desvergonzada?  Esto viene a cuento que has tenido hace poco un orgasmo, sabes hay algunas mujeres que tienen orgasmos espontáneos, todo es posible desde luego, y esto no sería motivo para darte una buena azotaina en el culo… verdad?  .- Megan suspiro aliviada, aunque muy avergonzada de que le hubiera bajado las bragas un total extraño para ella, e introducido los dedos en su sexo, mostrándole el fluido que había extraído de él. -. No comprendo porque o a que viene ese suspiro, cochina!!! Me puedes explicar que es esto?  .-  Con la mano izquierda estiro del fondillo de las braguitas, entre girando la pernera derecha observando el fondillo de las bragas de Megan. -. Me puedes explicar como si tenías el sexo en el centro de la braguita, pues es el lugar donde se supone que lo cubre la prenda íntima, como puede estar el fondillo de la braga mojado de este fluido por la parte exterior y el ribete de puntilla del elástico? Porque la única forma de llegar hasta ahí, es que tú!!!  Marrana!!! Tenías los dedos masturbándote y te habías apartado la braguita a un lado, es la única forma que este fluido este por debajo del exterior de las bragas.  Sabes que te estuvieras tocando no es una falta grave, si no te descubren! Pero a ti te han pillado infraganti cuando lo estabas haciendo, pero lo peor de todo, es que ha sido cuando tu amiga que está en esa pared castigada, estaba recibiendo una azotaina, cuando no tenía culpa alguna de lo que se le había acusado.  Esa es la solidaridad que tienes a tus amigas?

Aun la estaba regañando cuando ya la tenía boca abajo sobre sus rodillas, dándole fuertes azotes con la mano por encima de la falda, cuando acabo las últimas palabras le levanto la falda, continuando la azotaina sobre las bragas blancas de algodón con dibujos de florecillas azules.  Desde el sofá podían ver como Megan parpadeaba al sentir cada azote que recibía en el culo, y exclamaba un “AUU” con cada uno de los azotes coincidiendo con su parpadeos, durante diez minutos estuvo recibiendo la azotaina sobre las bragas, añadiendo a sus “Auch” y sus guiños, muecas de dolor dibujada en la comisura de sus labios, contrayéndose su rostro con cada fuerte azote, al igual que sus pupilas brillaban de estar a punto de llorar. En uno de esos momentos, Megan sintió como unos dedos hurgaban en la cinturilla de sus braguitas, y como se deslizaban por sus muslos bajándole las bragas y descubriendo su colorado trasero. Megan sintió como las piernas del Sr. Johnson hacían un movimiento extraño, sintiendo la barriga presionar en su caliente trasero, bajando la cabeza hacia el suelo vio porque aquel movimiento, al mirar por debajo de la silla viendo como recogía del suelo la zapatilla. Ya no pudo ver más… sintió que el culo le abrasaba ante la reanudación de la azotaina, y que ahora los azotes dolían mucho más, siendo rápidos y concisos azotándole todo el trasero al tiempo, poniéndose a llorar a los pocos azotes puesto que el culo le abrasaba horriblemente, fuera lo que fuera, le ardía todo el culo a cada azote, al tener el culo pequeño la zapatilla la azotaba cubriendo el pequeño trasero al completo, por lo que sus piernas pataleaban del dolor tan intenso, y su cuerpo se retorcía sobre el regazo del Sr. Johnson, al cesar la azotaina con la zapatilla, la incorporo poniéndola en pie, sin tener consideración hacia ella cuando se estaba sobando el culo con las dos manos, llevándola del brazo hacia la pared donde estaban sus compañeras, caminando llorando y encorvada hacia adelante mientras se acariciaba el culo con la mano derecha, poco después estaba cara a la pared del fondo con las manos sobre su cabeza llorando y con el culo completamente colorado con zonas que aparecían granates o más oscuras tirando a violáceas.

Dejando a Megan en el rincón cara a la pared llorando, el Sr. Johnson como la vez anterior se acercaba al sofá, todo sudoroso por el trabajo intenso que estaba teniendo con las chicas.

(Tío Williams)  -.  Te veo cansado John!  Quieres que me ocupe yo de mi hija y mi nieta, así recuperas el aliento para ocuparte de tu hija tú mismo…?

(Sr. Johnson)  -. Hare entrar a las dos, tú te ocupas de tu nieta María y yo de tu hija, le hará bien probar mi zapatilla que es más dolorosa que la de su madre!!!  Voy a hacerlas entrar…?

(Tía Ingrid)  -.  A mí no me parece bien, pues has estado todo este tiempo provocándoles la incertidumbre de aguardar su turno, de cuál de ellas va a ser la siguiente en entrar por esa puerta, y ahora estáis hablando de hacer entrar a dos a la vez, con lo que las vais a desconcertar a la que quede afuera, pues tendrá claramente que ella es la última, y permanecerá esperando sabiendo que es la siguiente y eso no lo veo nada bien pues en mi opinión han de pasar todas por lo mismo.  Yo haría entrar ahora a tu hija, que siguiendo las directrices que habéis seguido, las tres que han entrado ultimas han sido castigadas por las faltas más graves, para no perder ese orden ahora lo ideal sería hacer entra a Angie, y si luego aun deseáis hacer entrar a dos, hacéis entrar a madre e hija unidas.  Porque la que quede en último lugar no padecerá esa incertidumbre, pues será la última y punto.

(Penélope)  -.   Tiene razón Ingrid… además no creo que Susana y María merezcan un castigo más severo que Sonia o Laura las implicadas en manosearse, además sería un simple saludo lo que se han dado, a excepción de nuestra hija que iba con las peores intenciones posibles, para afectar a una de ellas la cual ha respondido, como haríamos cualquiera de nosotras si nos hacen daño.  Además y no porque sea mi hija, pero no contenta con meter en problemas a Laura, al hablar con tía Ingrid su intención era de las peores, pues deseaba que la castigasen de nuevo y más severamente, cuando ha sido ella misma al tocarle el culo a una desconocida, quien se ha buscado y ganado la bofetada, seré su madre pero lo veo muy correcto la forma de actuar de Laura, teniendo en cuenta como me duele el culo, si alguna me lo tocase le sacudiría sin pensármelo.

(Tío Williams)  -.  Respeto vuestra opinión pero en esta casa quien pone las normas soy yo!  Y en esta casa si hay un problema con alguna de las chicas, se me viene a mí y se me cuenta ese problema, si hay que castigar a alguna de las chicas lo hago yo! O lo hace mi mujer! No lo hace ninguna de las chicas que están bajo mi techo, por algo hay normas establecidas.  Si Laura hubiera venido a mí a contarme lo sucedido con Angie, yo habría castigado a Angie, pero Laura se ha saltado esas normas impuestas por el cabeza de familia.  Y si Laura ha sido castigada injustamente, ha sido por actuar de malas maneras, al igual que ha actuado de malas maneras Angie, por lo tanto deben ser castigadas las dos, si tienen un problema me lo deben de contar a mí, y yo actuare como convenga el hacerlo, castigando a una o las dos si lo veo necesario. Pero en ningún caso se enzarzaran entre ellas, o llegaría el día que habría una batalla campal en la casa, y posiblemente habiendo alguna desgracia, pues es así cuando estas suceden!!!  Si Angie tras la bofetada me lo hubiera contado a mí, siendo sincera por el motivo que recibió la bofetada, habría castigado a Angie por cometer un acto no permitido en esta casa, y habría castigado a Laura por darle la bofetada, pero en esta casa si alguien a de pegar a alguien, ese alguien soy yo como cabeza de familia, y en mi ausencia mi esposa es quien corrige las malas conductas, pero nadie se toma la justicia por su mano.  Pero las palabras de Ingrid las veo justas, han de pasar por la misma incertidumbre, todas y cada una de ellas pues forma parte del castigo, ósea que ahora lo correcto es hacer entrar a Angie. Luego al no haber esa incertidumbre con la última, será conveniente que entren juntas las dos.   Y luego vosotras dos también, cuando ellas hayan subido a sus habitaciones!!!

(Sr. Johnson)  -. Entonces está muy claro quién debe de entrar ahora…

El Sr. Johnson se sentó en el reposabrazos del sofá, calzándose la zapatilla anudándosela a la pantorrilla tal y como la llevaba puesta al entrar al despacho, con el beneplácito de tío Williams que comprendió por qué lo hacía. Claramente para provocar la angustia y temor a la siguiente muchacha que no era otra que su hija Angie, pues la visión de verle quitarse la zapatilla, y el uso que le va a dar en su trasero es algo que intimida de verdad. Una vez puesta se encamino hacia la puerta abriéndola contemplando a las tres chicas que aguardaban fuera temerosas de cuál de ellas le había llegado su turno. Sorprendiéndole lo que vio en ellas al verlas… Pues madre e hija se las veía nerviosas, en cambio Angie se la veía calmada, viendo como al abrir la puerta le pareció ver que su hija se colocaba frente a la puerta, como si tuviera ansias por entrar y ser castigada por los Williams, algo que le molesto ver en su hija que tenía impaciencia por entrar y ser castigada. Lo deseaba…  Eso no le hizo ninguna gracia al Sr. Johnson ver en Angie esa devoción por ser castigada, pues daba la impresión de que estaba ansiosa por entrar ella.  En ese instante en su mente le daba la razón a su amigo Williams, tenía razón que debía de encargarse de castigar a su hija, y viéndola se lamentaba no haber tomado medidas disciplinarias antes con ella.  La sorpresa que la esperaba dentro iba a ser monumental a la pequeña Angie.

(Sr. Johnson)  -.  Bien chicas! Pronto habremos acabado!  Es tu turno hija, tira para adentro!!!

Angie se puso recta como una vela, mirando a Susana y María se encamino resuelta y orgullosa de sí misma al llegarle su turno. Verla como entraba decidida le hizo al padre cambiar su semblante, pues viéndola con esas ganas de ser castigada le molesto, ver esa imagen en su hija, por segunda vez en unos segundos se volvía a avergonzar de su hija, arrepintiéndose de no haber tomado medidas más serias y estrictas con su hija. Pues ser castigada debería causarle desazón y temor al castigo. Las chicas que habían entrado hasta ese instante, eran claramente spankee´s por tanto les gustaba en cierta forma ser castigadas, pero al entrar por la puerta al despacho, lo hacían temblorosas de miedo a ser castigadas, supieran que se la merecían o no, pero mostraban temor y vergüenza al entrar por la puerta viéndolas angustiadas, como temerosas de lo que les aguardaba en el interior. Su hija entraba orgullosa de hacerlo haciendo revuelo de la falda mostrando sus pequeñas braguitas ofendiéndolo en su honor y orgullo de padre.  Pues veía claramente lo mal padre que había sido al no educar a su hija con más firmeza, como habían hecho sus padres con él.  Al traspasar la puerta y cerrarla le hizo saber a su hija su error al entrar orgullosa.

Agarrándola del lóbulo de su oreja izquierda le hizo saber a qué entraba al despacho, que no entraba a jugar como le parecía a ella, su respuesta fue una sorpresa para todos…

(Angie)  -, Suéltame!!! Que haces!!! Es que te has vuelto loco!!! Sueltame!!!

Tirándole con más fuerza del lóbulo la hizo avanzar, con el revuelo de su falda mostrando sus bragas blancas pequeñas que apenas le cubrían sus vergüenzas, pudiendo ser visible lo mojadas que las llevaba, al igual que por los muslos descendían fluidos por ellos, al llegar frente el sofá pues no la condujo hacia la silla… hacia a donde sería de esperar…

(Sr. Johnson)  -.  Ingrid tienes a mano unas bragas de María para esta desvergonzada? .- Ingrid respondió afirmativamente con la cabeza a John. -. Penélope! Que Ingrid te de unas bragas y se las pones a tu hija, no quiero volver a verla con ese tipo de ropa interior a mi hija… tan indecente apenas le cubren nada…

Penélope se levantó claramente airada como si no tuviera molestias en su trasero, estaba airada como enfadada tras haber escuchado a su hija, como si no le molestara el culo, cogiendo a su hija Angie de la mano tirando de ella,  acompañando a tía Ingrid al servicio que estaba al fondo del despacho justo a la derecha del sofá al fondo.   Nada más entrar al servicio la madre le bajo las bragas rompiéndolas una vez se las hubo sacado por sus pies.

(Angie)   -. Que le pasa a papá? Es que se ha vuelto loco o que!!!

(Tía Ingrid)  -. Desvergonzada!!! Levanta los pies que te ponga estas bragas, vas a saber hoy lo que te espera, y mira como llevabas las bragas… Cochina!!! Te parece bonito a tu edad? Estas causando muchos problemas  hoy!!! Y esas formas de hablarle a tu padre, te puedes ir preparando porque te van a calentar el culo como te mereces…

Para ponerle las bragas tuvo que levantarle la falda, al ser tan descaradamente corta la falda mostraba la parte alta de las bragas que sobresalían por la cintura, por lo que le saco la falda de malas maneras, tía Ingrid al verla sacarle la falda también, extrajo una del armario del servicio del que había extraído las bragas, haciéndole poner una falda de María tableada con cuadros grises y celosía negra, tirando de la mano haciéndola salir del servicio. Afuera la esperaba su padre claramente airado por cómo se lo tomaba la muy sinvergüenza, que en vez de ser un castigo, era un juego para ella, pero estaba muy equivocada y no iba a tardar en comprobarlo!!! El cual la cogió de la cintura levantándola del suelo, cargando con ella bajo su brazo derecho, mientras su hija se lo tomaba como si su padre se hubiera trastornado o le ocurriera algo, su hija iba pataleando alocadamente tratando de alcanzarle con sus patadas sin éxito alguno, al igual que tratando de soltarse de su brazo, pero pronto se le fueron todas las tonterías al tomar asiento su padre atravesándola sobre sus rodillas, comenzando a azotarla en el culo con fuerza inusitada, empleándose a fondo en darle a su hija una buena azotaina. Al tener pequeño su trasero, y la mano de su padre la cual era enorme, dándole azotes en el centro del culo, pues su manaza abarcaba totalmente el culo de su hija Angie, que no tardó en darse cuenta del error que había cometido, pues estaba llorando desesperadamente con la azotaina que estaba recibiendo de su propio padre, el cual nunca le había puesto la mano encima, durante varios minutos estuvo calentándole a base de bien el trasero a su hija con su mano derecha, a pesar de que no le había bajado las bragas.  Cuando considero que era el momento de dejar respirar a su hija, la hizo ponerse de pie dejándola a su costado derecho cerca de él, mientras ella lloraba y se sobaba el culo sobre las bragas con sus dos manitas, sintiendo puro fuego en el culo, pero mirando a su padre sumisamente extrañada pues no lo reconocía.  La de veces que había intentado ser castigada por él, y en estos momentos solo deseaba salir del despacho por lo mucho que le abrasaba el culo.

(Sr. Johnson) -.  Ahora vas a escuchar a tu padre? .- Dijo si, moviendo la cabeza afirmativamente sin dejar de sollozar, no había más que mirarla para ver lo dolorida, al tiempo que se encontraba muy avergonzada viendo frente a ella a su madre, la cual permanecía de pie frente a ella, claramente muy enfadada con ella, Angie nunca la había visto tan enfadada con ella, viendo como ella miraba a su padre y que con su mirada aprobaba la azotaina que le estaba dando su padre.-. Para comenzar estas castigada sin salir de casa hasta que yo lo decida. Y ahora me vas a explicar porque has provocado, que castiguen a Laura cuando sabes que lo que hacías estaba mal, ella tiene el trasero dolorido y tu desvergonzada se lo has tocado causándole dolor,  has sido tu quien te has sobre pasado con ella!!! Estoy esperando!!! No dices nada? Bien…

Angie con su rostro de sorpresa, volvió a verse de nuevo echada boca abajo sobre las rodillas de su padre, sintiendo de nuevo arder su trasero, como si tuviera las brasas de la chimenea colocadas bajo sus bragas, pues aun las mantenía puestas ante su sorpresa, llorando del dolor en su pequeño trasero por los azotes. Fueron en esta segunda tanda de fuertes azotes, apenas diez minutos de azotaina en el culo, pudiéndose observar como entre el ribeteado de puntilla blanca, asomaba una rojez intensa de su trasero, cuando  volvió a sentirse liberada y de pie al lado de su padre, observándola como se sobaba y se frotaba el culo moviendo rápido sus manos, así como dando pequeños saltos de dolor en su trasero, pues trataba de mitigar su intenso fuego, al tener que frotarse el culo del intenso ardor, el cual podía sentir en las palmas de sus manos como quemaban, al emanar ese ardor intenso  a través de sus bragas a sus manos.

(Sr. Johnson)  -.  Ahora me vas a contar con pelos y señales que ha ocurrido en la universidad este trimestre para traer seis suspensos de siete asignaturas, pues solo has aprobado gimnasia!!!   Aparte de muy mala conducta en clase, con un rotundo cero en conducta. Todas las comodidades que tenías y derechos se han terminado, nada de salir de casa, nada de juegos, nada de móviles y estarás estudiando todas tus vacaciones…

Al no responderle, el Sr. Johnson se arremango el pantalón de la pierna derecha, soltándose los cordones entrecruzados a la altura de la pantorrilla teniendo atada la zapatilla por encima de sus tobillos a media pierna, sacándose la zapatilla del pie y cogiéndola con la mano derecha.  Angie al ver la enorme zapatilla en la mano de su padre, daba pasos cortos hacia atrás aterrada, pues nunca se había parado a mirar detenidamente lo grande que era su zapatilla, las había visto muchas veces pero nunca se había imaginado sentirla en su trasero, ya que su padre nunca le había dado una azotaina como en esos momentos, ni la había amenazado con dársela.

(Sr. Johnson)  -. No vas a responder a Papá?  Bien, tú lo has querido!  Bájate las bragas, ya!!! Y ven aquí que te voy a arreglar a ti, desvergonzada!!!  Hoy me has avergonzado al hablarme con tan poco respeto ante los Adams!!! Pero va a ser la primera y la última vez que te vas atrever a hablarme de esa forma, pues a partir de ahora vas a probar a menudo esta zapatilla… Te vas a bajar las bragas? O  te las bajo yo… y te ira mucho peor!!!

Angie aterrada, en esos momentos solo deseaba salir corriendo, tenía los pies clavados en el suelo, pues no se atrevía ni a moverse, únicamente sus manos las movía ante el ardor para frotarse el culo dolorido e inflamado sin atreverse a pensar en nada, pues estaba aterrada de ver el enfado de su padre y aquella enorme zapatilla en su mano.  En ese instante se sintió aliviada, al ver como su madre iba hacia ella.  Siempre la había mimado desde pequeña, y la veía que se iba a enfrentar a su padre, para que no le pegase más al verla tan dolorida, así como lo colorado que debía de tener el trasero, se le aproximaba a ella colocándose detrás de ella a su espalda, pero Angie se quedó helada y muda sin poder creerse lo que hizo su madre.  Pues con las dos manos le bajo las bragas a las rodillas, y luego sujetándola por los hombros la empujaba hacia adelante acercándosela colocándola cerca del alcance de las manos de su padre, que al tenerla a su lado la atravesó sobre sus rodillas comenzando una nueva azotaina con la zapatilla, los “Ayees” de dolor no se hicieron de esperar, así como las lágrimas descender a raudales por sus mejillas del dolor en el culo… Mientras su madre arrodillada a sus pies, le sujetaba las piernas mientras su padre hacia restallar una y otra vez la suela de esparto en sus nalgas desnudas.   Haciéndola gritar del dolor tan intenso que sentía en el trasero. Las chicas que estaban castigadas de cara a la pared, volvieron sus cabezas al escuchar sus gritos y sus aullidos del dolor, al igual que el estrepitoso sonido de la zapatilla al azotarla en el culo, viendo aterradas la severa azotaina que le estaban dando sobre las rodillas de su padre. Cuando su padre acabo de darle la azotaina, sentía el culo tan inflamado y tan dolorido siendo la primera azotaina que le daba su padre, sintiéndose como si estuviera sentada en la boca de un volcán en erupción… cuando su padre la llevo a donde estaban las demás chicas colocándole las manos sobre la cabeza, con la falda arremangada sujeta a la pretina de su falda, teniendo las bragas bajadas a los tobillos, las cuales se le bajaron al retorcer sus piernas tratando se soltarse de la tenaza de las manos de su madre, cuando su padre la ordeno que no se moviera… Obedeció sin rechistar sin atreverse a moverse, a pesar de lo muchísimo que le dolía su trasero, lo único que se le paso por su mente, es que ni tío Williams pegaba tan fuerte y duro como su padre.  Lo que no se esperaba Angie es que poco después se le acercase a ella su madre,  y agarrándola del brazo izquierdo, con la mano derecha, le dio varios azotes en el culo bien fuertes, que hicieron a Angie saltar de dolor alrededor  de su madre tratando de escapar de recibir más azotes en el culo, la cual mientras se le daba  azotes la regañaba…

(Penélope)  -. Que sea la última vez, que le hablas así a tu padre o seré yo quien te ponga en mis rodillas y té caliente el culo con su zapatilla… A partir de ahora tendré una siempre cerca… Van a haber muchos cambios en casa!!!  Tu padre y yo nunca hemos querido ponerte la mano encima, pero eso ha pasado a la historia de los Johnson!!! Pues a partir de ahora vas a probar mucho “Jarabe de palo”!!!

John, Williams y Ingrid estaban fascinados viendo como Penélope le dio una serie de unos treinta o cuarenta buenos azotes en el culo a su hija, pues era la primera vez que la veían estar tan enfadada, y más raro fue para ellos ver la fuerza que tenía en la mano, por como saltaba Angie alrededor de ella… Penélope debía de estar muy enfadada con su hija, pues cuando ceso de darle azotes, la obligo a ponerse de rodillas en el suelo, poniendo bajo sus rodillas una vara, que había cogido de la mesa del despacho un haz de varas, las cuales las fue repartiendo al obligar al resto de las chicas a ponerse de rodillas también, subiéndoles las bragas a todas ellas,  dejándoselas bien tensas marcándoles el culo, por cómo les apretaba el elástico de las perneras en sus nalgas, lo cual debía de serles muy molesto a las chicas.

… Una acción que debió molestar a todas, pues todas según les iba subiendo las bragas, protestaban con “Ayees” de dolor. Y para que no se atrevieran a arreglarse las braguitas, se quedó detrás de ellas con una vara en su mano derecha y la que movía una mano o trataba de bajarla de su cabeza, le asestaba fuertes azotes en el culo hasta volver a colocar sus manos sobre la cabeza. Las cinco chicas incluida su hija Angie sintieron, los azotes de la vara varias veces, la cual siguió detrás de ellas observándolas.

El Sr. Johnson se dirigía hacia la puerta para hacer entrar a las siguientes, solo quedaban en el pasillo Susana y María. Mientras iba hacia la puerta volvió la cabeza varias veces, tras escuchar la vara en el trasero de alguna de las chicas, y sus “ayees” de dolor de la chica que había recibido los azotes, sonriendo para sí mismo, viendo como había cambiado su esposa. Después de todo, el comportamiento de su hija con su desplante a su padre, les había decepcionado a ambos por igual. Al poco tiempo volvía con las dos chicas asustadas al ver la escena, viendo cómo se paseaba la Sra. Penélope Johnson con una vara en la mano, de izquierda a derecha asestando azotes a la que se movía, mientras padres y abuelos observaban desde el sofá complacientes de la escena, viendo como su hija y nieta era traídas cogidas una por la oreja por el Sr. Johnson, fue la Sra. Penélope Johnson quien avanzo hacia la pequeña María, a la cual cogió de la mano llevándosela a la silla sentándose, y ante la sorpresa de todos, la coloco sobre sus rodillas boca abajo levantándole la falda, y bajándole las bragas a las rodillas.  Segundos después levantaba su brazo derecho por encima de su hombro, con la mano extendida hacia arriba, girando el cuello hacia atrás mientras que con su mirada hacia su marido esperaba con la mano en alto.  María que se esperaba que comenzara a darle la azotaina. Al no sentir los azotes en su trasero desnudo, miro hacia atrás girando su cabeza a la izquierda de su cuerpo, viendo como la Sra. Johnson mantenía su mano levantada con la palma hacia arriba.  Su marido tardo unos segundos en saber que esperaba su esposa, captando su espera se agacho sacándose la zapatilla del pie derecho, cogiéndola por la puntera, y se la alargo hacia ella ofreciéndosela por el talón, su esposa la agarro del talón fuertemente, descargando con fuerza empezó a darle azotes a María, que no tardo en gritar al sentir la zapatilla en su trasero y como le abrasaba el sentir la enorme zapatilla en su culo.

Mientras el Sr. Johnson se agachaba a desatarse la otra zapatilla, sacándosela y agarrándola por el talón, tal como estaba con una rodilla en tierra, y la izquierda flexionada coloco a Susana sobre su muslo izquierdo, bajándole las bragas de algodón con dibujos a Susana comenzando a darle azotes en el culo.  Madre e hija tenían sus cabezas a escasos centímetros, María sobre las rodillas de la Sra. Johnson, y Susana mirando hacia la esposa, con su marido  rodilla en tierra a su lado izquierdo, los azotes de las zapatillas resonaban al unísono como uno solo, mientras las lágrimas de las muchachas no se hicieron rogar, madre e hija por cómo le estaban calentando el trasero a las dos, una frente a la otra, dado que ninguna de ellas se podría esperar ese resultado. Pues las sorprendió que fueran los padrinos de Susana, quienes la castigaran a ellas a madre e hija al tiempo a las dos, mientras sus padres y abuelos contemplaban su castigo desde los sofás sentados tan cómodamente. Pocos minutos después las siete chicas permanecían de rodillas caras a la pared con las palmas de sus manos sobre sus cabezas, mientras la Sra. Johnson desfilaba a lo largo del despacho, de izquierda a derecha atenta a la que se moviera, permaneciendo detrás de las chicas con la enorme zapatilla de su marido en su mano derecha, y la que se movía sentía la zapatilla en su trasero.

Durante unos minutos interminables para las siete muchachas, el matrimonio Adams hablaban con el Sr. John entre ellos, ante la repentina revelación del cambio de Penélope, y como caminaba vigilante tras las muchachas, repartiendo azotes a las chicas cuando se movían o cuando estimaba necesario al no cesar de regañarlas, mientras seguían estando arrodilladas con la vara que debía de hacer estragos de dolor bajo sus rodillas.  Durante una hora las chicas estuvieron todas castigadas cara a la pared del fondo del despacho.  Penélope agotada se había acomodado al lado de Ingrid sentadas en el sofá, mientras John en compañía del tío Adams preparaban en la parte del despacho, la cual estaba destinada a la enfermería en la que atendieron a las tres jóvenes en la jornada anterior, haciéndoles la revisión médica a Carolina, Megan y Laura. Las dosis de inyectables que debían poner a las muchachas, las cuales no fueron puestas la jornada anterior, una vez todo estuvo preparado fue tía Ingrid quien se levantó del sofá, dirigiéndose hacia las chicas haciéndoles levantar a las tres, a Carolina, Megan y Laura siendo llevadas tras las cortinas en fila una tras la otra, haciéndolas esperar ante el Sr. John que ya tenía la primera inyección preparada.

Fue Carolina la primera en entrar al descorrer las cortinas, conducida por tía Ingrid llevándola de la mano, a la cual hizo inclinarse sobre la camilla posando su pecho sobre ella, sintiendo como los dedos de tía Ingrid le bajaba las bragas a medio muslo, mientras Megan y Laura veían como el doctor con un algodón desinfectaba la parte alta de la nalga derecha con un algodón con alcohol, que hizo que carolina ante el escozor se estremeciera, pues teniendo el culo tan inflamado por la azotaina, el algodón con alcohol escoció quemándole la zona mojada, sintiendo como la aguja se clavaba en la nalga y como lentamente presionaba el embolo lentamente haciendo entrar el líquido causando mucho dolor, pues el grito  y aullido de dolor de Carolina se escuchó en todo el despacho, una vez colocada la inyección extrajo la aguja, volviendo a desinfectar y presionando con el algodón en la zona que había puesto la inyección, subiéndole las bragas a Carolina la hicieron incorporar.

La siguiente fue Megan en entrar e inclinarse sobre la camilla, bajándole la braguita tía Ingrid, al igual que Carolina se estremeció al sentir el algodón con alcohol que le escocia el culo, lanzando un “Ay” al sentir entrar la aguja, y aullaba de dolor al presionar de nuevo el embolo inyectándole en el culo inflamado, volviendo a aullar al escocerle el culo al pasar el algodón, siéndole subida la braguita. Siendo Laura la siguiente en inclinarse sobre la camilla, sintiendo como le bajaban las bragas, haciéndola aullar al pasar el algodón en la parte alta de nalga, y sintiendo el pinchazo, e igual que las amigas lanzo un “Ay” y luego lloraba aullando de dolor cuando el líquido entraba al empujar el embolo en el interior del tubo de la jeringa, presionando con el algodón con otro “Ay” de escozor por el alcohol, subiéndole las bragas.

Tía Ingrid se encargó de llevarse a las chicas del despacho, llevándose a Carolina, Megan, Laura, Sonia, Susana, María, y Angie las cuales todas sin excepción caminaban con claras dificultades sobándose sus inflamados traseros, dando pasos cortos por lo doloridas que iban todas, y unas más que otras como Carolina, Megan y Angie que fueron castigadas más severamente.   Fue dejando una a una en sus habitaciones correspondientes metiéndolas en las camas, tras desnudarlas colocarles el camisón metiéndolas en las camas arropadas, a excepción de Sonia que le puso su pañal limpio de nuevo al estar aún castigada a llevarlo, y también la pequeña María le puso el pañal.

Una vez las había dejado a todas bajo a la planta baja, entrando al despacho encontrándose con una escena que no se esperaba o no se recordaba después del tiempo transcurrido. Penélope se encontraba sobre las rodillas de su marido boca abajo, con la falda de su vestido levantada y las bragas bajadas recibiendo una azotaina con la mano gimoteando, escuchando los azotes en su culo desnudo…

(Tío Williams)  -. A ti te estaba esperando yo!

Tío Williams se encontraba sentado en el sofá esperándola, al llegar a su lado la puso sobre sus rodillas boca abajo, le levanto la falda doblándosela en dos veces sobre su espalda, y lentamente procedió a bajarle las bragas a Ingrid, comenzando a calentarle el culo con buenos azotes con la mano en el trasero, no tardando en gimotear al igual que lo hacía Penélope sobre las rodillas de su marido…

(Sr. Johnson)   -.  Ya os habíamos avisado que luego os iba a tocar a vosotras dos recibir una azotaina en vuestro trasero por desvergonzadas…

(Continuará…)