EDU: La apuesta

Edu juega y esta vez gana

EDU: LA APUESTA

Y a hace 2 meses que trabajo y me han ascendido a encargado. Mi trabajo es que el salón este siempre perfecto y que no haya problemas en el McAuto, también me encargo del cierre cosa que ha hecho posible la historia que os voy a contar.

Era martes y no había casi faena, al entrar en la sala de empleados me encontré con Bea y Sole hablando de sexo y sobre si el tamaño importa.

  • Donde este un rabo grande que se quiten el resto -. Decía Sole.
  • Si, tienes toda la razón cuanto más grande mejor -. Contesto Bea riéndose como una loca.
  • Que brutas sois, lo que importa es que el tío la use bien -. Añadió Adrian que se había mantenido al margen todo el rato.
  • Que sea grande aunque no la use, ya me siento yo encima de ella y hago maravillas -. Sentencio Bea.
  • ¿Siempre habláis de lo mismo? Bueno vosotras dos id a recoger el play que ya ha terminado el cumpleaños y esta de pena -. Las chicas se fueron y nos dejaron solos. – No les hagas caso son unas burras, ¿tu no has terminado ya?
  • Si pero estoy esperando a Paula para irnos juntos. Yo no les hago caso. Estas dos pasan mucha hambre. No a todas las tías les gustan las pollas grandes.
  • Bueno nose nose, si a una tía le pones un buen rabo se le hace la boca agua.
  • Que va, Paula por ejemplo no me pondría los cuernos solo porque el tío la tenga grande.
  • Nunca digas de esa agua no beberé ni este cura no es mi padre -. Le conteste en broma pues Adri cada vez parecía mas molesto.
  • Me juego lo que quieras.
  • ¿Seguro? Si no consigo tirarme a Paula libraras todos los findes del próximo mes y si lo consigo…Me harás lo mismo que haga Paula.
  • ¿Estas loco tío? Ni loco me acostaría con un tío pero confío tanto en ella que acepto la apuesta.
  • Hola chicos. Ya he terminado, nos interrumpió Paula -. ¿Nos vamos cariño?
  • Si claro. Y tu tienes 2 semanas para hablar con Héctor y que me de los findes esos libres.

Adrian llevaba trabajando allí casi 1 año, había conocido a Paula en un viaje que hizo ella con la universidad. Estudiaba Bellas artes y estaban en Bilbao viendo una exposición en el Guggenheim. Lo suyo fue un flechazo y tras la semana que pasaron juntos el decidió venir a vivir a Gandía con ella.

Paula trabajaba días sueltos en McDonald’s y convenció a Héctor para contratar a Adrian a jornada completa. El vasco era muy trabajador. No tenía muchas luces pero era un mulo de carga capaz de llevar cajas y cajas de hamburguesas como si nada. Llevaba 1 año en el mismo puesto y no creo que quisiera ni ascender.

Como Paula muchas veces estaba en valencia en clase y el no tenia casi amigos aquí, se pasaba el dia en el gimnasio. Como resultado de tanto ejercicio Adrian era una autentica mole.

Media casi 2 metros y era el doble que yo en todos los sentidos, sus brazos eran como mis piernas y sus piernas como mi tronco. Tenia un pecho perfectamente cuadrado y unos abdominales marcados como adoquines. Era una autentica escultura de mármol pues aparte de ser muy blanco no tenia ni un solo pelo por el cuerpo. Al parecer se había hecho el laser hacia ya tiempo.

Yo disfrutaba mirándolo cuando nos cambiábamos juntos o cuando lo veía salir de la ducha. Pero como nadie es perfecto Adrian no iba a ser menos. El único fallo de su anatomía era su pene. Alguna vez habíamos hablado del tema y me había confesado que apenas le media 14cm en erección pero que no estaba para nada acomplejado pues aparte de presumir de manejarse muy bien y tener una lengua muy hábil sus manos eran un autentico catalogo de pollas.

El vasco era hetero 100% y así lo demostró cuando a Cristian una verdadera reina se le fue la mano en una broma y Adrian lo levanto 2 palmos del suelo agarrándolo del cuello. Todos pensábamos que lo metía de cabeza en la freidora. Pero lo dejo en el suelo riéndose de la cara de susto del chaval. Aunque solo fue una broma Adri dejo claro que su culo no se tocaba y que a el solo le iban las mujeres.

Adrian me había puesto su culo en bandeja y no iba a dejar pasar la oportunidad de ganar la apuesta. Llame a Héctor y le dije que tenia que hacer unos cambios en los horarios de mañana. Paula se quedaría a cerrar pues la mujer de la limpieza estaba de baja y ella era muy aseada, por otro lado Adrian estaba enfermo y no vendría mañana. Era mentira pero tenia que quedarme a solas con Paula.

A la noche siguiente a la hora de cerrar mande a Paula a por unas cajas de la trastienda y cuando todos salieron cerré las puertas y me fui a la ducha.

  • Ey, ¿Qué haces tu aquí? -. Salí de la ducha y entre en la sala de empleados completamente desnudo. - Pensaba que te habías ido -. Yo sabía perfectamente que estaba allí pero tenia que disimular.
  • Nada que algún gilipollas me ha cerrado la puerta -. Estaba algo enfadada pero no dejaba de mirarme la polla. Ligeramente morcillona pues me la había tocado en la ducha.
  • Lo siento no me di cuenta que aun estabas aquí. Tienes razón soy un gilipollas. Y hablando de pollas deja de mirármela que me la vas a desgastar.
  • Ostia perdón, nunca había visto una así de grande, bueno es la segunda que veo ya que solo estado con Adrian -. Se había puesto roja pero no apartaba la vista.
  • Si quieres puedes tocarla. Tranquila esto de aquí no sale y Adrian no se va a enterar -. Di 2 pasos hacia Paula de forma que su mano pudiera coger mi rabo sin problemas.

Aquello resulto mucho más fácil de lo que esperaba. Paula alargo la mano y me la cogió como sopesándola. Mi polla reacciono al instante y empezó a crecer, Paula no salía de su asombro pasando de acariciarme a masturbarme mientras con la otra mano me tocaba los huevos. Aunque la situación me ponía bastante cerré los ojos y pensé que era Adrian pues de lo contrario acabaría bajándose.

De repente sin esperarlo note húmeda la polla. Paula me la estaba chupando. Genial, si no conseguía follarmela por lo menos el vasco me tendría que comer la polla.

La chica no lo hacia mal pero se notaba que no sabia como manejar un rabo tan grande. Rozaba con los dientes y apenas se podía meter la mitad en la boca.

Decidí dar un paso más allá. La puse de pie y la tumbe sobre la mesa. Le subí la falda y le baje las bragas. En cuestión de 30 segundos la tenía abierta de piernas y con el coño a mi total disposición.

Intente penetrarla pero estaba muy cerrada para una polla como la mía, se me olvidaba lo ridículo de la polla de Adrian. Haciendo un esfuerzo y pensando en que pronto me follaria a su novio, me puse de rodillas y le como el coño lo justo para dilatarla.

Fue un polvo rápido pues yo había conseguido ya lo que quería aun así Paula llego al orgasmo dejándome notar toda su humedad, yo sabiendo que tomaba la píldora me vacié dentro de ella. Paula al ser consciente de lo que acababa de hacer se puso bien la ropa y me pidió que le abriera la puerta que tenia prisa y llegaba tarde a casa. Le abrí y se fue sin decir ni adiós. Yo volví a la ducha y me masturbe pensando en la cara de sorpresa de Adrián cuando supiera lo que había pasado y como tendría que dejar que me lo follase.

Por la mañana llame a Hector para pedirle que me dejara Adrian para el cierre.

  • Oye Hector necesito Adrian para cierre.
  • Edu, me llevas loco con tanto cambio.
  • Es que hay que mover congeladores y maquinas esta noche, que tenemos la auditoria en nada.
  • Es verdad. Le llamaré y le dire si puede hacer unas horas mas. No creo que le importe mucho.
  • Genial. Veras como este año pasamos la ISO a la primera.
  • Sera la primera vez que pasa, esos cabrones siempre encuentran fallos.
  • Si pero hasta ahora no me tenias a mi -. Me despedi de Hector y colgué. Iba a tener a Adria para mi solo.

Nunca me había pasado tan lenta la noche y eso que no había parado quieto para mantenerme ocupado pero por fin era la hora de cerrar.

  • Bueno vasco creo que has perdido la apuesta. Me debes una mamada y dejar que te encule.
  • ¿Esperas que me crea que en una sola noche te has podido tirar a mi novia? -. Adrian estaba tan serio que pensaba que me arrancaba la cabeza en cualquier momento. – Tendras que demostrarlo ¿llamo a Paula y se lo pregunto?
  • No hace falta. Toma -. Le tire un cd que Adri pillo al vuelo. – Ayer se me olvido apagar la cámara de vigilancia y mira lo que se grabo por casualidad -. Yo estaba feliz viendo la cara que estaba poniendo Adrian. Empezaba a temer que no fuera broma.
  • ¿Estas de broma?
  • Míralo tu mismo.

Pusimos el cd en el combi de la sala y apareció una imagen en blanco y negro, era yo cerrando la puerta y desnudándome para entrar a los vestuarios, al rato aparecía Paula intentando abrir la puerta y al no poder se sentó a esperar que saliera yo del vestuario. Lo que pasó a continuación ya lo sabéis. La grabación no tenía sonido pero no hacia falta pues se veía que todo había pasado de mutuo acuerdo y que en algunos momentos era Paula la que llevaba la iniciativa. Adrian vio la cinta entera sin hacer un solo comentario.

  • ¿Quién ha visto esto? -. Dijo al terminar.
  • Nadie. Cuando se cierra se conectan las cámaras para grabar lo que pasa de noche yo puse un cd mío y la conecte antes de la hora de cierre y lo grave todo. Al irnos cambie mi cd por uno de McDonald´s. Si tu no quieres nadie tiene porque saberlo.
  • Nose cual de los dos es más hijo de puta. Lo que si sé es que he perdido. Soy tuyo.
  • Pues deberías comenzar comiéndome la polla, así os vais haciendo amigos mi rabo y tú-. Yo ya estaba empalmado por el video y de pensar que pasaría a continuación.

Me desabroche el pantalón y lo deje caer al suelo, Adrian se giró al oír el sonido de la hebilla al chocar contra la tarima. Entendió a la perfección lo que tenia que hacer al ver la carpa que se formaba en mis bóxers. Caminó lentamente hacia donde yo estaba, estamos cuerpo a cuerpo separados por apenas 5 cm. Yo aun no sabía si me iba a comer la polla o que se le estaba pasando por la mente. Mi cara apenas estaba a la altura de su pecho y vi como iba bajando con la misma lentitud con la que se había movido antes. Por fin Adrian estaba de rodillas dispuesto a tragarse mi verga. Me agarró los bóxers con las 2 manos y tiro tan fuerte hacia abajo que se oyo crujir las costuras en el silencio de la sala. Con la misma velocidad que bajo mis calzoncillos mi rabo salió disparado hacia arriba.

La boca de Adrian aun quedaba a unos centímetros de mi polla así que me puse un poco de puntillas rozando sus labios con mi capullo. Adrian abrió la boca y a la vez que el sacaba la lengua para chupar la punta de la polla yo se la encalome hasta el fondo. El me dio un empujón y se la saco de la boca.

  • Vale que te la tenga que comer, pero lo haremos a mi manera -. Me dijo.

Yo volví a poner los talones en el suelo y le deje hacer. Adrian cogía mi polla con las 2 manos como sopesándola. Sin duda estaba calculando las medidas sorprendido por el tamaño que pese a no ser nada exagerado era considerable comparado con la suya.

Me estaba pajeando muy despacio y dando lametazos rápidos como superando el miedo y el asco a comerle la polla a otro tío. Por fin se decidió y se la metió en la boca. Tener semejante tío puesto de rodillas comiéndome el rabo me ponía a mil. Como su novia el rozaba con los dientes aunque menos pues tenia la boca mas grande. Esta vez no iba a dejar media polla fuera así que con un rápido movimiento de cadera se la clave entera, como vi que no oponía resistencia le cogí de la cabeza y me puse a follarle la boca. Se la metia entera y se la sacaba hasta que casi rozaba sus labios con mi capullo. El aguantaba sin decir nada dejando caer hilos de saliva cuando se la sacaba, también aprovechaba para coger aire. Adrian se dejaba hacer con la esperanza de que me corriera con solo mamármela.

Yo también había pensado eso mismo por la mañana y para tener aguante me había hecho 3 pajas. Así estuvimos una media hora alternando que yo le follara la boca con una frenética mamada por su parte buscando mi leche. Al final tiro la toalla.

  • No puedo mas tío, me estas destrozando la garganta -. Había parado de chupármela y esta de pie.
  • Pues lo que viene no va a ser mejor -. Le di la vuelta, lo incline de forma que sus manos se apoyaran en la mesa y con el mismo tirón que me diera el antes le baje los pantalones y los calzoncillos de golpe.

Tenia las nalgas redondas y muy duras, tanto que costaba pellizcarlas y todo. Estuve jugando con ellas introduciendo poco a poco un dedo con algo de saliva, quería dilatarlo pero tampoco mucho ya que quería que sintiera como entraba cada centímetro de mi polla.

  • Si te duele avisa y paro -. Le dije mientras me colocaba un condón. No contesto.

Apoyé mi polla en su ojete y empecé a empujar, oponía tanta resistencia que me dolía. El tenia que estar viendo las estrellas pero no se quejaba, aquella indiferencia me molestaba. Estaba empeñado en obtener alguna reacción por su parte, empujé de nuevo y sonó como cuando descorchas una botella, solo que no había salido nada. Había conseguido meter la cabeza de mi polla. Un empujón mas y se la metí hasta los huevos, como Adrian no decía nada no espere a que su culo se acostumbrara y empecé a moverme, no llevaba ni un minuto con la follada cuando el ano de Adrian se relajo de golpe y el vasco empezó a gritar.

  • Siii joder tío que rico, nunca pensé que molara tanto esto, no pares ni un momento.

Aquellas palabras me animaron aun más y acelere el ritmo de la follada a la vez que le cogía la polla y los huevos con mis manos. Ahora que no oponía resistencia la follada había cogido una velocidad brutal.

Quería ver la cara que ponía el vasco con mi polla en el culo así que le pedí que se tumbara sobre la mesa y se abriera de piernas. Se deshizo de las zapatillas, de la ropa y se subió a la mesa dejándome ver su dilatado ojete, era increíble el tamaño que había cogido. No le di tiempo a que se cerrase y volvía a meterle el rabo hasta el fondo. Con las piernas sobre mis hombros me los estuve follando sin parar un buen rato viendo como gemía de placer con los ojos cerrados.

Le avise que me iba a correr y sin esperármelo se deslizo por la mesa hasta quedar de rodillas frente a mi polla. Me quito el condón y se metió mi polla justo a tiempo de recibir uno tras otro los trallazos de mi leche, decidí apurar un poco más mi suerte y le sujete la cabeza obligándolo a tragársela. No opuso resistencia, él por su parte se masturbo hasta correrse entre mis pies.

  • Guauuu tío ha sido genial -. Le dije con mi polla aun medio tiesa a la altura de su cara.
  • Si ha sido increíble, con razón a las tías les gustan los rabos grandes -. Me dijo el vasco mientras se ponía de pie y cogía la ropa para vestirse.
  • ¿Te puedo pedir algo?
  • Jajaja después de esto pídeme lo que quieras.
  • Solo que despidas a Paula y…que me avises siempre que necesites ayuda para cerrar.
  • Trato hecho.

Adrian se vistió y fue al baño a lavarse un poco. Yo por mi parte me fui a la sala de vigilancia, retire el cd que había puesto y puse uno de McDonald´s. Como hice con Paula había grabado la follada con Adrian. Así tendría un bonito recuerdo del vasco. Salimos del restaurante como si no hubiera pasado nada y nos despedimos alejándonos cada uno hacia su coche.

Desde ese día hemos quedado con bastante frecuencia para tener sexo y aunque en McDonald´s Adrian sigue como siempre con cada encuentro se vuelve un poco más sumiso, os sorprenderían las cosas que ha llegado hacer. Aunque yo sea el "AMO" estoy convencido de que hacemos lo que el quiere aunque yo disfrute tanto como el pero eso es otro historia que si queréis algún día os contare