EI baile de graduación I
La tía Inés convence a su marginal sobrino para que acuda a su baile de graduación, un baile que lo cambiará todo para ellos
EI baile de graduación I
Hola, mi nombre es Inés. Soy una mujer felizmente casada de 36 años y madre de dos hijos. No soy una madre tradicional, en verdad soy bastante moderna, de las que no les importa que sus hijos traigan la novia a casa o que salgan de fiesta hasta altas horas de la madrugada. También soy bastante moderna en cuanto a mi aspecto, mi cuerpo está adornado por varios tatuajes y cambio continuamente de peinado y color de pelo. Esto es fácil para mi porque en realidad soy bastante guapa y mi cara se amolda a varios estilos de pelo.
Mido 1,63, mi color natural de pelo es castaño y mis ojos de color azul oscuro, me cuido bastante pero evidentemente mi edad se refleja en la piel de mi cara. Soy habitual en el gimnasio, gracias a eso tengo un buen cuerpo aunque a mi edad es complicado tener un vientre plano y la guerra contra la celulitis la estoy perdiendo. A pesar de esto tengo un cuerpazo para mi edad y hace dos años me operé el pecho para llegar a la talla 100.
Esta historia ocurrió a inicios del verano pasado, mi marido tenía una semana de vacaciones, así que decidió ir a ver a sus padres acompañado de nuestros hijos. Yo no podía acompañarlos porque aquella semana yo tenía que trabajar.
Pasé toda la semana sola hasta la noche del viernes, ese viernes mi hermano y su esposa cumplían 20 años de casados y querían tener una velada romántica, así que me pidieron que su hijo pasase la noche en mi casa.
Su hijo se llama Víctor y tiene 17 años. Víctor no es muy agraciado, mide casi 1,90 pero está bastante gordo, su pelo es negro, largo y rizado, ojos marrones y labios carnosos en una cara muy gruesa. Pero a su favor tengo que decir que es un niño encantador y siempre que tengo un problema con el ordenador me lo arregla en un periquete.
Víctor había acabado el instituto hacía unos días y esa noche de viernes era el baile de fin de curso. En España no es común los bailes de fin de curso pero su instituto decidió que era una manera original de despedirse de sus nuevos graduados. Pero Víctor decidió no acudir, porque no había sido muy popular y sus compañeros no se lo habían puesto nada fácil.
Llegó a mi casa a las siete de la tarde con su ordenador colgado del hombro, seguro que tenía pensado pasarse toda la noche conectado a internet. No hablamos aquella noche hasta la hora de la cena.
_¿te gusta la comida Víctor?
_si tía, está todo muy bueno
_¿y qué tienes pensado hacer esta noche?
_jugaré al ordenador un ratito y me acostaré
_no entiendo porque no vas al baile, me parece una idea muy original
_porque no lo pasaré bien, no tengo muchos amigos –sonaba triste su voz mientras decía eso
_entiendo, aunque por otra parte, nunca llegarás a ser un hombre si escapas de tus problemas
_ya, la próxima ver iré
_eso es trampa, no existe la próxima vez, todavía no es tarde para que vayas
_lo sé, pero además no tengo pareja –dijo con voz aún más triste
_¿eso quiere decir que si tuvieras pareja irías?
_claro
_¿seguro?
_si
_pues aquí la tienes –dije señalándome a mi
_¿tu? –preguntó extrañado
_si, ahora tienes que ir al baile
_eso no vale, dije que si era porque no me esperaba tener pareja
_lo has dicho, así que tenemos que arreglarnos para irnos
_no quiero ir tía…
_¿ahora resulta que tampoco eres un hombre de palabra?
_pero eres mi tía, no mi pareja
_bueno, diremos que soy tu pareja, intentaré maquillarme para aparentar menos años y además siempre he visto bailes de fin de curso en las películas americanas y me haría gracia ir a uno. Anímate por favor –dije poniendo carita de pena
Al final conseguí convencerlo, lo llevé a su casa para que cogiese un traje y nos volvimos a la mía para ponernos guapos para la noche. Víctor estaba muy elegante con su traje negro acompañado de una camisa blanca y corbata negra mientras que yo me vestí a juego con un vestido blanco de escote palabra de honor y que me cubría hasta las rodillas, el adorné mi vestimenta con un cinturón negro, pendientes negros y unas preciosas sandalias de tacón.
Ya no había tiempo para alquilar una limusina, así que fuimos en taxi hasta el instituto. La graduación se celebraba en el gimnasio, al entrar por la puerta acaparamos todas las miradas, supongo que sus compañeros no esperaban que Víctor apareciese acompañado de una mujer.
Pasé la primera hora bailando con Víctor, la verdad es que no bailaba nada mal y en ese momento se anunció que iba empezar a tocar el grupo que había sido contratado para aquella noche. Todos nos colocamos lo más cerca posible del palco cuando el concierto empezó, el grupo era muy bueno y tanto Víctor como yo estábamos disfrutando mucho.
Todo era normal hasta que una mano se posó sobre mi culo, giré mi cabeza y vi que era del chico que tenía detrás. Reconocí la cara del chico porque era la pareja de la chica que le gusta Víctor, en ese momento no estaba con su pareja, si no con sus amigos. Agarré su mano y la saqué de mi culo sin decirle nada porque quería darle más bombo a la situación.
En cuestión de minutos la mano del chico volvió a posarse sobre mi culo pero esta vez empezó a magreármelo.
_¡para! –dije yo mientras él respondía con una sonrisa
Víctor seguía a mi lado sin darse de cuenta de la situación, yo tampoco quise decirle nada porque quería evitar que se produjese ningún problema.
_parece mentira que una tía buena como tú sea la pareja de un pringado como Víctor –me dijo aquel chico al oído
Decidí ignorar las tonterías de aquel crío que empezaba a comportarse como un acosador. Se acercó más a mí, ahora notaba su aliento en mi nuca y su mano volvió a posarse sobre mi culo. Otra vez más volví a apartársela pero al momento volvió a colocarla sobre mi culo, así durante un par de veces hasta que me cansé y decidí seguir ignorándolo hasta que se cansase de magrearme el culo.
_seguro que este culito es virgen –me dijo al oído
Tras varios minutos manoseándome el culo, por fin apartó sus manos largas, con mi táctica de ignorarlo pensé que había conseguido que se cansase pero nada más lejos de la realidad, en pocos segundos pegó su cuerpo a mi espalda y colocó sus manos sobre mis caderas.
_creo que el tamaño de mi rabo encaja perfectamente en tu culazo –me volvió a susurrar
Aunque mi táctica en ese momento era ignorarlo pero en ese momento se estaba pasando de la raya. Soy una mujer fielmente casada desde hace 15 años, no podía permitir que un niño me tratase así, me di la vuelta para echarle una bronca pero justo en ese momento el me cogió de la mano y la posó sobre su paquete. Me quedé totalmente inmóvil durante unos segundos, lo que notaba en la mano era muy grande. En mi vida yo solo había probado el pene de mi marido, que medía unos 14 cm y nunca había tenido queja pero aquello que estaba tocando sobre un pantalón medía cerca de 20 y estaba duro como una piedra. Tras aquellos segundos inmóviles me di la vuelta sin decirle nada.
_parece que te ha gustado lo que has tocado zorrita
Yo no respondí, la verdad la situación empezó a excitarme, incluso me había gustado su insulto. Intenté concentrarme en el concierto y en que mi pareja, ignorante de lo que había ocurrido, se lo pasase bien.
Pasaron los minutos y aquel chico parecía que ya se había cansado de tocarme y decirme guarradas. Me alegré mucho de que parece pero a los pocos segundos no pude evitar girar la cabeza y mirarlo. Era muy guapo, alto, rubio, pelito corto, ojos marrones y un buen cuerpo.
_¿me echabas de menos? –dijo con seguridad
Yo no respondí…
_estas buenísima, no veas lo cachondo que me estás poniendo
Sus manos empezaron a sobarme el culo mas bruscamente, yo me sentía excitada aunque en mi interior sabía que no iba pasar nada.
Sus manos empezaron a subir por cintura hasta llegar a mis pechos, empezó a tocarlos por encima de mi vestido haciendo que mis pezones se pusieran durísimos.
_¡joder! Vaya tetazas tienes
En ese momento noté que Víctor había girado la cabeza y pensé que quizás había visto las manos de aquel chico sobre mis tetas pero supuse que no porque no dijo nada.
Al rato, aquel chico abandonó mis tetas y comenzó a meter su mano bajo mi vestido.
_ábrete de piernas puta que no llego a tu conchita
Debería haber hecho caso omiso a su orden pero mi cabeza no funcionaba bien y abrí lo suficiente mis piernas para que colocase su mano sobre mis tanga a la altura de coño. Yo cerraba los ojos y su mano empezó a frotar bruscamente mi coño.
_¡joder! Estas empapada
_ohhhhh…-gemí levemente
Llevaba un ratito disfrutando de aquello hasta que mi cabeza volvió a recuperar la cordura, aparté sus manos, cerré mis piernas y aproveché la atención de Víctor al concierto para darme la vuelta y hablar con el chico.
_tienes que parar ya, por favor –le supliqué
_pues parecías disfrutar mucho –me dijo agarrándome de la cintura
_te lo pido por favor, no me hagas esto –le dije apartando su manos
_vale, pero quiero algo a cambio
_lo que sea pero para
_dame tu tanguita de recuerdo
_vale, luego voy al baño, me lo quito y te lo doy
Sé que parece una locura que aceptase la propuesta de aquel chico pero no podía permitirme caer en sus redes y estropear mi matrimonio.
Parecía que el chico había aceptado el trato pero no quería esperar a que fuese al baño para darle mi tanga y de repente se metió debajo de mi falda. Me dio un susto de muerte y empezó a intentar bajarme el tanga, al principio me resistí pero en unos segundos me di cuenta que así cumpliría ya mi trato y me dejaría en paz. El chico empezó a bajar el tanga por mis piernas y yo era consciente de que en ese momento estaría viendo mi coño recién depilado, levanté mis pies del suelo para que pudiese hacerse con mi tanga. Pensé que aquello ya había acabado pero el chico tiró mi tanga a la zona donde estaban sus amigos.
_¿que haces? –pregunté enfadada
_ahora lo verás –dijo sacando su cabeza un momento de entre mis piernas y volviendo a meterla
En ese momento sentí como su lengua penetraba mi coño…
_¡JODER! Ohhhhmmmm... –gemí perdiendo mi equilibrio
Mi sonido provocó que Víctor girase la cabeza y me mirara.
_¿te pasa algo tía?
_Noohhhhh –salió de mi boca al sentir la lengua entrar enterita en mi coño
Parecía imposible que Víctor no viese que había un chico entre mis piernas pero para asegurarme de que no lo veía lo acerqué a mí para que no tuviese perspectiva de mis piernas.
_¿seguro que estás bien? ¿Por qué me acercas tanto? –preguntó extrañado
_porque hemos estado separados todo el tiempo, nadie se va a creer que somos pareja –dije lo primero que se me pasó por la cabeza
Víctor me miraba a los ojos con cara de extrañado pero de repente su cabeza empezó a bajar hacia mis piernas, no podía permitir que viese aquello, así que hice lo primero que se me ocurrió, mi mano evitó que su cabeza siguiese bajando y mi boca se acercó a la suya hasta que empezamos a besarnos durante unos segundos.
_¿y esto? –dijo al separarse nuestras bocas
_es para hacer creíble nuestra mentira, ahora disfruta del concierto
Víctor volvió a mirar al concierto, me aliviaba que no hubiese visto lo que ocurría y ahora, aunque estaba más cachonda que nunca, era el momento de acabar con aquello. Levante mis piernas y saqué al chico de entre ellas. Mi pulso estaba acelerado, así que decidí salir a la calle a fumar un cigarrillo.
Salí sola y me aparté un poco de la puerta porque no quería que aquel chico saliese también y me viese. Llovía bastante fuera y me coloqué en un lateral del gimnasio donde me resguardaba de la lluvia mientras fumaba. Tan solo llevaba medio cigarro cuando vi a aquel chico acercarse a lo lejos.
_¿me estabas esperando?
_por favor, vete
_¿irme? No me iré hasta que folle ¡zorra!
Su actitud me asustó bastante, así que retrocedí unos pasos aunque me fuese a mojar por la lluvia pero ocurrió algo peor. Me di contra una pequeña piedra y no conseguí recuperar el equilibrio por culpa de los tacones, así que me caí sobre un gran charco de barro.
Me quedé allí, tirada en un charco, mi vestido blanco totalmente marrón, más insegura que nunca mientras el chico se acercaba a mí a paso lento. Se colocó a mi lado, yo lo miraba desde el suelo mientras mi ojos se humedecían y el empezó a tocarme tiernamente mi cabeza.
_no luches contra lo que deseas –me dijo mientras se bajaba la cremallera del pantalón
Ahora tenía su polla a pocos centímetros de mí, no me había equivocado, realmente era bastante más grande que la de mi querido marido. Miré la polla durante varios segundos hasta que mi mano se acercó tímidamente a sus testículos llenándolos de barro y mi boca no se resistió a acercarse a aquel gran miembro.
_glup, glup… slurp… glup –empecé a chupar con poca convicción
_¡ohh dioss mío!! Mmm que boquita
Cada segundo que aquella polla pasaba en mi boca mis valores familiares desaparecían a la par que la timidez con que comía aquel rabo.
_gluppss.. ahhjjjj mmmm glupsss
_ohhmmm uffff joder sabes lo que haces hija de puta
Aquel chico acababa de despertar a la tigresa que tenía dentro, cada vez mi mamada era más rápida y agresiva pero fuimos interrumpidos…
_¡ERES UNA ZORRA! –dijo mi sobrino que estaba a escasos metros de nosotros
_yo… -dije sacando la polla de mi boca
No me dio tiempo a decir nada más ya que Víctor se había dado la vuelta y abandonaba aquel lugar. Yo me levanté del suelo, aquel grito de Víctor había vuelto a colocar mi cabeza en su sitio.
_¿me vas a dejar así? –dijo el chico refiriéndose a su polla al ver cómo me iba
_¡que lo acabe tu novia! –respondí enfadada
Corrí detrás de Víctor hasta que lo alcancé.
_Víctor, lo siento, no entiendo lo que me ha pasado
_¿que ha pasado? Me haces venir al baile y ahora soy el cornudo, aparte del marginado
Víctor entró en el gimnasio pero el portero no me permitió entrar porque estaba totalmente manchada de barro. Me fui rápidamente a casa a cambiarme de ropa, me duché para sacarme todo el barro y me puse un vestido dorado de lentejuelas muy corto y escotado. Volví a la fiesta lo más rápido que pude, al entrar busqué a Víctor y fui hablar con él.
_Víctor, perdón –le dije verdaderamente arrepentida
_no pasa nada, a partir de esta noche no volveré a ver a estos chicos, da igual que ahora también me tomen por cornudo –dijo con los ojos rojos como si acabase de llorar
_te prometo que te lo compensaré
_vale, diviértete, allí está el chico, ve con el
Giré mi cabeza y vi al chico en la barra del bar al lado de su novia, me miraba con cara de confianza y me dirigí rápidamente hacia él pero en vez de hablarle a él, le hablé a su novio.
_tu novio es un cerdo, se la acabo de chupar
A su novia se le desencajó la cara, le dio una bofetada a su novio y se fue corriendo mientras yo volví a junto mi santo sobrino Víctor.
_¿que has hecho?
_ahora tu y la chica tenéis algo en común, los dos sois unos cornudos
_¿se lo has dicho? Estás loca
_deberías ir a consolarla, tú también eres un cornudo, ¿Quién mejor que tu para entenderla?
Víctor me regaló una sonrisa y se fue del gimnasio para hablar con la chica. Yo me quedé allí sola, en aquel momento me estaba arrepintiendo bastante de lo que había hecho antes con aquel hasta el punto de que pensaba contarle a mi marido lo que había ocurrido. Estaba inmersa en mis pensamientos hasta que alguien me interrumpió.
_eres una gran zorra –dijo el chico de antes apareciendo por detrás
_lo se
_no me importa, mi novia es una niñata, a quien quiero follarme ahora es a ti –me dijo agarrándome de la cintura
_yo a ti no, solo quería dejarte el calentón, ahora vete niñato de mierda –dije con un tono muy enfadado
El chico me envió una de esas miradas que matan y se fue. Volví a quedarme sola con mis pensamientos hasta que Víctor volvió con una enorme sonrisa.
_ha sido genial tía, nos hemos besado
_me alegro mucho, entonces ¿me has perdonado?
_aún no, necesito otro favor
_vale, lo que quieras
_acompáñame –me dijo agarrándome de la mano
Me sacó del gimnasio y me llevó a las pistas de baloncesto donde no había nadie.
_¿que pasa? –pregunté preocupada mientras él se sentaba en las gradas
_siéntate aquí –dijo señalando a su lado
_me estás asustando –dije mientras me sentabas
_la chica me ha invitado a su limusina, creo que quiero que nos acostemos
_eso es genial ¿Por qué me traes aquí para contármelo?
_Porque no soy muy experto en esto del sexo
_¿buscas consejo?
_tengo miedo a no aguantar mucho tiempo antes de correrme
_yo no soy un chico, no sé como hacéis para aguantar más o menos tiempo
_si me corro ahora, luego aguantaré más
En ese momento Víctor se bajó sus pantalones hasta liberar su miembro viril, perdón, su enorme miembro viril. Su polla medía 23 cm, yo incluso ignoraba que hubiese pollas de ese tamaño.
_¿QUE HACES VICTOR? –pregunté asustada
_quiero que me hagas una paja
_no, me voy ahora mismo, mañana hablaremos de esto seriamente –dije yo levantándome
_o lo haces o le cuento a tu marido lo que has hecho hoy
_tú no eres así –dije yo parando en sexo
_yo también pensaba que no eras una puta y me equivocaba, tienes cinco segundos para pensar si me haces la paja o no
Sabía perfectamente que si mi marido se enteraba de lo que había hecho, mi matrimonio se iría a la mierda. No tenía tiempo para pensar bien que hacer, solo podía decidir si quería salvar mi matrimonio o no. Me di la vuelta y volví a sentarme al lado de Víctor. Mi mano se colocó sobre su enorme manubrio y empecé a meneárselo con desgana con mi cabeza mirando hacia otro lado.
_mmm muy bien tía, tienes una mano muy suave
_gracias –respondí con desgana
Empecé a masturbarlo más rápido, quería que acabase ya ese mal trago y volver a casa.
_hazlo más lentamente que quiero saborear el momento–me dijo mientras su mano agarraba la mía para ralentizarla
Al rato me soltó la mano, así que yo volví a masturbarlo igual de rápido que al principio.
_te estás portando mal tía, ¿quieres que llame a tu marido? –dijo agarrando el móvil con la mano
_no por favor –dije volviendo a masturbarlo lento
_así me gusta ohhh que bien tía –decía mientras yo le echaba una mirada asesina- no me mires así y dame un besito
_¿enserio?
_claro, uno como el de antes
Estaba totalmente agarrada de pies y manos, no podía evitar lo que estaba pasando y no quedó más remedio que besarlo. Su lengua se introdujo totalmente en mi boquita mientras sus manos se acercaron a mis pechos y los dejaron descubiertos.
_¿ya te vale no? –dije apartando mi boca
_aún no, ahora abre tu boquita
_¿QUE?
_quiero que mi polla también sienta tu aliento –dijo agarrándome del pelo
_NO, NO Y NO, se acabó
_¿seguro?
_si –respondí convencida
Víctor no dudó en volver a coger el teléfono y marcar el número de mi marido. Decidí arriesgarme a que se tratase de un farol y realmente no se atreviera a llamar pero me equivocaba, en unos segundos escuché la voz de mi marido al otro.
_Hola tío, perdón por despertarte a estas horas
No me podía creer que lo hubiera hecho, no tenía tiempo para actuar y opté por lo más fácil. Arqueé mi cuerpo, agarré su polla y me metí la mitad dentro de mi boca.
_¿que tal te lo estás pasando por el pueblo? –le preguntaba Víctor a mi marido
Mientras yo tenía la polla de Víctor en mi boca pero no estaba haciendo ningún movimiento. Víctor, con su mano, tapó el micrófono del teléfono para que mi marido no escuchara lo que iba a decirme.
_ahora chúpamela guarra –me dijo en voz baja
_tu solo me dijiste que querías tenerla en mi boca, no que te la chupase –le respondí también en voz baja sacándome su enorme polla de la boca durante unos segundos
_tienes razón –dijo con una gran sonrisa
En ese momento Víctor utilizó su mano libre para empujar mi cabeza y que su polla entrase hasta el fondo en mi boca.
_-¡Glaggghh!¡Wuegg….! –dije yo a punto de vomitar
_pues me alegro mucho de que tus padres estén bien –seguía Víctor hablando con mi marido
Durante un rato Víctor simplemente me hizo tener su polla en mi boca hasta que decidió empezar a follar mi boca. Yo cerraba los ojos esperando que aquello pasase lo más rápido posible.
_gluppss.. gluppss…ahjjjjj… glupssss
_ohhhh!! Solo llama..ohhh llamaba para preguntarte donde está el mando del DVD
_glupppss… glupppppppppppppp glagggggggggg –sonaba de mi boca
_si, estoy bien ohhhhjjjj,….. lo que pasa es hoy hice algo de ejercicio y tengo un poco de dolor en la ingle OHHHH –gemía Víctor mientras hablaba con mi marido
Cada vez Víctor me follaba la boca más violentamente, y yo… creo que el riesgo de poder ser cazada por mi marido me estaba poniendo caliente y no pude evitar acercar la mano a mis braguitas y notar una gran humedad en mi coño.
_gluppsss …. Glupppss…mmmmm
_pues gracias tío OOHHHH si vale, OOHHH… haré menos ejercicio la próxima vez… está aquí a mi lado comiéndose un plátano… OHHHHMM… hasta luego, un abrazo tío –dijo colgando el teléfono
Ahora me sentía totalmente excitada, evidentemente no hacia mi sobrino, si no hacia la situación y la verdad estaba disfrutando bastante. Además, yo he chupado cientos de veces la polla de mi marido pero era la primera vez que me follaban la boca.
_glupppsss…. Ahjjjjjjj mmmmmmmmmmmmmm
_ohhh si tía, me voy a correr ohhhh siiiii ¡me corro! ¡ME COOOOOOOOOORROOO!! MMMM OHHHHH
Saqué la polla de mi boca porque siempre me ha dado asco que se corriesen dentro de ella pero no me dio tiempo a apartarme del todo y una gran cantidad de semen de Víctor de derramó sobre mi precioso vestido.
CONTINUARÁ…
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