El abuelo de Susana (3)
-Susana: pues eso lo tengo que probar.
-Susana: ¡no me lo puedo creer! esperas que me crea que te metiste en la habitación de mi abuelo y ahí mismo, al lado de la habitación de mis padres, hicisteis el amor??? Eso no me lo creo ni loca.
-Rhonda: que si Susi, que lo estuve planeando durante todo el día. Y al principio me daba un poco de miedo. Pero que tantos díassss, aquí en la piscina con él y pensando en lo mismo y en lo bien que nos lo habíamos pasado... y claro, no lo pude dejar pasar.
-Susana: uy, y entonces, ya no eres virgen.
-Rhonda: pues no, claro. Fue fascinante, te juro que la más maravillosa experiencia de mi vida. Siempre lo recordaré, fue cómo un sueño.
-Susana: jo que envidia, mira que yo creía que eras una demorá y me has pasado delante.
-Rhonda: ¿una demorá? chica... supongo que en algunas cosas sí que soy más demorá que tú, pero no pasa nada! cada cual tiene sus cosas.
-Susana: ay pues te juro que me sigues dando envidia. Mira que como te conté, muchas veces hemos jugado con él, yo y amigas, pero nunca se había cogido a ninguna.
-Rhonda: pues ya puedes eliminar esa falta, tu propio abuelo, hizo el amor, o quizá más bien tendría que decir; se dejó hacer el amor por tu amiga Rhonda.
-Susana: ay que cosa.... cuéntame más porfa, cuéntame.....
-Rhonda: pues que fue como un sueño, cuando lo sentí dentro me pareció volar, me sentía en un baile... como en la película esa Anastasia, con todo de gente mirándonos y yo qué sé..... es pa flipar.
-Susana: jajajaja, pues eso lo tengo que probar.
-Rhonda: ¡uy que dices loca! que es tu propio abuelo! como vas a coger con él!
-Susana: pero que no pasa na, si ya te digo que muchas veces hemos jugado con él y amigas y me lo paso fenomenal.
-Rhonda: ¿me dijiste que contigo nunca se propasa no?
-Susana: cierto, con mis amigas es un tunante pero a mi nunca se me ha pegado ni nada. Aunque supongo que si me le insinuara....
-Rhonda: uhmmm, podríamos probarlo... ¿qué se te ocurre?
-Susana: uhmm, pues, la piscina, su habitación, el coche, uhmmm.
-Rhonda: ¿qué te parece la piscina? empezamos por ahí, no hace ni falta de esperar a un día que se vayan tus padres porque haremos algo disimulado. Lo podemos meter en el agua entre las dos y por debajo... pues yo qué sé, haces algo.
-Susana: vale, mañana mismo, mañana por la mañana lo metemos en la piscina y empezamos acercamientos.
Tenemos esta conversación yo y Susi, un viernes por la noche. Hace un par de días que mantuve mi primera relación sexual con el abuelo de Susana y me ha costado un par de días revelarme a su nieta. Durante estos días ha cambiado mi manera de ver ese hombre. De ver un símil de maniquí que ni habla ni piensa ni nada, reconozco en su mirada que tiene más cosas de las que parece detrás de esos ojitos y que me ama, como lo amo yo, como nos amamos esa noche en su habitación a las tantas de la madrugada.
Ahora parece que mi amiga se está animando, por supuesto que fue ella la primera en saber de las predilecciones por las jovencitas de su abuelo, jugando con sus amigas y tal. ¿Me pregunto como fue la primera vez que descubrió ese juego? Ya se lo preguntaré, aunque me imagino que fue poco a poco, un día se le escaparía una mano al abuelo, y a su amiga de turno le haría gracia, y jugarían con él.... y bueno. Pero nunca, nadie, había hecho lo que hice yo. Me metí en su habitación a las tantas de la mañana y ahí adquirí la denominación consistente de Mujer, porque me amó.
El día siguiente despierta como podría hacerlo cualquier otro. Desayunamos todos juntos, la madre de Susana nos sirve unas tostadas con mermelada que están de vicio y ahí en la mesa es expuesto el programa del día. Los padres de Susana se van a ir un ratito, pero sólo un ratito; dicen que vuelven en seguida, para no sé qué de un amigo que tienen que ir a buscar al pueblo para darle una cosa o que él se las de a ellos o algo así. Durante ese ratito veo asequible hacer eso de la piscina y meternos con él, no sé qué vamos a hacer, pero estaremos más tranquilas sabiendo que estamos solas.
Entre un holgazaneo y otro los padres se van.
-Papá: hasta luego, si pasa nada con el abuelo llamar que vendremos enseguida.
-Susana: despreocuparse, cuidamos de él.
-Rhonda: adiós.
El coche arranca, el padre de Susana pone la 1era marcha, avanza unos metros, se embala, pone la segunda.... el coche se aleja ya, Susana y yo nos miramos, el mundo es nuestro.
Entramos dentro de casa y vamos a buscar al abuelo, este está sentado en su supersofá en el salón.
-Susana: venga abuelo, que vamos a dar un bañito.
Susana lo ayuda a levantarse mientras yo voy al lavadero a buscar su bañador, pues algo le tendremos que poner para bañarse. Con el bañador en mis garras retorno a la piscina donde ya está Susi con su abuelo. Lo ha sentado en la tumbona y será cuestión de "cambiarlo".
-Susana: venga que te vamos a poner el bañador.
-Abuelo: grrrrr.
Riéndonos a escondidas y con una gran dosis de pimienta en la carita, le bajamos los pantaloncitos, nada más asomar su pene Susi y yo nos miramos a los ojos.... es lo que queremos las dos.
Le ponemos el bañador y nos encaminamos al baño. La piscina dispone de una cómoda pendiente escalonada para baños difíciles como este. Con una chavala en cada hombro metemos al abuelo en el agua. Una vez ahí.... el juego empieza.
Susana es bastante pícara; se pone ante su abuelo y le refriega el trasero en la cintura mientras a la vez sonríe de oreja a oreja. Cuando ha tenido suficiente me dice: venga, ahora tú.
Uhmm, digamos que eso de refregarle el trasero en la pija para mi, a estas alturas son paños menores. Sin dudarlo ni un momento me le abrazo y dejando a mi amiga boquiabierta, le doy un beso en la boca al abuelo mientras este me abraza también; nos amamos. Resto unos segundos en este embriagador beso francés, me encanta sentir dentro de mi boca la lengua del hombre que apenas hace unos días fue mi primer amor. Recuerdo que no estoy sola, mi amiga está conmigo, me separo y la encuentro a mi lado con una boca de palmo. Aún no se cree que esté haciendo eso, con su abuelo y ante ella.
-Rhonda: que...
-Susana: serás capaz....
-Rhonda: si que te crees, yo a estas alturas no le voy a hacer cosquillas.
-Susana: déjame a mi.
-Rhonda: ¿besarle?
-Susana: uhmm pues, vale.
Suelto al abuelo e inmediatamente mi amiga toma mi puesto. Se abraza como me abracé yo a él e imitándome le besa. Mi amiga cierra los ojos para sentir cuanto más intenso posible el beso y lo cumple. Cuando termina se me gira y dice.
-Susana: es maravilloso.
-Rhonda: enhorabuena.
-Susana: es maravilloso! si lo hubiera sabido antes.
-Rhonda: pues es todo tuyo.
-Susana: ay, no sé, es tan bonito, pero a la vez tan cercano.... no me veo aquí... no soy yo...
Susana titubea y suelta a su abuelo. Dar un par de vueltas en la zona de la piscina en que estamos, está confusa.
-Susana: ay no sé.
-Rhonda: Susi.
-Susana: qué?
-Rhonda: ven.
Susi se me acerca, la tomo de los hombros y le doy un pico. Me mira a los ojos, sigue confusa, en un sollozo se me abraza.
-Susana: buhuhuhu.
-Rhonda: no pasa nada Susana.
La sostengo con mi cariñoso abrazo hasta que se le termina el arrebato.
-Susana: no sé Rhonda, me comprendes?
-Rhonda: claro que sí, es muy fuerte, es tu propio abuelo con el que has vivido siempre, y ahora esto te parece muy grande.
-Susana: claro que sí, si te vieras tú, tú que harías?
-Rhonda: pues yo... no sé, tengo abuelo como tú pero no me veo en ello. Mis abuelos son muy diferentes al tuyo, y yo misma y mi vida entera es diferente a ti, no me puedo poner en ello. Ni falta que hace, porque eres tú que debes aceptarlo y creer que lo que pasa es cierto. Tomar control de ello para que no exceda de lo maligno y una vez haya pasado todo... olvidarlo.
-Susana: ay gracias, gracias.
Solloza Susi abrazándoseme de nuevo.
Cuando terminamos el arrebato tomamos al abuelo y volvemos a sentarlo en la tumbona. Veo a mi amiga mejorada, ya ha vuelto a tomar control de la situación y sabe lo que está haciendo y no debe hacer. Alargando la mirada hacia el camino, como temiendo que regresen de pronto sus padres, se cerciora de que aún no ha pasado. Sin dudarlo un momento; le baja el bañador a su abuelo y se mete su pene en la boca. Lo chupa un rato con entrega y ensueño. Sé lo que pasa por su mente; sabe claramente que ese trozo de carne en barra que ocupa su boca es de su abuelo, pero esto no la escandaliza ni aterroriza, es lo más normal del mundo y sabe igual que lo que pudiera saber otro pene en cualquier otra alberca del mundo.
Susana se anima, se ve que disfruta millones chupando y cada vez trata de tragar más y hacerlo más peliculero. Con la base tomada con una mano y tragando lo que más puede sin llorar. Le pongo la mano en la cabeza y me parece sentir como entra esa polla en mi boca cuando Susi baja la cabeza. Estamos las dos disfrutando de esa mamada cuando oigo un coche, son los padres. Con la velocidad del rayo Susana sube el bañador a su abuelo. Cuando entran los padres a la estancia de la piscina Susi aún está temblando.
-Madre: hola niñas, qué, habéis bañado al abuelo?
-Susana: sí, hay que aprovechar que estamos aquí.
-Padre: vamos a aprovechar pues, os traemos Kebab.
-Susana: ¿qué???
-Madre: ya veréis que bueno está, es una comida diferente muy buena.
Muy buena tiene que estar "pienso yo" para apropiarse del sitio de la polla del abuelo de mi amiga, en su boca.
Dedicado a Clarissa
Continuará ;)