EDU: Ruben el chino

Cuando acabes el trabajo me comes lo de abajo.

EDU: RUBEN EL CHINO

Hola a todos, siento haber tardado tanto en escribir pero me ha salido curro nuevo y no tengo tiempo para nada. Pero me ha pasado algo que quiero contaros.

Hace un par de semanas me llamaron para currar en Mc Donalds. Al llegar me hicieron pasar a la sala de descanso donde me esperaba el encargado para hacerme la entrevista. Era un hombre de unos 40 años, calvete y algo entrado en carnes. Desde que entre no dejo de mirarme de arriba abajo. Ni siquiera me dijo que me sentara para poder verme mejor.

Me hizo unas cuantas preguntas sobre donde había trabajado antes, mis aficiones y cosas por el estilo.

  • Aquí no se paga del todo mal y el trabajo tampoco es para matarte. Si te interesa el puesto es tuyo.
  • Si, por supuesto.
  • Perfecto. Estarás un mes de prueba. Empiezas mañana que ya tendrán el contrato listo. Ahora te traigo el uniforme para que te lo pruebes.

Desde el espejo que había en la pared pude ver como me miraba el culo al salir. Viejo verde. A los pocos minutos llego con un paquete de ropa. 3 gorras de diferentes colores, 2 camisetas de manga corta y 2 pantalones negros.

  • Toma pruébate esto, creo que es tu talla -. Me quede parado esperando a que me indicara que puerta era la de los vestuarios -. Hazlo aquí mismo si quieres que ahora mismo no se donde tengo la llave de los vestuarios.

Parece que a Héctor, que así se llama mi encargado le gusta mirar. Bueno siempre que no pasara de mirar no tenía problema en alegrarle la vista. Me quite la sudadera que llevaba y la deje sobre la mesa y muy despacio me quite la camiseta para darle tiempo a que viera mis abdominales y mi pecho. Sin camiseta me dirigí a Héctor y cogí un pantalón y una camiseta y volví otra vez al centro de la habitación, como quería exhibirme en lugar de ponerme la camiseta me quite los pantalones quedándome en calzoncillos. Metí mi mano en mi entrepierna y me coloque la polla en su sitio antes de ponerme los pantalones y la camiseta del uniforme. Una talla mas me vendría de lujo pues la camiseta era muy ceñida y un dedo por encima del pantalón de forma que se veía la goma de los calzoncillos. El pantalón era tan estrecho que no dejaba mucho a la imaginación pues se ajustaba como un guante tanto a mi culo como a mi paquete. Se notaba hasta las costuras de los calzoncillos.

  • Te esta perfecto -. Héctor no me dio tiempo ha pedir una talla mas, así que hice la operación inversa y volví a ponerme mis pantalones y mi camiseta. – Ya te puedes ir que tienes mucho papeleo que hacer. Mañana a las 8 aquí.
  • Ok, muchas gracias, hasta mañana -. Le di la mano y me marche con el paquete de ropa.

No había apenas salido por la puerta cuando me di cuenta que me había dejado la sudadera en la mesa. Entre de nuevo en la sala pero Héctor no estaba. Tras una puerta, que luego supe era el baño de los chicos, oí una fuerte respiración, parece que estaba relajándose y yo tenía gran parte de culpa. Pero había conseguido el trabajo que era de lo que se trataba.

Así fue como entre a trabajar en Mc Donald’s. Desde el primer día me pusieron en salón recogiendo mesas junto con Alexandra, una rumana morena espectacular. Héctor decía que atraíamos clientela y tenia razón, yo volvía locas a las niñas de 15 años y a las mamas, Alexandra por su parte había conseguido que los cumpleaños de los críos tuvieran asistencia record de padres.

En unos de esos días que habíamos tenido 4 cumpleaños y estaba hasta los huevos de limpiar mesas, unos críos de mierda acabaron con mi paciencia.

  • Ya que habéis estado dando por el culo toda la tarde, al menos podíais recoger las bandejas -. Les dije mientras se iban.
  • Ese es tu trabajo ¼ libra -. Me dijo uno de ellos. – Además tienes sorpresa jajaja

Cuando llegue a la mesa si había sorpresa si, estaba toda la mesa pringada de kétchup. Malditos capullos. Pero al recoger las bandejas vi que en una de ellas había un número de teléfono apuntado. Así que esa era la sorpresa, con razón me había guiñado el ojo antes de salir.

El chaval era asiduo al Mc Donalds, no fallaba ni un viernes, sus colegas iban cambiando pero el era un clásico. Por lo que había oído se llamaba Rubén aunque sus colegas le llamaban "el chino". Era un nene blanquito de piel y el pelo negro tremendamente liso que se le plantaba por todas partes y como no se le veía la labor de peinarse había días que parecía el cantante de Tokio Hotel. Los ojos los tenia rasgados y muy grandes de color verde intenso con unas pestañas tan largas que parecía de chica.

Tenia una de esas miradas que parece que siempre esta sospechando de algo y cuando se rie dudas si ve o no, la verdad que lo de chino le iba al pelo.

El crio no era muy alto y bastante delgado aunque cuando se quedaba en camiseta se notaba que debía estar fibrado. No tenia demasiado culo aunque si marcaba buen paquete. Era un chico normal tirando a poca cosa y algo esmirriado. Pero tenia algo que hacia que te fijaras en el. Al principio era solo por la lata que daba aunque después ya lo miraba simplemente porque me atraía. Por lo que parece se había dado cuenta de lo mucho que lo miraba.

Como no tenia bolsillos el pantalón arranque el trozo de hoja y me lo guarde en la goma de los calzoncillos, ya decidiría que hacia con el numero mas tarde.

La noche fue una locura y no paramos un momento, estuve tan ocupado que no me acorde hasta que no me desnude para darme una ducha y cambiarme. Como no sabia que hacer le hice una púa y me fui a la ducha. Al salir mire el móvil y vi que tenia un mensaje, era de Rubén "llámame que no tengo saldo". Me vestí y me fui al coche para hablar más tranquilos.

  • Hola ¼ de libra.
  • ¿Cómo sabias que era yo?
  • Sabía que me llamarías tío, no paras de mirarme cuando voy y no pareces de los que deja pasar una oportunidad.
  • ¿Qué quieres?
  • Nada que estoy solo en casa, mis padres están de viaje y mis colegas a dormir pronto que mañana tienen partido. Así que aquí estoy solo y aburrido. ¿Te vienes?

Me dio la dirección, no estaba muy lejos así que en 10 minutos estaba en la puerta de su casa. Estaba algo nervioso por si me estaban tomando el pelo pero tenia que arriesgarme y ver que pasaba. Le hice una perdida para que supiese que había llegado y escuche que me hablaba por el telefonillo y me decía "sube, 3ª piso puerta 5".

Al llegar a su casa me encontré con Rubén esperándome en la puerta. Aunque hacia bastante frio llevaba una camiseta de manga corta y un pantalón de chándal blanco Adidas que le marcaba un buen paquete.

  • ¿Qué tal tío? -. Le dije para romper el hielo.
  • Pasa -. Se dio la vuelta y comenzó andar por el largo pasillo de la casa.

Cuando iba por la mitad de camino vi que se quitaba la camiseta sin dejar de andar. Aquello parecía que iba en serio. Cerré la puerta y lo seguí. Al llegar a la habitación por la que se había metido me lo encontré sentado en el borde de la cama. Se había quitado el chándal y estaba solo con unos bóxers Calvin Klein negro.

Era del gado y bastante marcado, parecía que se depilaba todo el cuerpo ya que solo tenia algo de vello por las piernas, en uno de los hombros llevaba tatuado una especia de Fénix y en el muslo izquierdo dos líneas, al estilo de las que lleva un actor porno en el antebrazo que ahora no recuerdo como se llama.

Me quede un rato en la puerto viendo como se sobaba el paquete, ya la tenía totalmente tiesa y mediría unos 19 o 20cm. Joder con el crio. Aquello era lo único que no tenia de chino.

  • Oye ¼ de libra, ¿vas a comerme el rabo o solo has venido para mirar como me la meneo?

No le iba hacer esperar mas, entre en la habitación me arrodillé entre sus piernas y aparté sus manos. Le sobé un buen rato la polla por encima de los calzoncillos. Hasta que Rubén que ya debía estar a 1000 se bajo completamente los calzoncillos dejando su rabo a escasos centímetros de mi.

Allí tampoco había nada de pelo. El crio tenia una buena polla, grande y demasiado gorda, sin circuncidar y algo torcida para la derecha. Los huevos iban a conjunto con la polla, eran grandes y redondos sin vello y apretados, no colgaban ni un centímetro. Lo que mas llamaba la atención era su color, mucho más morena, como si se hubiera puesto al sol totalmente tapado y con la polla al aire.

Seguí pajeandolo notando lo dura y caliente que estaba hasta que note una ligera presión en la nuca que me acercaba un poco mas a su polla. Quería que se la chupara. No me hice de rogar. Abrí los labios y metí todo su capullo en la boca.

Rubén ya había conseguido lo que quería así que retiro la mano y se dejo caer totalmente sobre la cama dejándome hacer.

Yo se la chupaba sin dejar de pajearle, ensalivándola bien, preparando su polla y mi garganta para tragármela entera. Mientras se la lubricaba subía mi mano hasta el capullo, acariciándoselo de forma que soltaba un gemido y tensaba sus piernas. Parece que le gustaba lo que le hacia.

Estábamos listos así que fi metiendo su polla en mi boca lentamente pero sin parar, noté como llegaba a mi campanilla, empujé un poco mas y por fin noté mi nariz pegada a su abdomen. Tenía su polla metida hasta el fondo de la garganta. Rubén dejo escapar un "siiii" y yo permanecí en aquella postura todo el tiempo que mis pulmones me permitieron a medida que me la iba sacando Rubén dejaba escapar el aire de sus pulmones contenido por el placer que le daba mi boca.

Repetí la operación un par de veces mas todas con el mismo resultado. Rubén gimiendo de placer cada vez mas alto. Necesitaba respirar un poco así que me la saque y pase a lamerle el cipote por el lado y los huevos mientras lo pajeaba. Rubén entendió que necesitaba un descanso.

  • Como esperas ¼ de libra que te la como si aun estas vestido -. Me dijo descaradamente mientras se tocaba el nabo sonriente.

Me levante y me quite toda la ropa rápidamente dejando que Rubén me observara completamente desnudo y con la polla totalmente tiesa antes de subirme a la cama.

  • Te vas a enterar enano -. Rubén se había sentado apoyando la espalda en el cabezal de la cama. – Ahora vas a ver lo que es un ¼ de libra -. Le dije mientras me meneaba la polla puesto de pie en la cama.
  • Por fin lo pillas tío. Si es que se te nota todo el rabo con esos pantalones que me llevas en el curro. Menuda Hamburguesa que tienes entre las piernas jajaja.
  • Capullo -. Le cogí de los tobillos y tire fuerte dejándolo tumbado en la cama. – Hoy vas a tener ración doble de Mc Donalds.

Me había puesto de rodillas de forma que la cabeza de Rubén estaba entre ellas con lo que mi rabo quedaba a la altura de su boca. Le di un par de cachetes en las mejillas con la polla y se la restregué por los labios mientras que el se hacia el enfadado a la vez que sonreía. Yo a diferencia de el tenia la polla mojada de pre-cum, que le deje pegado en las mejillas y la nariz.

Por fin apoye mi capullo en su boca e hice presión para que entrara. Rubén abrió la boca, levanto un poco la cabeza y se puso a comérmela con ganas. Al cabo de un rato paró pues la postura era algo incomoda. Yo aproveche para ponerme sobre el como si estuviera haciendo flexiones. Abrió de nuevo la boca y yo se la folle como si de un culo se tratara. De vez en cuando se la sacaba y subía un poco para que me chupara las pelotas. Lo hacia de cine y tenia muchísimo aguante, no era la primera vez que lo hacia.

Calculo que estuve follandole la boca unos 20 minutos hasta que me dijo que parara.

  • Para un poco maquina, que me duelen la mandíbula.
  • ¿Qué, ya se te ha pasado el hambre? Mira que hay Sandy de postre -. Le dije mientras volvía a ponerme de rodillas con su cabeza entre las piernas.
  • Que va tío, aun tengo hambre para rato, date la vuelta que hacemos un 69 que mi polla también quiere guerra.

No era mi postura preferida, pues me gustaba concentrarme en lo que hacia ya fuera comerla o que la comieran. Como no había confianza suficiente me di la vuelta y nos pusimos cada uno con su labor.

Yo paraba de vez en cuando para ver como Rubén me la comía sin parar, era insaciable y solo se detenía cuando yo le avisaba que parara o me iba a correr. En unas de esas veces que paró comenzó a merme el culo y a jugar con sus dedos en mi agujero mientras yo le comía el rabo al crio que daba muestras de tener un aguante insaciable.

Al cabo de un rato note como ya metía dos dedos fácilmente, me estaba gustando tanto que deje de comerle el rabo y prácticamente me senté en su cara. Rubén alternaba sus dedos con la lengua haciendo que me dilatara al máximo.

  • Para tío que sino me correré -. Le dije sin casi poder hablar. Tenía el corazón que se me salía por la boca.
  • Pues déjame que te la meta un rato, venga -. Sin darme cuenta había sacado un condón de uno de los cajones de la mesita y ya lo tenia puesto.
  • A ti quien te ha dicho que soy pasivo? -. Mi respuesta le dejo muy extrañado viendo la cara que puso.
  • Te metido 4 dedos así que virgen no debes ser.

Sin dame muchas mas opciones se coloco detrás de mi de rodillas en la cama y apuntando su polla directamente a mi orificio. Me pego su pecho contra la espalda y tirando mi cabeza hacia atrás empezó a morderme el cuello y pajearme, estaba tan excitado que apenas note como iba metiendo su polla rápidamente en mi culo, una vez dentro no dio tiempo a que mi culo se acostumbrara a su pedazo de polla y empezó a follarme. Sino me hubieran follado 2 tíos en apenas una semana aquel crio me habría partido el culo.

Era tal el ritmo que llevaba que no lo pude aguantar más y me deje caer en la cama. Rubén dudo si parar la follada o tumbarse.

  • Joder tío sigue, no vayas a parar ahora -. Le grite.
  • Lo que tu mandes, este bigmac es todo para ti.

El chiste me hizo gracia pero la risa que interrumpida por el gemido de placer que me dio el pollazo que me pego. El crio jugaba a meterla del todo para sacarla completamente. A esas alturas estaba tan abierto que no le costaba hacerlo. Cuando se canso volvía a follarme más rápido aun que antes. Lo notaba gemir en mi oreja y decirme las ganas que tenia cuando me veía en el curro de follarme y que estaría así horas. La verdad que llevaba una hora casi follandome así que me asusto la idea de que no fuera una frase hecha.

Las envestidas eran tan fuertes que mi polla no paraba de rozar con las sabanas y era casi como si me masturbara.

  • Ya no aguanto más Rubén, yo me corro.
  • Así no tío que me vas a poner las sabanas hechas un asco.

Sin pensarlo casi me la saco, me dio la vuelta y en apenas 2 segundos ya la tenia dentro una vez mas. Me subió las piernas a los hombres y me dio durante 5 minutos todo lo fuerte y rápido que pudo sin dejar de pajearme con su mano.

Como comprenderéis ya ni podía ni quería aguantar mas y me corrí. Nos habíamos movido tanto que mi cabeza colgaba por el borde de la cama de forma que vi pasar por encima los 2 primeros lefazo, el resto de la abundante corrida cayo en mi pecho y cuello. Rubén siguió un par de minutos mas hasta que termino en mi culo también en grandes cantidades a juzgar por la cantidad de semen que había en el condón. Exhausto se desplomo a mi lado, aproveche que estábamos cara a cara para besarlo en los labios por primera vez. Pillándolo por sorpresa.

  • ¿Te importa irte? Mañana quiero ir a ver el partido y será mejor que me vaya a dormir ya-. Se levanto y sin ni siquiera vestirse entro al baño y por el ruido se puso a darse una ducha. – Cierra al salir y nos vemos otro día ¼ de libra.

Yo me levante, me vestí y me largué sin decir ni adiós, solo di un portazo bastante fuerte para que lo oyera desde la habitación y supiera que ya me había ido.

Esa no fue la última vez que vi a Rubén. Siempre que necesitaba ir algún sitio me pedía que lo llevase con el coche y siempre parábamos en algún lado para hacernos unas mamadas o si había tiempo, para que me follase en el asiento de atrás del coche. Otras veces simplemente me llamaba para follar. Nunca hablábamos mucho y por raro que parezca las conversaciones mas largas las teníamos en Mc Donalds que me preguntaba por el curro y esas cosas, y siempre acaba sacándome un Sandy de regalo. Yo por mi parte me estaba pillando por aquel crio, lo que no quita que siguiera follando con más tíos, algunos compañeros de curro pero eso os lo cuento que me voy a currar y como es viernes quiero llegar pronto a ver si me siento un rato con Rubén.