Dulces 17 (2)
Sigue la seducción de una hija.
Dulces 17 2º parte
Ante todo quiero agradecerles la cantidad de mails que he recibido y los estaré contestando uno a uno, no se impacienten, fue muy lindo leer algunos mails de hombres maduros, que sentían deseos por sus hijas, eso me ayudo a conocer más el punto de vista de esos padres, el saber que palabras quisieran escuchar de boca de sus hijas y en que tono de voz, me ayudo a excitar más a mi padre. También pude seguir con excito algunos de sus experimentados consejos.
Bueno ahora voy a contarles la segunda parte de mi relato y espero que les guste
Luego de masturbarme y tratando de que el tomara la iniciativa, me dirigí al cuarto de baño a tomar una ducha, dejando previamente la puerta entreabierta, eso, seguro, lo animaría a concretar sus deseos
Termine de desnudarme tratando de que él tenga posibilidad de ver todo mi cuerpo
Me metí en la ducha, mis pezones se endurecieron, la excitación no me dejaban pensar, solo quería que mi papá vea como había crecido su "hijita". Acaricie mi cuerpo lentamente con el jabón. Me detuve unos instantes en mis erectos pezones tocándome lentamente en forma circular. Mi entrepierna se humedecía lentamente, estaba realmente excitada. Observe por el espejo y pude ver a mi padre mirándome con su miembro en la mano, con voz de niña traviesa dije en voz alta simulando el juego de la escondida: ...Mala para mi papi, que esta espiando a la nena, la nena quiere caricias de su papi.
Mi padre entro al cuarto de baño y termino de desnudarse, me beso en los labios y me ayudo a secarme, luego nos dirigimos a la habitación, nos recostamos en la cama y con voz aniñada y con mis manos en su pene le dije, la nena quiere tomar la mamadera e introduje su pene en mi boca, mientras lo miraba a los ojos
Verlo mirarme mientras se la comía me puso más cachonda. Seguí lamiendo golosa y le cogí una mano, me abrí hacia él y sin dejar de chupársela empujé sus dedos directamente dentro mi vagina. devolví mis manos a su pene cada vez más brillante, terso y rojo.. Llenaba toda mi boca y sentía el sabor de las gotitas que se deslizaban ardientes por mi garganta. Mi padre seguía metiéndome los dedos y ya no decía nada, sólo gemía. Dejé de mamársela y cogiendo su mano para que la moviera con más fuerza lo miré.
- Ves como no esta mal papi, a ti te gusta, a mi me encanta- gemí para que se lo creyera más aún- ves papi, esto es maravilloso, mmmmmm, haaaaa, si, si hay, siiii, sigue papá, sigue.
Siguió moviendo los dedos con insistencia, me arrimé más a él y me abrí todo lo que pude "chúpame, papi" y me toqué para excitarlo, "chúpale la vagina a tu niña, cuando era pequeña me gustaba que me bañaras porque así conseguía que me acariciaras y yo sé que a ti te gustaba que te lo pidiera, hoy estamos solos los dos, para darnos gusto papito, chúpame aquí papi", y me tocaba, y bajó su cara hasta mi vagina abierta, noté su lengua explorando mi clítoris y metiéndose entre mis labios chorreantes, no sólo me comía sino que me hurgaba con los dedos y me hacía contorsionar de gusto apretándolo contra mí, "sí, así papi, cómemelo todo, así, más papi, más" y él seguía, "mmmmmm, sí papi sí, pero más, necesito algo más papi, más, hazme más cosas buenas papito". Me miró como si no entendiera, "más papi, te quiero todo dentro de mí, quiero más, me lo debes papi" , estaba siendo cruel con él, "vamos papi, quiéreme, lo necesito, métemela papi, métemela".
Mi padre se puso de rodillas sobre la cama, me colocó la almohada bajo las caderas y subiéndome las piernas sobre sus hombros me abrió las rodillas e insertó lentamente su pene en mi vagina, cariñoso, muy padre. Lo sentí entrar suave, adapatarse a mí, "más papa, métela toda papi, hazme daño y cúrame luego papi". Bombeaba despacio, creyendo que iba a topar con mi virgo, pobre inocente, bombeaba.... choff, choff, la sacaba un poco y empujaba de nuevo unos cuantos centímetros más hasta que yo de un golpe de cadera me pegué a él de pronto, clavándome lo que aún no me había metido. "Fóllame bien papi, soy tu muñequita", gemí infantil, "venga papíto, hazme todo eso que mami no te deja hacer, Fóllame como un loco" y empezó a empujar bruscamente, al principio me hacía daño pero mis palabras lo habían alentado, estaba descontrolado y notaba cómo su polla entraba y salía de mí casi desgarrándome la vagina pero haciéndome sentir única. Gozaba de su apetito reprimido durante tanto tiempo y notaba como la gorda punta de su pene me arañaba sin piedad. "¿Así?, ¿te gusta así mi niña...?", me preguntó con un punto sado, "...¿es esto lo que querías hija? Dímelo, dime que te gusta , quiero oírtelo mi niña...", "Sí papi, esto es lo que quería, pero quiero más, hazme gozar más, seguro que sabes cómo darme más gusto papi...", jadeaba obscena. "...vamos papi, demuéstralo, demuéstrame que eres un buen padre que quiere mucho a su niña...hazme gozar ..." mmmmm, hay si si si hija mia te acabo, hay acabo dentro de ti, no aguanto, gritaba mi padre, mientras, daba su estocada final
y una descarga de caliente semen se deslizo e el interior de mi vagina, mientras mi padre aullaba de placer, Esperé a que fuera él quien tomara la decisión de sacarme su pene de la vagina porque leí que eso a los hombres les gusta mucho, al igual que el sexo anal, pero eso se los contaré luego.