Ejerciendo el Poder ( 2) : Mr Gob

Me llamo Sonia tengo 33 años esta es mi historia

Ese verano lo pasé con la Sra Uriarte, con Ana, aprendiendo todo sobre el mundo de lo negocios.  Invertí algo de dinero y fui haciendo algo de capital. Las inversiones, la bolsa, los movimientos y en general la economía está controlada por unos cuantos, y hay que conocerlos perfectamente. Saber sus aficiones, su deporte, sus amantes, sus inclinaciones sexuales, incluso la marca de ropa interior. En eso la Sra Uriarte era única.

-         Hoy cenaremos con Mr Gob y su esposa Nancy. Unos hipócritas. Todos sabemos que hace tiempo que cada uno hace vida por su cuenta pero les gusta parecer la perfecta pareja en público. Nosotros les seguimos el juego. Mr Gob tiene una enorme inversión en puertas, una de esos pelotazos que te ponen más de seis cifras en la cuenta bancaria, una operación tan segura en su manipulación que no se puede fallar. Tú eres nuestra esperanza

-         ¿Yo? dije asombrada

-         Tú, hay que sacarle la información, y para eso estás tú.

-         No sé qué podría hacer.

-         Vamos no te hagas la inocente, dijo entre risas Ana

-         Ya me empiezo a imaginar

Me alargó un dossier con la ficha completa de Mr Gob. La leí con detenimiento, Alexander Gob, uno de los más importantes hombres de negocios del mundo. A sus 50 años no sólo poseía un imperio financiero sino que gran parte del tráfico de armas y otras menudencias eran controladas por él. Sexualmente no parecía muy especial, le gustaba sentirse un macho, el dominador en la batalla, y, eso sí, se pirraba por las jóvenes estudiantes.

El día de la cena me puse  un vestido sencillo, barato. Quería parecer una chica de veinte años estudiante con no excesivos recursos. La becaria. Ana Uriarte, alabó mi elección. Aprendes rápido

Mr Gob y su esposa llegaron unos minutos tardes. Alexander se disculpó con una sonrisa y una botella de champaña que pidió al tiempo al camarero.

-         Dejad que os recompense la espera, dijo amable

Su esposa Nancy era más joven que él unos cuarenta, con exceso de botox y teñida de rubia, ya recordaba el dossier le gusta parecer una puta para fastidiar a su marido. La eterna guerra de entre casados.

-         Déjame que te presente a Sonia, está en la universidad, trabaja conmigo en los artos libres, ya sabes la becaria, dijo entre risas.

Mr Gob enseguida puso sus ojos en mí.

-         Tienes cara de inteligente y seguro que con Ana aprendes más que en las clases.

Asentí con la cabeza en un gesto de estudiada timidez. Me pareció que a Mr Gob se le abultaba la entrepierna del pantalón.

La cena transcurrió entre anécdotas, elogios mutuos, chistes, una cena de viejos amigos, con buen humor. Antes de los postres Nancy se disculpó pero una terrible jaqueca la estaba atormentando. Nos quedamos solos. Al salir Alexander insistió en tomar una copa en algún lugar tranquilo. Ana puso una excusa, pero insistió en que me la tomase yo con Mr Gob.

-         Un rato de charla con él es más productivo que un master.

Ana se despidió. MR Gob se quedó mirándome, golpeó sus manos en algo parecido a una palmada.

-         Y dónde te gustaría ir, a un sitio de moda o prefieres algo más tranquilo.

-         No sé tal vez debería decidir ud Sr Gob.

-         Alexander, llámame Alexander , casi ya somos colegas. Si me permites casi un sitio tranquilo. El Hotel X tiene fama por preparar los mejores cócteles de la ciudad.

Asentí ante la propuesta. Le veía el perfil al conducir su coche deportivo, su expresión no podía ser más clara. Él era el triunfador, y aquella becaria a acabaría haciendo lo que él quisiese.

El bar del hotel estaba casi vacío, los empleados le saludaban con respeto y cordialidad.

-         La mesa de siempre, le dijo el maître

-         Sí esa está bien

La mes a estaba en un rincón, casi en penumbra, alejada de las miradas de los curiosos.  Mr Gob pidió un whisky doble y yo un cóctel de frutas.

Mr Gob hablaba y hablaba, acercándose cada vez más. Estábamos casi pegados, cuando noté que su mano se deslizaba por mis muslos hasta entrar por debajo del vestido. Yo oponía un leve resistencia, simulando que no esperaba aquel ataque.

-         Vamos nena sabías que esto iba a pasar

-         Yo, no sé

-         Un tipo como yo no pierde el tiempo con becarias si no es..Ya sabes

Introdujo la mano un poco más y con un movimiento dejé que alcanzase mis bragas. Entonces saco la mano. Dio un trago a su bebida

-         Ve al baño y quítate las bragas, me susurró

-         Pero…aquí

-         Vamos, no pienses, ni objetes solo ve y quítate las bragas

Me levanté y atravesé el salón hasta el vestíbulo. Me metí en una de las cabinas y me quité las bragas que guardé en el bolso. Volví al sitio. Mr Gob deslizó su mano por los muslos hasta volver a introducirla por debajo de la falda. Intenté cruzar las piernas evitando su llegada hasta mi sexo.

-         Vamos déjate de juegos, ábrete bien de piernas, me dijo al oído.

Abrí las piernas y su mano entró hasta el fondo. Me acariciaba el sexo, y me penetraba con los dedos. Notaba su aliento en mi oído.

-         Ahora acompañarás al botones hasta la habitación que tengo aquí, cuando entres te desnudarás y esperarás sentada en la silla a que yo llegue. ¿ Lo has entendido?

Hice un gesto afirmativo, y seguí al botones que me estaba esperando ya en el vestíbulo. En la habitación me desnudé y me senté en la silla del escritorio. Apenas unos minutos después entró Mr Gob. Me miró y comenzó a desnudarse, se quedó en pie desnudo en medio de la habitación.

-         Ya sabes lo que tienes que hacer me dijo suavemente.

Me puse de rodillas y a cuatro patas avancé hasta él. Tome su polla y me la introduje en la boca. Por mi cabeza pasaron las imágenes de aquella semana en casa de Ana. Me tomaré el biberón pensé. Me lo tomé, oía sus gemidos, y sus manos cogiéndome la cabeza. Su polla entraba y salía violentamente de mi boca, entonces me apartó y se corrió en mi cara.

-         Ve a lavarte, pienso follarte toda la noche

Me metí en la ducha, al poco rato apareció él y también s emetió.

-         Así mojadita me gustas más, me dijo dándome la vuelta y doblándome el cuerpo.

Noté como su polla me penetraba, le oía jadear. Cada vez entraba y salía con mayor rapidez. Acompañado de un pequeño gritó noté que se corría en mi espalda. Me incorporé y le abracé.

-         Te espero en la cama, me dijo saliendo de la ducha.

Cuando salí estaba tumbado en la cama con el albornoz puesto.

-         Quieres que me desnude, le pregunté

-         No, ven, túmbate a mi lado, Dame un poco de aire.

-         Sí vale, le dije apoyando mi cabeza en su pecho

-         Qué tal te va la vida de becaria,

-         Ya sabes mucho trabajo y poco sueldo

-         Y el jefe de personal follándote cuando quiere.

-         No, tampoco es eso, le dije entre risas.

-         Bueno ahora es que hay mucho marica seguro

-         No creo…

-         ¿Y cuando acabes te contratarán?

-         Supongo, aunque me gustaría tener mi propio negocio. Si tuviese el dinero suficiente para invertir.

-         De cuanto dispones

-         Bueno acabo de vender el coche y de los ahorros. Unos doce mil euros.

-         Bien, mañana en cuanto abra la bolsa inviértelo todo a Nitros SA, a las doce véndelo todo, habrás hecho una bonita suma.

-         Caramba eso sí, vaya una información como esa no se paga

-         Déjate de información y haz lo que mejor sabes.

Me quité el albornoz y abrí el suyo, me metí su polla en mi boca y empecé a chupársela otra vez. Sus manos se posaron en mi cabeza, que me la levantó.

-         Vamos que entre bien mi polla en tu coño,

Me coloque sobre él y noté como entraba hasta el fondo, me movía dejándola que entrase y que saliese. Sus manos acariciaban mis pechos, y pellizcaban mis pezones. Noté que su manos e deslizaba por la espalda, hasta el culo, lo acarició, separaba las nalgas, le dio unos pequeños azotes,

-         Vamos me voy a correr, sigue con la boca

Me tumbé y metí su polla en la boca, hasta que se corrió en mi cara otra vez. Le oía jadear, casi sin aire, por un momento pensé que le iba a dar un infarto.

-         Deberías descansar un poco le dije, ¿te preparo un whisky?

Hizo un gesto afirmativo. Del el minibar saqué unas botellitas y algo de hielo. También aproveché para colocarle un potente somnífero en la bebida.

-         Aquí tienes, mientras le acercaba el vaso, se incorporó un poco y lo bebió.

-         Esto ya es otra cosa me dijo apurando el vaso.

Me dejé caer desnuda junto a él.

-         Para ser una estudiante no lo haces nada mal.

-         Bueno…siempre pensé que era bastante torpe

-         ¿Torpe? No, se te ve algo  falta de práctica, pero no esta mal

Estaba tumbada desnuda, una de sus manos me acariciaba la cabeza mientras la otra se deslizaba buscando mis pechos. Me incorporé un poco y permití que su mano los alcanzase. Me pellizcó los pezones hasta hacerme gritar.

-         Aguanta, no seas cría

-         Es que me haces daño

-         Ponte de pie, vamos te voy a enseñar

Me puse de pie, me colocó las manos en la espalda. Empezó a acariciar los pechos hasta que pellizcó los pezones, eché el cuerpo hacia atrás

-         No te muevas,

Intenté no moverme, los pellizcaba y los estiraba,

-         Aguanta,

Me eché hacia atrás .

-         Bah, sólo eres una niña. Dijo tumbándose en la cama con indicios de cansancio.

Esperé un rato, hasta que por fin se durmió. Me vestí y salí, le oía roncar cuando cerré la puerta.

Tomé un taxi, y me fui directa a casa de Ana. La pasé la información.

-         ¿Puedo ducharme y ponerme otra ropa?

Estaba en la ducha intentando quitarme el olor y la sensación de suciedad cuando entró Ana. Era la primera vez que la veía desnuda. Estaba preciosa. Me abrazó y me besó. El agua caía sobre su cuerpo y aún me pareció más hermosa.

-         Vamos pronto serán las nueve me dijo.

Se sentó en la cama solo tapada con una sábana, yo estaba con el albornoz, Abrió el ordenador y conectó. A las nueve en punto empezó a emitir órdenes de compra. Entonces no pude resistirme, la retiré la sábana me quité el albornoz, me tumbé y comencé a lamerla sus sexo, jamás me había excitado tanto. Ya está dijo apagando el ordenador al tiempo que se corría en mi cara.

Al día siguiente me llegó una nota con el chófer. La abrí, :

Enhorabuena, estos son tus beneficios netos. Miré la cuenta, y el final, seis millones de euros. Era la chica más rica del campus.

También venía la portada del periódico, Mr Gob había sido asesinado cuando salía de su hotel. La policía sospechaba de una mala jugada en bolsa que habría arruinado a algunos de sus socios pertenecientes a la mafia rusa.

El mundo empezaba a tener otro color. El poder olía a sexo y a dinero.