El Abuelo el Viudo entran en mi por todos lados

Agarro con sus manos mis posaderas abriendo estas y ofreciendo el agujero a su colega que con el rabo en mano lo encauzo hasta mi agujero trasero que sufrió gratamente la incursión lenta del mismo hasta sentirme ensartada y presa de aquellos dos machos.

Estaba limpiando la casa y ordenando un poco  tras regresar de hacer la compra y como el calor pegaba fuerte, andaba ligera de ropa y refrescándome con un té  helado cuando sonó el timbre..

Mi sorpresa fue mayúscula cuando veo en la puerta a mi viudo vecino  Joaquín con una botella de vino envuelta en un lazo y justo saliendo del ascensor a Pablo el abuelo que tan bien me sabe trabajar la puerta trasera…. Se quedan mirándose unos segundos con cara de sorpresa aunque la mía es mayor y tras unos segundos de incertidumbre, rompo el hielo y les saludo a ambos así como les presento sin darles tiempo a reaccionar les hago pasar pues la situación en la puerta era  algo cortante.

Ambos se disculpan y dicen pasar en otro momento, pero les digo que  no que ya que han venido a saludarme se toman una cerveza… dudan ambos en decir a que han venido delante del otro aunque yo sabía que venían en busca de mi conejito para darle de comer zanahoria rica.

Tras las escusas pertinentes abro el vino que había traído mi viudo vecino y sirvo tres copas, sin darme cuenta que andaba muy ligera de ropa con una blusa larga semitransparente sin nada de bajo, notando ambos se habían fijado en eso rápidamente, entablando una conversación banal para disimular sus miradas lascivas con seguros pensamientos de poseerme aunque parecía se les había fastidiado la tarde.

Con mi habitual desparpajo y para relajar y evitar situaciones frías,  les dije a ambos… como supondrán  cada uno, he estado en la cama con los dos y además recientemente, y como saben no soy mujer de momento de compromisos serios así como creo que vosotros dos igual,  lo que deseo es disfrutar de la vida y del sexo como bien sabéis ambos y además los dos me dais ese buen placer, así que dejen esas caras largas y tensión y relájense que como dice un dicho, la vida es corta y hay que disfrutarla.

Joaquín mi vecino, bueno me alegro de tu sinceridad y respeto tu postura que veo muy racional, y como me gusta ser caballeroso como tu bien sabes cedo mi tarde a tu amigo y nosotros nos vemos en otra ocasión…

No sé cómo me reaccione así, pero levantándome del sofá me fue a sus piernas y sentándome sobre las suyas lo bese y le dije tú no  te vas de aquí sin darme lo que tú sabes que me gusta y si no te importa os quiero a los dos en mi cama juntos, y tranquilo que Pablo sabe de compartirme, mientras  agarre el paquete a este.

Pablo rápidamente reacciono y dijo, amigo veras como le hacemos disfrutar a esta hembra que merece todas nuestras atenciones y más.

El beso del Joaquín confirmo su aceptación pues con mi otra mano ya testaba su paquete y este se había puesto en forma rápidamente si no lo estaba ya antes viéndome con mis trasparencia.

Baje de sus piernas y poniéndome de rodillas abrí estas ante la mirada de ambos y soltando el botón del pantalón baje la cremallera, metí la mano y saque su grueso miembro que rápidamente bese  sobre la piel de su enorme prepucio, liberando este de su protección y metiéndolo en mi boca para degustarlo, así como liberar sus enormes y peludas pelotas que deje también al aire para acariciar.

Veo que vas bien servido también amigo, dijo Pablo, joder menudo grosor de rabo, que bien los sabe elegir Rosa, eres una hembra increíble de las que se cuentan con los dedos.

Mientras lo decía se puso de pies y bajando sus pantalones y slip libero su largo miembro que andaba con la rigidez que tanto me gustaba  acercándomelo a la vez acariciaba mi pelo y mi nuca mientras yo degustaba el de  mi vecino.

Solté los enormes huevos de mi mano para agarrar el tronco del otro y alternar ahora en la degustación con mi boca de ambos, saboreando alternativamente las cabezas que juntaba y restregaba entre ellas ante la sorpresa de ambos, mordisqueándolas levemente y haciendo que ambas palpitaran..

Eran dos rabos enormes uno más oscuro que el otro algo más venoso y posiblemente un par de centímetros más largos con la cabeza descubierta  mientras el otro ligeramente más grueso con su caperuza sobre su enorme capullo y de tacto algo más suave, hacían de mí una afortunada por tener semejantes miembros a mi disposición.

Pase en pocos minutos a estar desnuda sobre mi cama con aquellos dos machos encelados atendiendo cada centímetro de mi cuerpo, pues mientras uno daba cuenta de mi conejito al que comía con paciencia y sabiduría el otro devoraba mis pechos y pezones a la vez dejaba su miembro a mi disposición para degustarlo con mi boca.

El viudo de mi vecino tras una larga comida provocándome mi primer y gozoso orgasmo que apenas pude hacer notar con gemidos si bien mi cuerpo palpitaba y se tensaba ante tanto placer pues Pablo se había puesto sobre mi cara con su enorme falo e intentaba follar mi boca lentamente, si bien solo podía meter medio de su largo rabo pues  me provocaba arcadas con su tremenda longitud y dureza, mientras el otro poniéndose de rodillas ahora sobre mi sexo, frotaba suavemente su miembro y en especial su cabeza sobre mis abierta flor rosada que manaba placer y jugos tras su experta comida.

A la vez con una mano pellizcaba mis pezones con suavidad haciendo gozara como una loba encelada que desea ser cubierta por todos los machos de la manada.

Sentí entrar la brocha del viudo y mi cuerpo sintió una descarga eléctrica de placer que partía de mi chochete y llegaba hasta mi cabeza que a la vez visionaba en primer plano un enorme rabo de Pablo que degustaba con sumo placer, si bien este parecía ya tener ganas de poseerme pues retirándola de mi boca hizo me cambiara de posición sentándome sobre la enorme brocha del viudo que  ahora a petición de su socio estaba boca arriba en la cama a expensa lo montase como una amazonas se sube en su potro.

Me la clave hasta la medula lentamente debido su grosor, aunque entro suavemente por lo lubrificado de jugos que andaba mi conejito, haciendo Pablo me recostara sobre su pecho siendo abrazada y besada  mientras el por atrás buscaba la postura idónea para insertarme su largo y  enorme venosos miembro por mi puerta trasera.

La lubrifico con saliva como solía hacer y con una previa incursión de sus dedos para una mejor inmersión de su rabo, metiendo este al final con decisión pero con tacto, haciendo mi alarido de placer inundara y sorprendiera al viudo al que montaba.

Me cabalgo mientras cabalgaba con decisión y energía como poseído por el deseo desenfrenado de darme placer y demostrar a su socio de faena como se follaba por atrás, dando sus frutos rápidamente y quedándome medio aturdida por el enorme y gozoso orgasmo que tuve al poco de tan gustosa monta.

Mi cabeza apenas podía aguantarla pues el placer era tal que mi cuerpo andaba medio inerte a merced de aquellos dos sementales que tenían un aguante increíble pues tras varios minutos y a petición del usurpador de mi puerta trasera pidió cambio de guardia para alternar agujero, si bien Joaquin dijo que nunca había metido por atrás ya que su mujer se quejaba de que era muy gruesa y le haría mucho daño cuando alguna vez había intentado hacerlo.

Pablo le dijo, tranquilo amigo esta dilata bien y ya has visto que te he dejado el camino libre veras como gozas con lo  angosto del agujero cuando la metas, a la vez que se puso debajo atrayéndome hacia el con sus brazos y haciendo me sentara sobre su oscura pero sabrosa polla que entro hasta el fondo de mi coño como una exhalación cuando me deje caer sobre ella.

Agarro con sus manos mis posaderas abriendo estas y ofreciendo el agujero a su colega que con el rabo en mano lo encauzo hasta mi agujero trasero que sufrió gratamente la incursión lenta del mismo hasta sentirme ensartada y presa de aquellos dos machos.

Su ritmo de follar no cambiaba y sus pausados movimientos hacían gozara como nunca estando presa de aquellos dos miembros que entraban y salían de mis aberturas con una sincronización perfecta, provocando mis gemidos ahora fuesen constantes y sonoros, solo amortiguados por los besos de Pablo y mis profundas respiraciones para tomar aliento y no desmayarme de placer.

Fueron unos cinco minutos más o menos gloriosos hasta que Pablo cambio sus  cara con gestos de placer comenzando a sentir chufletazos de leche dentro de mi agradecido  chochete, que ante tanto placer volvió a provocarme un orgasmo que me dejo sin sentido varios segundos, hasta que note los acelerones de cadera de mi viudo vecino avisando iba a descargar por atrás su apetitosa y rica nata que entro hasta mis entrañas en fuertes ráfagas a ritmo de sus movimientos pélvicos.

Quedamos en esa posición casi un minuto, pues sus agitadas respiraciones y mi lamentable estado pues estaba fundida hasta casi la pérdida de conciencia, impidieron moverme.

Finalmente me liberaron de sus miembros, quedando en medio de ambos en la cama recibiendo cariñosas atenciones de sus manos que acariciaban mi cuerpo ahora con suavidad.

Mire sus miembros y estos caídos entres sus piernas reposaban entre el matorral de sus frondoso pelamen apoyados sobre aquellas gordas protuberancias que tanto me gustaba ver y de las que si me dejaban intentaría animar  cuando me sintiera con fuerza y recuperada, pues no quería dejar pasar la ocasión de tener a aquellos dos sementales juntos y no exprimirlos hasta el máximo.

Una hora y media más tarde después de los correspondientes aseos corporales, si bien deambularon por la casa como dios los trajo al mundo a petición mía que circulaba igual que ellos, y tras repostar fuerzas con el resto del vino y unas jugosas tapas que les prepare, les dije que deseaba retomar la degustación de aquellos dos miembros y me dejaran saciarme des sus jugos sin impedimento de ambos.

A tu disposición casi al unísono dijeron ambos, cogiendo un cojín del sofá y tras arrodillarme delante de ambos, agarre con cada una de mis manos el tronco de aquellos dos pollones tan distintos en forma y color pero tan iguales en tamaño, comenzando a saborear sus cabezas alternando estas en mi boca y frotándolas ambas de vez en cuando pues esto les provocaba palpitaciones y mucho gusto, las mordí y saboree suavemente durante unos buenos minutos, manteniéndolas duras y gordas mientras soplaban y gemían ante mis sabia degustación de su miembros, que comenzaron a supurar un liquidillo trasparente por sus puntas, demostrando que mi caliente  y fogosa mamada estaba dando sus frutos.

Fue ahora el viudo de mi vecino cuando sin previo aviso y en la puerta de mis labios soltó su primer rafagazo de leche que se extendió por mi cara y nariz hasta que conseguir meterla dentro para que depositara el resto en mi boca y garganta  tragando cada chorro que salía a presión de aquel pollon ante los gemidos roncos de su dueño.

No deje de mover con mi otra mano el tronco largo  y duro del pollon de Pablo que tras sacar de mi boca la del viudo vecino, fui meter para que me diera sus jugos también, aunque previamente restregué su gordo capullo por mi cara recogiendo con el los restos de la lechada que tenía derramada por ella, haciendo encender a este cuando relamí con cara viciosa su jugoso cabezón mirándole a los ojos y pidiendo me diera sus jugos.

Respiro profundamente y cerrando los ojos al unísono, cambio su ritmo de respiración a la vez que sentí como brotaba unos chorros impresionantes de pastosa leche en mi boca,  mientras su cuerpo se convulsionaba con fuertes espasmos que hicieron casi me mete todo el pollon en mi boca con uno de estos.

Con casi arcadas por la intrusión hasta el fondo mi garganta de semejante rabo, conseguí tragar toda la nata que me regalo con aquella jugosa corrida, liberándola de mi boca al final de tan jugosa y placentera toma de jugos de aquellos dos rabos.

Quedaron para el arrastre según sus palabras ambos y yo servida y saciada por todos mis agujeros, sabiendo iba a recordar aquel encuentro durante mucho tiempo, si bien volvería a intentar que se repitiera lo más pronto posible, sabiendo y creyendo que ellos no pondrían muchas pegas a mis deseos y peticiones.