El abuelo está desmejorando... (02)

(con fotos) La nona desconfía de la enfermera noctura. El nono está demasiado contento. Así que lo mandó nuevamente a mi hermano para que hable con la mujer. Ahota tiene que ir todos los dìas...

El Abuelo esta desmejorando (02)

Por mazoqui

Mazoqui94@yahoo.com.ar

En verdad, la internación del abuelo se está haciendo demasiado larga. Pero no hay modo de sacarlo de esa clínica. Ël dice que allí murió su mejor amigo, y que nunca lo vio tan feliz. Al abuelo también se lo ve feliz, hay que reconocerlo, pero está cada día más flaco. Aunque a lo mejor parece así, comparado con la enfermera que lo atiende por las noches, que es casi una giganta.

Pero esa gran mujer tenía al abuelo completamente cautivado, contenido y bien alimentado. Es que la enfermera sabía como tenerlo contento. Por las noches estaba con la enfermera y por los días dormía como un bendito. Así que uno pensaría que estaba todo bien. Pero la abuela desconfiaba. Y volvió a insistirle a mi hermano que fuera a ver si realmente estaba todo bien. Porque tenía la sospecha de que la enfermera tenía un extraño dominio sobre el abuelo, que nunca había sido obediente con ella, pero que con la enfermera andaba como una seda. Creo que a la abuela le daban celos. Y también estaba llena de suspicacias. Así que volvió a insistir con mi hermano. Este había ido una vez a conversar con la enfermerota, porque también desconfiaba. Pero después de su charla con ella dijo "es una gran mujer", y no quizo volver a hablar del asunto.

Pero tanto insistió la nona que mi hermano volvió a ir. Y aquí, entre nos, me pareció contento de volver a ver a la gigantona. Los hombres son criaturas raras.

Como hacía calor la enfermera se había quitado el guardapolvo, así que atendió a mi hermano casi en paños menores.

"Es una suerte que haya venido, joven, porque necesito su ayuda con el abuelo." Mi hermano se quedó con la boca abierta. Así que la mujer buscó asegurarse de que la entendiera. "Necesito un pariente con muchas ganas de colaborar. ¿Puedo contar con su buena voluntad?" Y al preguntárselo acercó su imponente figura hacia mi hermano, mirándolo a los ojos.

Al tener a esa enorme mujer pegada a su cuerpo, mi hermano tuvo un problema inesperado. Bueno, que tuvo una erección. Eso sí, una erección inesperada. Una bruta erección para ser más precisos. Pero a partir de ahí, le dio vergüenza y no me quizo seguir contando. Pero lo que sí me quedó claro fue que mi hermano quedó en ayudar a la enfermera. "¿Pero me jurás que vas a hacer todo lo que te pida? ¿Todo, todo?" Y mi hermano se comprometió completamente.

"Bueno, mañana vamos a ver cuan obediente sos." Y antes de despedirlo le dio un abrazo envolvente y tan largo que mi hermano se perdió allí. Debe haberse perdido, porque ni siquiera se dio cuenta de la gran mancha pringosa que llevaba en la delantera del pantalón.

De cualquier modo, al otro día, la mujer lo esperaba con ropa más formal. "Anoche lo volví loco al viejo, lo dejé de cama para todo el día. Pero ahora voy a hacer tu ficha en el escritorio. Pnete de rodillas abajo, y veamos qué tal lo hacés." Mi hermano entendió enseguida,

Esta chica sabía hacer su trabajo a conciencia. La entrevista con mi hermano duró más de una hora, pero mi hermano se mantuvo firme aún a pesar de los apretones que le daba con los muslos. Mi hermano quedó medio tarumba, especialmente durante el segundo orgasmo de la enfermera. Después lo llevó al baño, para irlo entrenando, ya que el viejo dormía.

No pude sonsacarle nada, pero no pude sacarme la sensación de que el entrenamiento le había resultado demoledor. Así que cuando la enfermera lo mandó para casa, él aún traía una erección que le había durado todo el viaje, pobre. Vaya una a saber como había sido la sesión de entrenamiento. Lo que sí, se fue derechito a su pieza y se debe haber matado a pajas, a juzgar por las ojeras que tenía por la mañana.

Por suerte, el viejo había estado bien atendido, ya que cuando fui por la mañana el nono dormía plácidamente.

Así que cuando llegó mi hermano para seguir su entrenamiento con la enfermera, me fui contenta de tenerlo para el reemplazo. Nadie puede decir que no estábamos cuidando al nono.

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