Ducha
El sentirme observada aumentaba el placer que me estaba dando.
Os voy a contar mi la experiencia que tuve un día mientras me duchaba.
Yo soy una chica de 18 años, que llevo practicando deporte desde muy pequeña, por lo tanto tengo un cuerpo bastante bonito, o eso me han dicho siempre
El gimnasio al que yo voy tiene varias plantas, y en cada planta sus respectivas salas, cada una para una cosa, un día después de hacer mis ejercicios diarios fui a entrar a ducharme a las duchas de mi planta, pero por no se que historia las duchas de esa planta estaban cerradas así que me tuve que ir a otra planta, yo me acorde que en el sótano estaban unas duchas que solo se usaban los días que había partidos de fútbol, así que me cogí mis cosas y me baje al sótano, las duchas estaban vacías, como cabria de esperar, como eran unas duchas que se usaban muy poco y casi siempre por tíos, olían a sudor, reconozco que ese olor me gustaba y me ponía cachonda, vi que había unas ventanas que debían estar a la altura de la calle, abrí una de ellas, yo oía gente paseando por la calle, pero recordé que entre la ventana y la zona por la que paseaba la gente, había unos arbustos que no dejarían a nadie ver lo que pasaba en esas duchas, tranquilamente me fui desvistiendo.
Al ir a meterme en las duchas vi que en lugar de haber la típicas cabinas individuales, lo que había era un pasillo en el que estaban todas las duchas juntas, me extraño también que en lugar de estar el típico tubito en la pared con el grifo, estaban las mangueras normales que podemos tener todos en casa, me imagine a los tíos después de un partido en pelotas jugando con esas mangueras, eso me hizo ponerme caliente, así que me metí bajo una ducha y empecé a enjabonarme, mire hacia arriba y me pareció ver a alguien mirando por la ventana, pensé que seria fantasías mías, yo duchándome en un baño de tíos, y un tío mirándome, eso me resulto muy erótico así que empecé a tocarme los pechos, mire disimuladamente a la ventana y vi que de verdad estaba alguien mirándome, supongo que un tío, me puse a cien.
empecé a tocarme mas y mas, enjabonar mi cuerpo despacito tocando y dejando que el jabón y el agua resbalasen por la parte de mi cuerpo que mas le gustaría ver a mi voyeur particular, cuando llegue a mi coño, pensé que el tío debía estar a reventar, así que me abrí bien de patas, me eche jabón en las manos y empecé a frotarme el jabón, después cogi la ducha, la solté de su soporte en la pared y enchufe la alcachofa de la ducha desde mis rodillas hacia arriba, cuando estaba totalmente libre de jabón, cerré un poco el grifo de forma que saliese un chorro muy pequeño de agua.
Dirigí la alcachofa de la ducha a mi coño, y empuje despacito de forma que hice entrar la punta de la ducha en mi anterior, solté las manos y empecé a moverme de forma que hacia que la ducha se metiese solo dentro de mi, pero no sin antes asegurarme que mi querido amigo pudiese ver perfectamente el espectáculo, cuando tenia la ducha entera dentro de mi, abrí el grifo, el chorro de agua se metía en mi interior y rebosaba por las paredes de mi vagina saliendo por los laterales de la ducha, yo cogía la ducha y la metía y la sacaba, me estaban flaqueando las piernas, no me sostenía en pie, en placer de la ducha y el saber que me estaban observando era indescriptible, cuando ya no pude mas, me corrí de placer, me saque como pude la ducha de mi coño, me deje caer y me senté en el suelo de la ducha, cuando me recupere del todo, mire a la ventana y ya no vi a nadie, me levante, me duche como siempre, y me fui a casa.
Desde entonces todos los viernes me bajo a ducharme al sótano, esperando volver a encontrarme con mi admirador secreto, un par de veces he creído verle.
Otro día os contare otra de mis aventuras masturbatorias.