Dulce despertar
Este relato surgió de las miles de noches que me acompañaste hasta tocar el alba y asi es como imagine mi primer despertar a tu lado. Gracias por entrar en mis sueños y acariciar mis fantasias...
Empezaba a hacer calor y en su vida había algo nuevo que la hacía mostrarse tal y como ella era, como siempre había querido ser...
Aquella mañana según abrió los ojos se sintió más viva que nunca y supo que en ese mismo instante algo había cambiado, su mente dio un giro y su mirada veía mas allá de donde sus ojos alcanzaron jamás.
Se miró en el espejo, se observó detenidamente, cada parte de su cuerpo, como si nunca antes se hubiese visto así, desnuda, se sentía hermosa cuando los rayos de sol que se colaban por la ventana se posaban sobre su piel. Él aún estaba acostado, observándola también, maravillado ante aquella sensación que le desbordaba; ella se acercó y tomó su mano colocándola lentamente sobre su rostro, haciéndole estremecerse solo con ese mínimo contacto, después le besó.
Se colocó encima de él, sobre su pecho, sintiendo su cuerpo desnudo, sintiendo como su mente daba vueltas sin dirección, entraba en una espiral de sensaciones cuando el recorría todo su ser con sus manos. Ella desconcertada se dejaba llevar por él, que seguía recorriéndola con su lengua, saboreando el lóbulo de su oreja, descendiendo por su cuello, besando con suma delicadeza sus pechos; la pasión con la que apretaba sus muslos hacía que ella solo pudiese mostrarse sumisa y arqueo su espalda en muestra de entrega, ya no podía hacer más.
Él estaba ansioso por conocer cada secreto que ella tenía para mostrarle, la sujeto por los brazos para recostarla a su lado, ella se dejo hacer. Se colocó encima de ella entreteniéndose en sus pechos, asiéndoles con sus manos mientras su lengua se deleitaba con la cúspide de estos, estaba perdida, flotando en un universo paralelo, siguió descendiendo por su vientre, amasando su carne, sintiéndola, llegando al fin a la gruta del placer, bebiendo su néctar; ella se abrió ante el y se sintió caer creyendo que iba a desbordarse en cualquier momento.
Después el se incorporó y la atrajo hacia si, la sujeto por las nalgas, haciéndole que le rodease con sus piernas, sus ojos no podían dejar de mirarla, sus manos no podían dejar de tocar su piel y todo su cuerpo temblaba sintiéndola tan cerca, demasiado cerca... tomó entonces dos jirones de tela con los que cubrió sus ojos, después cubrió los suyos también, dejando paso a que todos sus sentidos se uniesen en uno solo. Con toda la suavidad que pudo, pues sus ansias por tenerla se habían intensificado, siguió acariciándola...su mano sumergida entre sus piernas...Ella había recorrido también su cuerpo, bajando por su espalda dejando la huella como respuesta a las sacudidas incontrolables que él estaba experimentando. Después la penetró y los dos gimieron de placer, sus mentes se quedaron en blanco por un momento, ella que estaba acariciando su pelo, le sujeto con fuerza echándole hacía atrás, él aprisionando sus nalgas con sus manos volvió a embestirla de nuevo, empezando un baile rítmico, muy lento, que poco a poco fue dando paso a una sucesión de jadeos constantes, mientras sus cuerpos se habían convertido en uno solo; ella seguía abierta para él empapando todo de aquel cáliz que había sido creado solamente para ellos, de repente perdió el control, su cabeza daba vueltas y su espalda arqueada nuevamente recibiendo las convulsiones que se habían apoderado de él.
Se quitó la venda para observar su rostro justo en ese momento, su cara transformada por el placer, era lo más hermoso que había visto, su expresión salvaje, despertando en ella el mismo instinto animal...le quito entonces su venda para que también pudiese verla y enloquecieron al instante; su baile continuaba aún, cada vez más rápido, cada vez más fuerte, ya no pensaban, solo se miraban el uno al otro , observándose, comprobando maravillados lo que tenían ante ellos, hasta que sus ojos dejaron de ver, sus oídos dejaron de oír y todo desapareció a su alrededor dejando que el clímax inundase la habitación sucumbiéndoles en un abismo del que solo caían y caían... vencidos por la excitación, jadeando mientras sus ojos recuperaban la visión volviendo a encontrarse nuevamente... desconcertados...ante aquel descubrimiento que les había transformado para siempre...