Dulce y Salada
Cuando pienso en Viviana, me acuerdo de las pequitas de su rostro, que descienden calidamente y gotean en sus pechos, y me saben al mar al saborearlos, cuando ella es dulce, y después salada al beber el rocío de su vientre
Cuando pienso en Viviana, me acuerdo de las pequitas de su rostro, que descienden calidamente y gotean en sus pechos, y me saben al mar al saborearlos, cuando ella es dulce, y después salada al beber el rocío de su vientre
He pasado muchas noches desdoblando los recuerdos de su tierna voz y buscando sus gemidos, buscando sus aullidos, para encontrar su respiración y matizarla con susurros en su oído: < Quiero hacerte mía toda esta noche, quiero beberme el néctar de tu piel a través del jugoso almíbar de tu rosada flor
.
Una flor que descubrí entre murallas, cuando una tarde caminaba con mi lengua entre sus piernas, peligrosamente en lo mas interno, acatando advertencias, de no deber parar nunca.
Con mi lengua escribí su nombre e hice dibujitos entre sus pliegues, ahí pensé que nunca mas retrocedería, después, ahí estaba: aquella hermosa y linda flor , la intente abrir con mis labios , buscando su aroma sintiendo su calor en mis mejillas , al principio fue un besito entre sus pelusas transparentes,, buscando el umbral, el secreto de su ser , el secreto de todos sus sentidos, aun no así nadie me atendía,, entonces empecé a besarla fuerte cada vez mas y mas , cuando ella floreció, ella y yo nos besamos.
Entrelazamos el amor, no solté sus delicados labios, porque ahora eran míos, junto con su néctar, yo solo la adore arriba y abajo: mi lengua la quería y la abrazaba, yo solo podía entredecir: < Viviana, eres dulce y no te soltare mas
. Mi lengua la acaricio y ella me llevo hasta el norte.
Su hermosa perla para mi fue como un sol del atardecer en el mar era roja y brillante así que me perdí en su sol y la bese tal vez mas de mil veces, la codicie al contemplarla, y me enamore , como cazador de perlas, intente sacarla con mis labios, con mi lengua, la succione, quería arrebatarla, ahí fue cuando escuche sus aullidos, después conocí el sur y se que mi lengua y mis dedos se querían perder dentro de ella , sus gemidos fueron como un idioma que entendía perfectamente, porque entre mas lo hacia, mas yo estaba adentro y afuera
Cuando pienso en Viviana, también me acuerdo de su sexy voz debiéndome < No pares Nunca>.