Edecan sin ropa interior...
En mi etapa de edecan casi exhibiendome sin querer...
Hola a todos aprovecho el foro para mandarles otra anécdota de esas que me pasan, para comenzar les hablo un poco de mí para que no me olviden: soy alta, de tez blanca, pelo largo y lacio, mis ojos son cafés claros, tengo cara bonita y por eso aparento menos edad, me gusta bailar, ir al cine y hacer ejercicio. En lo referente a mi cuerpo pues no estoy nada mal, ya que por herencia genética (por mi madre) tengo bonitas proporciones, mis medidas (sin animo de presumir) son: 90-68-95, tengo el busto lo suficientemente grande y paradito para atraer miradas y me los cuido, pero lo mejor que tengo son mis nalgas (bien respingadas) y mis piernas (bien torneadas), las cuales me gusta ejercitar de diferentes maneras. Esto es un poco de mí y a continuación les platicare lo que me paso en esta ocasión....
Como ya les había platicado en mi relato anterior, yo suelo andar sin ropa interior, es algo que me gusta y se me hace muy cómodo, no siempre pero la mayoría de las veces asi es. Desde chica siempre fui muy independiente y como solo eramos mi mama y yo pues la situación económica no era tan cómoda como queríamos, asi que tenía que buscar trabajo para ganar dinero extra para mis gastos.
Revisando el periódico vi un anuncio donde solicitaban edecanes para la venta de artículos y ahí aparecía un número de teléfono de referencia, llame y me dijeron que era para la venta de aceite para motor de autos en una gasolinera, me dieron la dirección y me dijeron que preguntara por el señor Ernesto para una entrevista al dia siguiente como a las 9 de la mañana. Al otro dia me aliste como acostumbro salir por comodidad, mis tenis, mis jeans ajustados obviamente sin ropa interior, un brasier blanco, una blusa blanca con escote en V muy leve, no decían que había que ir formal. Me presente a la gerencia donde me atendería el señor Ernesto siendo el gerente, era una oficina grande con sillones tipo sala de espera, un escritorio con su silla donde estaba sentado el que me entrevistaría, fue directo me dijo que era estar 3 horas diarias de lunes a viernes en una maquina de la gasolinera y hablarles del producto a los que fueran a cargar gasolina, obviamente la mayoría de los clientes es hombre asi que al ver una chica guapa se pararían a escuchar y pues algunos hasta comprarían, y la paga era de $2,000 a la semana mas comisión si se vendía mucho, esto me pareció muy bien asi que respondí con una sonrisa:
- ¿Cuando puedo comenzar?
Y me respondió el gerente:
- Hoy mismo.
Me pareció una muy buena oportunidad, asi que le dije que estaba de acuerdo, me pare muy contenta y ahí me menciono algo más que no me había dicho:
- Lo único que hay que cambiar es su ropa por que lo que trae puesto no es ropa de edecán, pero nosotros tenemos esa clase de uniformes, es cuestión que se cambie y puede empezar a trabajar, pase por aquí por favor.
Me condujo por un pasillo muy iluminado que al fondo tenía una puerta que decía PRIVADO, y a la izquierda antes de llegar a esa puerta tenía otra que daba a unos vestidores donde había unos lockers, ahí me señalo uno y me dijo:
- Dentro hay un vestido rosa con una etiqueta grande de la marca de los aceites, y abajo hay 4 pares de zapatillas de diferentes tamaños, vea cual le queda, se cambia y viene conmigo por favor.
Abrí el locker y me sorprendí al ver un pequeño vestido rosa strapless, muy corto la verdad de esa tela que te queda muy pegadita al cuerpo como spandex casi, y en ese momento recordé que no llevaba ropa interior, y pensé que como le haría que era una buena oportunidad de trabajo y en esta epoca de crisis estaban en realidad escasos, pensé en irme pero después de pensarlo un minuto me decidí a probarme el vestido a ver como me quedaba.
Y como era de esperar, me puse el vestido y me tuve que quitar el brasier ya que al ser strapless se veían las cintas por arriba, de esa parte me quedo muy bien, pero mi problema fue abajo por tener mis nalgas grandes, el vestido me apretaba mucho de la parte de abajo y estaba muy cortito que si me agachaba tantito se me vería todo, por tener la mala costumbre de no usar calzones, me di cuenta que si de vez en vez me lo bajaba con la mano lo podía medio controlar. Escogí unas zapatillas que me quedaron, y me vi en un espejo grande que había, me vi muy guapa aunque el vestidito era muy corto, se me lucian mis piernas y eso me gusto. Guarde mis cosas en el locker y fui con el gerente.
Camine de regreso por el pasillo y no había nadie, dije:
- Ya termine de vestirme!!!
Pero no hubo respuesta, vi los productos en el piso y me acerque a recogerlos, pero no sabia como agacharme sin que se me levantara el vestido. Pensé de frente no, me agachare doblando las rodillas con las piernas juntas y de ladito, es la forma mas simple de hacerlo. Me agache la primera vez, recogí los primeros productos y sentí que el vestido se me subió un poquito, me agache la segunda vez, recogí los últimos productos y sentí que el vestido se me subió un poquito mas, ya sentía que enseñaba la parte baja de mis nalgas y de mi vagina rasuradita, se me veía todo eso claramente, me levante y súbitamente oí la voz del gerente que venia caminando por otro pasillo:
- Guauuu!!!! Esta usted guapísima y el vestido le quedo perfecto.
Yo estaba parada con los productos en las manos asi que no acerté a bajarme el vestido, el al ver como estaba, se apresuro a sentarse en su escritorio como si le fueran a ganar el lugar en un concurso. Abrió los ojos como desorbitados y se puso rojo, ahí me di cuenta que ya me había visto la parte baja de mi vagina apenas cubierta por el mini vestido, me apresure a poner los productos sobre el escritorio y rápidamente con las dos manos me lo baje lo mas que pude, que la verdad no fue mucho pero si me cubrí.
Después de un rato de silencio y de que el tragara saliva, me dijo:
- Disculpe me puse un poco nervioso ante impresionante belleza, puede pasar a la despachadora de gasolina numero uno, esa es en la que trabajara usted, no se preocupe por que la molesten los muchachos yo ya avise que usted trabajaba conmigo y nadie la molestara, cualquier cosa los reporta conmigo.
Me dirigí hacia la bomba despachadora indicada entre las miradas lascivas de los trabajadores pero por suerte ninguno se atrevió a dirigirme la palabra, lo único que dirigían eran unas miradas tratando de ver algo mas. Ahí estuve hablándole a la gente que llegaba a la gasolinera, algunos se detenían solo para verme de pies a cabeza, otros para verme bien las piernas, otros para verme las pompas, algunos se paraban como que me prestaban atención pero los veía tratando de ligarme, y ya a algunos se los llevaban sus esposas entre regaños, esos si que daban risa. Al terminar mi turno no tuve mas que una venta de un tipo que prefirió comprar algo antes que lo siguiera viendo su esposa con ojos de regaño seguro, como había terminado me dirigí a la oficina de la gerencia donde había estado, a dejar los productos y a cambiarme para irme a casa tranquilamente, al menos eso creía yo.
Al entrar estaba el gerente Ernesto sentado en su silla en el escritorio con una sonrisa de oreja a oreja, deje los productos sobre la mesa y me dirigí hacia el cuarto de los lockers para cambiarme, pero súbitamente el gerente me hablo en un tono extrañamente amable:
- Disculpe señorita, veo que ya termino el dia y pues tuvo mala suerte ya que realizo solo una venta, es una lastima la verdad, así no ganara muchas comisiones.
Me detuve a escucharlo y claramente puse una cara de decepción, a lo que el continuo:
- Obviamente viene usted para ganar dinero si no usted no estaría aquí, pero para su buena suerte le tengo una propuesta de negocios muy interesante y redituable, le gustaría oírla o no le interesa para nada.
A lo que respondí:
- Si, nada mas permítame cambiarme el vestido.
Y me dijo:
- Ok si me quiere escuchar pase al PRIVADO por favor, pero para este negocio es muy importante que se deje el mismo vestido que tiene y se quede tal como esta por favor, así que si me lo permite pase de una vez a la otra oficina.
Lo dude un poco, pero como solo era hablar del negocio pues acepte y le dije que pasaría a la oficina, el se levanto y camino delante mio, Ernesto era un hombre muy moreno, aparentaba unos 40 y tantos años, pelo escaso entrecano, era alto y su cuerpo era fuerte como que de joven hizo ejercicios pero en esta época ya tenia pancita, camino apresurado y me abrió al puerta del PRIVADO, se paro al lado y me dijo:
- Adelante por favor.
Entre y la oficina era mas pequeña que la anterior, no tenia ventanas pero estaba bien iluminada, tenia un escritorio también con su silla y enfrente había un sillón grande que parecía un sofá-cama café. Entre y me pare en medio de la pequeña oficina, el cerro, entro y se sentó en el borde del escritorio frente a mí, con una actitud un poco mas confiada.
Ya estando ahí con una sonrisa en la boca me empezó a decir:
- Mira yo soy un hombre divorciado desde hace dos años y pues la verdad como no soy muy agraciado no tengo muchas oportunidades para hablar con mujeres y ni tengo amigas, así que pues quería aprovechar la oportunidad para hacerte una pequeña propuesta indecorosa.
Sonrío y me miro fijamente a los ojos, yo ya sabia por donde iba la cosa y le pregunte seria:
- ¿De que se trata todo esto?
El me respondió:
- Si mira tranquila, no se trata de pedirte tener relaciones o algo así por que se que no eres prostituta, si no mas bien de hacer todo lo demás sin penetración, yo te ofrezco todo tu sueldo de este mes en este instante en efectivo, es todo lo que tengo, que dices.
Obviamente puse cara de sorpresa, me quede callada y me puse a pensar en todas las implicaciones de eso, si le decía que no tal vez se enojaría y en ese lugar no tenia ni para donde correr así que se aprovecharía de mi de todas maneras, si le decía que si tal vez después de aprovecharse me correría sin darme nada de dinero, además era sin penetración. Lo pensé un rato y conteste:
- Acepto con dos condiciones, que sea sin penetración y que me de el dinero por adelantado.
El sonrío como si se hubiera sacado la lotería, y me contesto:
- Estoy de acuerdo con tus términos y claro que te puedo dar el dinero por adelantado, pero tienes que tomarlo del escondite secreto, que es debajo de ese sillón de frente, esta dentro de una bolsita de plástico, pero tienes que tomarlo tú, yo no me puedo agachar tanto.
El se refería al sillón detrás mio, el que era tipo sofá-cama café, era un sillón bajo así que había que agacharse bastante. Me voltee y me agache como cuando recogí los productos, pero no alcanzaba nada, lo voltee a ver y me hizo de seña con la cabeza que estaba mas al fondo, así que no tuve mas opción que poner mis rodillas en el piso e inclinarme completamente hacia el frente para alcanzar la bolsita con el dinero, esto me levanto la falda casi hasta la cintura y le dio a Ernesto la total vista de mi culo, mi ano, y mi vagina vista desde atrás, era todo un espectáculo para el.
Una vez con la bolsita en la mano, me levante y la abrí, vi todo el fajo que billetes que sumaba la cantidad que me había ofrecido, por ver esto ya ni me baje bien el vestido así que el podía ver toda mi vagina sin tapar nada.
Alcance a dejar la bolsita en el escritorio y me jalo hacia el, sentí sus manos toscas rodear mi cintura, y yo trate de forcejear bajando el vestido para taparme pero eso fue peor, por que al bajármelo se fue demasiado y brotaron sobre el vestido mi par de pechos casi en la cara de Ernesto, el apretó sus brazos contra mi cuerpo haciendo mis brazos hacia atrás, mis pechos quedaron en su cara y el aprovecho abriendo grande su boca donde introdujo uno de mis pechos, me lo chupaba como loco, se alternaba entre uno y otro, abría toda la boca y me chupaba todo el pecho y remataba con el pezón, luego pasaba al otro y hacia lo mismo, era algo frenético. Eso me causo una sensación de excitación, sentía el calor de su aliento en mis pezones y eso me los ponía duros como una roca, me los chupaba una y otra vez, como mi piel es blanca pude ver como se me ponían rojos los pechos y eso lo excitaba aun mas, lo cual inconcientemente me excitaba igual a mi.
Después de un rato me pidió que pusiera las palmas de mis manos en el escritorio y que no las levantara para nada, me dijo que me inclinara hacia delante lo mas que pudiera y que pusiera las piernas rectas quedando mi cuerpo en posición de 90 grados con mis nalgas bien paradas, y yo lo hice, sentí que se paro atrás y poco a poco levanto mi vestido, el cual se enrollo en mi cintura y ya todo ese vestido se redujo a un cinturón rosado, se quedo atrás callado me imagino que admirando las formas de mis nalgas, sentí sus manos a los lados de mis caderas y su aliento en mi ano, nada mas alce un poquito la cabeza y con su lengua me empezó a lamer de una forma descomunal, subía la lengua por mi ano, por mis nalgas, y con sus manos me acariciaba las nalgas y las piernas, con la lengua me rozaba la entrada de mi vagina, todo esto me excitaba mucho, el me mordisqueaba las nalgas una y otra vez en diferentes intensidades yo sentía una sensación eléctrica muy rica, sentía como rozaba su barba en mis nalgas y en mi ano, después de un rato sentí que se alejo, y en ese momento oí el caer del metal de un cinturón en el piso, voltee y vi que Ernesto ya estaba completamente desnudo.
Su cuerpo era muy moreno, se veía fuerte pero con pancita, e inevitablemente vi su pene que también era muy moreno con la cabeza ligeramente mas rojiza, si bien no era muy largo, era bastante ancho y tenia buen tamaño, lo cual me llamo mucho la atención. El se agacho y ahora me lamia la vagina de abajo para arriba, era un vaivén muy rico, yo sentía que me excitaba cada vez mas, sentía como se humedecía mi vagina y ya no sabia si era la saliva o mis propios jugos de excitación. Luego me volteo de frente a el, me sentó en el escritorio y abrió mis piernas, para alcanzar mi clítoris con su lengua, me lamia de una manera excepcional yo tenia cerrado los ojos del placer, sentí como metió la punta de su pulgar en mi vagina y apenas con esa punta la empezó a mover dentro de mi al mismo tiempo que lamia mi clítoris era una sensación de calor que me invadía, sentía el placer dentro de mi, empecé a gemir, a gemir como una mujer que necesitaba un hombre.
Cuando ya estaba mas excitada, el paro y se fue de nuevo contra mis pechos, esa posición hizo que mi vagina chocara con la punta de su pene, apenas lo sentía. Pero el se excitaba cada vez mas al ver como me chupaba mis pezones, y al sentir como mis jugos mojaban la cabeza de su pene.
Ya no aguanto mas, ni yo, y me jalo hacia el, sentí como todo ese pene entraba en mi vagina, era una sensación muy rica que hizo que soltara un gemido de placer y el también. Siguió chupando mis pezones y con sus dos manos me jalaba una y otra vez hacia el, sentía como se me enterraba ese pene una y otra vez, era excitante ver esa mezcla de blanco y negro entrando y saliendo, y es que era un contraste ver nuestras pieles fusionadas como una pieza de domino, era algo muy rico que me hacia sentir alguien que en la mañana era un extraño.
Luego me lo saco, y me volteo de nuevo sobre le escritorio, y de nuevo ataco mi vagina por detrás, yo gemía de placer pero el también, me imagino que ver el culo tan hermoso que tengo y oírlo como chocaba contra su cuerpo, es una música que le encantaría oír a cualquiera y eso el lo sabia. Ahí estábamos en ese frenesí de pasión, cuando sentí como poco a poco su pene crecía mas dentro de mi y su cuerpo se empezó a poner tenso, el empezó a gemir mas todavía y rápidamente saco su pene para un segundo después eyacular abundantemente sobre el piso a un costado de ese viejo escritorio.
El se veía agotado y ahí se quedo un rato viendo mi cuerpo sobre el escritorio, estaba con una cara de felicidad, claro sin hacer menos la mía, y me dijo:
- Eres una hermosura de mujer, deberías de venir a verme mas seguido y sabes que yo te apoyare económicamente en lo que necesites, disculpa si no seguí el trato pero no podía aguantar, además vi que no te molesto tanto.
Yo sonreí maliciosamente y me levante del escritorio, le conteste:
- Tomare en cuenta tu propuesta que no suena nada mal, pero no me molesto romper el trato por que me excitaste mucho, al parecer tienes mucha experiencia.
El se río con una carcajada, yo tome mi bolsa de dinero y salí a cambiarme para ponerme mi ropa para regresar a casa. Cuando termine salí por la puerta principal donde esta la gerencia, y ahí estaba el sentado en su escritorio, me dijo:
- Que tengas un bonito día, no creo que mejor que el mío, no te olvides de mi propuesta.
Yo camine hacia la puerta y voltee guiñándole un ojo, eso no era un si ni un no, era solo una posibilidad, así como las muchas posibilidades que había de hacerlo de nuevo pero en otros lados o de manejarlo de algún modo diferente, solo sabia el poder que tiene uno como mujer.
The End.