Dulce caballito
Un día en el centro comercial...
Me llamo Olga y sentía la necesidad de contaros lo siguiente, sé que puedo ser un poco mayorcita para estas cosas pero en fin.
Hace pocos días, bajé al centro comercial que tengo muy cerca de casa.
Para no perder mucho tiempo decidi ir a primera hora para estar alli antes de las 9 que es la hora de apertura.
Como llegué bastante antes de que estuviera abierto subí a la planta de arriba para echar un vistazo a las tiendas de ropa y ver los nuevos modelitos para el invierno.
Cuando estaba arriba, no había nadie en toda la planta salvo yo. Después de recorrerme los escaparates de las tiendas de ropa pensé en bajar y esperar la primera para entrar, pero en mi camino había un caballito de monedas. Al principio me dio bastante vergüenza y a la vez nostalgia de mi infancia pero decidí montar sobre sus lomos.
Cuando ya me había colocado mire a mi alrededor, me daba muchisima vergüenza que alguien me pudiera ver; pero una vez más estaba sola. De repente se vino a mi cabeza echarle una moneda. Aquel momento fue mi perdición. Empecé a notar como aquello se movía produciendo un cosquilleo sobre mis partes más sensibles. Notaba como ese movimiento unido a las vibraciones me empezaba a producir un tremendo placer, tenía que contenerme pero era casi imposible no jadear. No creo que llegara a ser mucho más de un minuto lo que duró el viaje, pero nunca había sentido nada igual con tan solo notar ese roce.
Ahora cada vez que paso recuerdo ese momento con ganas de volver a repetir.
No sé si alguien más lo habrá probado, yo lo recomiendo.
Acepto vuestros comentarios.