Duramente (5)

- Exacto y aquí tengo un buen rabo, que ahora mismo te voy a dar, así que túmbate bocarriba y saca la cabeza fuera de la cama, te vas a tragar mi poya entera - dijo duramente - ah! y abre bien la boca.

Se levantó a llevar el platito a la cocina, dejándome acurrucada en la cama, no tardó mucho en volver, acercándose a mí y regalándome una caricia me dijo: - Te has portado muy bien en el castigo y lo has aguantado hasta que lo has aceptado, pero no por eso vas a obtener un premio, sigues siendo una comepoyas y a las comepoyas como tú que se les da? - A las comepoyas como yo se les da de comer una buena poya Señor - Exacto y aquí tengo un buen rabo, que ahora mismo te voy a dar, así que túmbate bocarriba y saca la cabeza fuera de la cama, te vas a tragar mi poya entera - dijo duramente - ah! y abre bien la boca. - Si Señor. Me tumbé y dejé la cabeza colgando fuera de la cama, abrí la boca y él se puso de pie delante de mi cara, cogiéndose la poya con una mano, la llevó hasta mi boca, me dio varios golpecitos con ella en los labios y puso la punta rozándome los labios yo sacaba mi lengua y él la retiraba y luego volvía a darme golpecitos, para volver a retirarla, en ese momento cerré la boca para tragar saliva y me dio un bofetón. - No te he dado permiso para que cierres tu boca, perra. - Lo siento Señor, solo tragaba saliva. - Bueno, por esta vez está bien zorra, ábrela. Y de un tirón la metió entera en mi boca, la notaba empujando mi campanilla y me dieron varias arcadas, se me saltaron las lagrimas, los dos o tres segundos que la tuve presionando mi garganta se me hicieron eternos, al fin me dio un respiro y la retiró, la sacó entera, pero para volver a hundirla un segundo más tarde, sin darme tiempo casi ni a respirar y nuevamente me dieron arcadas, mis lagrimas resbalaban fuera de mis ojos, esta vez por mi posición, su recorrido era distinto, las notaba caer desde mis ojos hasta mis orejas. Notar su poya en mi boca y mis lágrimas de nuevo cayendo por mi cara me excitaron más y como si de un acto reflejo se tratara abrí más la boca. - Muy bien puta, se nota que te gusta comer poyas, abre tus piernas y empieza a tocarte, rápido. Hice lo que me ordenó y empecé a tocarme, obviamente tenía el coño aún chorreante y mi clítoris hinchado de la excitación y palpitante, hacía círculos alrededor de él, casi sin llegar a tocarlo o me correría rápidamente, de vez en cuando paraba y me daba golpecitos con el dedo encima, haciendo que me estremeciera y notara que pronto me llegaría el orgasmo, pero no pensaba tenerlo sin el permiso de mi Amo. Él mientras seguía follándome la boca, hundiéndola una y otra vez hasta mi garganta, provocándome más arcadas que yo aguantaba como podía, iba aumentando el ritmo, de ir despacio, metiéndola y sacándola entera, acabó sin sacarla y moviéndose mas y mas rápido. Noté su otra mano amasando mis tetas, primero una y luego la otra, pellizcándome los pezones y tirando de ellos, los pobres estaban doloridos y cuando hacía eso un pequeño gemido mezcla de dolor y excitación se me escapaba. - Más rápido zorra. Y aumenté el ritmo de mi dedo en mi coño y él el ritmo con el que hacía que me tragara su poya, debía de estar cansado de esa postura, manteniendo el ritmo y el movimiento con sus piernas, así que apoyó sus manos una a cada lado de mi cabeza en el filo de la cama, obligándome así a echar más la cabeza hacia abajo. Ahora con cuatro puntos de apoyo estaba más cómodo y el movimiento le resultaba más fácil, con lo que fue aumentándolo hasta follarme la boca casi salvajemente, lo cual me estaba gustando y mucho, reflejándose en el ritmo de mi dedo en mi clítoris, que también aumentó hasta hacerse casi frenético, pero estuve a punto de correrme, así que lo bajé y casi ni rozaba el clítoris. - Prepárate a tragar puta, no desperdicies nada. Y acto seguido noté como se corría en mi garganta provocándome más arcadas mientras lo iba tragando, cuando terminó de correrse la fue sacando poco a poco, mientras yo la seguía con mi lengua, limpiándola, por último la terminó de limpiar pasándola por mis labios.