Durmiendo con mi enemiga
La vi levantarse de su silla y dirigirse hacia mí, me sentí totalmente abrumada, gire en sentido contrario y me refugie en mi copa de vino, la sentí sentarse a mi lado y su perfume me invadió
Estaba sentada sola en aquella elegante fiesta, tenía un cigarrillo en una mano y en la otra la séptima copa de la tarde, estaba nerviosa, ella me observaba continuamente, tenía una seguridad y una firmeza en la mirada que me hacían mirar hacia otro lado, ella sabia quien era yo, sabía que tenía meses durmiendo con su esposo, mi jefe; no era como él la había descrito, una mujer insegura, vieja y aburrida, ella proyectaba seguridad, madurez y era muy atractiva, los hombres la miraban al pasar, estaba metida en un vestido rojo que se ceñia a su cuerpo y dejaba al descubierto su espalda blanca, sus pechos eran redondos y perfectos igual que su trasero, me sentí una burla a su lado.
La vi levantarse de su silla y dirigirse hacia mí, me sentí totalmente abrumada, gire en sentido contrario y me refugie en mi copa de vino, la sentí sentarse a mi lado y su perfume me invadió, –¿tienes un cigarrillo?- dirigí mi mirada hacia ella y ¡Dios!, era perfecta, mis manos temblaron al darle el cigarrillo y encendérselo, dio una larga bocanada, soltó el humo, -así que eres tu- sonrió y volvió a su cigarrillo, por un momento me quede muda, pero no podía dejar que ella me minimizara, al final de cuentas, yo también tenia lo mío y era bastante bueno, -¿ lo sabes desde hace mucho?- pregunte mirándola a los ojos con la misma firmeza, -lo sé desde siempre, no eres la primera, pero eres lo mejor que le he conocido- y soltó una carcajada nerviosa, yo la seguí, -tú no eres como te imaginaba- atine a decir, -¿Cómo me imaginabas dijo?- mirándome con cara de gata en celo, -sosa y malcarada- reímos de nuevo, -brindemos por eso dijo- levanto su copa y las dos bebimos largo; lo mire a lo lejos y se le notaba nervioso, le sonreí para tranquilizarlo y se desentendió, charlamos durante un largo rato, con las miradas de todos encima, no era un secreto que él y yo nos entendíamos desde hace mucho tiempo; durante nuestra conversación me di cuenta que ella era una mujer grandiosa, inteligente y completa, con una madurez propia de su edad, nada que él hubiera reconocido alguna vez, nos dejamos llevar por las copas y conversamos de todo, menos de él.
Pasada la velada decidí que necesitaba ir al baño y ella muy amablemente se ofreció a acompañarme, me llevo al segundo piso a su habitación, era enorme y llena de lujos, me ofreció pasar a ese baño, entre y cuando salí estaba recargada en el lavamanos mirándose al espejo y llorando, me sentí la peor escoria del mundo, me miro por el espejo –definitivamente eres lo mejor que él ha tenido- la mire por un rato, la abrace por la espada y la deje llorar por un rato, su cuerpo pegado al mío y su perfume me llenaron todos los sentidos, sentí una excitación, jamás había estado con una mujer, pero ella me atraía de sobremanera; tenía su hombro junto a mis labios y la bese tiernamente, ella no se movió, la apreté contra mi cuerpo y sentí su respiración agitarse, acaricie su cabello con mis labios y bese su cuello, subí mis manos lentamente por su hermoso cuerpo, acaricie sus pechos y sus pezones estaba duros, mi vagina comenzó a palpitar y a mojarse, puse mis manos en sus hombros suaves, deslice su vestido hacia los lados y comencé a besar su espalda mientras recorría con mis manos su pechos, ella se dejo hacer, la seguí besando tiernamente mientras apretaba sus pechos duros y sedientos, su respiración se hacía más pesada cada vez y gemía suavemente, la voltee hacia mí y puse mis labios sobre los suyos, los apreté entre los míos, los lamí despacio, ella abrió un poco sus boca y metí mi lengua ahí y jugué con la suya, despacio y sin prisa, ella abrió mas su boca y nos metimos en un beso apasionado, sentí su lengua penetrar mi boca y su saliva dulce llenarme la tome por el cabello y la apreté contra mí, nos besamos apasionadamente y ella puso sus manos en mi trasero, lo anduvo todo, lo apretaba y se pegaba mas a mi cuerpo, baje mis manos a sus pezones que estaban como piedra y los apreté suavemente con mis dedos, ella echó su cabeza hacia atrás y dejo escapar un gemido, entonces baje mis labios a sus pechos, los bese todos, apreté su pezón con mis labios, ella gimió llena de excitación, los chupe y jugué con ellos con mi lengua, sentía que temblaba, eran unos pechos hermosos y perfectos, los quería comer todos, sentía que no podía parar de chuparlos, mi deseo fue subiendo y sentía mi vagina palpitante y súper húmeda, quise ver si ella estaba igual y sin dejar de comerme sus pechos baje su vestido, ella tenía puesta una tanga de encaje negro, baje mis manos y acaricie sus nalgas redondas, las apretaba mientras seguía chupando y mordiendo suavemente sus pezones, ella miraba embriagada de placer y abría sus labios llenos de excitación, subí de nuevo hasta ellos y metí mi lengua ahí, estaba muy excitada, la penetre con mi lengua mientras bebía de su saliva, baje una de mis manos hasta su vagina y me deslice entre su tanga, metí uno de mis dedos hasta su sexo y la sentí anhelante, húmeda y tibia, la penetre con mi dedo y ella gimió fuerte, eso me puso a mil, le arranque la tanga de un tirón, abrí sus piernas y metí mis labios en su vagina, sentí su olor llenarme, sabia deliciosa y estaba tan mojada… ella se sentó sobre el lavamanos y abrió sus piernas lo mas que pudo para dejarme entrar por completo, eso me puso loca, comencé a chuparla toda y a beberme el liquido que emanada de su vagina, la limpie toda con mi lengua, quería bebérmelo todo, sentía que me embriagaba, ella solo gemía y temblaba, la chupe toda, abrí los ojos y mire su vagina, quería comerla, quería que terminara en mi boca, quería beberme su orgasmo, fui hacia su clítoris hinchado y palpitante, lo lamí lentamente y la sentí estremecerse, me excite al sentirla tan dispuesta, abrí mis labios los puse en su clítoris y lo comí, lo chupe, lo succione miles de veces, era tan delicioso, tan suave y tibio, ella gritaba y se retorcía de placer, emanaba jugo de su vagina y yo lo comía encantada, era tan delicioso… sentí que su vagina se hinchaba cuando mi lengua la recorría, la penetre con mi lengua, ella se dejo caer hacia atrás, su cuerpo se lleno de convulsiones, sentí su vagina palpitar entre mis labios, dejo salir un grito de placer, y me inundo la boca con su orgasmo, no pude resistir mas y lleve una de mis manos a mi sexo, metí un dedo en mi vagina que estaba a punto de explotar, la seguí chupando para prolongar su placer mientras yo me corría succionando su vagina deliciosa.
Quede tendida en el piso, abrí los ojos y ella me miraba desde arriba, desnuda por completo y sonriente, me tendió una mano, me puse de pie, me sentía confundida, no alcanzaba a asimilar lo que acababa de pasar, agache la mirada e intente irme, ella me tomo de la mano, la mire y se acerco a mí, me beso tiernamente –nunca había estado con una mujer, jamás había tenido un orgasmo así-, -ni yo- conteste, nos reímos, ella me llevo hasta su cama, me sentó en ella, se paro frente a mí, me abrió el vestido y lo deslizo por debajo de mis pechos, los dejo libres, los miro y llevo sus labios hasta ellos, los besó y sentí que mi cuerpo respondía a sus caricias, su lengua sabía muy bien lo que hacía, me hacia estremecer, yo acariciaba su cabello y la veía deslizarse entre mis pechos, me recostó en la cama, tiro de mi vestido y quede desnuda por completo, se puso encima de mí y nos besamos, sentía su piel tibia sobre la mía, sus pechos sobre los míos, nuestros pezones se rozaban y se hacían más duros cada vez, besaba muy bien, mejor que muchos de los hombres con que había estado, su lengua y su saliva me llenaban la boca, nos acariciábamos sin parar, estábamos absortas una en el cuerpo de la otra, de pronto sentí su mano hurgando en mi vagina, deslizo sus dedos y jugó con mi clítoris hinchado, abrí un poco mis piernas para dejarla entrar, sus labios estaban sobre los míos y sus dedos estaba en mi vagina y yo sentía que eran uno solo, que su lengua era la que rozaba mi clítoris, estaba excitada y me sentía embriagada de placer, metió sus dedos en mí y me hizo gemir de placer, ella aprovecho que solté sus labios por un momento y se deslizo hasta mi vagina, metió su lengua entre mis piernas y sentí una descarga eléctrica recorrer mi cuerpo, gemí y abrí mis piernas para entregarme a su boca, ella me recorrió toda, primero con suavidad y después con una pasión que me hizo gritar de placer, me chupaba el clítoris, me daba pequeños mordiscos y yo sentía que me desvanecía de placer, metió uno de sus dedos y me penetro con él mientras me chupaba como una loca, yo la tome del cabello y la apreté contra mi cuando sentí que me corría, ella abrió su boca y me apretó el clítoris suave y firme, lo sentí palpitar entre sus labios y sentí como mi vagina dejaba escapar un torrente de jugo que lleno su boca y se deslizo hasta debajo de mis nalgas, ella me siguió succionando el clítoris para prolongar mi placer, mientras yo gemía de placer, abrí los ojos y me tope con los de él llenos de lujuria, estaba parado en la puerta a medio abrir…