Dulce Regreso
Es un estupendo kit de vibradores laztana. Hay bolitas, para el culete, bolitas más grandes, para la vagina, conos, aros, y esto, que va con esta braguita para ajustarlo justo al clítoris. Lo mejor de esto es que podemos accionarlo ¡A distancia!
Los primeros rayos del sol entran por la ventana. Estoy dormida, profundamente. Ves mi carita de dulce nenita y no puedes evitar conmoverte. Te encanta observarme mientras duermo. Ensimismado en tus pensamientos, saco ligeramente la lengua y muevo mis labios, como si tuvieras sed, y una perversa perversión atraviesa tu cabeza como un relámpago y se dispara tu erección. Pero, será para otra vez, quieres reservarte para la siguiente tanda de cosplay. Te inclinas sobre mí, y besas mis labios suavemente, para despertarme muy despacito y con dulzura. Siento el calor de tus labios, dudo si es real pero la calidez me dice que sí, despierto suavemente salgo de mi letargo sonriéndote, un suave beso un poco más sentido y tu mano sobre mi pancita me causa una ligera risa, apartas ese mechón rebelde que siempre cubre mi rostro, me acaricias embobado y simplemente disfruto de sentir tus dedos recorriendo mi rostro. Disfrutas cada segundo de mi despertar “Eres taaan bella...” Me besas suavemente de nuevo antes de que abra mis ojitos y me das los buenos días. "¿Chococcino y tortitas?" Me susurras muy bajito, provocando mis cosquillas.
Revoloteo en la cama y busco abrazarte, mi nariz coincide con la tuya y las frotamos en un beso esquimal "si mi todo" es mi respuesta casi como un susurro, me comienzo a desperezar mientras tú te me adelantas a la cocina. Estiro mi mano para coger tu camisa y la olfateo soy la fan número uno de tu aroma, me la coloco acercándome a la cocina mientras te digo en que puedo ayudarte. Vestido tan solo con un una camiseta de The Flash, estas preparando el desayuno cuando entro por la puerta ofreciendo mi ayuda. "Tú tranquila mi vida. Yo me encargo de todo." Y tras un beso, me acompañas sujetando mi culito hasta la sala con lo que tu verga, pega un respingo. Cuando estoy sentada en el sofá pones la tele y el disco duro "Ponte al día de Arrow" tu mano se había abierto paso separando mis nalgas, hasta presionar mi agujerito, con lo que tu erección es ya considerable. Presionas el play y empieza la serie. “¡Dios! Como te quedan mis camisetas.” Te acercas hasta mí, tentado de rozar mi cara con tu polla, pero en la cocina te esperan las tortitas. Me das un beso en la boca y cierras la puerta. De momento, me guardaras el secreto de la receta del chocochino y las tortitas que tanto me gustan. Solo, de momento.
Me acomodo como una gatita en el sofá disfrutando de la serie. Puedo oír todo el jaleo en la cocina y los olores que poco a poco van invadiendo nuestro hogar. Disfruto oírte tararear alguna canción y eso me produce una suave risa. Me pierdo por un instante en el aroma de tu camisa, huele a ti, para mí el mejor aroma del mundo y los pelitos de mi piel se levantan en un agradable escalofrío. Sigo disfrutando de la serie pero como siempre me pica la curiosidad, me acerco a la cocina. Tu camisa se encarga de cubrir lo justo y verte haciendo maniobras de un lado a otro mientras me apoyo en el marco de la puerta me hace recordar la mucha falta que me has hecho en estos días El trabajo de la cocina es frenético. Vas con paso firme al saberte la receta de memoria. No es que sea muy laborioso pero hay que hacerlo. Las tortitas en la sartén, la cafetera a punto, el chocolate... "¡Hey! ¿Qué haces ahí, laztana? Te dije que me esperases en la sala. Hay que tener un poquito de paciencia" Tus ojos recorren mi cuerpo con deseo. La imagen es fantástica. Mis piernas desnudas y mi cuerpo tan solo tapado por tu camisa. Un amago de erección en tu pierna. No puedes permitir distracciones o te liaras. "Mi niña, si no quieres que se me estropee, espérame en salita ¿vale? Sabes que soy chico, no puedo hacer dos cosas a la vez..." Me doy la vuelta, dirigiéndome a la sala. “¡Demonios!” si no fuera por el chisporroteo de la sartén, saldrías corriendo detrás para darme una nalgada.
"Como ordene mi capitán" te grito ya un poco a lo lejos tratando de ahogar una risa. No puedo contenerla cuando me tiro de nuevo en el sofá, me encanta tu mirada en cómo me devoras con ella, la intensidad de tus ojos que me hacen estremecer. El sonoro eco producido por mi estómago me hace recordar que tengo bastante hambre, ayer fue un día muy movido y con los días de lejanía hoy también promete ser interesante. Me pasa por la mente si ponerme algún disfraz y conociéndote algo te habrás guardado de lo que me mostraste el día anterior. “¡Desayuno terminado!” Lo pones todo encima de la mesa. Las tortas de maíz, la mermelada casera que hiciste hace unos meses, zumo de frutas, mi fantástico chococcino, con una copita de nata y bien de canela. Las tortitas que hiciste en forma de corazón seguro que me gustan. Estuviste tentado de poner algo más, pero ya es un poco tarde y luego viene la comida. "Todo listo, princesa" Me esperas en la cocina con una sonrisa y me acomodas en la silla. Me sirves las tortitas en el plato y me llenas el vaso con zumo y antes de retirarte, besas mis húmedos labios "Esto es solo el entrante, mi niña"
La tortilla en forma de corazón un detalle sencillo pero me provoca mucha ternura. Sonrío mientras me pierdo en tus ojos "gracias laztana todo está perfecto, me encanta" comienzo a asaltar la mesa probando un bocado de cada cosa, teniendo la delicadeza de comer la tortilla con sumo cuidado para no arruinarla del todo. Me deleito con los sabores y te dedico varias miradas cómplices y de amor. Mis sentidos disfrutan del gran desayuno que me has preparado Terminado el desayuno, recogemos todo entre los dos. "Bueno mi vida. Creo que va siendo hora de darte los últimos regalitos que taje de Japón." Entramos en la habitación y lo sacas de la parte más alta del armario. Donde sabes que no puedo llegar. En una de las bolsas contiene un kit completo de complementos para el pelo. Para mi preciosa melena, y en el otro, está protegido por una caja. Cuando la abro, veo un pequeño artefacto electrónico que no entiendo muy bien. Después, me das el último paquetito con los complementos. “Es un estupendo kit de vibradores laztana. Hay bolitas, para el culete, bolitas más grandes, para la vagina, conos, aros, y… esto, que va con esta braguita para ajustarlo justo al clítoris. Lo mejor de esto es… que podemos accionarlo ¡A distancia!“ Nos miramos fijamente imaginando las posibilidades. “Mientras estas en la uni, con una bolita dentro de tu rajita, puedo activarlo con una simple orden desde mi móvil. Así, aunque este lejos de casa, siempre podemos disfrutar juntitos ¿Lo probamos?”
Admito que tu iniciativa hace que mis ojos brillen, las infinitas posibilidades comienzan a bombardear mi mente de manera intensa, pienso en cada momento donde podemos sacarles provecho, una leve coloración aparece en mi rostro, me he imaginado en la universidad con algunos de estos aparatos y tu haciendo de las tuyas para liármela, suelto una risa "Mmmm alguien de acá va a disfrutar mucho sacándome los colores" muerdo mi labio inferior y noto que tu mente también está en ello, lo demuestra tu erección que es bastante considerable en este momento. "¿Con cuál quieres empezar?" me cuelgo a tus brazos dándote un beso cargado de deseo y ganas de jugar. "¿Qué te parece el estimulador?" Tomas un pequeño artefacto y miras las instrucciones acerca de cómo va colocado. Me abres un poquito las piernas y buscas la colocación. No es complicado. Luego, subes mis braguitas para que la tira quede en su exacta posición la que va sobre el monte de venus y roza el clítoris te recuerda las tiras de electro estimulación. Otra parte va dentro de la vagina. Con todo colocado, entras en la aplicación y conectas. Se escucha un casi imperceptible pitido. Desde la aplicación puedes controlar la intensidad, la zona y algunas otras cosillas que tendrás que estudiar. "empecemos por algo flojito" Nada más pulsar el botón, suelto un sonoro gemido. “Parece que funciona. Esto va a ser muy divertido”
La impresión de esa nueva sensación me toma por sorpresa, siento como lo activas, como la estimulación recorre toda mi intimidad y la excitación crece a cada paso. Me miras con malicia y con el dedo tentativo sobre la pantalla del móvil. Te acercas a mí y me das un suave beso mientras lo activas nuevamente, esta vez un poco más fuerte y suelto una mezcla entre gritito y gemido que dispara una potente erección en tus pantalones. Eres como un niño con un juguete nuevo. Tras el beso, vuelves tu atención a los controles y la barra del potenciómetro. Ya vas subiendo progresivamente, la de la bolita vaginal. La del clítoris la mantienes. Mi cara es todo un poema. Tras unos segundos de jadeos y agitación, bajas la potencia y subes la de mi botoncito. Un gritito no se hace esperar. Intento hacerme con el móvil, pero no me dejas. Me levanto salgo corriendo detrás de ti que ríes a carcajadas imaginando las posibilidades. Trato de seguirte pero me atacas de nueva cuenta con una nueva descarga que me descoloca cuando voy camino a la sala, me muerdo el labio tratando de ahogar el gemido. Tu cara es de excitación pura y tu mirada es esa que refleja que algo se te está cruzando por la mente. Me sonrojo y mi ritmo se acelera al paso que sigues moderando la intensidad, intento alcanzarme pero me haces señas negativas "eres un liante" logro decir antes de que sueltes una nueva descarga que hace que todo vibre y que me moje mucho más.
Esto no puede ser más divertido. Tendrás que estudiarte todas las opciones. Intento darte caza, pero con cada variación de la intensidad me vence el placer. Te persigo hasta el cuarto donde me desplomo sobre la cama, adoptando una postura sumamente erótica. Puedes ver mi almeja completamente encharcada. Te acercas embobado ante tal espectáculo y caes en mi trampa. Entre la excitación del momento un descuido es todo lo que necesito, te acercas lentamente contemplando mi rajita. Me incorporo un poco, y antes de que te des cuenta te he arrancado el móvil de tus manos. Suelto una carcajada de victoria pero tú mirada me dice que esto no queda allí, tienes esa mirada de cazador que tanto me gusta y te abalanzas sobre mí, una guerra por tener el mando. La cama se trasforma en un ring improvisado donde luchamos tenazmente por el móvil, que se resbala continuamente de nuestras manos. En una de esas, el móvil vuela por encima de nuestras cabezas y aterriza en el suelo. Me lanzo a por él, derribándote y pasando por encima de ti, y segundos antes de que me haga con el móvil, justo cuando mis muslos pasan a milímetros de tu cara, me sujetas por las piernas y dando un pequeño tirón, mi rajita queda sobre tu cara y aprovechas para abrir mis piernas, y enterrar tu lengua muy profundamente en el interior de mi encharcada cueva.
En ese instante donde mis dedos están rozando el móvil siento esa descarga eléctrica tan propia de nosotros, ese contacto al cual nunca terminamos de acostumbrarnos y la descarga eléctrica se apodera de mí, un suspiro acompaña la situación, el pasar de tu lengua me conquista, me encanta y mes fascina. Mi rajita sensible por las vibraciones anteriores está rebosando en jugos los cuales llevas gustoso a tu boca sin dejar nada Por muchas veces que me comas, siempre te asombra la cantidad de flujo que suelto. En esta ocasión, estimulada por el juguete, con más cantidad y sabor, si fuera posible. Algo que hace avivar tu fuego y me aprietas contra tu cara. Tu lengua se mueve desatada dentro de mi almeja, suave y sin pelitos. Bebes todos los flujos. Aprietas mi botoncito con tus labios y lo lames con tu lengua. El juguete sigue activado. Lo ves en los pequeños temblores de mi cuerpo. Y cuando menos lo esperabas, un potentísimo orgasmo te alcanza. Uno de mis squirt que tanto te gustan empapando tu boca, cara, tu pelo, y parte de tu pecho, mientras tragas sin cesar todo lo que puedes. Me estiro para alcanzar el mando restregando mi coñito por tu cara, pero vuelvo a la posición. Detengo el juguete, pero tú sigues bebiendo el elixir de la eterna juventud. Tomando cada gota y llevándola a tu boca. Te encanta ese olor. Mi olor. El olor de mis flujos y su delicioso sabor. Te temes que hoy portaras ese olor, durante todo el día.
Una sonrisa floja se dibuja en mis labios, esa mezcla entre el placer y las ganas de seguirte disfrutando, noto tu rostro y parte de tu cabello que están completamente marcados. "mío" susurro cuando te incorporas y me besas con ese mí sabor en tus labios "solo mío... ¿resistirás andar jugando con esto todo el día y no aparecerte a la media mañana a comerme en la uni?" mi tono pícaro y coqueto se ve interrumpido por un nuevo manoseo de tu parte por todo mi cuerpo. Despegas tu boca de mi delicioso ano, que lubricas con una mezcla de saliva y mis propios flujos para decirme con un susurro: "eso dalo por hecho. El dominio lo tiene solo mi móvil ¡oh! y en mi portátil" y deslizas de nuevo tu lengua, que ya intenta colarse en mi oscurito, prieto y deseable culito. "¡¿La portátil también?!" digo un tanto alterada "esto no terminara bien para mí..." suelto una risa mientras se mezcla con un gemido al sentir como buscas entrar a mi otro agujerito. "Eres un vicioso" acierto a decir mientras mis dedos se entretienen con el móvil causando una serie de vibraciones con el juguete. "Claro. Bueno, están vinculados. Oh, gracias por lo de vicioso." Tras degustar mi delicioso culito, y antes de que todo se ponga más serio, me propones salir a dar un paseo para no perder el fantástico día de verano. Tras hablarlo, decidimos visitar una bonita ciudad costera cercana, que están en fiestas patronales, y pasar el día por allí. "y si..."
"y si me llevo él juegue puesto…" completo tu oración y noto como tu mirada se queda embobado mirando mi rajita, la acaricias y me ayudas a colocar la braguita. Tu respiración entrecortada aumenta el morbo de la situación. Me acerco al armario en busca de la ropa adecuada, luego de pensarlo un rato opto por una falda rosada y un top de hello kitty, me regalaste el conjunto hace un tiempo y no he tenido oportunidad de lucirlo a tu lado. "Mi vida, así no puedo concentrarme jajaja" Te has quedado embobado mirando cómo me visto, y faltas tú. Te pones unos shorts y un camisero. Hacemos unas últimas preparaciones y salimos en la moto, rumbo a Lek. Cuando llegamos, esta todo lleno de coches. Menos mal que tomamos la moto. La estacionamos en un hueco y empezamos a pasear por las bonitas y llenas de gente calles de la villa. Mi mirada, luminosa y brillante, no pierde detalle de nada. Olvidabas que eran mis primeras fiestas regionales. Y aunque nunca he sido fanática de las grandes masas de gente y las festividades disfruto de estar a tu lado, paseando por las calles mientras me comentas todos esos pequeños detalles que sabes me encantan. Cada tanto miradas se desvían hacia nosotros y también nos detenemos para besarnos, me tocas mi culito disfrutando de la situación. Te encanta que vista sexy y provocar a los demás pero que sepan que soy solo tuya.
Te encanta esa situación. Pasear junto a mí, y que los chicos se giren para mirarme, y en ese momento, un gesto tan sutil como acariciar mi culito, o tomarme de la mano. Es genial. Caminamos por las atestadas calles del pueblo, dirigiéndonos hacia el puerto. Quieres enseñarme un espectáculo que, de seguro, hará que me ría y me impresione al mismo tiempo. Una cucaña marina. Las risas estarán garantizadas. A nuestro ritmo, sin prisas nos escurrimos entre la gente con rumbo al Puerto, nos detenemos en alguna que otra tienda para mirar un rato. Me abrazas por detrás y aprovecho el momento para tomarnos fotos, otras más agregadas a las cientos que tenemos coleccionadas. Una me gusta pues me abrazas por detrás mientras te beso, ha quedado perfecta además de que de fondo tiene el paisaje tan agradable, nuestros dedos vuelven a entrelazarse y seguimos esa marcha sin prisas disfrutando de nuestra compañía. Cuando llegamos al puerto, suelto una exclamación ahogada. Sabías que me gustaría. Es uno de los pueblos costeros más bonitos del cantábrico. Nos dirigimos entre la gente hacia la zona donde será la cucaña que está a punto de empezar. Te miro de forma inquisitiva "El objetivo, es coger la bandera roja" Palabras susurradas al oído, mientras tu mano, se desliza por mi espalda, llegando hasta mi culito y tus labios besan mi cuello con suavidad, provocándome un escalofrío. Disfruto del ambiente, es algo que nunca había experimentado, pero te has tomado en cuenta siempre mostrarme todas esas cosas que desconozco, tus besos y caricias logran siempre descolocarme y provocarme una descarga eléctrica que va por todo mi cuerpo. Mis labios juegan con los tuyos, una suave mordida es provocada cuando tocas mi culito con más ganas.
Casi siempre te olvidas de donde estas cuando sientes mi fragancia y te dejas llevar. Y el estar rodeados de gente, no cambia la situación. Tienes que obligarte a abandonar mi cuerpo, para que disfrute del espectáculo. Cuando los jóvenes empiezan a recorrer el mástil suspendido sobre el mar, lleno de grasa, doy un gritito de asombro cuando empieza a tambalearse y caer al agua. Disfrutamos del espectáculo, me asombra y me entretiene, me vas explicando todo paso a paso a la vez que tus manos sujetan mis caderas sutilmente manteniéndome cerquita de ti, luego una de tus manos rodea por completo mi abdomen, me encanta esa sensación teniéndote así, te hago una que otra pregunta ocasional pero me emociono rápidamente cada tanto te dedico una sonrisa o algún beso. Te encanta tenerme así, bien sujeta y pegada a ti. Aun así, no puedes evitar exaltarte y reír a carcajadas cada vez que alguien está a punto de coger la bandera y cae al agua de forma escandalosa. Lo ves, y recuerdas cuando eras tú el que lo intentaba. Tras una larga fila de concursantes, y con el mástil ya con menos grasa, un valiente se lanza corriendo y con gran habilidad, da ese último paso afortunado que le acerca a la bandera y cae al agua con ella. La multitud estalla en aplausos y poco a poco empieza a disolverse. Tomando mi mano, nos dirigimos muy lentamente, recorriendo las empedradas calles del pueblo.
Nos perdemos en las calles, por esos empedrados caminos. No perdemos tiempos en sacarnos fotos sobre todo tú a mí, disfrutas de hacerme posar y así vas ampliando tu colección. Nuestros dedos se entrelazan mientras nos adentramos por los lugares, como siempre haces la de guía para irme enseñando esos recónditos sitios que son difíciles de captar a primera impresión. La villa esta preciosamente decorada. Entre paseos, fotos y risas el tiempo ha volado y empezamos a tener hambre. Nos acercamos a la zona de los puestos de comida y damos buena cuenta de un par de talos y algunos pintxos. Tras la comida, vuelves a guiarme hacia el puerto, para ver cómo se preparan los remeros para las regatas, mientras me explicas todo lo relacionado con el remo. Mientras miro embelesada una de las embarcaciones y a los fornidos remeros, manipulas el móvil con celeridad, y presiono la tecla mágica que pone en marcha el dispositivo. "¿Tienes que grabarme todo el tiempo?" digo de manera juguetona, mis labios buscan los tuyos, primero un beso casto y luego tu boca se abre ligeramente dando paso a un beso más intenso donde nuestras lenguas se devoran con sumo deseo, sin muchas ganas me separo de ti para evitar seguir ascendiendo en el nivel de deseo, te colocas detrás de mí volviéndome a situar uno de tus brazos recorriéndome. Te comento de las fotos que he visto tuyas en ese tipo de competencias y me platicas animado de ellas, solo nos saca de nuestro mundo el inicio de la competencia
Tan pronto como salen las embarcaciones, presionas el botón que pone en funcionamiento el nuevo juguetito que trajiste de Japón, y que habías preparado mientras me sacabas las fotos. No puedo evitar dar un grito de sorpresa y excitación, que la gente que nos rodea interpreta como entusiasmo por el deporte. "Los nuestros son los verdes" Me susurras al oído mientras le das un poco más de brío al ingenioso juguete sexual. Había olvidado por completo la presencia del juguete, mi respiración se hace más profunda mientras mis dedos se clavan en tu brazo ante la sorpresa "eres un liante" suelto en palabras que solo tú puedes oír y tu cara de satisfacción y perversidad es innegable, vuelves a presionar el móvil y mi interior vibra, un suspiro más parecido a un suave gemido sale de mí, mientras muerdo mis labios y trato de distraerme con la competencia. Estas decidido. Subes un poquito más la intensidad y la frecuencia y empiezas a vislumbrar el sudor en mi frente, y el brillo de mis ojos. Muerdo mis labios para ahogar los grititos que suelo dar. Acercas tu cara a mi oído para que pueda escucharte entre el griterío "Todo el mundo puede ver cómo te retuerces de placer laztana” Me sujetas con firmeza atrayéndome hacia ti para poder rozar mi piel con tus dedos que ya rodean mi ombligo. Tus susurros en mi orejita provocan un escalofrío, y se aprecia en mi erizada piel, la excitación a la que estoy sometida.
"Esta me la cobrare liante" logro decir de manera entrecortada y excitada, me sujeto de ti para mantenerme en pie y disimularlo de la mejor manera posible, mi cuerpo transpira, mi rostro se enrojece, te dedico una mirada mordiendo mi labio tus ojos brillan igual que los míos y noto tu dedo tentativo a subir la intensidad "si me corro sabes que empapare todo" digo para hacerte entrar en razón. “Pues nos tiramos al agua" Tras pronunciar esas palabras, bajas la intensidad del vibrador unos segundos, para poder darme un intenso beso, justo cuando las embarcaciones dan la vuelta y vuelven los vítores de la gente. Tras ese beso, le sigue otro y en ese momento, tu dedo vuelve a deslizar el potenciómetro del juguetito, que aumenta de nuevo el ritmo arrancándome una convulsión en mi cuerpo. La gran mayoría no lo ha notado mejor de esa manera, trato de tomar tu móvil pero lo alejas de mis dedos "eres malo" susurro en ese tono de niña chiquita que es tu debilidad. Me sonríes triunfante mientras manejas la intensidad de la vibración, ahora es más suave y tolerable pero la vuelves a subir de intensidad, temo empaparme por completo y me sonrojo mucho tu por tu lado se nota una suave erección en tus pantalones se ve que esto también te pone
Te lo pasas en grande manejando el dispositivo, aparte de estar enormemente excitado por saber lo que sucede entre mis piernas. Mantienes unos minutos el nivel bajo, mientras nos damos suaves piquitos, ahora que las embarcaciones están lejos. Tratas de distraerme con algún comentario jocoso de la competición, pero estoy sonrojada y alterada. Cuando las embarcaciones regresan por fin a meta, en un emocionante final, subes de nuevo el nivel del juguete, pillándome de nuevo por sorpresa dejando escapar un gritito. Las embarcaciones están a punto de llegar en un trepidante final. La gente está enloquecida y el griterío es ensordecedor, y yo, estoy a puntito. Te lo dicen mis labios. Me sujetas con firmeza cuando vez lo inminente, mi cuerpo está estallando de placer pero eso solo lo sabes tú. Ahogas un gemido con tus labios y disfrutas de la sensación de sentir como me corro entre la multitud, casi desfallezco de placer pero me sostienes con firmeza, puedo notar como me he humedecido y me sonrojo al pensar que se puede notar
Has sentido mi orgasmo. El temblor de mi cuerpo ha traspasado al tuyo. El jadeo ahogado que se me ha escapado, ha sido silenciado por el griterío de la gente. “Apago el juguete. No te preocupes mi niña. No se nota nada" Me tranquilizas palpando mi culito para ver que, efectivamente, no ha traspasado la humedad “De todas formas, estamos de fiesta. Todo el mundo tiene manchas de vino y otras cosas en su ropa. Y puedes cambiarte. Esta tu faldita en la moto" Besas mis labios suavemente mientras tus manos, siguen palpando la zona y empiezan a sentir una ligera humedad. Me sujeto con fuerza a ti, todavía excitada y un tanto abrumada. Me sonrojo cuando sin pudor vas palpando mi zona de manera dedicada. Tus dedos intentan colarse, pero no te lo permito, hay mucha gente alrededor con sus celebraciones. Trato de pedir una tregua de algunos minutos pero tu erección me invita a querer continuar y no puedo negar que mi excitación está en el máximo nivel. Tus dedos continúan la disimulada exploración, y notan que mis flujos están empezando a empapar mi ropa. "mi vida, vamos a la moto a cambiarnos. Creo que será lo mejor" Me sujetas con firmeza mientras vamos a contra corriente de la marea humana. Cuando llegamos a la moto, abres el maletón y me pasas la faldita que tomaste "prestada" para mí, para estos casos de emergencia. "¿dónde te cambias? ¿Tras esos matorrales, o prefieres ir a un bar?"
"Aquí es más rápido, vigila" me pierdo entre los matorrales y me sigues de cerca montando guardia por si acaso, rápidamente me cambio para quedar como nueva. Me acerco a ti y te entrego la prenda mojada en tus manos "eres un liante mira lo que provocas" digo en un susurro mientras tus labios buscan los míos, la soledad nos acompaña y con sumo cuidado acaricio el paquete de tu pantalón. Sueltas un gruñidito que me causa gracia y te beso mientras sigo tocando con tranquilidad Adoras mis besos, tiernos, suaves e íntimos, pero el juego de mis manos sobre tu verga, y el olor de mis mojadas braguitas que he pasado por tu cara están a punto de hacerte perder los papeles. "mi vida, si continuas así..." No terminas las palabras. Tus labios mordisquean el lóbulo de mi orejita arrancándome un gemido, "Tu veras..." Me susurras de nuevo, con la esperanza de que abandone mis maniobras antes de que sea demasiado tarde. "#Venganza" susurro en tono travieso, mis labios también te mordisquean suavemente. Suelto una sonrisita pícara cuando una pareja mayor pasa cerca de nosotros y nos pilla en esa situación tan comprometedora, por mi parte suelto una risa y a ti se te suben los colores "ojitos esto te lo ganas por hacerme correr en público" sujeto con un poco de fuerza tú ya muy duro miembro.
Tu excitación está desbordada. No debiste hacer es juego del impávido. Ahora estas perdido. Miras alrededor en busca de un escondite, un sitio donde poder ir. Pero no lo encuentras. Mi mano, sigue aferrándose a tu palpitante verga. "mi niña, como no te detengas, te vas a atragantar con tanta leche. Te lo aseguro" El trasegar de gente no cesa, como es normal en festivo. Tus manos se aferran a mis nalgas abrazándolas con fuerza mientras sigues buscando y pensando en un lugar a donde poder acercarnos. Te noto un tanto nervioso, desviando la mirada para distintos lados, eso solo logra llenarme de más ganas. Aprieto disimuladamente pero con más fuerza tu miembro y muerdo suavemente tu orejita "¿será que ahorita yo soy el escorpión?" Susurro en tono juguetón, tus dedos se pierden presionando mis nalgas y te regalo uno que otro gemidito suave que deleita por completo tus oídos. "¿Estas segura de que quieres seguir por ese camino? Luego no vale echarse atrás..."
"Mmmm" me lo pienso unos segundos y me aparto sutilmente, no sin antes darte una última apretadita. Me acerco y te doy un casto beso en los labios, sonriendo maliciosamente sé que estas deseando follarme en ese mismo instante, pero la idea de aguantar un poco más es para que lo gocemos a lo grande "sabes liante, mejor compórtate" digo risueña "¡¡¡Eeeh!!! Eso no vale ¿¿Piensas dejarme así?? ¡¡Ven acá!!" Salgo corriendo antes de que me atrapes. Hacemos una pequeña carrera, pero con la erección es difícil tomar velocidad. Haces un último esfuerzo y me atrapas de un brazo atrayéndome hacia ti. Forcejeo riendo, pero una patrulla de la policía municipal nos mira con preocupación, y me pregunta si estoy bien, lo que nos deja cortados a ambos. Recuperados del susto, continuamos caminado hacia el centro a continuar disfrutando de la fiesta. "No quiero que se repita lo del día de la victoria de Vettel..." digo al alejarnos mientras vemos como pasa la patrulla echándonos un buen ojo, decidimos apelar a la prudencia y dirigirnos por el camino para distraernos, veo cada tanto acomodas el paquete en tus pantalones y me río al notar la erección aunque ya un poco bajada luego del susto.
"Sip creo que será mejor que nos relajemos..." me tomas de la mano y nos adentramos entre el gentío. Sabes que no me gusta, pero también sabes que poco a poco, le voy cogiendo el gustillo. Nos acercamos a la zona de las txoznas, y el olor a talo y cerveza, nos abre de nuevo el apetito. Nos acercamos y pides algo para comer, aprovechamos el lugar para darnos buena cuenta de lo que nos ofrecen, además de disfrutar de una buena cerveza. La zona está muy llena de gente pero me siento cómoda a tu lado, comemos con gusto mientras veo que se te levanta un poco la camisa y me imagino que esa zona se vería mejor marcada con el rotulador y mi nombre. Cuando terminamos nuestro refrigerio, la modorra nos atenaza, pero, en medio del gentío, es mejor no quedarse quieto. Aprovechamos la tarde entre puestos, música y espectáculos. Cuando cae la noche, nos dirigimos a la moto para retornar a casita, donde no se te olvida nuestro pequeño juego pendiente.
Antes de llegar a la moto me acercas a una pared dándome un sentido beso que me estremece. Sonrío porque noto tu actitud y esta me indica que lo que de sobra ya se, que tenemos ese pendiente. Nos apresuramos a la moto, conoces la ruta y buscas la más corta para llegar rápido a casa y poder finalizar la calentada que nos dimos más temprano, ambos seguiremos jugando con el otro. Camino de casa, por la ruta más corta pero de paso tranquilo. Sin riesgos. Mis manos que rodean tu cintura se deslizan de forma sibilina hacia tu verga, que empieza a tomar tamaño. Con mucho mimo, tomas mi mano y la retiras "mi vida, podemos caernos. Es peligroso ir con la pértiga por delante en la moto" Tardo unos segundos en entender el chiste, antes de empezar a reír a carcajadas al unísono. Cuando aparcamos la moto en el garaje, y despojados de los cascos, me arrinconas contra la pared y me das un fuerte beso acompañado de una exploración de mi cuerpo con tus manos. "Ya te estabas tardando" te dijo mientras mis brazos rodean tu cuello. Tus manos se pasean por todo mi cuerpo, me das la vuelta pegándome a la pared y haciéndome notar que estas duro como piedra, te regalo una sonrisa cuando me volteas de nuevo. Nuestros besos son intensos y poco a poco nos adentramos en casa dejando un camino de jugueteos. Besarnos a cada instante y disfrutando de sentirnos.
Nada más entrar por la puerta de casa, dejas las cosas en el suelo, y me tiras contra el sofá. Subes la faldita dejando a la vista mi precioso culito cubierto por mis fina e infantil braguita que te apresuras a bajar. Tu boca busca mis nalgas con deseo, y tu lengua presiona directamente la entrada de mi apretado culito preparándolo para la acción. Abres mis nalgas para disfrutar de la vista cuando escuchas fuertes ruidos en la calle "creo que nos dejamos la puerta abierta mi niña" "Si... ciérrala" susurro. Te mueves ágilmente y cierras la puerta, quedando todo en un silencio, mucho más tranquilo. Dudas en si retirar el juguete o no, pero optas por hacerlo a un lado retirándolo. Te acercas a mi rajita para inspirar mi aroma, con tu nariz pegada a mi coñito tu lengua hace un primer recorrido deleitándote de mí sabor concentrado por la corrida de más temprano. Mi ritmo cardíaco se acelera inmediatamente "mmm vida..." te digo cuando repites la acción. La amalgama de olores y sabores es indescriptible. Intensa y deliciosa. Capaz de despertar a un muerto y de levantar cualquier verga. Tu lengua se dedica a recorrer cada pliegue, cada milímetro, describiendo círculos y pequeñas incursiones en mi empapada cavidad. Tus labios aprietan mi sensible clítoris mientras mis manos se aferran a tu cabeza acariciándola, y comienza esa sutil presión animándote a devorarme con más ímpetu.
Mis dedos se escurren entre tu cabello, animándote a continuar, mis gemidos que poco a poco van inundando la sala. Mi corazón a tope, suspiro más y te dedico una sonrisa mientras me miras ya con tu rostro más empapado, cuando vas a decirme algo te lo impido con mis dedos que te empujan a seguir. Tu lengua se va colando poco a poco y disfrutas de mi sabor. Ya noto como se va marcando ese paquete que tanto me gusta entre tus pantalones. Pienso en que la táctica de dejarte medio caliente en la calle puede resultarme muy productiva a futuro. Solo me dedicó a gemir y sentir que tu lengua se apodera y posee mi rajita. Estas sorprendido por mi excitación, aunque comprendes que tras el orgasmo durante la regata, y la calentura posterior este así de empapada. Hacia tempo que no saboreabas algo parecido. Sientes como tu verga vuelve a estar totalmente erecta y deseando guerra. Tu lengua recorre todo mi sexo, buscando igualmente mi culito, saboreándolo, empapándolo en saliva. El espacio que deja tu lengua al retornar a mi botoncito, es ocupado por tus dedos que profanan su interior arrancándome un gritito y un pequeño tirón de tu cabello.
Puede que esté pasando un poco mi límite, pero mis dedos se siguen perdiendo en tu cabello y te animo a continuar con más ganas. Suspiro entre gemiditos de placer, la invasión de tus dedos es una grata sorpresa. Como sabes eso me coloca a punto, deseando más y pidiéndote más. Sonrío entre suspiros, y con cada gemido mi excitación aumenta. Y como no puede ser menos tu nombre se escapa entre jadeos de placer. Te encanta tenerme así, con tu cara pegada a mi mojada rajita, y tus dedos enterrados en mi culito, empujándome hacia ti. Mis gemidos, cada vez más fuertes, pronostican un nuevo orgasmo. Mis manos aferradas tu cabello, le dan tironcitos y empujan te aplastan tu cara contra mí, al mismo tiempo. Abandonas mi cueva para centrarte en mi botoncito y meterlo en tu boca, succionándolo, rodeándolo y presionándolo con suavidad. Mi respiración se agita y casi puedes escuchar los potentes latidos de mi corazón. Sabes perfectamente lo que me descoloca y tu boca atacándome de esa manera es una de ellas. Aprovecho tener tu cara pegada a mí rajita prácticamente te la estoy restregando. Te encanta verme así tan deseosa de ti. Tu lengua succiona cada vez más y por nada mis dedos te dejan escapar o siquiera alejarte de mí almejita. Te animo a seguir y me aprovechó de la situación para rodear tu cabeza con mis piernas y presionar más.
Estas en la gloria. Tu lengua en mi almejita, empapada y vibrante y tu cara rodeada por mis piernas, y mis manos en tu cabeza. Es un acto de leve sumisión que te tomaras revancha, pero me lo concederás. Presionas mi estimulado botoncito y lo succionas con fuerza. Tus dedos en mi culito se mueven con habilidad arrancándome fuertes y sensuales gemidos. Mis uñas empiezan a clavarse en tu cabeza y mi espalda se arquea levemente. Mi orgasmo es inminente, y piensas beberte cada gotita de mi zumo. Me conoces perfectamente sabes que estoy a punto, y apresuras la marcha. Logras desatar más mis gemidos y mis dedos siguen presionando para atraerte más. Siento como el placer me invade en una oleada y como un intenso orgasmo se sobreviene a mi cuerpo. Mis gemidos se mezclan entre unos audibles y otros más ahogados. Sigues en tu labor de llevarme al éxtasis máximo y disfruto de ello. En este punto, sabes exactamente qué hacer. Tus dedos se adentran un poco más en mi culo, moviéndose en círculos. Tus labios presionan mi botoncito sin piedad, lo succionan, lo chupan. Tu lengua abandona toda precaución y se entierra en mí siempre empapado coñito, cada vez más vibrante. El orgasmo me alcanza en ese justo momento, empapando tu cara por completo. Mis piernas hacen aumentan su presión en torno a tu cabeza impidiendo tu retirada y por unos segundo, sientes falta de aire teniendo tu cara presionada contra mí.
Luego de la intensidad del orgasmo me doy cuenta de que sigo presionando con fuerza tu rostro contra mí, te suelto un poco y noto como das una buena bocanada de aire, me sonrojo de pena al notarte así, pero sigues dedicándome suaves lamiditas a mí ya sensible botoncito "lamento la intensidad vida, pero es tu culpa" te digo con una amplia sonrisa de satisfacción en mi cara mientras acaricio tu cabello "No te preocupes laztana, me encanta sentirme así" Terminas de lamer mi almejita con mucho mimo y cuidado. Tu verga no puede estar más dura, y reclama mi atención. Me llevas en volandas hasta la cama, y me pones sobre ella. Mi cabeza queda sobre el borde, y mientras colocas mis piernas mientras me hago la desvanecida, tu paquete roza mi cara. Me das unos minutos para que me recupere mientras te vas quitando la ropa. Me acomodo en la cama, tu ropa vuela por todos lados y termina dando a parar al piso, me sonrojo todavía al ver lo excitado que estas. Me dejo una nota mental recordándome que no sé si es buena idea dejarte a medio camino. Tú cara refleja una gran excitación y tu mano llevando la mía para sentir tu paquete hace que me muerda el labio inferior y te dedique una sonrisa perversa.
Tu excitación es gigante. Te quitas el resto de la ropa, y me provocas besando mis labios y recorriendo mi cuerpo hacia mi ombligo. Te inclinas un poco más para besar mis piernas, y rozando tus huevos en mi boca que la dejo entreabierta. En un impulso de lujuria, metes el glande en su interior y lo deslizas lentamente hacia dentro. En esa posición, con mi cabecita colgando levemente de la cama es como si pudieses ver tu polla deslizarse dentro de mi boca y bajando por mi garganta. Mis gemidos me ayudan a continuar y comienzas a follarme la boca. La invasión de tu miembro en esa posición te da ventaja de dominio, me dejo hacer y disfrutar de como tienes un paso firme recorriendo mi interior. El ritmo es lento procuras no hacerlo muy rápido para que yo también disfrute del momento, pero es bastante profunda. Tu paso firme no hace más que mojarme más de lo que ya estoy. Lo siento en lo profundo de tu respiración, tus niveles de excitación están por las nubes. Cada vez que estas así, con tu verga dentro de mi garganta, follando mi boquita lentamente, la lujuria se apodera de ti y deseas correrte muy dentro de mí, pero también sabes que eso no me gusta demasiado, por lo que tratas de controlarte al máximo. Deseas llenarme la boquita de leche, pocas cositas te gustan más que eso, pero trataras de contenerte. "mi niña, estoy a punto de ser muuy malo..."
Tus palabras me hacen estremecer, sé que en muchas ocasiones te dejas llevar por el deseo. Mi corazón late con mucha fuerza mientras me dedicas una mirada, tus ojos rebosan en excitación y yo trato de relajarme pues me pregunto qué idea estará pasando por tu mente "Te dije... que sería... un geiser..." (En la garganta, o en la boca. En la garganta o en la boca) Esa dualidad no desaparece de tu cabeza. Buscas con la cabeza para ver donde tienes el móvil o la cámara, pero no lo ves. Presientes que la eyaculación va a ser apoteósica y quieres sacarle fotos y grabarla para el recuerdo. Tu mirada inquieta se desvía por todos lados y se lo que buscas, la pregunta es ¿abandonaras esta posición para buscar el móvil? Lo dudo y empiezo a ejercer una suave presión apretando mis labios, se perfectamente que eso te enloquece y pienso sacarle provecho al igual que mi mano que se posa en tu culo apretando contra mí, no quiero te salgas y te lo digo con una mirada. Mirada que lo dice todo. Entendido, nada de fotos por esta vez. Crees que mi excitación es tan elevada como la tuya por mis movimientos. Mi presión sobre tu culo hace que hulk se acerque al control. La potencia de tu verga se incrementa y entierras de nuevo tu polla dentro de mi boca y mi garganta.
Trato de respirar de manera correcta, pero la profundidad me produce unas arcadas y unos hilitos de saliva bajan por mi rostro. Cuando sientes que me ahogo un poco te retiras levemente dejándome respirar. Pero mis manos te tienen bien sujeto de tus nalgas, me regalas una mirada traviesa porque me doy la libertad de manosearlo. Te abandonas a la lujuria y la depravación. Sientes acercarse la marea blanca, el geiser que pronto saldrá disparado de la punta de tu verga. Prefieres apartar de tu mente esa visión, o acelerara el momento que quieres prolongar todo lo que puedas. Es difícil pillarme en esta posición y estas decidido a disfrutarlo. Durante un momento, sacas tu polla de mi boca y me pones los huevos en la cara, para que coja aire, y le dedique mi atención. Te desplazas lentamente hacia delante, para ver si capto la indirecta. Si no lo hago, tendrás que ser más directo. No necesito más señal que la obvia que me estás dando. Mi boquita se dedica a lamer tus huevos uno a uno haciéndolos entrar en mi boca, puedo notarlo en tu mirada. Ya no eres dueño de tus acciones, hulk ha tomado el control de ti y a decir verdad esta situación me pone mucho, llevo uno de mis dedos a mi boca para lubricarlo creo que sabes a donde va a parar, pues me apetece que entre en tu culito.
Mis mojados deditos rodeando tu culo multiplican tu excitación. Mi lengua, masajeando tus huevos, aumenta la producción de esperma que pronto cubrirá mi cara. Cuando introduzco el dedo dentro de ti, sientes un escalofrío y te deslizas sutilmente hacia delante, restregando tus bolas por mi cara y acercando tu culo a mi boca. Te incorporas un poquito para hacerme ver tus intenciones. "enséñame lo que sabes hacer con la lengua, nenita..." Eso me suena a un desafío y se lo que quieres obtener, presiono mi dedo que lentamente se abre paso en tu ano mientras gruñes de placer por completo. Sonrió de satisfacción cuando te dedico más de una sonrisa lasciva con cada lamida y me dedo se toma la libertad de explorar hacia tu interior. Tu mano acaricia peligrosamente mi cabeza se lo que buscas y te lo daré. Tu excitación, multiplicada por mi delirante lentitud te está haciendo perder el control, y estas a puntito de "forzarme". "¿qué pasa niñita? ¿Ya no te atreves?" Tus palabras salen de tu boca antes de ser pensadas y te das cuenta del error. Mi dedo se introduce dentro de tu culo hasta el fondo, siendo mi lengua lo que deseas.
Podría molestarme, pero se queda no eres tu cuando tu excitación llega a ese nivel, te dejas llevar por el deseo. Tu cara es una mezcla entre el placer y el disgusto por lo visto no era lo que buscabas pero no veo te quejes así que mi dedito sigue presionando y abriéndose paso mientras que mis lamidas se vuelven más sutiles, sé que eso te desespera mucho Con el deseo desatado y la polla a punto de estallar, te dejas llevar por mí, y apelas a tus reservas de paciencia. Disfrutas de mis movimientos, de mis caricias, de cómo mis hábiles manos recorren tu cuerpo, y como mis deditos te acercan a cotas de placer desconocidas hasta que llegue a tu vida. Tu respiración entrecortada, tu mano que acaricia mi cabello, tus dedos se pierden en mi cabellera castaña. Solo empujas sutilmente, alguno que otro gruñido da muestra de lo mucho que disfrutas de esta situación tanto como yo. Mi dedo se adentra al fondo con un movimiento lento pero firme, y mi boca toma un poco de velocidad. Mis dedos y mi lengua te matan de placer. No puedes más. Disfrutas unos minutos más de mis cuidados, pero estas a punto de explotar. “Me...corro..." Sin apenas tiempo, restriegas tu polla por mi cara, justo antes de explotar en un potentísimo orgasmo. De tu polla salen chorros de esperma caliente que cubren mi carita por completo. Acierto a metérmela en la boca, para saborear las últimas gotas mientras que tus estas al borde del desmayo. Ves mi carita, con tres líneas de semen sobre tu cara.
Semen caliente y espeso que tapa mis preciosos ojitos café, mi pequeña nariz y mis finos labios. Ves que hasta en mi sedoso cabello tienes restos. No recuerdas otro facial como este. Besas mis blanquecinos labios, y al retirarte, una tirita de esperma une nuestros labios.
Sé que una de las cosas que más te pone es ver todo mi rostro cubierto con tu semen, sonrió mientras me relamo y atraigo con mi lengua toda al lechita que va cayendo, tus labios quedan unidos a los míos con ese fino hilo demasiado morboso y despierta mis instintos de nueva cuenta. Tu dedo me ayuda a retirar cualquier rastro como siempre te gusta la igual algo va a mi boquita y lo otro para ti. Cuando tu dedo se acerca a mis labios lo chupo de manera lascivia y eso te hace emitir un suave gruñido y noto un respingón en tu polla. Me ayudas a incorporar y me besas nuevamente "me encanta oler a ti, así me siento más tuya" te dijo antes de que mis labios bajen a morder tu cuello. Tras dejarme pringada y con un delicioso olorcito a esperma, me ayudas a limpiarme por completo. Crees que tras esto, se impone una ducha...