Dulce melodía

Mientras intento hallar las palabras adecuadas en lo más profundo de mis pensamientos...

Dulce Melodía

Mientras intento hallar las palabras adecuadas en lo más profundo de mis pensamientos, te miro, te observo… estabas delante de mi, con tu guitarra, tan concentrada y tan hermosa. Intentabas cantarme algo, algo semejante a nuestra relación, a lo que teníamos… una historia que contar. No lo conseguías, y te limitaste sólo a sentir las cuerdas de la guitarra en las yemas de tus dedos. Yo miraba la guitarra, con envidia, deseaba estar en su lugar y sentir tus dedos por todos los rincones ocultos de mi cuerpo.

Mientras intento hallar las palabras adecuadas en lo más profundo de mis pensamientos, dejé de escribir, me apetecía mirarte, y que tú me miraras. ¿No te das cuenta de que con sólo mirarme ya me dices lo que cantas en tus canciones? Puede que sea más hermoso si me lo tarareas, puede que sea especial el momento, y seguro que jamás lo olvidaré. Tu voz será una dulce melodía por la mañana, por la noche… siempre que te piense, me acordaré así.

Mientras intento hallar las palabras adecuadas en lo más profundo de mis pensamientos, nuestras miradas se encontraron y brillaron como destellos de sol. No dejaste a un lado tu más preciado instrumento, pero yo sí deje a un lado a mis futuros escritos, para reencontrarme con tus caricias, con el calor de tu cuerpo, con el sabor de tus besos… Me acerqué a ti, muy sensualmente, con movimientos felinos, ya sabes, amor, que soy tu gatita sexual. Tú seguías sentada, observando detenidamente cada uno de mis movimientos. Tus ojos ardían de deseo, tu sonrisa picarona me decían que sabías mis intenciones.

Conseguí llegar hasta tu cuerpo, me quedé de pie, delante de ti. ¡Que postura más interesante! Mis senos quedaron a la altura de tu cabeza, y tus ojos no pudieron engañarme; las miraste como un festín delicioso. Tienes permiso, mi amor, incluso repetir si lo deseas. Placer mutuo, házmelo sentir, descubrirte a ti, es lo que quiero vivir.

Mientras intento hallar las palabras adecuadas en lo más profundo de mis pensamientos, nuestras manos se tocaron y tuvieron vida propia. ¡Abracémonos angelito! Que quiero percibir el aroma de tu pelo. Me aferré a tu cabeza, te dejaste atrapar entre mis brazos, envolviste con tu fragancia a todo mi ser. Encontré a tus ojos mirándome, deseabas lo mismo que yo; juntamos los rostros para que nuestras lenguas dieran rienda suelta a tanta pasión acumulada. Húmedo, dulce, tierno, sabroso… faltan palabras para describir tus besos. A la vez que vivía éste momento, iba acariciando tu cara con mis manos, sutilmente descendían hasta tu cuello. Tu cuerpo vibraba de placer y nerviosismo… Te morías de ganas, lo sé. Yo también me moría de lo mismo. ¿Sabes cómo puedo remediarlo? Nuestra conexión sexual se palpaba en el ambiente ¿Deseas seguir adelante? Perdamos juntas la cabeza, que quiero darle palabra a todo lo que sienta.

Te acomodaste en mi cuerpo, y entre susurros te oí… creo que me cantabas algo. Tal vez alguna canción romántica de las nuestras. Es agradable escuchar tu hermosa voz en mi oído a la vez que te sentía cerca de mí. Ahora que estamos juntas no te soltaré, permanece a mi lado de por vida. Dedícame baladas al levantarme por la mañana, y por la noche hazme dormir con tu voz, mientras me comes a besos. Dulce persona, dulce momento.

Encontré las palabras adecuadas para éste escrito, gracias a tí, por ser tan tierna y apasionada y que me lo demuestras en cada minuto.