Dulce mujer (1)
Una bella casada y un joven inexperto se descubren mutuamente.
Yo tenia 22 años, ella 7 años mas que yo, era casada pero tenia problemas con su marido, nos habiamos conocido en el chat, nos habiamos contado nuestros problemas y habiamos hablado de todo tipo de temas incluido el sexual y un dia decidimos quedar. Ella paso a recogerme en su coche, su pelo era moreno largo hasta un poco mas alla de sus hombros, de grandes ojos oscuros, con unos labios pequeños pero de una gran sonrisa, vestia uns jeans ajustados que marcaban unas bonitas piernas y un bonito culo , aunque ella se empeñara en lo contrario, llevaba una camiseta blanca sin escote pero que marcaba la forma de su sujetador. yo no tengo un cuerpo musculoso pero si tengo una cara bastante agraciada, unos ojos oscuros muy grandes y unos labios tambien grandes, soy alto y de hombros anchos.
Dimos una vuelta en el coche buscando un lugar apartado y tranquilo para charlar, yo no podia dejar de mirarla porque me parecia preciosa. Cuando llegamos ella me dijo:
- Bueno aqui estamos, ¿ahora que?-
Los nervios nos podian a los dos y estabamos con la sonrisa tonta en nuestros labios. Charlamos largo rato de que nos pareciamos, de lo que nos gustaba, del tiempo.. aunque nuestros ojos no dejaban de recorrer al otro. despues de 10 minutos ella dijo:
-No me pienso ir sin probar tus labios- y se hecho hacia mi yo la rodee con mis brazos y bese suavemente sus labios a penas rozando los mios.
-Mmmm estan muy bien creo que tengo que repetir- dijo ella despues del primer beso y lanzando un segundo.
Esta vez nuestras lenguas se enlazaron una de mis manos acariciaba su cara mientras ella me apretaba contrasi, fueron casi 20 minutos de besos que nos dejaron a los dos con la respiracion entrecortada y las mejillas ruborizadas. yo aun nervioso le dije:
-¿Puedo acariciarte?-
-Esas cosas no se pide- me respondio ella con una sonrisa.
Mientras otro beso ocupaba nuestras bocas una de mis manos bajo por su cuello acariciandolo suavemente con la yema de mis dedos luego recorri el contorno del cuello de su camiseta y segi bajando por la tela hasta abarcar el contorno de uno de sus pecho, realizando un circulo por el contorno hasta que mi mano entera agarro el pecho, lo fui presionando poco a poco y ella separo nuestras bocas para lanzar un resoplido, aprovechando su descuido comence a besar su desprotegido cuello, mientras mi mano se empeñaba en acariciar el contorno de su sujetador en su camiseta. Cuando los besos de su cuello empezaron a ser caricias con mi lengua mi mano ya descendia por su barriga, deteniendose en su ombligo para realizar un giro y continuando hasta sus jeans. Recorri suavemente sus piernas subiendo luego por su cara interna hasta llegar a su parte mas intima, cuando mi mano se poso alli un gemido apagado fue saliendo de su boca, poso su cara sobre mi hombro, dejandome via libre para lamer todo su cuello hasta su oreja. Mi mano sentia el calor de su sexo y con mi mano aprete sobre el haciendo que su gemido fuera creciendo en intensidad para luego morir entre sus labios. deje un dedo subiendo y bajando lentamente por los montes bien marcados de su entrepierna y con mis labios tape los suyos volviendo a darle un beso apasionado. mi mano subio y desabrocho el primer del jean descubriendo el inicio de unas bragitas negras de encaje, mi lengua salia de su boca y acariciaba todo el contorno de sus labios para volver a entrar dentro su boca, desabroche el segundo boton, mis labios saltaron hacia si cuello con mi lengua juegetando en su piel subiendo hasta su oreja atrapando la parte que dejaba libre el pendiente del lobulo de su oreja, desabroche el tercer boton, desde su oreja recorri con mi lengua hasta sus labios para volver a besarla, desabroche el cuarto boton y mi mano se introdujo en su jeans ajustado sobre su bragita, llegando mi mano a posarse sobre la tela humeda de sus bragitas entre sus piernas. Ella dejo escapar un largo gemido mientras apretaba su sexo. Tonces ella dijo:
-Nooo aqui no- y se puso a mirar alrededor, algunos peatones pasabar por una calle cerca al pinar donde estabamos pero ninguno hicieron ademanes de ver nada.- conosco otro sitio mejor- dijo y con esto encendio el motor otra vez.
Nos perdimos con el coche en la ciudad... ella aun llevaba los botones de su jeans desabrochados y podia ver sus bragitas y yo... llevaba mi mano empapada sus jugos.
Como es logico esto CONTINUARA......