Dulces truenos: Reprendiendo y educando a la profe

7ª Entrega. Vuelve a narrar Raúl como le dará una represalia a Elena por su rebeldía.

Capítulo 7: Reprendiendo y educando a la profe

Sábado tarde y estaba solo en casa, distraído con mis cubos de rubik, mi pc…. pero necesitaba el calor de mi chica, mi preciada profesora, ahora la tenía y debía seguir haciendo que estuviera conmigo, era demasiado bella como para dejarla escapar.

Soy un enamorado, pensaba para mí mismo, demasiado bueno y ella tenía que valorarlo.

Estaba aburrido en casa como para pasar la noche del sábado solo y esto no me hizo ninguna gracia, saldría con mi pareja a hacer vida social, conjeturé, seguro que Elena no puede decirme que no, reía para mis adentros.

  • Raúl: Buenas cariño.
  • Eleniita: Hola.
  • Raúl: Que seca estás, parece que no te alegres de que me acuerde de tí…
  • Eleniita: Es solo que estoy algo ocupada.
  • Raúl: Entonces, ¿Te alegras de leerme o no?
  • Eleniita: Siii, si, claro.
  • Raúl: Bueno te quería decir que igual no te he tratado como la dama que realmente eres y esta noche me gustaría salir contigo de forma más romántica.

Me había leído el mensaje pero no me contestaba, le daré no más de 5 minutos para que se lo piense.

  • Eleniita: Estoy con mi hermana, sabes que hoy venía a verme y nosotros quedamos en vernos a la vuelta de las vacaciones.
  • Raúl: Vamos cariño, te estoy ofreciendo una noche bonita, con tu hermana vas a estar muchos días después, es el último día que podemos estar juntos y disfrutar.
  • Eleniita: De verdad que no, me apetece quedarme con mi hermana en casa, por favor, entiendelo.
  • Raúl: No lo entiendo, cuando intento ser bueno y romantico contigo no me da resultado.
  • Eleniita: te agradezco mucho la intención, eso es lo que cuenta, pero lo haremos a mi vuelta si no te importa.
  • Raúl: Lo cierto es que si me importa, y mucho.
  • Eleniita: Por favor, entiendelo.
  • Raúl: Lo único que entiendo es que parece que eres un caso perdido.
  • Eleniita: Lo siento, no puedo.
  • Raúl: Estás buscando que me enfade y me empiece a portar mal contigo de nuevo, no se puede ser bueno contigo.
  • Eleniita: No te enfades, te prometo que a mi vuelta iremos donde quieras y haremos lo que quieras.
  • Raúl: Estoy seguro de eso, pero hoy también.
  • Eleniita: No, hoy no.
  • Raúl: No se como te atreves, a las 8 te quiero en mi casa, ponte el vestido negro ese tan elegante que te pusiste el otro día y se puntual. Cómo me dejes plantado te juro que te arrepentirás.
  • Eleniita: No, no seas así, por favor Raúl.
  • Eleniita: Debes respetarme.
  • Eleniita: Debo tener la oportunidad de poner ciertos límites.
  • Eleniita: ...

Los mensajes siguieron pero dejé el móvil, iba a preparar su escarmiento, tenía que corregirla y enseñarla antes de que fuera tarde, si no, la acabaría perdiendo y no me lo podía permitir.

Apenas me quedaba una hora, pero ya sabía en que iba a consistir su lección.

  • Raúl: Trae la bolsa que compraste en el sexshop.

No le diría nada más, esperaría a las 8 a ver si venía o tendría que enfadarme para que me hiciera caso.

Me fuí a duchar para lo que sería una noche mágica con mi profesora y poniéndome mis mejores ropas para salir.

Dos minutos antes de la hora indicada llamaron a la puerta.

  • Ves como si podías venir

dije al abrir. * Esto no puede ser, no, no podemos seguir así, última vez.

  • Toda la razón, no puedo estar insistiendo siempre tanto, tiene que salir de ti el complacerme, sin que tenga que presionarte, no me gusta que me hagas enfadar y debo castigarte
  • No, Raúl, ya basta de castigos.
  • Has venido y has traído la bolsa que compraste, sabes que lugar te corresponde pero no entiendo por que te resistes, te lo explicaré.

Tomé la bolsa y la hice pasar al comedor, tenía preparado un taburete de madera en medio y unas cuerdas.

  • ¿Ves eso?
  • ¿Para que és? —respondió temerosa.
  • Ya basta de charla.

La tomé de un brazo e hice que apoyara su vientre en el asiento bruscamente.

  • A partir de hoy vas a aprender a colaborar, si sigues oponiendo resistencia me cansaré de tí y te dejare libre, pero antes todo el colegio sabrá lo guarra que eres ¿Entendido?

Pareciera que dije las palabras mágicas, no hubo más resistencia, pero por si acaso se quería resistir la ataría los brazos y piernas al taburete.

Una vez atada, meti una pelotita en su boca y le puse cinta americana para que no pudiera hablar ni chillar.

  • Creeme, es mejor así.

Al levantar la falda del vestido vi unas braguitas negras muy sexys pero sin duda me iban a estorbar.

  • Las tengo que cortar para quitarlas cariño. —dije acercando el reverso de unas tijeras por la piel desnuda de sus nalgas.

Una vez retiradas podía sentir como su voluntad estaba quebrándose, aún así, esta vez tenía que romper toda intención de revelarse por su parte.

Me dispuse a acariciar su precioso trasero, que cosa mas hermosa y bonita meditaba. Pase a acariciar con mi dedo su culito cuando note como se ponía nerviosa.

  • Shhh, cariño será mejor que te relajes. Este precioso agujerito parece que este por estrenar, ¿Verdad cariño?

Trataba de moverse un poco mientras intentaba emitir algún sonido con la boca.

  • Bueno, hoy me lo entregarás a mi, prueba de tu arrepentimiento por ese comportamiento tan poco ejemplar.

Chupé mi dedo índice e introduje un poco el dedo.

  • Cielo, debes relajarte, estas muy estrecha.

Trataba de meter un poco más el dedo y sacarlo pero se me hacía complicado, temía dañarla, y claramente no me iba a poder follar su culo ese día, pero no estaba dispuesto a renunciar a él.

Tenerla en esa posición me hacía enloquecer, estaba super excitado, me ponía demasiado el culo de la profesora.

  • Vamos a empezar a dilatarlo, debes entender que este culo esta para ser follado y así no puedo. Por suerte para mí, ayer compraste la solución.

Saqué una caja de la bolsa que habia traido, y la abrí delante de ella para que lo viera.

  • ¿Sabes lo que es? Jajajaja

Deduje por como se le abrieron los ojos que quizá se imaginaba de lo que trataba.

  • Te lo explicare, mira, esta parte ovalada se mete dentro del culito, esta otra parte sirve para marcar hasta donde debe entrar, y esta otra mira, se puede apretar y la parte ovalada se hace más grande. Si, es un plug hinchable cariño y me servirá para abrirte un poco ahí atrás.

Aún así iba a costar meterlo en su tamaño natural pero todo sería cuestión de paciencia, por suerte contaba para ayudarme con un botecito de lubricante que también había comprado.

Puse un generoso chorro del gel en la apertura de su esfínter y con el dedo fuí introduciendo cada vez con más facilidad mi dedo, cuando entraba con comodidad añadí un segundo dedo con el cual enseguida llegaron sus quejidos ahogados.

  • Bueno cielo, es la hora —dije tomando el plug hinchable.

Lo apoye en la entrada de su esfínter y pude notar como hacía fuerza para cerrarlo e impedirme introducirlo.

Empecé a azotar con mi mano sus nalgas, alguna vez más fuerte mientras lo empujaba poco a poco, a medida que se despistaba entraba un algo más y cuando estaba casi a la mitad se me ocurrió algo:

  • Esta bien, si quieres que lo saque, empujalo fuerte.

No pensé que fuera a funcionar tan fácil pero cuando empezó a empujar, lo sujete para que hiciera más fuerza, y cuando estaba completamente abierta lo terminé de meter de un solo empujón.

Siguieron algunos aullidos ahogados y varios movimientos de desaprobación.

  • Ya está ya, gatita, ahora tranquila, te irás adaptando a él —trataba de apaciguarla acariciando su lomo como si de un animal se tratara.

Al poco tiempo, apreté una vez la pera para que abriera un poco y nuevamente vinieron sus gestos de rechazo.

Le acaricie un poco la cabeza, el pelo, tiernamente.

  • Cariño esto es por tu bien, ahora vuelvo, no te muevas —reí.

Pensaba dejarla en esa situación un poco para que se acostumbrara y fuí y a mi habitación a buscar un rotulador permanente cuando en la pantalla de mi ordenador parpadeaba la pestaña de la cámara instalada en la habitación de Elena.

Lo tenía configurado así para cuando había movimiento en la imagen me avisara y pudiera verlo si estaba enfrente del ordenador.

Al maximizar la ventana, no me lo podía creer, esa debía ser su hermana, vaya morena que tiene de hermana Elenita, y que bien se lo está pasando con ese tipo, juzgaba para mí.

Estaba el chico tumbado boca arriba sobre la cama y ella lo cabalgaba desde la parte superior dejando una vista de su buen trasero hacia la cámara, tenía el pelo largo, que se agitaba entre su espalda y un color de piel bronceada de lo más envidiable.

Comprobé que se estuviera grabando y excitado baje para encontrarme con Elena.

Ahí, siguiéndome con la mirada hasta que me acerque a ella.

  • ¿Cómo estás gatita? Parece que mejor… vamos a darle una pulsación más.

Enseguida se agitó cuando me conduje hacia su culo y sin temer apreté una vez más.

Era delicioso ver como trataba de mover el culito y se movían un poco esas lindas nalgas, me volvía loco ese culo y mi excitación ya no podia aguantar mas. Comencé a acariciar sus labios vaginales y aunque quería esa noche follarle el culo, me iba a conformar con tomarla por delante en esa misma posición.

Me desnudé de cintura para abajo y mi pene estaba completamente erguido, llevaba un buen rato con ganas de montarla y ya no aguantaba más, no quería perder más tiempo por lo que derramé un chorro de lubricante en su sexo y lo extendí de arriba para abajo con mi propio miembro, para posteriormente en un arrebato de excitación clavarla sin reparo alguno. Debo reconocer que me costó un poco, sentía como se movía el plug al perforarla, pero eso me daba más gozo, me hacía sentir un mayor placer, que maravilla de sensaciones me otorgaba mi magnífica profesora.

Totalmente enajenado embestía a mi profesora en un frenético vaivén, sus sofocados bramidos junto a algún azote que le soltaba hacían la banda sonora perfecta para esa escena de película.

Envalentonado, tome la pera del plug hinchable y la volvi a presionar, quería sentirla estrechita de nuevo para seguir taladrando aquella cavidad que me hacía alocar.

Fue magnífico sentir como se volvía algo más costoso volver a meterla y en unas fuertes y dolorosas penetraciones siguientes me acabe corriendo dentro de ella en lo habia sido sin duda el polvo de mi vida.

Exhausto, cuando logré volver a la realidad la saque y pude comprobar cómo salía un hilo de semen, a juzgar por cómo me había corrido de seguro que había gran cantidad en su interior ahora pero la dejaría ahí, que sintiera como poco a poco manaba de ella mi felicidad.

Tuve unas muestras de afecto en sus mejillas, a juzgar por sus ojos parecía que ella no lo había disfrutado tanto como yo, pero pensaba que antes de lo que ella se diera cuenta podría empezar a disfrutar de su condición.

  • Madre mía cielo, me has dado el polvo de mi vida, te lo prometo, me encantas.

Sus ojos mostraban como su voluntad se doblegaba y pensaba que lo estaría consiguiendo.

  • Ya vuelvo cariño, esperame —me alejé riendo maliciosamente.

De nuevo en mi habitación pude ver a su hermana, pero esta vez estaba desnuda, atada y amordazada encima de la cama, se veían varias cintas que unían sus tobillos, rodillas, codos y completamente las manos.

Me preocupé, ¿Que había pasado? Rápidamente revisé la grabación y vi como el hombre al terminar el coito forcejeaba con ella y trataba de resistirse, hasta que la golpeaba y la conseguía ir poniendo las cintas que la inmovilizaban.

Por un momento pensé que lo mejor sería desatar a Elena y que fuera a su casa, ella la socorrerla pero…. tuve una idea mejor.

¿Y si voy yo con alguna excusa? ¿Me presento como la pareja de Elena y trato de sacar beneficio de la situación? - Jajajajaja -  Esto podía ser una oportunidad que no estaba dispuesto a dejar escapar.

Acudí de nuevo a ver cómo estaba mi chica para explicarle que tendría que estar ahí mucho más tiempo, debía reflexionar sobre su comportamiento y estaría así hasta que regresara. Haciendo alarde de un falso pésame en el que podríamos haber pasado una divertida noche entre cenas y bares, pero que no había podido ser por el comportamiento que había tenido en la tarde.

Sin más, salí de casa en busca de la nueva mujer.

  • Apuesto que va a ser una noche divertida. —dije al cerrar la puerta de mi casa.

Gracias por la lectura.

De nuevo agradecer a toda la gente que me apoya de una y otra forma, es lo que más me impulsa a escribir y subir un capitulo nuevo. Tampoco olvidarme de aquellas críticas constructivas que me hacen llegar y me invitan a mejorar.

Hasta pronto!