Ejerciendo el poder (1) : Enseñando a Maika

Me llamo Sonia tengo 33 años esta es mi historia

(Leer antes las otras partes)

Terminado el curso sólo pensaba en regresar a casa alejarme de aquella hermandad, poner en orden mis pensamientos analizar lo ocurrido aquel año y cómo se presentaba el futuro.

Recibí una llamada de la Sra Uriarte citándome en su empresa al día siguiente. No se sabía a ciencia cierta el entramado de empresas, consorcios, negocios de la Sra Uriarte, a la vista sólo el conglomerado multinacional bajo el nombre de Uriarte sl figuraba a su nombre.

El despacho estaba en la última planta de las modernas torres del norte de la ciudad. Ocupaba prácticamente toda la planta, el resto eran los servicios habituales y varias secretarias  que controlaban la actividad de la Sra Uriarte.

Una chica me acompañó hasta el despacho, al abrir la puerta la Sra Uriarte se levantó y me besó con afecto en la mejilla.

- Me alegro de verte. Espero que estas semanas sean de gran ayuda para tu formación.

Me senté, aún estaba algo confusa, y después de la experiencia vivida me mostraba algo desconfiada.

- Esta vez empezarás a comprender y a ejercer el poder. De nada sirve el poder si no se sabe como funciona y como ejercerlo. Tú puedes llegar a ser alguien verdaderamente importante y por eso necesitas aprender y rápido. En principio sólo hay dos personas verdaderamente con poder los que no tienen nada y los que tienen todo, el resto sonsimples esclavos que se les puede manejar a nuestro antojo. Eso lo saben los poderosos, y lo ejercen con cuidado. Ahí les tienes, se les deja tener posesiones, avanzar en la vida. una casa un coche, educación para los hijos, pero de vez en cuando hay que avisarles y provocamos una crisis, estonces son más esclavos, temen perderlo todo y se avienen a lo que sean, bajadas de salarios, recortes, y los que pierden sus trabajos y sus posesiones viven con la esperanza de recobrarlo. Perfectos esclavos, porque ellos no saben que lo son. Hasta ahora para ti el sexo sólo era algo placentero, con una amante, con tu novia, pero el sexo es la mayor demostración de poder que puede haber, si lo sabes utilizar sin remilgos conseguirás lo que quieras y si lo manejas para demostrar tu poder serás temida, respetada y obedecida. Eso solo lo aprenderás conmigo. Yo te enseñaré. ¿Lo has entendido?

Aunque algo confusa, hice un gesto afirmativo con la cabeza.

- Durante los próximos días trabajarás conmigo te enseñaré a invertir, a ganar dinero, a obtener información y dominar a los empleados. Cuando acabes estarás preparada.

Esas semanas fueron vertiginosas, Ana, así me hizo llamarla y no el protocolario Sra Uriarte, me iba enseñando lo más importante en los negocios, invertir era importante pero lo más importante era conocer a los que ostentaban el poder. En una especie de Who is who , tenía ficha de los más importantes magnates políticos, gobernadores de bancos centrales, sus aficiones, sus gustos, los de sus mujeres, los de sus amantes, sus debilidades y todos los trapicheos .

- Si no tienes escrúpulos los tendrás a todos comiendo de tu mano. Son tan débiles como todos, sólo más depravados.

Me entregué a fondo, incluso hice algunas inversiones productivas, estaba empezando a a provechar mis pequeños ahorros, y a multiplicarlos. Empezaba a comprender que muchas inversiones se deben a factores que nada tienen que ver con la economía.


- Hasta el momento has aprendido a ir conociendo a los que mandan, ahora debes conocer a los de abajo. Ellos son más sencillos, es tan fácil que a veces me asusta una humanidad repleta de sumisos. Ahora verás a mi equipo directivo, vicepresidentes, directores de departamento. Algunos manejan a millones de hombre y mujeres con sus campañas de marketing, otros realizan inversiones por un dinero que nunca tendrán. Sin embargo el miedo les domina. No son nadie, con la crisis el miedo es lo único que conocen, si pierden su empleo lo pierden todo sus casas de lujo con sus elevadas hipotecas, sus coches de alta gama, el colegio o la universidad privada y exclusiva, las clases  extraescolares, la casa en la playa, la ropa de marca, los masajes, la cirugía estética o ser socio del club. Viven aterrorizados y ese es nuestro poder. Ahora los verás quiero que elija s a uno de ellos, hombre o mujer lo que prefieras, se arrastrará como un perro obediente.

La sala de juntas ya estaba repleta cuando entramos, enseguida los pequeños grupos se fueron disolviendo y cada uno fue tomando su asiento. Los observé hombres y mujeres de mediana edad, en teoría los triunfadores. Me gustaba ese aire de Ana entre la confianza y la autoridad. Abrió su libro y fue narrando unos cuantos hechos algo alarmantes, reducción ahorro, menos gasto, reestructuración, despidos. Me presentó como su supervisora yo debería analizar objetivamente cada puesto, y evaluar el empuje y las ganas de lucha de cada uno de los directivos, antes de tomar una decisión y ver los departamentos que sobraban. Un silencio tenso se apoderó de todos ellos, la seguridad del primar momento había desaparecido y ahora miraban esquivos y parecían que sus cuerpos no podían ser controlados. Me fui fijando en cada uno de ellos, eran míos pensé, pero enseguida vi a mi víctima, a quien me mostraría la sumisión de aquella élite directiva. Maika, Directora de marketing, 50 años tres hijos, primero un divorcio y luego nada su ex arruinado acabó estrellándose con el coche. Maika susurré al oído, vi como Ana sonreía.

- Damas, caballeros, dijo con una sonrisa. Empieza el juego. Suerte a todos. Sonia , están en tus manos


- Buena elección, nunca pensé en Maika, pero es la perfecta, nuestra arrogante directora de marketing, tan segura de ella misma, veremos hasta donde llega.

La vi telefonear y un susurro. Después nos fuimos a comer y de compras, a partir de ahora debía vestir adecuadamente no como una colegiala en fin de semana.

- Tú llevarás todo el peso con Maika, yo sólo te la introduciré pero tu serás la que lleve los mandos. Recuerda de qué va el juego.

A las cinco en punto  apareció Maika, todos los empleados ya se habían ido. Incluso oí a Ana despedir a la secretaria.

- Bueno Maika, ya has visto como está la situación , lamentable pero a partir de ahora deberemos sujetarnos a las normas y demostrar lo que nos importa nuestro puesto.

- Ya sabes que siempre he estado al servicio de la empresa. Los resultados

- Deja los resultados esto va más allá.

-  Ya no sé. pensé.

- No pienses. No es tiempo de pensar sino de obedecer

Hubo un silencio tenso , Ana miraba a Maika que no entendía muy bien de qué iba aquello .

- Bien Maika quítate la ropa

- perdón, dijo asombrada.

- Vamos me has oído perfectamente quítate la ropa.

- Pero , se quedó callada, sin moverse, como si no supiese que hacer. Me acerqué por la espalda,

- Sabes que al final lo vas hacer, no  nos hagas perder el tiempo, vete o quítate la ropa. Primero de cintura para abajo, queremos ver tu culito y tu coño. Vamos.

Maika se quedó sentada, pensativa, no se movía, la vista fija en el suelo. Apenas pasó unos minutos, se puso de pie, se quitó los zapatos, la falda, los pantys y las bragas, su culo y su coño se mostraban frente a nosotras.

- Bonito culo dijo Ana,

- No te pares , dije en tono autoritario.

Maika continuo, se quitó la chaqueta, la blusa y el sujetador, sus tetas gordas, estaban a la vista. la tomé de las manos y se las coloqué en la espalda.

- Ves no ha sido tan difícil, la dije mientras pasaba mi mano por sus nalgas y sus muslos. Me gustan obedientes.

Tenía unos pechos gordos ya algo caídos con grandes pezones rosáceos. Acaricié su cara, y fui bajando la mano, apretando los pechos, pellizcando los pezones. Me demoré en la barriguita, hasta bajar hasta su sexo, dobló el cuerpo, intentando evitar mi mano.

- No te muevas

Maika apenas hizo un gesto, la veía temblar, nerviosa, a punto de llorar.

- Tiene un bonito culo, la dije dándole unas palmadas. Ahora vamos a ver tus habilidades , la dije empujándola contra le suelo y colocándola frente a Ana.

Ana se rio, la cabeza de Maika estaba entre sus piernas, se la veía intentar hacer algo con la lengua pero en plan torpe. La di unos azotes con la mano en las nalgas, que enseguida se pusieron rojas, la levanté , me senté en un silla

- Ven aquí sobre mis rodillas ,

Ella se acercó y se colocó sobre mis rodillas como si fuese una niña. La di una tanda de azotes en el culo y en los muslos, los gritos entrecortados por las lágrimas me iban excitando.

- Vístete .

-

Maika se vistió apresuradamente .

- Mañana  a las cinco aquí.

- Pero mañana…

- ¿ Qué pasa con mañana?, le dijo Ana enfadada

- Mis hijas actúan en el ballet de la universidad he prometido ir.

- Pues mejor así sabrán los sacrificios de su madre por ellas. Mañana a las cinco la dijo Ana sin contemplaciones.


Ana me dejó un despacho en la misma planta con una secretaria una chica rubia eficaz.

Ahora empezaba a sentir eso del poder, pasaba por los pasillo, entraba en los despachos de los directivos, o les mandaba venir a esta o a otra hora repasaba sus papeles notaba sus nervios.

Por el pasillo me encontré a Maika. Cuando nos cruzamos bajó los ojos y emitió un ruido en forma de saludo.

- Maika , dije en voz alta, ella se paró sin volverse. Me acerqué hasta ella. Lo de ayer no estuvo tan mal verdad

- No sé, no sé dijo apurada

- Bueno hoy será mejor, ya lo verás . La dije dejando pasar mi mano por su espalda.


A las cinco la secretaria comunicaba la presencia de Maika.

- Que pase, y tú puedes irte.

Maika entró. La tomé de la mano y la coloque en el centro del despacho.

- Ya sabes lo que tienes que hacer,

Maika comenzó a quitarse la ropa como le había enseñado el primer día, los pantys, las bragas, la blusa, el sujetador. Lo fue dejando todo encima de una silla.

-         Muy bien Maika, veo que aprendes rápido. Ahora coge el sujetador, las bragas y los pantys y ponlos en esa caja. Maika obedeció. Cerré la caja y la guardé en un cajón de la mesa.

Con un gesto que la hice Maika se colocó a cuatro patas sobre una mesita de café.

- Las piernas bien abiertas, así muy bien .

La levanté la cabeza, estaba guapa con el miedo en la mirada, notaba su nerviosismo.

- ¿Estás nerviosa? La pregunté al oído mientras la besaba en la mejilla

- Sí,

- ¿ Sabes lo que te vamos a hacer hoy?

Negó con la cabeza, la pasé la mano por los pechos que la colgaban en esa posición, acaricié y pellizque sus pezones, Maika dio un respingo,

- No te muevas . ¿Qué edad tienen tus hijas?

- 20, están en la universidad,

- Qué ballet representaban hoy ,

- El Cascanueces

- Ves ellas bailando, y tú aquí con nosotras que hoy te vamos a dar por culo

- No, por favor , dijo en voz, bajo, por favor

- Ya verás como te va gustando, no seas tonta.

Vi a Ana detrás de Maika con un arnés y un dildo de anchura media colocada detrás de Maika.

- Verá ahora te van a separar las nalgas, lo ves ya te la has separado, tiene es un agujerito estrecho, como nos gustan. Luego notarás algo duro en el ojete. ¿Lo notas?

- Sí, por favor…no lo hagan

- No te preocupes verás como va entrando. No hagas fuerza será peor, vamos afloja ,

Entonces Maika lanzó un grito acompañado de lágrimas.

- Ya está dentro, te lo has tragado enterito.

Hice un gesto a Ana que empezó a follarla con fuerza,. Maika lloraba y gritaba, sus lágrimas la habían corrido la pintura de los ojos, y no dejaba de agitar la cabeza mientras yo la sujetaba por los hombros. Ana paró un momento.

- ¿Te gustaría marcharte?

Maika hizo un gesto afirmativo.

- Bien vístete y márchate tienes tres minutos para llegar al ascensor, si tardas más tiempos volverás aquí.

Ana sacó el dildo y Maika se lanzó por su ropa se colocó la falda y lo zapatos y se colocó la blusa en el camino, en el ascensor se la veía sin medias, despeinadas, con la falda mal abrochada, Ana y yo nos reímos hasta que desapareció.


A la mañana siguiente me acerqué con la caja donde guardé los pantys, las bragas y el sujetador de Maika.

- Ayer te olvidaste de esto

Maika abrió la caja,

- Creo que deberías ponértelo

- Llevo ropa limpia

- Vamos siempre poniendo pegas .

Cerré la puerta. Maika se quitó los pantys y las bragas y se puso los de la caja, también se quitó el sujetador y se puso el del día anterior.

- Así está mejor, ¿no crees? No olvides la cita de hoy.

A las cinco Maika entraba en el despacho, se quitó la ropa.

- Déjala en esa caja grande.

La dobló y la depositó en la caja que metí en el armario. Me senté en el sofá y coloque a Maika desnuda entre mis rodillas. Me gustaba verla así .

- ¿Qué tal ayer llegaste al ballet?

- No,

- Se lo contaste a tus hijas

- No, por favor como iba..

- Hiciste mal , tus hijas deberían saber lo sacrificios que hace su medre. Mientras ellas pueden ir a una buena universidad a ti te andan follando por el culo .

- ¿ qué me vas a hacer hoy?

- Preguntó casi entre lágrimas

- Hoy te irás desnuda a tu casa

- Pero eso es ..

- No, tranquila, no te vamos a a dejar andar en cueros para que te detengan por escándalo público.  Toma póntela le dije alargándola una gabardina.

Se la puso, era corta, no llegando a las rodillas.

- Mañana cuando llegues directamente a la sala del consejo solo con la gabardina entendido .

Hizo un gesto con la cabezo y salió.


A la mañana siguiente cundo Maika entró con la gabardina y sin nada debajo, ya estaban presentes todos los directivos. Ana se colocó en la presidencia, e hizo un gesto para que Maika se colocase a su lado.

- Después de los estudios realizados por mi ayudante y colaboradora Sonia, he decidido nombrar a Maika, como nueva Vicepresidenta. Ella será la encargada de remodelar los distintos departamentos y realizar los ajustes de personal necesarios. Eso es todo muchas gracias por todo. Y ahora os dejo con Maika .

Cuando salía guiñé un ojo a Maika, quien me devolvió un gran sonrisa. Sus palabras se oían en medio del silencio de la sala del consejo.