El abuelo entra por la puerta trasera

Intente resistir sin mucha insistencia que no que por ahí no que era muy gorda y larga y me destrozaría, pero hizo caso omiso y siguió sujetándome con una mano en la espalda mientras con la otra guiaba su cabeza a la puerta de atrás.

Tras una larga y gozosa relación siendo la amante del abuelo cabezón y ante las sospechas de su mujer, hacemos un alto en el camino en nuestros encuentros sexuales y paso a buscar un amigo  que sepa darme cariño en la cama , y este resulta aparece sin avisar y sin buscar, pues tras una visita al oftalmólogo para revisión y cambio de graduación de mis lentilla me encuentro en las sala de espera un abuelo de buena presencia como a los que admiro y me saben llenar tan bien,  que también andaba esperando consulta igual que una.

Con algo de  disimulo le doy un repaso visual observando ronda los sesenta y pico años seguramente recién jubilado pues su pelo corto casi rapado y  blanco lo delatan así como el be  frondoso  matorral que asoma por el cuello de la camiseta del mismo color, fijándome al descruzar las piernas que dispone de un bulto casi escandaloso por las dimensiones que ostenta, de ahí creo que por eso andaba cruzando las piernas como ocultando lo que allí escondía.

Mi mirada fija y perpleja al final me delata y me descubro pues al mirarme él y ver donde había fijado la vista me sonrojo e intento ser amable e intentado disimular  establezco conversación.

En ese momento me llaman para echarme unas gotas y dilatar las pupilas, sorprendiéndome la enfermera pues me comunica que tras ponerme las gotas ese día no puedo conducir.

Le dije no sabía me haría eso pues no había venido con ningún acompañante para regresar, aunque  le dije que no importaba  que regresaría en taxi,… tras ponerme las mismas dos veces comencé a notar los efectos, ofreciéndose el abuelo que frente a mi estaba aún esperando entrar a llevarme a casa amablemente pues me dijo que el solo venía a una rutinaria revisión, y había venido andando pues vivía cerca.

Le dije que no era necesario pero insistió diciendo no era ningún problema y al final acepte, saliendo ambos de la consulta tras las pertinentes revisiones.

Le indique mi domicilio y durante el trayecto hablamos amenamente  contando estaba ahora un mes solo pues su mujer le tocaba cuidar a su padre en el turno que realizaban las hermanas y hermanos y se había marchado a Zamora por esa causa, por lo que no me preocupara no tenía prisa.

Mis pupilas dilatadas aun distorsionaban un poco la visión pero no por ello deje de mirar con algo de disimulo su paquete cuando conducía, pues llamaba mucho la atención aquel enorme bulto que me estaba poniendo mojada.

Fue relajando su conversación e incluso se ofreció a invitarme a comer ese día pues dijo no estaba en condiciones de hacer de comer, le dije que muchas gracias pero me había dejado algo de comida en casa a medio preparar, a todo eso llegamos a mi casa entrando por el garaje y diciéndole que pasara a tomar algo por las molestias.

Die un traspiés al intentar entrar en el ascensor y el amablemente me sujeto y me dijo veo no estas para dejarte sola, notando sus fuertes brazos al sujetarme  por lo que inconscientemente me pegue a él.

Noto el mi postura y mantuvo sus brazos sobre  mi cuerpo haciéndome sentir en ese momento segura a la vez notaba un ardor en mi sexo imaginando lo que aquel bulto que estaba junto a mi escondía.

Entramos a casa y le dije se pusiera cómodo que  me iba a quitarme la ropa que llevaba y le ofrecería una cerveza después…. ¿Sonriendo picaronamente me dijo, ya te vas a quitar la ropa?¿ Pensé me iba a costar algo más ligarte?....   también sonriendo le dije me refería a quitarme esta y ponerme otra más cómoda de estar en casa, a lo que respondió también entre sonrisa que no hacía falta se pusiera otra que hacía calor y así estaría más fresca y le alegraba la vista que seguro estas de cine sin nada.

Entrando al juego le dije que estaría en desventaja con él, a lo que respondió sin dejarme terminar la frase que el rápidamente se ponía a mi altura, que en casa solía estar siempre como dios lo trajo al mundo.

No sé cómo me salió mi respuesta pero le dije sin pensar que seguro en su casa no habría muchas figuras decorativas pues si iba desnudo con el movimiento y balanceo de lo que aquel bulto escondía seguro las tiraba.

Se echó una fuertes carcajadas tras mi respuesta y me dijo que sí que alguna había tirado ya ¿y que por cierto como sabía que aquello escondía un buen tamaño? Yo le respondí sin pensar que era difícil no mirar aquel paquetón a la vez que me dirigí a mi habitación quitándome la blusa por el camino y mostrándole mi espalda desnuda al entrar en mi cuarto.

A través del espejo de mi alcoba lo vi llegar a mi altura mientras se iba quitando su camiseta y acercándose a mí por la espalda con decisión y como asumiendo yo había aceptado ya el encuentro que ya difícilmente pararía.

Me beso galantemente en la nuca a la vez dejaba caer su camiseta sobre los pies de la cama donde había dejado mi blusa alargando sus brazos hacia mis desnudos y tersos pechos que agarro sin miramientos.

Nos mirábamos en el reflejo del espejo comenzando a quitarme la falda dejándola caer y metiendo su mano en mi tanga negra hasta acariciar mi sexo que andaba mojado y caliente.

Mis manos pasaron hacia atrás buscando su duro paquete que frotaba en mis posaderas y rápidamente le solté el cinturón y el botón haciendo cayeran los pantalones.

Se bajó el rápidamente los slip  notando al instante la dureza y tamaño de aquel viejo pero duro pollon.

Lo agarre y quise girarme para verlo y comerlo pero él me sujetaba e impidió me girara pues seguía besando la nuca mientras una mano sobaba fuertemente los pechos y la otra ya hurgaba sabiamente en el interior de mi chochito haciendo gemir como una gacela en celo.

Cuando lo tuve en la mano me ladee como pude de sus garras para verlo reflejado en el espejo pues mi mano estaba asustada de aquella dureza y tamaño, el vio mi intención y se separó un poco mostrándola reflejada en el espejo viendo mi cara de susto y admiración ante aquella larga y venosa polla.

La cabeza descubierta estaba proporcionada a semejante pollon de piel oscura que destacaba sobre su piel semi morena, pues parecía el pollon de un mulato, volviendo a agarrarme otra vez y restregarla por mi trasero y entre mis piernas viendo ahora como asomaba medio rabo junto a mi sobado chumino.

Me tenía a punto caramelo y lo sabía pues mis gemidos cada vez más intensos acercaban ya un orgasmo que no tardo en aflorar cuando con su mano froto lo que asomaba de rabo entre los labios de mi conejo.

Grite y gemí de placer y esto le encendió pues resoplo como un toro bravo, echándome ahora sobre la cama en la postura que si me tenía quedando mis pies apoyados al suelo con mi trasero a su merced.

Agarro ante mi sorpresa su rabo con la mano y dirigiéndolo a mi puerta trasera comenzó a restregar su cabeza en ella a la vez que dejo caer saliva para lubrificar el agujero.

Intente resistir sin mucha insistencia que no que por ahí no que era muy gorda y larga y me destrozaría, pero hizo caso omiso y siguió sujetándome con una mano en la espalda mientras con la otra guiaba su cabeza a la puerta de atrás.

Su respiración era agitada de la excitación volviendo a insistir que no que por ahí aun no , porfa no por ahí no ahhhhhhhhhhhhhhhhhh ayy ayyyi  cuidado porfa cuidado  ahhhhhhhhhhhiiiiiiiiiiiii  cuando la note entrar abriendo camino entre mi angosto y estrecho agujero.

Ayyy ayyy  para ,para, despacio le suplicaba entre gemidos… deja  veras como disfrutas como nunca , relájate me dijo metiéndola hasta el fondo lentamente.

Mis alaridos se mezclaban con gemidos no sabiendo a ciencia cierta que estaba pasando en mi trasero si era dolor o placer mientras sus manos ahora se deslizaron debajo mis pechos para agarrar fuertemente estos y pellizcar los pezones tersos como botones.

Como pude mire al espejo que había frente a nosotros y lo vi con aquella cara excitación y ese frondoso pectoral blanco mientras miraba a su miembro como iba entrando y saliendo a la vez movía su cadera.

Yo no paraba de gemir y gritar ay ay ay  para para por dios me estas destrozando pero cada vez con un tono de más sumisa y sometida por aquel viejo dominante que me estaba follando a su antojo sin miramiento ninguno.

Mis ays  pasaron a ser ahí si si sigue asi  follame dame fuerte follame a la vez que un orgasmo descomunal me hacía casi perder la conciencia sobre la cama.

Con voz domínate y segura me dijo… ves cómo te iba a gustar sabia estabas falta de macho y rabo cuando te vi mirar mi entrepierna en la consulta y hoy vas recibir ración por todos los agujeros que llevo días sin descargar mi leche.

Ahí ayyyy no pares sigue así dios que rico follas le decía entre mis fuertes gemidos haciendo me embistiera a veces con una fuerza que movía la cama.

Mis ojos reflejaban las lágrimas que me salían ante las acometidas de aquel grueso y largo pollon que sentía entre mis entrañas entrar y salir con virulencia.

Le rogué parara un poco y esta vez me hizo caso sacándola a la vez que me giro volteándome y atrás agarrar mis piernas y ponerlas en sus hombros volvió a penetrarme pero esta vez en mi sexo.

El placer que sentía ante aquel viejo macho que me follaba dominándome a su antojo era difícil de describir pues se movía con una maestría y control de la situación que hizo pronto tuviese mi tercer y explosivo orgasmo que le incentivo a intensificar sus acometidas hasta el punto de ver su cara desencajada a la vez que gritaba con voz ronca y soltaba al unísono borbotones de pastosa y espesa leche dentro de mi afortunado y gozoso chochito.

La corrida fue colosal pues note su semen con intensidad y cantidad inusual en una persona de su edad, si bien aquel rabo y huevos también era de un tamaño poco corriente por lo que intuí su corrida iba en consonancia a su enorme arsenal.

Paro sin sacarla mirándome con cara de placer y media sonrisa picarona   y tras unos segundos la retiro lentamente y tras ponerse a mi lado me beso dulcemente con un largo y jugoso beso que hizo casi me cortara la respiración.

Sin ningún miramiento me dijo, que ganas de follarte tenía desde que te vi en la consulta, me dije esta no se escapa hoy y más viendo que tú también tenías deseos de hombre.

Recuperando aliento, le dije, tanto se me noto, diciendo el que si que la forma de mirarlo me hizo delatar estaba caliente con ganas de macho.

Le dije riendo que la próxima vez tendría más cuidado con las vista aunque esta vez había tenido un justo premio a mi descaro.

Se dejó caer sobre la cama mirando al techo e incorporándome un poco pude ver ahora entre sus piernas semejante tranca que aunque morcillón no disminuía de longitud y grosor.

Le dije que impresionaba verla y más aún sentirla pero que me había hecho gozar como una perra en celo, a la vez  que me dijo sabia necesitabas un macho te dominara en la cama y te follara como te mereces pues resudas placer y sensualidad a raudales y tu mirada pide hombre que te sepa follar y sacar todo el placer que tienes retenida.

La verdad que directo como él había pocos y me había encontrado pocos hombres así y menos con sus años aunque me acababa de demostrar que para el buen sexo no hay edad y más quisieran muchos más jóvenes follar como me lo había hecho.

Hablamos un rato en la cama sin dejarme ir a limpiarme el resto que afloraba por mi conejito pues decía que le gustaba verlo resudar leche asi como no paraba de acariciarse su morcillón mimbro que al final me pidió se lo comiera.

Me gire hacia su barriga y bajando lentamente con mi lengua llegue a su cabezón descubierto y lustroso apoyado entre su barriga peluda y agarrándolo por el tronco lo incorpore y comencé a chuparlo lentamente haciendo en segundos gimiera, a la vez que me dijo que sabía era buena comiendo que sabía me gustaban los rabos buenos y gordos, le dije que me encantaba el suyo y más ese color tostado que hacia marcar las venas y daban aspecto muy apetecible… riendo me dijo que en la mili los amigos le habían puesto el apodo del negro  por la longitud grosor y el tono mulato del rabo que no sabía el porqué de ese color  pero que les atraía mucho a las mujeres.

Le dije entre broma que igual un antepasado era de color y había heredado el color y el tamaño…continuado con la rica mamada que en pocos minutos lo puso duro como una piedra.

Esta vez me hice yo la dominante y le dije que no me bajaría de sus piernas hasta que me tragara el resto de leche que tenía en aquellos gordos depósitos cubiertos por pelo blanco que me ponía cardiaca de caliente cuando los tocaba.

Toda tuya, me dijo dejándome recrearme en su tronco al que lamia y pajeaba con mi mano subiendo a su cabeza que absorbía y degustaba con esmero y pasión a la vez que jugaba con sus pelotas haciéndole gemir como un toro bravo cada vez se las agarraba.

Me recree todo lo que pude pues ya deseaba recibir en mi boca una descarga de su manjar y esta no tardo mucho tras acelerar con mi mano su tronco y mordisquear su cabeza dulcemente en el interior de mi boca, recibiendo una primera ráfaga de su espesa leche que me golpeo en el paladar con virulencia, agarrándola fuertemente ahora y moviendo con fuerza mientras seguía escupiendo a borbotones su espesa nata que trague con pasión, haciendo su cuerpo se convulsionara en la cama levantando la cabeza y tronco a impulsos de su corrida.

Cuando acabe y recupero la respiración, me miro y dijo, sabia eras muy buena mamando, joder me has hecho una mamada de las que dejan huella…yo le correspondí diciendo que su polvo era también de los que no se olvidan y más aún mi puerta trasera que aun esta resentida de los empujes.