El Abuelo de Antonio 2

Antonio se va a una fiesta y ese es el pretexto para que su abuelo y yo disfrutemos de la privacidad

Ya estaba amaneciendo y podía sentir la luz del sol muy esplendorosa en la habitación, era aproximadamente las 8 de la mañana y al abrir mis ojos recordé que me encontraba en la habitación de Sebastián, mis piernas se sentían aún muy relajadas y al estirarme pude sentir a Sebastián acostado detrás de mí.

Me volteé hacia donde él estaba y aún seguía durmiendo, ambos nos encontrábamos completamente desnudos bajo la ligera sábana que nos cubría. Me levanté muy despacio para no provocar ruido alguno y no despertar a Sebastián y salí hacia mi habitación para revisar mi teléfono y ver sino me había mandado algún mensaje Antonio, pero no había ni pista de él aún siendo casi las 9 y su última conexión fue a las 3:51.a.m.

Tomé mi toalla y fui a darme una ducha, mientras me bañaba recordé el día anterior y sonreía, pues nunca pensé que aquel señor que se encontraba durmiendo tuviera tanto apetito sexual como yo, pero me encantaba parte de su inocencia , pues había ocasiones en donde mis ganas lo hacían cohibir y mi iniciativa lo dejaba paralizado, pues no esperaba alguna respuesta como las que le di un día antes.

Sebastián antes de dormirnos me confesó que él jamás ha tomado medicamento para provocar alguna erección, por lo que era interesante que aún podía hacerlo sin ayuda de algún tipo. Pese a que el día anterior me encantó, me hubiera gustado que durara más y poder montar a ese viejo potro con unas exquisitas ganas.

Me terminé de duchar y fui a mi habitación, aún no se escuchaba ruido de que Sebastián se haya despertado, y decidí vestirme pues no sabía a que hora llegaría Antonio, me puse un vestido amarillo de lycra muy ajustado, un cachetero abajo del mismo color y unos tenis blancos, quería estar cómoda ese día, pero igual sentirme sexy y seducida por las miradas.

Salí de la habitación y fui a ver a Sebastián, seguía profundamente dormido, ahí se podía ver claramente mis 20 contra sus 78 años, pues mientras yo sólo amanecí con un ligero dolor de cabeza, Sebastián estaba completamente noqueado.

Bajé hacia la cocina moría de sed, pero antes de que agarrará agua vi la nevera en el barcito de la piscina y con el calor intenso que había se me antojó una cerveza. La destape y al sentir lo refrescante que estaba me hizo enchinar mi piel, y sin más preámbulo me la terminé como agua. Destape otra pero ya me la tomaría más despacio y en lo que me preparaba algo de desayunar.

Mientras desayunaba entró la llamada de Antonio, se escuchaba afónico y devastado.

Antonio.- hola preciosa como estas?

Yo.- hola!!! Muy bien, no puedo decir lo mismo de ti, se ve que te la pasaste muy mal jajajaja.

Antonio.- siiii me la pase en casa de Rodrigo (un amigo de la secundaria) bebimos, cantamos en el karaoke y jugamos videojuegos hasta la madrugada y tu que tal como te fue con el abuelo?

Yo.- pues si es un poco complicado, solamente se la pasa viendo TV y ni caso me hace cuando intento hacer algo para provocarlo.

Antonio.- te dije!!! No creo que puedas lograr algo, pero aún queda más días para ver si logras algo aunque lo dudo bebé.

Yo.- siiii eso mismo pienso y hasta me daría por vencida antes, pero podemos divertirnos de otra forma aprovechando que estamos por aquí.

Antonio.- si claro preciosa veremos que ideamos para complacernos, mientras tanto deja me recupero y salgo hacia Cuautla, yo creo llegaría como las 3 y vemos que hacemos. Yo.- pues yo ya me encuentro tomando una cervezas, espero aún me encuentres en mis 5 sentidos, jajajaja.

Antonio.- vale en un momento más te veo ahí, besos.

Como podrán haber leído no le fui sincera a Antonio, pues quería disfrutar por un momento privacidad en mi sexo, y aunque disfruto fantasear junto con Antonio y llevar nuestro placer a otros contextos, me sentía con la libertad de hacer lo que yo quería y Sebastián era un gran pretexto para disfrutar sin sospechar, pero tenía que hacer algo por él para que el gusto nos dure más. Empecé a buscar en internet las famosas pastillas azules, sin embargo algo que no es bien medicado o abusar del producto podía poner en riesgo la salud de Sebastián, pero encontré otras pastillas menos agresivas en sus efectos secundarios pero con la misma efectividad que la azul, las vendían en el Walmart, y sin decir palabra alguna tomé las llaves de la camioneta de Sebastián y fui a comprarlas.

Al llegar al supermercado me dirigí a la farmacia, y la chica que me atendió fue muy puntual en relación a la dosis que debería de tomar una persona, por lo que sin pensarlo 2 veces me las llevé.

Cuando llegué a la casa, entré y Sebastián se encontraba dándose una ducha, y mientras terminaba le calenté algo del asado para que comiera bien y se mejorara. También quería ver cual era su reacción por lo del día anterior, y ver como se comportaría, pues no es lo mismo darte valor con el alcohol que estar en tus 5 sentidos.

Pasó 15 minutos y mientras calentaba el desayuno, escuché los pasos de Sebastián, y sentí sus manos rodear mi cintura desde atrás, me dió un beso en el cuello y otro en la mejilla diciéndome “buenos días cariño", yo sonriendo pues no esperaba esa reacción di vuelta, lo tomé de sus mejillas y le di un beso en la boca el cual respondió sujetándome de mis caderas y pegándome hacia él.

Sebastián.- buenos días preciosa, como amaneciste aparte de radiante?

Yo.- buenos días Sebastián, muy bien gracias, pensé que ibas amanecer con remordimiento .

Sebastián.- remordimiento? Jajaja para nada, si con todo lo que te mandas nadie podría arrepentirse, lo único que hubiera querido es estar más joven para disfrutarte más y darte tu merecido!!!

Yo..- ooohhh vaya pero sino es necesario que estés joven, lo haces increíble, pero podemos mejorar esa parte que quisieras.

Sebastián.- a siiii? Suena bien, aunque por mi edad dudo que se pueda aunque quisiera .

Yo.- no te preocupes por eso que yo ya me ocupé, mientras dormías estuve investigando y estas pastillas te harán sentir como jovencito en la cama tomando la dosis que me dijeron.

Sebastián.- oooohhh vaya cariño eres increíble, y se ve que enserio quieres que te reviente esas nalgas verdad.

Sebastián al terminar de decir esas palabras, tomó con fuerzas mis nalgas y me dió una nalgadas tan fuerte que de inmediato se me puso rojo, pero son de esas veces que el dolor es placer en el cuerpo y teniéndolo aferrado a mi cuerpo sentía esas ganas enormes de que me arrancara el vestido y me diera una buena cogida, pero ambos sabíamos que por el día anterior Sebastián no iba a poder ni caminar bien, así que solo nos limitamos a besarnos y una que otra caricia.

Mientras desayunaba, yo le explicaba como y cada cuando debería de tomarse las pastillas y sin pensarlo Sebastián al terminar de desayunar comenzó a suministrársela y riendo me dijo “no hay que hacer esperar a ese culito", y yo de igual forma sonreí pues quería sentirse vigoroso y aprovechar esos 12 días que me quedaban de vacaciones.

Así pasamos la mañana, viendo TV y acostados en la sala, hasta que entró una llamada de Antonio diciéndome que en 15 minutos llegaba, Sebastián se levantó del sofá y me dió otro beso antes de irse al súper, me dijo que iba a buscar la manera de mantener ocupado a Antonio para quedarnos más tiempo juntos y aprovechar esas pastillas.

Al poco tiempo que salió Sebastián llegó Antonio, aún con la cara de resaca y quejándose de todo.

Antonio.- hola cariño buenos días!!! Yo.- hola loquito buenos dias (dándole un beso), vaya que si te vez mal eeehhh!!!

Antonio.- siiiii nos rebasó la fiesta y lo peor que puros cabrones!!!

Yo.- aaaaahhh querías que hubiera viejas???

Antonio.- jajajaja mínimo para estar en igualdad de circunstancias.

Yo.- osea Antonio me dejas con tu abuelo de casi 80 años y tu quieres divertirte con amigas y a eso le llamas igualdad de circunstancias???

Antonio.- bueno creo me di a entender mal, pero Diana somos personas de mente abierta y creí que podíamos estar con quienes quisiéramos?

Yo.- pues no fue así la condición, además fue tu idea de que me acostara con otras personas mientras tu disfrutas ver, porque si se tratara de escoger con quién, yo estuviera con otras personas y sin que tengas que ver….aunque si quieres que modifiquemos las condiciones lo podemos hacer!!!

Antonio.- no cariño, mi intensión tampoco es esa, disfruto estar contigo y lo que hacemos, pero tampoco se trata de que cada quien haga lo que quiera, sino ya hubiéramos terminado.

Yo.- exacto!!! Entonces, seguimos como estamos, modificamos condiciones o terminamos?

Antonio.- no cariño fue un mal entendido, quiero seguir contigo y haciendo las cosas que disfrutamos, incluso si sientes que te estoy sofocando respeto tu espacio e incluso te dejo salir sola con tus amigos por la confianza que nos tenemos.

Yo.- ok no te preocupes, entiendo que a veces quieres hacer tus cosas y también cuando quieras salir con tus amigos, solo dime.

Antonio.- esta bien cariño, te lo prometo. Y ahora dime cómo te fue con mi abuelo.

Hablamos un rato en las supuestas intenciones que le hacía a su abuelo pero que solamente “no dieron resultado", Antonio parecía muy seguro de que su abuelo ni siquiera voltearía a verme, pero la realidad fue otra, situación que no le dije a Antonio pues me creía ciegamente y con lo que habíamos platicado yo tenía aún más el control.

Durante 3 días no pasó nada extraordinario, incluso era algo rutinario lo que hacíamos y ya nos estábamos aburriendo un poco (Antonio y yo), Sebastián en ocasiones cuando coincidíamos en un lugar de la casa aprovechaba para darme besos o manosearme, pero se limitaba por la presencia de Antonio, aún así él seguía tomando su dosis de pastillas en lo que tuviéramos la oportunidad para ver la eficacia.

Era jueves y tanto Antonio como yo, no sabíamos que hacer para quitarnos lo aburrido, pero desde un día antes notaba en Antonio que quería decirme algo, hasta que le pregunté.

Yo.- he visto estos días que te encuentras algo desesperado, como si quisieras contarme algo u ocultas algo…quieres contarme que sucede?

Antonio.- si, estoy un poco aburrido, y aunque no planeamos estar aquí tu me apoyas demasiado con lo de mi abuelo, pero ese día que estuve con los chicos en su casa dijeron que iban a hacer una fiesta, y la verdad con lo aburridos que estamos me gustaría que fuéramos, pero entiendo que no podemos dejar a mi abuelo sólo.

Yo.- si entiendo, incluso hasta yo ya quisiera estar haciendo otras cosas, pero le prometimos a tu mamá que le ayudaríamos con él.

Antonio.- ya se, pero siento que nos limitamos mucho estando aquí.

Yo.- ok, ya veo por donde va esta conversación, yo al igual que tu me estoy limitando, más entiendo que son vacaciones y no deberíamos estar encerrados. Te voy a proponer algo, yo no tengo problemas de quedarme con tu abuelo y cuidarlo en lo que vas a la fiesta, pero antes de que termine las vacaciones quiero salir a distraerme sola con mis amigos, así que dime si tenemos trato o no.

Antonio.- claro que siiiii amor, sabes que no hay ningún problema…el otro inconveniente es que van a hacer 4 o máximos 5 días!!! Porque van a hacerlo en la Hacienda del papá de Roberto en Querétaro.

Yo.- queeeeeee!!!! Y que le vas a decir a tu abuelo que vas a hacer todos esos días!!!!

Antonio.- eso precisamente quisiera que tu me ayudaras, porque no se me ocurre un buen pretexto!!!

Yo.- hay Antonio enserio que si te excediste. Pues diremos que va a ir un técnico a revisar las cámaras de tu casa, porque notaron fallas y van a ir hacerle pruebas y que debe haber alguien pendiente en casa para hacer revisión física.

Antonio.- wooooow Diana ni a mi se me hubiera ocurrido ese pretexto, y ya estando ahí le daré largas que aún no llega el técnico.

Yo.- aaaaaay tonto es algo sencillo, mientras tu te diviertes yo aquí aburrida, pero no vayan a ser más días Antonio eeeeehhh porque me voy a volver loca sin hacer algo.

Antonio.- te prometo que sólo serán esos 5 días y después te tocará a ti cariño.

Sin tener que idar algún plan para estar nuevamente con Sebastián, Antonio me había ahorrado el trabajo, su pensamiento inmaduro de preferir estar con sus amigos a estar cogiendo con su novia era más que claro que yo era quien llevaba el mando, pues a diferencia de él, yo prefiero estar cogiendo que estar en fiestas!!!

Llegó la hora de la comida y como siempre Sebastián ya nos esperaba en la mesa para comer, comimos tranquilamente y antes de terminar Antonio fingió una llamada del supuesto técnico, y cuando terminó de “hablar” explicó a su abuelo que tenía que estar mañana en su casa para esperar al técnico y al terminar de revisar las cámaras regresaría.

Sebastián no dijo realmente nada, solo se limitó a decir que le marque cuando haya quedado y que se regrese para no dejarme sola. Jajajaja me encantaba ver a Sebastián como le preocupaba que me dejara sola Antonio, mientras su semblante era de placer al escuchar que no iba a estar en la casa.

Llegó la noche y Antonio se despedía de mi para irse a dormir, pues iba a salir muy temprano para estar a las 10 a.m. en la CDMEX y de ahí ir con sus amigos a la fiesta. Yo sabía muy bien que esos 5 días iban a hacer muy activos sexualmente, pues Sebastián y yo habíamos probado y nos había gustado portarnos mal, así que no íbamos a desperdiciar ningún día para darnos placer. Mientras veía la TV, poco a poco me iba venciendo el sueño, hasta que quedé completamente dormida.

Cuando desperté no había nada de ruido, me estiré y salí a buscar a Sebastián pero no estaba en su habitación y su camioneta no estaba en la casa, en lo que llegaba me fui a dar una ducha para estar arreglada cuando él llegara y poder desayunar.

Salí del baño y me puse un Jumper deportivo color negro, con un escote en la parte de la espalda dejándola completamente desnuda, el conjunto amoldaba perfectamente mis curvas y lo único que llevaba abajo era una micro tanga que se remarcaba y transparentaba debajo del conjunto. Me amarré mi cabello y me retoque un poco de maquillaje y para sentirme fresca me rocíe de mi perfume.

Cuando bajé a la cocina para desayunar ya estaba Sebastián sentado esperándome con el desayuno en la mesa, se levantó de su silla y nos dimos un rico beso de buenos días y empezamos a desayunar.

Sebastián.- te vez muy hermosa Diana y hueles riquísimo como para desayunarte.

Yo.- gracias Sebastián que lindo eres, y cuando gustes aquí tienes tu postrecito cariño.

Sebastián.- uuuuuy ni me digas que te voy a querer disfrutar todo el día.

Yo.- pues nada te lo va a impedir durante 5 días, estamos completamente solos para hacer lo que quieras.

Sebastián.- siiiii que rico ya ni me digas que las pastillas que me compraste me funcionan de maravilla que hasta durmiendo tengo fuertes erecciones.

Yo.- mmmmm es bueno saber eso, significa que también yo tendré mi postre cuando se me antoje.

Sebastián.- claro cariño siempre y cuando mi corazón me lo permita jajaja.

Terminamos de desayunar y Sebastián me invitó a ir a caminar por el fraccionamiento, las calles estaban desoladas, pues la mayoría de las personas que por ahí vivían eran personas mayores que preferían estar en su casa disfrutando de la tranquilidad que el lugar propiciaba. Sebastián cargaba en una de sus manos una bolsa y mientras tanto no perdía el tiempo y buscaba el pretexto para detenernos y darnos besos prolongados, nuestros cuerpos pegados me hacía sacar mi adolescente hormonalmente activa y sus caricias en mi espalda desnuda me hacía humedecer rápidamente mi entrepierna.

Sebastián se sentía un adolescente disfrutando de su noviecita, y yo disfrutaba de sus labios mientras su cuerpo se encontraba pegado al mío, y no era de esperarse que Sebastián ya tuviera su pene muy firme chocando con mi Conchita, y antes que siguiéramos calentándonos me separó de él y me tomó de la mano para seguir con la caminata, yo me sentía ardiendo e intranquila pues mi excitación era demasiada que hasta me costaba seguir una caminata sin querer besar a Sebastián o sentir sus manos sobre mí.

Llegamos a un pequeño parque que había en el fraccionamiento, que por cierto estaba descuidado y abandonado ya que los habitantes de ahí ya no quisieron seguir pagando el mantenimiento, por lo que la hierba y la maleza se había apoderado casi por completo de los juegos y las bancas que habían por ahí, Sebastián me sujetó de la mano y lentamente fuimos incrustándonos dentro de esa maleza hasta llegar a un pequeño espacio donde se encontraba ligeramente despejado de hierba, me sentía como si estuviera internada en una selva, pues desde ese punto donde nos encontrábamos las casas que estaban alrededor del parque casi era imposible que nos vieran, solamente si alguien pasaba caminando o en automóvil y fijara su vista en ese punto.

Sebastián sacó de la bolsa que cargaba una sábana y la tendió en el piso, cuando terminó de acomodarla nuevamente me agarró de mis caderas, me pegó hacia él y volvimos a perdernos en un beso, pero esta vez Sebastián ya no se estaba deteniendo y mientras nos comíamos los labios sus manos se deslizaba por todo mi cuerpo, haciendo subir nuevamente la temperatura en mi cuerpo y besar con más ansias y desesperación a Sebastián que se encontraba jugando con mis nalgas.

Esa sensación de estar en un lugar público y que puedan descubrirte me causaba una adrenalina feroz, y mi cuerpo solo se dejaba llevar por ese momento y Sebastián me estaba volviendo loca de placer que no sentí en que momento se había bajado su pantalón, mis manos bajaron lentamente hasta llegar a su pene que estaba muy abultado y firme, comencé a tocarlo y jugar con él por encima de su ropa interior, mis manos estaban causando en Sebastián sensaciones increíbles que sus gemidos empezaban a ser más notorios.

Por un momento me aparté de él para arrodillarme y despojar a Sebastián de su ropa interior y quedé frente a su pene, era realmente maravilloso ver como las pastillas habían hecho un buen trabajo, pues no solo se veía firme sino además pareciera que estaba más grande, y sus testículos se encontraban muy hinchados y colgaban.

Tomé aquella maravillosa verga con mis dos manos y empecé a acariciarla suavemente, se sentía muy dura y caliente que se me antojó metérmela en chuparla y Sebastián al sentir la humedad y calidez de mi boca dejó salir un suspiro ahogado mientras su frente se fruncía de placer.

Me encantaba desaparecer su verga de Sebastián en mi garganta y podía sentir como palpitaba cada vez que llegaba mis labios hasta su pelvis, sus manos jugaban con mi cabello y me jalaba de atrás hacia adelante, haciendo que mi garganta lubrique toda su verga con mi saliva y facilitara la introducción, sus huevos podía sentirlos como chocaban con mi barbilla produciendo un ruido exquisito cuando rebotaban. Saqué lentamente su pene de mi boca y el exceso de saliva que había producido se lo escupí en sus huevos dejando que resbalara y antes que se cayera lo volvía a absorber junto con sus testículos hasta hacerlos desaparecer en mi boca y nuevamente le volvía a escupir la saliva, y así lo hice varias veces haciendo enloquecer a Sebastián.

Sebastián dió una pequeña pausa y me puso de pie, me bajó la parte superior de mi Jumper y salieron rebotando mis jugosas tetas, él las tomó con sus manos y empezó a acariciarla y apretarlas mientras su lengua se enroscaba con mis pezones rositas que se encontraban paraditas, mis manos empujaban a Sebastián entre mis tetas, quería que me las chupara muy fuerte así que sujetando mis tetas con mis manos yo misma se las introducía en la boca.

Mientras Sebastián succionaba fuertemente, mi boca gemía de placer y mi cuerpo ardía de lo excitada que estaba, sabíamos que estábamos casi a la vista de las personas y aún así no nos importó, pues seguíamos disfrutando de un rico agasajo ante la luz del día.

Mientras Sebastián seguía entretenido comiéndomelas tetas, yo empecé a bajarme poco a poco el Jumper hasta dejarlo a la mitad de mis nalgas pues por la posición ya no podía bajarlo más, fue entonces cuando Sebastián al sentir casi desnudo mi cuerpo, me abrazó y me acariciaba toda la espalda hasta llegar sus manos hasta mis imponentes nalgas, comenzó a jugar con ellas y a darme fuertes nalgadas que me arrancaban gritos placenteros y que hacían humedecerme demasiado. Sus ásperas manos tomaban fuertemente mis delicadas nalgas blancas que ya se encontraban enrojecidas por las múltiples nalgadas que me había dado con anterioridad, pero tanto Sebastián como yo nos encontrábamos perdidamente excitados que ni el podía medir la fuerza de sus nalgadas, ni yo podía sentir el dolor que le provocaba a mis nalgas y más aún si cada vez que lo hacía ahogaba mi grito o mi gemido con un apasionado beso.

Me despegué por un momento de Sebastián , me di la vuelta y comencé a bajar mi jumper hasta que me lo quite completamente quedándome solamente con mi diminuta tanga negra, Sebastián al ver mi voluptuoso cuerpo dándole la espalda hizo un veloz movimiento y recargó mis dos manos sobre un árbol que estaba frente de mi, y sin pensarlo se arrodilló y comenzó a besar mis nalgas mientras sus manos desesperadamente intentaba abarcar todo lo que podía, jugaba con ellas abriéndolas y las hacía bailar cuando con sus manos hacia movimientos circulares, les daba más nalgadas y pasaba su lengua por toda mi circunferencia, introducía su lengua entre mis nalgas hasta que muy hábilmente sujetó mi tanguita y empezó a sacarla de mi culito, y con sus dientes empezó a estirarla hasta que la fue resbalando por mis piernas y lograr quitármela.

En ese momento me encontraba totalmente desnuda expuesta en público, pero no me importaba sólo quería explotar de placer, Sebastián después de quitarme la tanga y como si yo fuera de plástico abrió completamente mis nalgas quedando mi Conchita y mi culo rosaditos a su merced, fue entonces cuando aprovechando que estaba toda abierta sumergió toda su cara dentro de mis nalgas, sacándome un fuerte grito ya que me estaba matando de placer pues su lengua se introducía dentro de mi vagina y podía sentir su nariz intentando respirar con dificultad en mi ano, aún así a Sebastián no le importaba quería comerme todita y su lengua la pasaba dentro de mi vagina, llegaba a mi ano y de igual manera introducía esa cálida y resbalosa lengua. Yo me dejaba consentir y dejaba a Sebastián hacer lo que quisiera con mi cuerpo, inclusive hasta me agaché sin flexionar las rodillas para que Sebastián siguiera comiéndome riquísimo.

Hasta ese momento ya había tenido 2 placenteros orgasmos provocados por fogosa manera de utilizar la lengua Sebastián, mis piernas se debilitaban pero el constante placer me hacía continuar gozando. Sebastián me tenía empapadísima tanto por su saliva como mis fluidos que no dejaban de salir. No pasó más de dos minutos después de mi segundo orgasmo cuando sentí que el rostro de Sebastián iba saliendo de mis nalgas, sus manos lentamente dejaba de abrirme sintiendo un pequeño alivio, yo por mi parte empecé a enderezar mi espalda mientras Sebastián se ponía de pie, me abrazó por detrás sintiendo su verga muy cerca de mis nalgas y estando en esa posición me recargué con la mano izquierda al árbol y con la otra tomé fuertemente la cabeza de Sebastián que me estaba comiendo a besos el cuello, su mano izquierda de Sebastián me sujetó fuertemente mi cadera mientras que la otra mano agarraba su verga y me la frotaba alrededor de mi Conchita.

Yo explotaba de placer, podía sentir entre mis piernas como escurría mis fluidos, mientras que Sebastián me daba pequeños golpecitos con su verga en mi vagina, lo que provocaba que arqueara mi cuerpo dejándole mi culo en una posición más favorable. Sebastián con sus pies separó un poco los míos dejándome en una posición más cómoda y con mejor equilibrio, pero poco me duró el equilibrio cuando me tomó del cabello y me dejó ir completamente aquella verga durísima dentro de mi vagina.

En ese momento solté un gemido muy fuerte y mis rodillas querían flexionarse, pero Sebastián me dió una fuerte nalgada para que me enderezara mientras martillaba sin piedad mi húmeda vagina.

Yo.- aaaaaayyyy cosita rica me estas matando de placer!!!! Me encanta tu deliciosa verga, sígueme cogiendo así de rico papiiiii. (Mi voz entrecortada por la cogida que estaba recibiendo).

Sebastián.- así me gusta hijita que chilles y que me pidas más verga, me encanta ver como se vuelven locas (Sebastián diciéndomelo soberviamente excitado y tirando fuertemente de mi cabello).

Yo.- ooohhh oooohhh así abuelito cógeme duro, cógeme como no lo hace tu nieto!!! Tu si eres un hombre de verdad.

Sebastián.- ya se preciosa me encanta que me lo digas!!! Eres toda una perrita cogiendo. Dime que verga te gusta?

Yo.- la tuya cariño!!! Me encanta la tuya!!

Sebastián.- dilo más fuerte putita!!!

Yo.- me encanta tu Vergaaaaa abuelito!!!!!!, quiero que me digas cogiendo así de ricooooo!!!!

Sebastián.- más fuerte cabrona!!!

Yo.- Quiero que me cojas muy fuerte abuelitoooooo, cógeme y no te detengas, cógeme siiiii oooohhhh que ricooooo!!!!

En ese momento solté un grito desgarrador no sólo por la enorme excitación que me provocaba sus palabras y sus embestidas, sino porque también había logrado sacarme otro orgasmo que estaba haciendo temblar las piernas y escurrir mucho líquido de mi vagina. Sebastián no dejaba de penetrarme a pesar de mi agotador orgasmo y su mano izquierda soltó mi cabello y la puso en mi boca que andaba gimiendo como loca, y fue en ese momento que abrí ligeramente los ojos y pude ver que estaban pasando caminando unas señoras a escasos 10 metros de donde nos encontrábamos.

Por un momento me asusté, pero la verga de Sebastián que se encontraba destrozando mi vagina hacia que incrementara mi adrenalina y me moviera más rápido. Creí que las señoras pasarían rápido, pero una de ellas vivía casi en frente de donde estábamos y se quedaron a platicar a fuera de la casa, mientras que a mi me seguían reventando la vaginita.

Sebastián se encontraba un poco agitado así que se recostó sobre la sábana, me senté sobre él e introduje su pene en mí nuevamente, y comencé a darle sentones muy fuertes que se podía escuchar aplaudir mis nalgas sobre su pelvis, era increíble la magia que había hecho las pastillas pues la verga de Sebastián me estaba dando una gran batalla, parecía un joven vigoroso con la excepción de que su condición era menor a la mía, aún así estaba disfrutando de una rica follada.

Posteriormente Sebastián me pidió que me diera vuelta para que yo quede dándole la espalda, y mientras le daba sentones a Sebastián, él seguía castigando mi culo dándome fuertes nalgadas para que aumentara mi ritmo, y así lo hice, mi culo empezó a moverse más rápido y mis tetas rebotaban en cada sentón que hasta tuve que sujetarla con mis manos.

Estábamos súper calientes no nos importaba lo que pasara alrededor, inclusive mientras cogíamos llegaron a pasar varios vehículos, personas, y las señoras que estaban platicando hasta que se fueron. Sebastián ya se había recuperado un poco y dejándome así de espaldas me puso de perrito, y sus manos empujaron mi espalda hacia abajo para que mi culo quedara levantado, y nuevamente introdujo su pene en mi y comenzó a cogerme muy fuerte, me costaba mantener el equilibrio y sentía pequeñas punzadas en mi ombligo, yo por mi parte apretaba los dientes para no gritar, pero era imposible ya que mis quejidos eran desbordantes.

Ya ni quería imaginar cómo tenía las nalgas de Rojas, pues Sebastián las torturaba cada vez que tenía la oportunidad que hasta entumidas las sentía de tantas que me había dado, posteriormente estando en la misma posición Sebastián tomó mis 2 manos y continuó cogiéndome, sentía su verga muy profundo de mí pues mis manos le daban más apoyo para penetrarme. Yo me sentía un poco exhausta, pero el trabajo ahora lo estaba haciendo Sebastián que no paraba de metérmela.

Pasaron unos cuantos minutos y escuché gemir cada vez más fuerte a Sebastián, y soltándome mis manos y apoyandose fuertemente de mis nalgas, se puso de pie y comenzó a masturbarse muy rápido hasta que logró venirse a chorros sobre mis nalgas y espalda, yo me encontraba aún de perrito con el culo levantado, recibiendo aquella descarga de semen tibia que resbalaba entre mis nalgas, sobre mi Conchita destrozada, hasta bajar por mis piernas, sobre mi espalda también había resbalado una buena cantidad y que Sebastián había untado sobre mis nalgas.

Mis piernas estaban algo cansadas como para ponerme de pie, y mejor decidí recostarme bocabajo sobre la sábana, Sebastián igual estaba agotado y decidió quedarse bocarriba junto a mí.

Yo.- vaya cogida la que me has puesto Sebastián!! Me has dejado toda agotada, y llena de tu rico semen.

Sebastián.- uuuuff que te puedo decir Dianita, ha sido la mejor cogida que he tenido desde mi juventud y la mujer más hermosa que he tenido en mi vida, después de esto ya podré morir en santa paz!!! (Sebastián hablando con su voz aún desgastada y falta de aire).

Yo.- gracias abuelito!! Pero aún no quiero que se muera porque tiene que desquitar el precio de las pastillas jajajaja.

Sebastián.- jajajaja no te preocupes cariño que estos 5 días que no va a estar mi nieto te voy a dar mas días como éste o mejores.

Yo.- aaaaaayyyy siiiii que ricoooo quiero que me dejes mis piernas temblando como hoy mi cielo.

Sebastián.- cuanta con ello preciosa, ahora vistámonos para ir por algo de comer.

Sebastián se puso de pie y me vio que aún tenía mucho semen encima y entre mis nalgas y quiso pasarme la sábana para quitármela, pero le dije que no lo hiciera, en su lugar lo junté con mi mano y me lo unté en mis tetas y otro poquito más lo metí a mi boca para degustarlo hasta que me lo tragué, Sebastián se volvió loco con la naturalidad que me lo comí que hasta me dijo que ahora en adelante me lo iba a dar en vaso.

Nos vestimos y cuando estábamos saliendo de la maleza una pareja señores se nos quedaron viendo y seguramente preguntándose que hacía un chica como yo con Sebastián, pero seguimos caminando como si nada y para causar más morbo, antes que se alejara más la pareja me detuve un momento y jalé a Sebastián hacia mí y rodeando mis manos en su cuello le di un cachondo beso. La pareja quedó atónita ante la imagen que estaban viendo, y posteriormente tomé a Sebastián de la mano y seguimos caminando hasta llegar a la casa, nos dimos una ducha y fuimos a comer a un restaurante.

Continuará!!!!......