Efecto mariposa

Esta es una historia de cómo se suceden las cosas sin dales importancia, cuando en realidad, el más mínimo gesto, palabra o hecho, con el tiempo lo es todo. Espero que les guste.

EFECTO MARIPOSA

El efecto mariposa, como ya sabéis muchos de vosotros radica en que cualquier cosa que haces por pequeña que sea, con el tiempo ya sea inmediato o a largo plazo repercute sobre nuestras vidas o la de los demás.

La historia que voy a contaros es un claro efecto mariposa.

Todo empezó hace 6 años cuando entre a trabajar en una nueva empresa, allí conocí a la mujer mas adorable que quizás nunca conozca igual, cambiare su nombre por si e efecto mariposa hace que su marido o algún conocido lea este relato así que la llamaremos Pilar.

Pilar, nada mas entrar fue una de esas personas que ya te caen mal, tengo que decir que era mi superior mas inmediato y la verdad es que laboralmente era muy dura.

Me tenia todo el día, controlado y continuamente sumándome mas trabajo hasta el punto que un día después de 4 meses de aguantar, me are un segundo reflexione y me senté en su despacho para hablar con ella.

La conversación al principio fue muy tensa hasta el punto de darme ganas de salir corriendo del despacho y no volver.

Pero en un instante y de manera inconsciente de dirigí a ella con un calificativo cariñoso. (Mi vida) y en ese momento, su cara cambio radicalmente, sus ojos brillaron y podía incluso sentir cierta ternura en su cara. Des pues de esto todo fue calmándose hasta llegar a un acuerdo.

En los sucesivos días la relación con Pilar fue cambiando poco a poco ella se mostraba mucho mas cariñosa y a mi cada día me parecía una mujer mucho mas guapa. Sexy y sensual de lo que en un principio me dio la impresión.

Las cosas cambiaron por completo desde aquel momento en el que deje salir de mi boca esa palabra, que además ahora pronunciaba continuamente con ella, sin que los demás compañeros me oyeran claro.

Los viernes nos tomábamos una cervezas después del trabajo he incluso me atreví a escribirla poesías. La relación iba encaminada a que algún día termináramos en la cama follado como locos.

Pero un buen día, Pilar tuvo que marcharse de la empresa, su marido acepto un trabajo en otra ciudad.

No volví a saber más de ella

Hasta que un día por azar me encontre un amigo por la calle y paramos en un bar para tomar algo y en ese bar encontré a Pilar, la sorpresa fue mayúscula. Me digo que había vuelto unos días porque su madre estaba enferma,

Así que gracias a encontrar a ese amigo y decidir entrar al bar volví a encontrarme con ella.

Pero ya no quería que la casualidad nos volviera a juntar así que le pedí el teléfono y quedamos para comer al día siguiente.

Y así fue, a comida fue muy amena y sentíamos una atracción fuera de lo común que por guardar las apariencias o por el hecho de estar casados los dos, lo disimulabamos muy bien.

La comida termino y decidimos dar un paseo por un parque cercano el día era radiante y ella estaba preciosa, sin darnos cuenta nuestras manos se juntaron y nuestros dedos se entrelazaron, la sensación electrizante de besarla aumentaba a cada paso que deba, hasta que en un momento de la conversación la callé y la dije que la deseaba, que necesitaba tenerla, ella bajo la cabeza, ruborizada y me sonrió.

- creí que nunca me lo pedirías, me dijo

Y sin mediar palabra acerque mis labios a los suyos y la bese, aquel beso no fue un beso cualquiera, lo que sentí al notar sus labios pegados a los míos, no lo había sentido con nadie mas, era como si sus labios estuvieran cargados de un veneno que me mataría de forma lenta y suave. Borracho de aquel beso, Pilar me volvió a coger de la mano y nos encaminamos a su casa.

  • ¿ y tu madre? La pregunte

- se quedo esta noche en el hospital en observación, a si que tenemos toda la noche y toda la casa, para nosotros solos.

Corrimos hasta su casa, nada mas llegar, se apresuro a denudarme cosa que yo hice también con ella, cuando nos desprendimos de la ultima prenda nos separamos para admirarnos, Pilar tenia un cuerpo esplendido, lleno de curvas, con una cintura muy ancha, unos pechos grandes y firmes con dos preciosos pezones que parecían fresas a punto de ser devoradas por mi, su trasero era redondo y muy bien formado, pero a pesar de ese cuerpazo, lo que mas me excitaba de ella era esa mirada de niña mala que me penetraba hasta lo mas profundo de mi alma, si dejar de mirarme se arrodillo frente a mi, con una sonrisa casi perversa me sujeto el pene con ambas manos y lamió como una perrilla, pasaba su lengua desde mis testículos hasta la parte mas alta de mi pene, una veces muy lentamente y otras muy rápidamente y todo esto sin dejar de separar su mirada en la mía, el calor de su boca se hacia mas intenso, estaba introduciéndose mi verga en su interior, un tremendo escalofrío recorrió todo mi cuerpo y las piernas me flojeaban. No tardo demasiando tiempo hasta que sintiera que mi primer orgasmo estaba apunto de sacudirme y así se lo hice saber, ella sonrió picadamente y dejo de chuparme, se coloco a mis espaldas y alargo sus manos y mientras que con una mano me masturbaba lentamente con la otra me acariciaba los testículos mis caderas, mi estomago e incluso por mis nalgas, aquella sensación me envolvía en un estado de semi inconsciencia, cerré los ojos y me deje hacer, su mano derecha sabiamente aumentaba poco a poco su sube y baja sobre mi polla y apretándome las nalgas me pidió que me corriera, no me fue difícil pues lo hacia de maravilla, deje salir mi semen salpicando el suelo y parte de su mano y me agarre a ella para no perder el equilibrio. El orgasmo fue tremendo, como pocos, pero mi miembro se resistía de decaer, lejos de decaer, seguía erguido y desafiante, me di la vuelta y la bese apasionadamente, era mi turno y deseaba con toda mi alma comerme aquel cuerpo.

Desde el primer día que la conocí, me llamo tremendamente la atención su culo, es una de las partes que más me gusta de las mujeres, pero Pilar tenia el mejor culo que nunca he visto, tanto vestida como desnuda su trasero era impresionante.

Y era mi turno y mi oportunidad para aprovecharme de aquella maravilla de la naturaleza.

Así pues la subí a la cama, poniéndola a cuatro patas y dejando mostrarme su culo en toda su plenitud, la observe detenidamente y me relamí ante lo que estaba apunto de acontecer, Pilar permanecía quieta, expectante, mi cara se aproximo a sus nalgas y mordisquee primero la derecha y después un besito seguido de un lametón y otro mordisquito, luego hice lo mismo con la nalga izquierda y después otra vez la derecha, poco a poco mis lametones, mordiscos y besitos se aproximaban mas a sus zonas mas calientes y podía sentir como Pilar lo deseaba pues cuanto mas me acercaba mas rápidos era su respiración y sus gemidos, su culo junto con sus caderas se movían al compás de mis caricias buscando ser complacida y no tarde en llegar a su ano y a su rajita, para entonces muy húmeda, chorreante, con un olor intenso a sexo que me embriagaba y me hacia perder el sentido, ya mi boca y mi lengua recorrían sin descanso todas las partes pudientes de aquella mujer, lamían y relamían cada rincón de su culo y de su coño, mi saliva se mezclaba con sus flujos y todo tipo de jugos que emanaban de aquel lugar tan maravilloso, no se cuanto tiempo paso, pero desperté de mi nube cuando sentí una mano de Pilar pidiéndome mas intensidad pues estaba apunto de tener un orgasmo, la agarre fuertemente de las nalgas abriéndoselas para poder acceder lo mas profundamente posible en su coño, extendí mi lengua y la penetre e inicie un movimiento de entrada y salida fallándomela con la lengua, ala vez que mi nariz tropezaba con su ano, pude ver como una de sus manos se apresuraba a llegar a su clítoris para intensificar su orgasmo, cerré los ojos y me dispuse a saborear sus mas íntimos sentidos y recónditos sabores.

Con mi cara totalmente pegada a su trasero podía sentir perfectamente sus envites contra mí a la búsqueda de una penetración mas profunda de mi lengua y podía escuchar sus más excitantes gemidos, se avía convertido en todo un volcán insaciable, incansable, inapagable, incontrolable. Me ponía a mil verla en esa situación, pidiendo más y más suplicándome que no parase y que siguiera follándomela con más fuerza.

El orgasmo tuvo su fin y pude recuperar el aliento, pero no deje pasar más de cinco segundos y mucho menos no la solté, seguí amarrándola por las caderas no dejándola apenas recuperarse a ella, sujete mi polla con mi mano izquierda , sin soltarla e mi mano derecha y me acerque ansioso, como un animal en celo pero con la sabiduría de la delicadeza con la que hay que tratar aun dama, restregué mi verga por toda su amplitud trasera desde la parte mas alta de su culo hasta mas allá de su clítoris, lo hice barias veces y conseguí con ello que mi miembro se humedeciera mas que suficiente para iniciar mi asalto al interior de Pilar.

Podía sentir como el cuerpo de Piar aun no se había recuperado de su anterior orgasmo pero aun así permanecía ofrecida a mi, situé mi verga en la entrada de su vagina y casi sin hacer yo nada ella empujo hacia atrás para tragársela entera en tan solo dos empujones, la sensación de tener mi polla dentro de esa mujer es indescriptible, era un calor intenso que me recorría todo el cuerpo, como estar en el cielo, me sentía flotar llevada por su sexo aun mundo profundo de un intenso placer.

Envuelto por esta sensación y embriagado por los gemidos proveniente de su voz dulce y embriagadora mi próximo orgasmo estaba ya apunto de explotar pero no quería que esto sucediese sin compartir con mi amante dicho orgasmo, así que me eche sobre ella pegando mi torso sobre su espalda, nuestros sudores se mezclaban y eso hacia mucho mas intenso el placer, alargue una de mis manos hasta llegas a su clítoris y comencé a masturbarla dando círculos alrededor de su zona mas sensible, su respiración y la mía iba en aumento progresivamente, sus movimientos y los míos eran cada vez mas frenéticos, el chocar de sus glúteos y mi estomago sonaba de forma rotunda.

Pilar, alzo la vista y me miro fijamente, supo con su mirada que estaba apunto de correr se y que me daba la autorización para que la inundara con mi leche.

Agache mi cabeza y busque sus labios, ella se pego a los míos y como un tronado rompimos en un orgasmo cuyos chillidos se apagaban en un beso intenso, un beso de una pasión sin precedentes, un beso lleno de locura y de deseo.

Luego Pilar se dejo caer sobre la cama y yo sobre ella, estuve besándola un buen rato, besitos suaves, cariñosos y delicados en su cuello, orejas y cara hasta que quedo dormida.

Me abría quedado dormido yo también de no haber sido por la llamada inoportuna de mi mujer, pidiéndome que regresara por una urgencia.

Así que para no despertar a Pilar, la escribí una nota y tuve que salir corriendo de ese lugar sin saber que aquella seria la última vez que vería a Pilar.

A la mañana siguiente la llame para disculparme y me dijo que volvía con su marido y se llevaba a su madre, por lo que seria muy posible que nunca regresara.

Aquello me entristeció de sobre manera y todavía hoy no me he recuperado de su ausencia, pero sigo esperando que el efecto mariposa, que cualquier imprevisto o la casualidad haga que vuelva a ver esos ojos con esa mirada de niña mala que me enamoro.

Quizás leas este relato y sepas que no te he olvidado.

Quizás tú tampoco me olvidaste.

Quizás este relato sea el principio de un efecto mariposa que nos vuelva a unir.

¿FIN?