Ejerciendo de novicia (3) : una tutora especial

Me llamo Sonia, tengo 33 años esta es mi historia

El timbre y la luz de la sala de reuniones se encendió. Acudí presta, pensando en algun asunto importante. Cuando entré María José estaba reunida con una señora.

-         Ven deja que te presente, la Sra Uriarte.

La Sra Urirate no era una belleza pero  mostraba el buen aspecto que da pertenecer a una familia importanate. Elegante, buena presencia, saber estar. Ana Uriarte era una de las mujeres de negocios internacionalmente más conocidas. No sólo controlaba un importante grupo de empresas sino que incluso asesoraba a importantes jefes de gobierno.

-         La Sra Uriarte es una de nuestras más importantes socias de la hermandad. Y más pendiente de la evolución de sus miembros.

-         Bueno no hay que exagerar. El caso es que estoy impresionada con tus informes, y tu ficha, parece que destacas en la mayoría de los apartados.

-         Muchas gracias intento esforzarme.

-         María José habla maravillas de ti, y por lo que veo no estaba mal encaminada. Inteligencia y presencia física, no puedes quejarte.

-         Al final acabaré sonrojándome.

-         Bueno os dejo, me alegro haberte conocido, espero que nos veamos pronto, claro si tú quieres. Dijo levantándose y saliendo.

María José salió con ella mientras me hacía un gesto de que la esperase. Al rato volvió .

-         Esto sí que es suerte, la Sra Uriarte está dispuesta a ser tu tutora.

-         Mi tutora, yo ya tengo a Lucía

-         No es esa clase de tutora, una tutora fuera de aquí en el mundo real

  • ¿Y eso para qué es?

-         Te enseñará el mundo, como funciona, sus empresas, la econocmía la política, el mundo desde el poder a comportarte a mandar.

-         Ya y qué hay que hacer,

-         Si estás dispuesta la llamaré pasarás la próxima semana con ella en su casa. ¿ Quieres que la llame?

-         Sí, contesté sin saber muy bien a lo que me enfrentaba.


El sábado por la tarde un coche me esperaba en la puerta. La casa  de la Sra Uriarte era un enorme hotel del principio del siglo XX, un muro la protegía del exterior. En la puerta una mujer vestida de negro me esperaba. Me llevó hasta el segundo piso, a una sala que debía ser el despacho.

-         Puede sentarse mientra espera, La Sra no tardará.

Me senté en un silla frente a una enorme mesa de estilo art decó, El despacho era una amplia habitación con una mesa y las paredes repletas de cuadros de arte moderno. Por una puerta lateral entró la Sra Uriarte . Quise ponerme en pie pero ella sonriente me hizo una seña para permanecer sentada.

-         Me alegro tanto de que aceptes mi tutoría

-         Muchas gracias, un gran honor es para mí

-         No nos pongamos solemnes. Tú y yo sabemos la causa de estar aquí. Sabes lo que vales, y hay que darte el conocimiento teórico y práctico que mereces.

-         Muchas gracias

-         Nada de gracias..¿ Cuantos años tienes?

-         21 excelente así empezarás cuanto antes a conocer el mundo.

-         Yo te lo puedo enseñar todo. El poder, el dinero, la política. incluso a las personas. Pero si aceptas debes confiar en mí, confianza ciega, obediencia y entrega. Yo te enseñaré a tener el poder, pero antes hay que saber que supone tener ese poder. ¿Entiendes? No claro que no. Pero yo te lo haré entender. Estás dispuesta a aprender.

-         Sí por supuesto.

-         Bien estarás una semana aquí. Depende de cómo te comportes seguiremos. Esta es la primera lección. No intentes comprender nada, eso vendrá más tarde. Será dura la experiencia pero no será baldía. ¿Estás dispuesta?

-         Creo que sí

-         No caben dudas en esto. ¿ Estás segura?

-         Sí, estoy dispuesta Sra.

Bajamos hasta lo que parecía un sótano atravesamos un pasillo hasta una puerta metálica.

- Ya no hay vuelta atrás si aceptas será hasta el final , me dijo mirándome a lo ojos

Asentí con la cabeza y comencé a quitarme la ropa que coloque en una caja. La Sra Uriarte abrió la puerta.

- Este será tu dormitorio estos días, sé obediente. Ah y el cubo es para lo que te imaginas dijo sonriendo.

Estaba en penumbra, iluminada una luz de emergencia. Mis ojos se fueron acostumbrando y pude comprobar donde me había metido. Un colchón en el suelo y una manta, en un extremo un cubo con agua. Me senté en el colchón estaba frío. Me tapé con la manta poco a poco me fui quedando dormida.

Primer día

Me desperté sobresaltada. Tenía frío y hambre. Un hambre que me hacía sonar las tripas. En una esquina vi el cubo. Tenía ganas de mear, cómo se haría en un cubo, me agaché en cuclillas y dejé caer un buen chorro. Volví a  tumbarme tapada con la manta.

La luz invadió el habitáculo cuando la puerta se abrió.

- Vamos levántate, me dijo una voz femenina que no identificaba. ¿Has hecho algo en el cubo? asentí con la cabeza. Pues cógelo y vamos.

La seguí llevando el cubo por el pasillo hasta desembocar en una sala con una bañera en el centro y una pileta y un retrete en una esquina.

- Ve al vaciar y a enjuagar el cubo. Cuando lo hayas hecho te metes de pie en la bañera.

obedecí.

.

- Hoy seré complaciente por ser el primer día el resto tendrás que ganarte el agua caliente. Según te portes así será d la temperatura del agua .

Me enchufó con una pequeña manguera.

- Lávate bien vamos . Me arrojó una toalla. Sécate deprisa. ¿ tienes hambre? Asentí con la cabeza, ahora desayunarás . dijo con una sonrisa irónica que me llenó de intranquilidad.

Me llevó por el pasillo y por las escaleras. Abrió la puerta y con un pequeño empujoncito me introdujo en ella, oí como cerraba por fuera. Era una habitación grande casi sin muebles, una mesa, una butaca, algunas sillas. En el centro de la habitación el chofer de la Sra, estaba desnudo sujetando su pene erecto.

- Ven a desayunar, aquí está el biberón para la niña , dijo sonriente meneando su polla.

- No, eso no, eso si que no, golpeé la puerta, gritaba muerta de miedo y asco, no, eso sí que no jamás con un hombre .

- Venga no pierdas el tiempo por las buenas o por las malas te vas a tomar el biberón , acercándose cada vez más

Grité con todas mis fuerzas golpeando la puerta, cuando un tirón en el pelo me hizo caer al suelo. Le tenía en frente, me alzó por el pelo y me dio unas cachetadas,

- tú eliges por las buenas o por las malas

- déjame por favor, no quiero, no quiero , supliqué

Volvió a tomarme por el pelo y a golpearme esta vez en los pechos y en las nalgas .

- ¿Te vas a tomar el biberón como una niña bueno o te tengo que seguir castigando?

Me sentía agotada, dolorida, no quería que me pegase más, asentí entre lágrimas. Por favor , no por favor, repetía como una autómata. Sentí como me tomaba por los brazos y me colocaba de rodillas frente a él. Su polla entró en mi boca, sentí una arcada, pero eso no le detuvo, su polla entraba y salía de mi boca. Con las manos sujetaba mi cabeza para facilitar el movimiento. Estaba mareada. Después de un rato noté un líquido que inundaba mi boca, un líquido espeso, quise escupir pero no pude.

- Al final te lo has tomado todo, lo ves . Dijo mientras golpeaba con los nudillos la puerta.

Escupí en el suelo, el chofer me alargó un vaso con agua, bebí me enjuagué y lo escupí en el suelo. La puerta se abrió y la misma mujer de antes me acompañó a mi dormitorio. Me tumbé en el colchón y solo pude llorar. Me despertó la luz  que provenía de la puerta y el ruido al cerrarse de repente. Junto a ella pude vislumbrar algo que habían dejado. Me acerqué era una bandeja con una plato que contenía una especie de puré de color naranja, lo probé  lo mejor es que estaba caliente, lo devoré. Estaba agotada, me tumbé hasta quedarme dormida. Se abrió la puerta.

- Sal , oí que decían

Salí la luz me cegaba, pero pude distinguir a la misma mujer de antes. Que me conducía por los pasillos hasta llegar a una puerta, la abrió y me empujó hacia adentro. Era la misma habitación de antes. Me quedé pegada a la puerta estaba vacía, aún así me quedé allí pegada. Me tranquilizó estar sola, me senté en una de las sillas, estaba aún aturdida. Fuera oí unas voces que se acercaban. Que se detenían frente a la puerta y la abrían. De un salto me puse de pie, veía  tres hombres desnudos que entraban .

- Hay que educar a la niña , oí que decía el chofer entre las risotadas.

Me  pegué a la pared sujetando una silla en las manos

- Os romperé la cabeza si os acercáis

- No seas simple deja la silla y ven, no nos hagas perder el tiempo al final acabarás obedeciendo.

- A quién se acerque le rompo la cabeza .

Oía sus risas y les veía acercarse.

- Te empeñas en poner difícil las cosas. Esta mañana, les decía a sus amigos, no quería tomarse el biberón, y al final no ha dejado ni una gota.

Se reían cada vez con más fuerza mientras seguían acercándose.

- Deja la silla , no vayas a hacer daño a alguien

- ¡a ti hijoputa!, ¡cabrón acércate y verás!

Por un lado intentó engancharme uno pero le logré dar en un brazo, lo que aprovecharon para atraparme por el extremo. Me tenía atrapada y en vilo uno de ellos. Pataleaba insultaba, intentaba zafarme pero era inútil estaba sin fuerzas agotada. Cuando paré me soltó y caí al suelo, estaba rodeada. Me levantaron se reían a cada intento de defenderme que hacía, me pasaban de uno a otro como una pelota.

- Traerla aquí , dijo el chófer . En la mesa

Me colocaron sentada al borde de la mesa con las piernas colgando. Me empujaron hacia atrás y quedé tumbada con las piernas colgando. Uno me sujeto los brazos . El chófer me separó las piernas. Noté sus dedos hurgando en mi sexo. Luego introdujo su polla, no sentí nada, más que asco. Mis ojos se humedecieron. Luego pasaron los otros, yo permanecía como inerte. Cuando terminaron me soltaron permanecí encima de la mesa sin moverme.

- Ponerla en posición volví a oir al chofer.

Unos brazos recios me cogieron hasta dejarme caer al suelo. Entre los dos me tumbaron bocabajo y me sujetaron brazos y piernas. Me separaron las nalgas.

- Está muy tierna para .. dijo el chófer. Escucha bien si no empiezas a ser una niña buena entonces no nos apiadaremos de ti. Soltarla.

Me soltaron, me di la vuelta allí estaban les miré bien la cara algún día me vengaría de ellos pensé.

- Ponte de pie ahora vendrán por ti . dijo el chófer desapareciendo por la puerta.

Me quedé tendida en el suelo. Estaba agotada. Oí abrirse la puerta.

- Sal , eso fue todo

Me levanté y seguí a la mujer. Me tumbé en el colchón. Ya casi ni podía llorar.

Segundo día

- Sal , oí a la mujer.

Cogí el cubo y salí, en el baño enjuagué el cubo y me metí en la bañera. El agua estaba fría. Pegué un pequeño grito.

- el agua caliente hay que ganársela .

Estaba helada me froté con la toalla intentando entrar en calor.

- esta es la vida real amiguita , me dijo mientras caminaba con ella por el pasillo.

Abrió la puerta

- no quiero entrar, soy lesbiana no me gustan, me dan asco los hombres.

- vamos, compórtate como una niña buena, es lo que se

espera de ti.

Con un pequeño empujón me introdujo en la habitación. Me quedé pegada a la puerta. El chófer ya estaba allí.

- Hoy no armarás tanto jaleo para tomarte el biberón

- Por favor, déjame , le dije mientras permanecía pegada a la puerta.

- No sé por qué te empeñas en este juego. Sabes que te lo vas a tomar enterito como ayer .

- Por favor …dije ya con lágrimas en los ojos.

- Ven aquí ,

- No, por favor.

- Ven

Me cerqué, le tenía en frente, con una de sus manos sujetaba su polla.

- De rodillas y a tomarte el biberón

- No por favor ,

Me tomó del pelo y me hincó de rodillas.

- Abre la boca, venga .

Abrí un poco la boca y el introdujo su polla.

- Ves qué fácil es .

Cuando terminó me quedé en el suelo, esta vez no se corrió en mi boca sino en la cara.

- Vamos sal , oí  a la mujer que me decía.

La seguía por el pasillo

- Hoy te has tomado el biberón sin problemas

- Sí señora

- Ves como es más fácil ser una niña buena .

- Sí señora. Podría lavarme la cara la tengo llena de ..

- De semen sí. No es nada agradable. Podría dejar que te lavaras, pero me tendrías que dar algo a cambio.

-         ¿Algo a cambio?

- Sí aquí no se regala nada tienes que ganártelo .

- Pero no tengo nada

- Ya se me ocurrirá algo. Entra.

Estaba cansada, agotada, casi ni podía pensar, cada escena vivida era como algo irreal como si le estuviese pasando a alguien ajeno a mí. Me quedé dormida.

El ruido del cerrojo de la puerta me asustó.

- Venga

Recorrimos el pasillo hasta la habitación de antes. Recordé lo de esa tarde. Y me pegué en la pared de enfrente apenas unos munitos después entraron el chófer y sus dos secuaces.

- Espero que ya estés educada.

- De eso nada cabrones, grité con todo mi odio.

- Vamos mira esta mañana qué bien te has tomado el biberón, no lo estropees ahora.

- Ni tocarme.

Un de ellos se acercó a mí y me tomó por el brazo. No puse mucha resistencia.

- Vamos aquí encima , me dijo el chofer golpeando suavemente la mesa.

Me senté con las piernas colgando, uno de ellos me empujó por los hombros hasta tumbarme. Me follaron los tres uno detrás del otro, yo ya casi ni los sentía, aunque las lágrimas me saltasen.

- Ven , me dijo el chófer, túmbate en el suelo bocabajo .

Obedecí, enseguida me separaron las nalgas.

- Está tierna aún , oí que decía, te salvas de momento , dijo el chófer dándome una palmada en el culo.

Mi sorpresa fue cuando al volver al habitáculo encontré que el colchón y el cubo habían desaparecido, era otro dormitorio, ahora había una cama con sábanas y manta y un lavabo y retrete, hasta una toalla y un trozo de jabón.

- Llas niñas buenas tienen su recompensa .

Al poco rato ,me dejaban una bandeja con alimento, pollo asado y patatas fritas, y pan. Devoré, y por un momento me sentí feliz.

Tercer día

Se abrió la puerta. Seguí a la mujer. Me metí en la bañera, El agua estaba fría, grité. Estaba demasiado fría.

- He sido buena joder, me estoy helando .

- El agua caliente hay que ganársela .

Me sequé, y la seguí por el pasillo. Avancé hasta el centro de la habitación donde estaba el chofer.

- Venga el biberón enterito

- Por favor, no me hagas esto .

- Venga,  lo estabas haciendo muy bien . Dijo mientras me tomaba del brazo y me ponía de rodillas. Abre la boca.

Sentí su polla caliente en la boca, entraba y salía deprisa. Esta vez volvió a correrse en la cara.

- ¿Te has tomado el biberón?

- Sí señora

- Recuerda que lo que se gana también se puede perder.

En el dormitorio, sobre la cama había un vestido .

- Puedes ponértelo, ahora te traerán la comida

Poder vestirme me hacía sentirme una persona.

- ¿Estás mejor vestida?

- Sí gracias

- Después de comer puedes dormir un rato .

Me desperté con el ruido de la puerta.

- Vamos

- ¿Por qué me hacéis esto?

- No preguntes nunca preguntes

Entré, ya estaban los tres hombres.

- Nunca más cabrones , les dije arrojándoles una silla que dio a uno en la espalda haciéndole caer. No me tocaréis más.

Los dos restantes se abalanzaron sobre mí hasta inmovilizarme. Me colocaron sobre la mesa y empezaron de nuevo. Cuando terminaron me echaron al pasillo.

- No acabas de entenderlo ¿verdad?

- Entender qué, qué tengo que entender a unos gorilas que me follan todos los días.

Abrió la puerta era el primer dormitorio con el colchón y el cubo. La mujer me empujó, todo lo que se gana se puede perder . Dijo cuando salía.

Cuarto día

Cogí el cubo y lo enjuagué a continuación me coloqué de pie en la bañera. El agua fría no me sorprendió. Entré en la habitación me puse de rodillas y me tomé el biberón entero, se corrió en mis pechos esta vez.

Cuando llegué me dieron la habitación con una cama y el vestido estaba encima de ella. Estar vestida me hace sentir persona. Comí y me dormí. Me avisaron caminé junto a la señora, entré en la habitación me senté al borde de la mesa. Los tres hombres me follaron a  su antojo, Me tumbaron bocabajo en el suelo, separaron mis nalgas y uno de ellos metió un dedo en el culo, me dolió, pero no grité.

En la habitación había un libro una butaca y luz. Pude leer, y lavarme, y comer, Estaba vestida. Era otra vez persona.

Quinto día

Me metí en la bañera el agua seguía siendo fría. Me puse de rodillas y me tomé el biberón entero, Esta vez se corrió en mi cara. Cuando llegué a la habitación había una radio despertador.

La música me hacía más persona. La mujer me entregó un horario, para programarlo. Comí y a la hora que sonó el despertador fui a la sala, me senté al borde de la mesa , me follaron nuevamente. Luego me tumbaron en el suelo bocabajo, separaron mis nalgas. Esta vez nadie metió su dedo en mi culo.

Sexto y séptimo día

Sonó el despertador, me metí en la bañera de pie. El agua seguía siendo fría. Caminé por el pasillo, entré en la sala, me puse de rodillas , abrí la boca y me tomé el biberón entero. Esta vez se corrió en los pechos. Volví a la habitación me puse el vestido, comí y me eché en la cama un rato a  leer. Sonó el despertador, desnuda me dirigí a la sala. Me senté al borde de la mesa, me tumbé y dejé que me follaran como todos los días. Me tumbaron bocabajo, me separaron las nalgas, dejaron mi culo en paz.

- Quítate el vestido y sígueme , me dijo la mujer.

Subimos hasta el segundo piso al despacho de la Sra Uriarte.

- Espera de pie , ahora vendrá la señora.

Entró la Sra Uriarte, y se sentó.

- No quiero que esto suene a una disculpa, sé que estos días habrán sido duros para ti, pero lo que ahora no comprendes muy pronto lo harás. Ten confianza en mí. Muy pronto verás que todas estas experiencias tienen su explicación.

Se acercó hasta mí y me abrazó no pude por menos que llorar.

- Vamos,  esto pasará muy pronto. Vístete, Jonás te acercará a la Hermandad. Me dio un beso en la mejilla, muy pronto te volveré a llamar recuerda ahora soy tu tutora especial , no lo olvides .

Estaba allí vistiéndome, había sido ultrajada, humillada, violada, me dejé caer en el suelo y rompí a llorar. Después de un rato pude salir. Al llegar a la Hermandad lo primero que hice fue ducharme, aún me parecía percibir los olores y sabores que esos días. Sentía pena, pena por mí misma. Pensé en Lucía, sólo su cuerpo cálido y tierno podría consolarme pero mi carrera y mi porvenir eran lo primero.

A la mañana siguiente una cajita llegaba a mi nombre, la abrí eran una llaves. Un mercedes deportivo en llamativo color rojo estaba delante de la puerta. Dentro una nota.

Algún  día comprenderás esta terrible semana que has pasado. Espero que esto te ayude a olvidarla. Un beso.

Ana Uriarte, tu tutora especial


Orden de la obra

1-   Juegos de iniciación

2-   Ejerciendo de novicia ( 1 ): llegada a la casa

3-   Ejerciendo de novicia (2 ): rutinas diarias.

4-  Ejerciendo de novicia(3) : una tutora especial.

Próxima entrega : Ejerciendo el poder (1) : final de curso