Dulce compañera

Por fin tengo a deseada compañera en mis brazos

Había entrado a mi escuela, ella empezó la secundaria conmigo,se llamaba Brigitte, venía de Inglaterra, mediría 1,70 m, cabello negro y largo, ojos pardos, piel blanca, a mediados de Noviembre nos sentaron al lado, yo era un chico tímido, siempre lo había sido, pero lo primero que me hizo después de mirarme fue dedicarme una sonrisa sin esperar respuesta, yo la miré y relajé mi postura, comenzamos a hablar y nos hicimos amigos, descubrí muchas cosas suyas y ella mías, empezó a gustarme, aunque no le revelé nada por miedo a joder nuestra relación, pasamos a 2º bien, seguimos hablando pero ella se fue distanciando un poco de mí y acabó juntándose con una gorda que me caía super mal, ese curso apenas hablamos y en 3º menos aún, seguía pegada a esa puta gorda de mierda, perdí el interés que tenía en ella. El tiempo pasó y mis instintos sexuales crecieron, tenía ganas de follar con ella, se había vuelto una joven muy apetecible, en los últimos años le habían crecido mucho las tetas, ya tenía cuando entró en el colegio, pero 4 años después eran impresionantes, me imaginaba lo que podía haber debajo del uniforme escolar, ideé un plan perfecto para follármela.

Habíamos terminado ya la clase de gimnasia y nos fuimos todos a duchar, por lo general nos duchamos y cambiamos en vestidores separados, pero aquel día las chicas tocaron a nuestra puerta

-Fer, abre tú-me dijo Juan, mi mejor amigo, quedábamos apenas 2 o 3, nos habíamos quedado relegados ya que gimnasia era la última clase y aprovechábamos el tiempo libre en el vestuario para charlar

-Hola, nos hemos quedado sin agua caliente, las perras de la clase la han agotado ¿podemos pasar?-preguntaron ellas. Solo había 4 o 5 esperando con sus bolsas de deporte

-Ehhh, claro-dije yo, mi plan empezó a formarse en la cabeza

Ellas entraron y se sentaron en los bancos de cemento que había en la pared

-¿Os váis?-preguntaron incómodas, era obvio que si esperábamos verlas desnudas ese no iba a ser nuestro día

-Claro, claro-dijimos nosotros. Recogimos lo que nos quedaba y salimos por la puerta

Íbamos de camino a clase a recoger las mochilas cuando yo me dí la vuelta

-Mi reloj-me excusé, nunca iba a ninguna parte sin él, claro que lo tenía en el bolsillo, aquella era una oportunidad para mi plan

Volví al pabellón, que era un edificio ajeno al colegio, estaba dentro del terreno, pero separado de las aulas, por eso sabía que allí dentro no había nadie más que ellas solas, me tumbé cerca de la puerta del vestuario de manera que no pudiesen verme y esperé a que salieran, una, dos, tres

-Venga Brigitte, llegarás tarde a casa-dijo la gorda

-Ay Sam, no seas así, mira, después he quedado con Jorge-dijo Brigitte

-¿Y?-preguntó Sam emocionada

-Nada, que tengo que estar guapa, esta tarde me estreno-respondió ella riendo

-Ya, bueno, pues nada, sigue a ello, yo me voy al recreo, ya luego me cuentas que tal con Jorge-dijo Sam

Sam salió del vestuario y se alejó, esperé a que hubiera salido del edificio y ejecuté mi plan. Abrí la puerta y me planté delante de ella, estaba sentada en uno de los bancos de cemento, vestida con una toalla, su pelo estaba mojado y tenía una pierna subida en el banco, se estaba depilando

-Fer, sal de aquí, guarro-dijo ella tapándose con la toalla los pechos crecidos

-No-dije yo con voz autoritaria

-¿Cómo?-preguntó ella

-Que no me voy-respondí yo

Me acerqué hasta ella y cogí la toalla

-¿Qué haces? Suelta-gritó ella

Yo no la hice caso y le pegué un tirón a la toalla, ella del tirón se cayó del banco y apoyó los codos en el suelo para no golpearse la cara, por lo que sus pechos quedaron expuestos

-Mira lo que has hecho-gritó ella levantándose enfadada

-Guau-dije yo mirándola asombrado

Sus pechos debían de ser una 90 por lo menos, tenía unos pelitos en su pubis y sus piernas depiladas casi en su totalidad, además, tenía el cuerpo mojado y las gotas recorrían su superficie

-Serás guarro ¿por qué has hecho eso?-preguntó ella cubriéndose

-Por que quiero follar contigo-respondí yo

-¿Qué?-preguntó ella

-Me gustas, llevas 4 años poniendome caliente, eres la prota de todas mis pajas y quiero follarte-dije yo

-Fer en serio, yo lo siento pero no puedo darte lo que necesitas-dijo ella

-Sí puedes, sí-respondí yo

Rápidamente me bajé el pantalón revelando mi polla, que ya estaba erecta, unos 15 cm

-No esperarás que se chupe sola-dije yo

-No lo voy a hacer-dijo ella

-Sí lo vas a hacer-dije yo

La cogí del pelo y la tiré hacia abajo, luego la obligué a meter mi polla en su boca, pero ella cerró sus dientes y no había manera

-Si tengo que hacerlo por la fuerza será peor-dije yo cogiendo con más fuerza su pelo

Ella abríó la boca y comenzó a chuparme la polla, no lo hacía bien, además usaba mucho los dientes, lo hacía para que yo no disfrutara

-Serás puta-dije yo. Le dí una bofetada en la mejilla-Hazlo bien

Ella se relajó y comenzó a hacerme de nuevo la mamada, esta vez bien, aunque se notaba que no tenía mucha experiencia

-¿Nunca has chupado una polla?-pregunté yo

Ella negó con la cabeza mientras seguía chupándomela

-Madre mía.  sin haber chupado una polla ¿qué os enseñan hoy en la escuela?-pregunté para mí mismo

Ella siguió chupando hasta que yo anuncié que me corría y entonces saqué mi polla de su cara y me la casqué frente a ella hasta que me corrí en su cara

-Qué asco tío, acabo de ducharme-dijo ella quitándose los pegotes de semen de su rostro

-Uf, qué mamada, te quedan cosas por aprender pero no está mal-dije yo

-¡¡¡Sal de aquí!!!-gritó enfurecida, su cara estaba roja, pero a mí no me daba miedo

-No, aún falta el evento principal-dije yo

-No, eso sí que no-dijo ella arrastrandose hacia atrás, su cara había pasado de roja de enfado a blanca como la cal

Empezó a correr a gatas por el vestuario hasta que la cogí y la sujeté con fuerza

-No, por favor, soy virgen, no lo hagas Fer, por favor-suplicó ella llorando

-Cállate, son muchos años reprimido-dije yo

Con una mano la sujetaba y con la otra me sacaba un condón del bolsillo y rompía el envoltorio

-Eres un cabrón, pero por lo menos te pones protección-dijo ella, que había girado la cabeza

-No quiero preñarte, tonta-dije yo

-Por favor, si quieres lo repetiremos otro día, pero hoy no, te daré lo que quieras-lloró ella

-Quiero tu virginidad-dije yo. Es cierto que podría haberlo dejado solo en mamada, pero quería ser yo el primero en explorar aquella cavidad.

La puse del revés y abrí sus piernas, pude ver la entrada de su vagina, con vellos morenos en su Monte de Venus, abrí los labios y metí mi lengua dentro, estaba húmedo, se notaba que estaba o había estado caliente, sus fluidos eran increíbles y me demoré unos minutos probándolos

-Por favor para-lloró ella

-No te gusta, pero estás mojada, interesante-dije yo dándole una última lamida

-Con cuidado-suplicó ella

Coloqué la punta de mi polla en la entrada de su coño y penetré despacio, pude ver como sus facciones se desfiguraban en una mueca de dolor reprimido

-¿Duele? Estoy siendo lo más cuidadoso posible-dije yo

-Duele, pero lo puedo soportar-dijo ella con los ojos cerrados

Yo seguí penetrándola despacio durante dos minutos hasta que empecé a follármela con una poco más de rudeza, pero con cuidado, pues lo último que quería era que se hiciera daño

-¿Estás bien?-pregunté yo

-¿Te importa acaso?-preguntó ella

-Claro que me importa, tonta, no quiero que te hagas daño, si he hecho esto es por que lo necesitaba-dije yo

-Desahógate con otras-dijo ella

-Lo he intentado, pero siempre aparecías tú en sus caras, en serio, te necesitaba a tí y sabía que no me lo ibas a conceder-dije yo

-Estaba dispuesta a hacerlo, pero no pillabas mis indirectas-respondió ella jadeando, estaba empezando a gustarle

-Tía, llevas molándome desde 1º -dije yo

-Y tú, pero como no me prestabas mucha atención me empecé a fijar en otros chicos-respondió ella

-Joder, lo que nos hubiéramos ahorrado si hubiéramos hablado-dije yo

-En verdad, estoy disfrutando esto-dijo ella sonriendo

Ya no hacía falta sujetarla, en un momento me tumbó en el suelo y ella se puso de espaldas a mí, fue bajando hasta volver a introducirse mi polla dentro de ella y luego arqueó la espalda hacia atrás, así pude coger sus pechos y masajearlos, cogí sus pezones y los estrujé

-Para, me estás matando-dijo ella

-¿De dolor o de placer?-pregunté yo

-Un poco de ambas, me estoy corriendo-respondió ella

Se volvió hacia mí y me miró a la cara mientras la penetraba, debía de poner unas caras muy divertidas, por que no paraba de reírse, yo también me reí cuando ví su cara de excitación al correrse encima de mi polla

-Me corro, me corro-avisé yo poco tiempo después

-Hazlo-susurró ella en mi oreja

Me corrí dentro de ella, en el condón y me relajé, jadeé en el suelo mientras ella se salía de encima y mi polla caía sobre mi abdomen, con el condón colgando y lleno a rebosar por un lado. Ell se tumbó a mi lado y me abrazó con un brazo, con el derecho cogió mi polla y quitó el condón

-Mira lo que hago con tu semen-dijo ella. Vertió todo el semen en su boca y chupó el condón, luego se relamió los labios

-¿Te lo has pasado bien?-pregunté yo acariciando su cabecita

-¿Estás de coña?-preguntó ella. Se apoyó en sus codos y me cogió las bolas con fuerza- Me has obligado a mamarte la polla, me has violado, me has quitado la virginidad ¿y me preguntas si me ha gustado?

Realmente se la veía enfadada

-La verdad es que ha sido una pregunta estúpida-dije yo con voz aguda, el dolor me impedía hablar

-Pues sí, me ha gustado, el inicio no tanto, pero el final de la follada me ha encantado-dijo ella soltando mis bolas y volviendo a acostarse en mi torso

-¿Qué vamos a hacer?-pregunté yo

-Pues me has jodido los planes, yo tenía pensado quedar hoy con una amigo para que me desvirgara, pero al final lo has hecho tú-me reprochó ella

-No me arrepiento-dije yo

-Si quieres podemos terminar el trabajo en tu casa-dijo ella levantándose del suelo

-¿Cómo terminar el trabajo?-pregunté yo

-Sí, ya sabes-dijo ella golpeándose el culo suavemente mientras me miraba

-¿Enserio?-pregunté yo

-Sí, pero tendrás que esperar a que me depile, mira estos pelos-dijo señalandose el coño, no tenía mucho pelo, sería un pelo de tres semanas sin depilar

-Déjatelos, son preciosos, aunque termina con las piernas-dije yo levantándome también

-Bueno, toma esto-dijo

Me lanzó una bolsa de plástico y en su interior hallé sus bragas y su sujetador sucios

-Huélelo, diviértete con ellos, esta tarde paso a buscarlos y a terminar la tarea-dijo ella poniéndose ropa de cambio

Salimos los dos juntos de la mano corriendo, teníamos que volver a clase, ya habían salido hacía tiempo nuestros compañeros y nuestras mochilas aún seguían en el aula, por suerte la puerta estaba sin bloquear y pudimos cogerlas sin que se dieran cuenta los profesores

-Bueno, nos vemos esta tarde-dije yo en la salida

-Adiós-dijo ella dándome un beso en los labios, pude notar como estrujaba mi paquete

Se alejó dando pequeños saltitos mientras yo miraba aquel culito que me iba a follar aquella misma tarde. Esta mujer me tiene loco.