Durmiendo con mi hermana Mari - Cuarta parte
Mis intentos de follarme a mi propia hermana , termina en una fuerte discusión, tras la cual , sin darme cuenta , termino metiéndome con su amiga y compañera de departamento.
Continuamos nuestro aventura incestuosa, oculto en la intimidad de nuestro cuarto, siempre en secreto, en silencio tratando de no levantar sospechas con Mariza.
Mi hermana se convirtió en una profesional de las mamadas, cada vez lo hacía mejor y con más ganas. Me decía que le encantaba sentir mi verga en su boca y aguantaba hasta el último segundo para sacarla de su boca antes de que yo acabara. Por mi parte, casi todas las noches le comía el coño a mi hermana, la que debía colocarse la almohada sobre la cara y morderla, para que nuestra compañera no escuchara sus quejidos.
Nuestra rutina era la misma, ya cuando todos nos íbamos a acostar, esperábamos un rato que Mariza no se fuese a levantarse a buscar algo y ya cuando pasaba un tiempo prudente, siempre con la televisión encendida, nos desnudábamos y nos entregábamos con lujuria al placer oral.
Todo iba de maravilla, hasta compramos una cama matrimonial. A Mariza le pareció raro que no hubiésemos comprado una cama simple, pero le dijimos que estábamos acostumbrados a dormir juntos, que no nos molestaba y que como yo estaba buscando un departamento, me llevaría esa cama cuando me fuera, guardando la cama chica en la bodega.
Continuamos con nuestro secreto romance , esperando con ansias el fin de semana donde Mariza visitaba a sus padres, para tener el departamento solo para nosotros dos , andando desnudos todo el día. Incluso por un mes no fuimos ninguno de los dos a visitar a nuestros padres
Pero a pesar que el sexo oral era estupendo, comencé a tratar de llevar más allá nuestra relación. Me calentaba de tal manera que quería follármela a pesar de haber prometido que no la obligaría, no fue así. Comencé a tratar de metérselo varias veces lo que terminó algunas veces en un pequeño enojo entre ambos, pero que después se nos pasaba, sin embargo ya no aguantaba las ganas de meterlo de una buena vez y mi hermana no estaba dispuesta a entregarme su virginidad.
Como para tranquilizarme un poco, me permitió acabar en su boca, cosa que fue algo completamente divino y la verdad funcionó. Era exquisito sentir la boca de mi hermana chupándome la verga y ya cuando me daban ganas de acabar, no me detenía hasta descargarme en su boca. Mi hermana que ya era una profesional del sexo oral, recibía sin objeción mi semen en su boca, incluso luego de un tiempo, por iniciativa propia, comenzó a tragárselo, cosa que la excitaba y me excitaba de sobre manera.
Seguimos teniendo esos fogosos y morbosos encuentros, que muchos ya se lo quisieran, ya que mi caliente hermana, no tenia reparo de chupármelo donde y cuando yo se lo pedía, incluso fuimos rompiendo las reglas de no hacerlo de día, pero era tan rico que no pudimos evitarlo. Cuando Mariza bajaba del departamento a comprar algo, yo arrinconaba a mi hermana en el pequeño lavadero, me bajaba el cierre, y le hacía chuparme la verga por unos minutos, arriesgándonos a ser descubiertos. De igual forma hasta cuando Mariza entraba a ducharse, entrabamos al cuarto y mi hermana arrodillada me la chupaba , mientras escuchábamos el agua de la ducha correr.
Pero mi insistencia de poder arrebatarle la virginidad a Mari continuó, hasta que una noche se produjo una fuerte discusión entre ambos y mi hermana, a pesar de tener clases al otro día, faltó y se marcho a casa de mis padres el fin de semana. Me quedé solo, bueno con Mariza, pensando en lo que había pasado con mi hermana. Si bien es cierto el sexo oral era espectacular, yo necesitaba algo más.
Me quede meditando todo el día y en la tarde, Mariza me preguntó si algo me pasaba. Le dije que nada, solo que estaba algo aburrido y me propuso que saliéramos esa noche a tomarnos un trago. La idea no me parecía mal, no tenía ningún plan y nunca había compartido algo así con ella.
Mariza era mayor que mi hermana, tenía 24 , un año menos que yo. Era muy distinta a Mari, nunca la había visto con nadie, pero sabía, por lo que me había contado mi hermana, que estaba de novia con un chico de su ciudad por varios años, por lo que virgen no era, aparte que por su manera de vestir era muy osada, su forma de hablar , fumaba, tomaba, tenia amistades etc. Físicamente muy distinta a mi hermana, era muy alta, casi de mi porte y aparte usaba unos zapatos con terraplén con los que me sobrepasaba un poco. De cara no era muy atractiva, rasgos algo orientales. No tenía tetas muy grandes, es más, bastante chicas para mi gusto, pero de la cintura para abajo, era un monumento de mujer.
Tenía unas piernas largas, gruesas , hermosas y un culo espectacular, hecho a mano, duro y levantado. Muchas veces ese culo me había llamado la atención, imposible no mirarlo, pero había optado por evitar mirarla con otros ojos, para evitar problemas dentro del departamento.
Aunque no me crean, esa noche salí sin ninguna mala intención con ella, solo con ganas de relajarme. La noche estaba muy agradable, caminamos por la alameda, conversando de la vida y como a 6 cuadras de nuestro departamento, un pequeño PUB discoteca fue nuestro destino. Yo no lo conocía, pero ella me lo recomendó diciendo que era un muy grato ambiente, con karaoke pista de baile etc.
Nos sentamos en la barra, ordenamos un par de tragos, luego bailamos un poco, seguimos bailando y bebiendo toda la noche. La verdad lo estaba pasando muy bien, Mariza era una mujer muy simpática y agradable, cantó una canción en Karaoke donde sacó aplausos y piropos del público masculino, en fin , tenía una personalidad muy extrovertida. Mientras nos divertíamos bailando, ella se daba vuelta y bromeaba, apegaba a mí su hermoso culo, moviéndolo de adelante atrás , un baile completamente erótico. Fue ahí donde algo comenzó a pasar, Mariza andaba con todas las ganas de pasarlo bien, y por su forma de comportase, algo me decía que se me estaba insinuando, cosa que a esa altura de la noche, era una interesante propuesta.
Bailamos mucho y tomamos bastante. Yo ya la miraba con otros ojos, me gustó lo que miraba , pero de todas formas me contuve. Ya cerca de las 3 de la mañana, salimos del local con algunas copas encima. Le dije que tomáramos un taxi por seguridad, pero ella no quiso y prefirió que nos fuéramos caminando. Caminó por la alameda, muy loca, a veces se subía a las bancas, a ratos me tomaba del brazo, a ratos me abrazaba, riéndose de todo. Yo en todo el camino le miraba el culo y ya me imaginaba con ese pedazo de carne entre mis manos, pero no, tenía que resistir, sería un tremendo problema en el que no me quería meter.
Llegamos al departamento, yo tenía que hacerla callar a cada rato ya que metía mucha bulla a esa hora en los pasillos. Se notaba contenta por los tragos que se había tomado, pero sin estar ebria, solo alegre. Apenas llegamos a la sala, se sacó los zapatos y se dejó caer sobre el sofá. Yo la miraba, que tremenda mujer, se veía mucho más grande echada en el sillón, con sus hermosas piernas que apenas cabían en su ajustado jeans.
Me senté en el sillón frente a ella haciéndole el comentario de lo bien que la había pasado. De repente, ella se para y me dice que la noche no había terminado. Me queda mirando hacia abajo y me dice que tenía calor y comenzó a sacarse la blusa delante de mí, bailando sensualmente. No podía creer con la naturalidad que lo hizo, coqueteándome descaradamente. Solo con sostenes y sus jeans ajustado, comienza a modelar para mi, preguntándome que me parecía su cuerpo.
- ¿ que opinas? , ¿crees que estoy gorda?
- Ufff … claro que no …. Estas estupenda
- ¿tu crees?
- Estoy seguro
- Mmmm no te molesta que me haya sacado la blusa ¿verdad?
- No para nada … te ves muy … cómoda
- ¿cómoda? … ja ja … si ,¿aunque sabes como estoy más cómoda?
- No, ¿Cómo?
- NO se , me apretan estos pantalones , ¿te molesta si me los sacó?
- ¿ahhh si? … me imagino que si, por mi no te preocupes …
- Ahh bueno…. Si no te molesta…. ( y desabrocha un par de botones de su pantalón, casi matándome de la impresión )
- Ja ja … ¡ la cara que pusiste ! …. ¡Pensaste que me lo iba a sacar!! ,,, Eres un caliente de mierda ¡ ja ja ja ¡
- Y que quieres … si te estás sacando la ropa delante de mí , medía mujer .. soy hombre …
- Mmmm , me gusto eso de media mujer … juguemos a algo
- Ya .. ¿a que?
- Si me dices un piropo que me guste … me saco los pantalones delante de ti ..
- Ja ja … seguro!
- No es broma .. no tengo problemas con mi cuerpo …
- Mmm ya veo que no …
- ¿ya y? uno que me guste ..
- Ehhh … pienso que tienes un cuerpo .. ufff .. sensacional …
- Ya .. que mas …
- Pienso que tienes unas piernas hermosas….
- ¿solo eso?
- Y una cola … espectacular
- Mmm te gusta mi cola? ( dándose vuelta y mostrándomela )
- Ufff claro que si …
- Mmm … aun no me convences para sacármelos ... mejor , sácamelo tu
- Ya Mariza , no sigas , que me la voy a creer …
- ¿ no te atreves?
- Claro que me atrevo … ven …
La tomé de la cintura, la acerque a mí , yo sentado y ella de pié. Sus estomago perfectamente plano, y sus jeans muy ajustados ante mis ojos. Estiré mi mano y desabroche un botón, ella no dijo nada… luego le desabroché otro botón y tampoco dijo nada. A pesar que me tenía muy caliente no me atrevía a bajárselos, solo se los desabroché apareciendo el principio de su ropa interior
- Ya… y ¿hasta ahí no mas? .. que fome …
- Mariza , córtala mejor que mes estas …
- ¿te estoy calentando? …
- Si, obvio
- Y cuál es el problema … estamos solos … somos adultos ..
- ¿Y tu novio?
- Ojos que no ven .. corazón que no siente ….
Ya no me aguanté más, me levante y me fui contra ella, fundiéndonos en un apasionado beso. A los pocos minutos estábamos tendidos en el sillón, yo sobre ella, acariciando sus gruesas piernas que hace rato me tenían caliente. Hace rato que ambos nos teníamos ganas y estando completamente solos, nos dejamos llevar. Besaba muy rico y ya mis manos le acariciaban el culo apretándoselo fuertemente.
Quise bajarle los pantalones, pero era una misión imposible. Sus anchas caderas , sus gruesas piernas y su tremenda cola parada me lo impedían, por lo que ella misma colaboró en esa misión. No pude dar crédito a lo que veía, cuando para esto, se pone de pie. Una tremenda mujer de 1.80 de altura, ya sin tacos, delgada, comenzó a bajarse los pantalones, quedando en una diminuta prenda interior de color verde fosforescente que casi no le tapaba nada. Ahí la tomé de la cintura y le bese su estomago, bajando un poco más, besándole la concha por sobre la tela, sintiendo el olor a hembra excitada que de su sexo emanaba. La di vuelta, le mordí el culo, mientras ella misma se sacaba sus sostenes, liberando dos pequeños, pero deliciosos pechos.
La volví a recostar el sillón, y sus pequeños pechos fueron succionados con todas mis fuerzas. Eran mucho más pequeños que las fabulosas tetas de mi hermana, obviamente, pero de pezones más largos y puntiagudos que de todas formas me excitaron. Ya mientras lo hacia ella me desabrochaba mi camisa y a los pocos minutos yo mismo rápidamente me desnudé por completo montándome sobre ella, tratando de penetrarla. No fue necesario sacarle su colales, solo correrlos a un lado, unas cuantas caricias de mi mano sobre su depilada concha y posteriormente, toda mi herramienta fue a parar en su interior.
Follaba exquisito, con unas ganas locas, con movimientos muy fuertes, ella gimiendo en todo momento, pidiéndome más y mas. Sus largas piernas terminaron sobre mis hombros y con una perfecta visión de su concha muy depilada, solo con un pequeño sendero de pelos, se la metí bruscamente hasta el fondo.
Mariza era toda una profesional al momento de follar. Entre gemidos me dijo que no me preocupara por dejarla embarazada, que estaba bajo tratamiento anticonceptivo, por lo que no corríamos peligro. Se notaba su experiencia, se veía en su rostro las ganas de ser penetrada y tratada como un pedazo de carne. No quería cariño ni palabras dulces, solo quería verga, estaba caliente, necesitaba una verga esa noche y fue la mía la seleccionada. Al poco rato me hizo sentarme en el sofá y se montó sobre mí , colocándome sus tetas en la cara , enterrándose mi verga , moviéndose deliciosamente de lado a lado, con movimientos circulares, subiendo y bajando rítmicamente haciéndome morir de placer, mientras mis manos no le soltaban i un segundo su hermoso culo.
Me hablaba con un lenguaje vulgar, desesperada por verga, mordiéndome a veces la oreja muy fuerte, enterrándome las uñas, tirándome el pelo. YO por mi parte le daba fuertes nalgadas en el culo y la tomaba de la cintura, levantándola bien alto, para luego bajarla haciendo que se tragara toda mi verga.
Luego de un rato se salió de ahí y con una pierna arriba del sofá y la otra sobre el piso, con su cola levantada, una inmensa y hermosa cola, hermosa, perfecta, hecha a mano. No me aguanté y con mi lengua se la recorrí entera, chupándole la concha, haciéndola gemir de placer y a mí calentándome más aun, ya que ella misma se llevó una de sus manos hacia atrás y se abrió las nalgas para darme más espacio. Se la chupe por un buen rato, dándole también unos lengüetazos a su ano, cosa que la prendió aun más ..
- Mmm ahhhh eso papito .. ahí también que me gusta .. me gusta mucho …
- Mmmm que rico …. Que rico que te guste
- Ufff supieras como me gusta .. mas ratito te la voy a pasar …
- Mmm ¿me vas a dejar meterlo por acá …?
- Ohhh si .. ¡claro que si! … te voy a pasar mi colita , pero ahora no … solo dame lengua cabron …
- mmmmmm
Luego de un buen rato, donde la hice gemir solo con mi lengua, me paré detrás de ella y se la volví a meter hasta el fondo, afirmándome de sus anchas caderas, viendo como mi verga se perdía dentro de su concha, hasta el fondo, todo esto con la luz prendida.
Recién ahí, me di cuenta que de los departamentos del frente, al tener la luz prendida y la cortina gruesa de la ventana corrida, era fácil que alguien nos viera. Le hice el comentario y me dijo que tenía una idea. Me hizo apagar la luz y cuando me doy vuelta, ella estaba completamente desnuda en el balcón. Me dijo que quería hacerlo ahí mirando hacia la ciudad. Era una locura, a pesar de estar a oscuras alguien podría vernos, pero cumpliendo su fantasía, me coloque detrás de ella y me la follé ahí, mientras ella apoyada en el balcón miraba hacia la ciudad. Obviamente, por los vecinos, no podía quejarse como se quejaba hace un rato, pero de todas formas era algo nuevo y me gustó esa adrenalina de poder ser descubiertos. Al rato se da vuelta y ahora soy yo el que quedo parado al lado del balcón, con Mariza arrodillada haciéndome una espectacular mamada en medio de la noche.
Entramos nuevamente al departamento, ninguno de los dos había acabado. Ella caminando como una diosa desnuda, va hacia la cocina, saca dos cervezas trae un cenicero, prende un cigarro y me pregunta si quiero ir primero o segundo. Sin saber a qué se refería, le digo que segundo. Se sienta al medio del sofá, abre completamente sus piernas, y mientras se bebe su cerveza y se fuma un cigarro, yo tuve que practicarle sexo oral, ella muy tranquila disfrutando sus tres vicios, muy calmada, manejando siempre la situación. Luego fue mi turno, al igual que ella, sentado con mis piernas abiertas, con mi cerveza en la mano y mi cigarro en la otra, degusto mi cerveza, mientras Mariza se atraganta con mi verga metida en su boca, dándome una chupada profesional. Lejos fue la mejor cerveza y el mejor cigarro de mi vida.
Luego de eso, siempre con calma, me toma de la mano y me lleva a su cuarto. Ahí follamos como locos por un buen rato en todas las posiciones posibles. Cada vez que me veía muy excitado, me hacia parar, me calmaba un poco, me decía que a ella le costaba mucho acabar y que también le gustaba que sus encuentros fuesen muy largos. Así me tuvo por mucho rato montándose sobre mí, colocándose en todas las posiciones imaginables, para luego darse vuelta y pedirme que se la metiera al fin por el ano.
Jamás en mi vida lo había hecho, era mi primer sexo anal y siguiendo sus instrucciones, con ella en cuatro patas sobre la cama, su hermosa cola levantada, lentamente mi verga fue entrando por su cola, dándome un placer increíble. Ella me detuvo en un par de ocasiones hasta que su ano se acostumbró al tamaño de mi verga y de ahí ya comenzó a gozar como una loca. Con gran esfuerzo duré todo lo que pude, admirando como mi verga se perdía en el culo de Mariza la que chillaba de placer como si la estuviesen matando.
Casi no podía aguantar más, hasta que ella moviéndose muy rápidamente y gritando como loca, comenzó a acabar estruendosamente. Yo obviamente al escuchar sus gritos y gemidos de placer pidiéndome mi leche que le llenara el culo etc etc , tampoco aguanté más y me descargué con todas mis fuerzas dentro de ella, dándole fuertes arremetidas , mientras ella me pedía que le tirara fuerte de los cabellos , como si la estuviese violando , sintiendo como mi semen no dejaba de salir, gritando y bufando igual que ella
Realmente fue increíble, era un animal, había follado por más de una hora con una diosa del sexo. Esa noche dormí con ella, nada de caricias, nada de abrazos, aparte del calor que hacía. Follamos otra vez en la mañana con la misma fogosidad, nos duchamos juntos y luego salió a comprar algo. Cuando llegó estaba como si nunca hubiese pasado nada. La busque y me rechazo, diciéndome que no tenía ganas, pero en la noche nuevamente me buscó y abusó de mi. Prácticamente era une esclavo de sus deseos, pero me encantaba.
Ese fin de semana follamos solo 4 veces, pero de muy largo rato , todas de más de una hora de sexo animal , brusco, fuerte, pero siempre que ella tenía ganas. Era algo que me descolocaba, pero de todas formas me gustaba. Me dejó hacerle de todo, menos acabar en su boca que era algo que le desagradaba de sobre manera, el resto, todo permitido. Le encantaba que la tratara bruscamente, que diera cachetadas en el culo mientras me la follaba, que se la metiera siempre fuerte y hasta el fondo, que le tirara el pelo fuertemente , que le mordiera los pezones , realmente luego del sexo con ella quedaba agotado.
Así llegó el domingo y volví a mi realidad. Mi hermana regresó de casa de mis padres, ya más calmada, sin saber que le había sido infiel con su propia compañera de cuarto.