Dulce la tierna amante, el embarazo
Ahora la vida de Dulce ha dado un giro inesperado.
Dulce, la tierna amante. El primer amor parte III. Elembarazo.
Después de su grata experiencia amorosa sexual, Dulce despertó aún entre nubes de algodón color de rosa, Su novio Leo hacía lo mismo en su habitación...Tomó la carta que le escribió, no debía olvidarse ya que ahí le reiteraba su amor.
Ese día, Dulce se desnudó y se dirigió a la ducha, observaba su cuerpo, lo veía diferente, se sentía otra, más madura, no virgen más...era especial pues se había entregado en cuerpo y alma por vez primera a un hombre a quien realmente amaba...
Leo, reunido con sus amigos estaba absorto con el grato recuerdo...totalmente diferente a las experiencias que había experimentado con su prima, su ayudante en las competencias de masturbadas...era amor.
Se encontraron ese día, y salieron tomados de la mano, caminaron por la tarde en el parque, compartieron un helado, se besaron a la sombra de un roble...
-Te amo...-Dijo Dulce con las pupilas dilatadas, viendo a los claros ojos del joven. -Yo también chiquilla, Estoy enamorado de ti... Un nuevo beso se hizo presente, sus lenguas se acariciaban delicada y tiernamente, sus manos entrelazadas, estremeciéndose cada vez más, Dulce experimentó un orgasmo sin penetración, sus paredes vaginales lubricadas, con espasmos ritmicos, esa sensación de placer que se anida en el bajo vientre, su cuello cervical subía y bajaba...Él, sintió que su pene estaba duro como una piedra, con las venas dilatadas, el glande rojo a más no poder, mientras el beso continuaba, las vesículas seminales del apuesto novio expulsaron semen con gran facilidad y mucha fuerza...
--ah...-gimió discretamente Dulce. --Cielos, mmhhh-Exclamó el enamorado. ---ay mi amor, me haces vibrar con solo el estar a tu lado, tus besos, y sobre todo porque eres el primer hombre en mi vida...te amo... --yo también te amo chiquilla... la tarde cayo sobre los dos enamorados, cuya vida ahora era rosa, así pues, decidieron hacer mas frecuentes sus visitas, sus entregas, pero sucedió algo que no tenían en sus planes...
el teléfono de la casa de Leo sonaba impetuosamente...
-Diga? -Leo soy yo, Dulce, necesito hablar contigo es importante, por favor ven... -Suenas estresada amor, voy para tu casa.
No tardó mucho en llegar, y ahí estaba Dulce, con un camisón rosa, calzaba unas sandalias color rojo, su cara se veía marchita, largas ojeras eran piso de sus ojos...
-Qué pasa amor? -Pues desde hace 1 semana me he sentido mal, cada mañana despierto con asco, y he vomitado mucho, además que mi regla no me ha bajado... -Dios mío... -Así es mi vida, tengo en mis manos una prueba de embarazo y el resultado es positivo... -Qué dices? -que vamos a ser padres, estoy embarazada... -No es posible Dulce...no es posible... Leo se dio vuelta y se alejó sin decir más...La niña ahora en cinta...sin saber que hacer.
Pasaron unos días, cuando la madre de Dulce descubrió la prueba de embarazo, así que la llamó:
-Quiero hablar contigo Dulce En un tono bastante severo. -Dime mamá. dijo la niña mientras se servía un vaso con leche. -Quiero que me digas porque no me has comentado esto dijo mientras enseñaba la prueba de embarazo. Sorprendida la niña no supo que decir de momento, solo atinó a llorar... Como una madre, la reprendió por no haberle tenido confianza, pero con amor la abrazó tiernamente...
Apenas se veía el crecimiento de su vientre, ahora algo nuevo llegaba a la vida de la tierna amante...Leo como todos los que no saben de responsabilidades se fue del país.
El embarazo la mantuvo quieta sexualmente por un tiempo, pero no por mucho, pues el aumento de hormonas hizo que una mañana en que aún asistía a la escuela, la niña amaneciera caliente como hornilla...su vientre no era notorio, pero sus pechos ya habían cambiado, crecido, se veía deliciosa...
Al llegar a clases uno de los conserjes nuevos, quien era moreno, delgado, con barba cerrada, y ojos aceituados iba saliendo del salón de Dulce, chocaron sin querer (pero planeado por la niña-mujer)... -Perdón señorita, espero no haberla molestado. -De ninguna manera me podrías lastimar corazón. Y Dulce le guiñó dándole una cachonda sonrisa, de esas que invitan a los bacanales sexuales...el pobre tipo no supo que hacer más que irse a sus labores...El día llevaba una rutina no muy aburrida, hasta que la hora del receso llegó, y Dulce con ese calor en la entrepierna y comezón en los pezones con necesidad de hombre, hoy amaneció con hambre de semen...
Así que fue a buscar a su victima, el nuevo conserje, pero antes debía quitarse las pantaletas, y el sujetador...subir un poco la falda...
Nuevamente la caliente y tierna amante estaba lista, al acecho y preparada para coger...
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