Dragones esteparios 1
Como todos los relatos que hago no se pueden encasillar en un solo tipo de categoría, así que no busquen en este un relato de dominación al uso
Reflexionando sobre mi vida en la cama con la polla en la mano, pues reflexionar me gusta hacerlo mientras me la meneo. Que mal suena por favor, pero la verdad es lo que estoy haciendo, estoy pensando en lo vivido hace dos años en un país extranjero, con pocas personas de mi lengua para hablar y como cambió eso mi vida. Si, de momento es un sinsentido lo que digo, pero que queréis escribo con una sola mano, pues estoy disfrutando de una buena masturbación, hare lo más apropiado, bajaré el ritmo de mi paja para poner en claro mis ideas, porque una cosa os digo no voy a dejar de pajearme hasta que no os cuente lo que allí ocurrió.
Lo primero es lo primero me llamo Gaspar de Gutierrez y Pimienta Conde de Oliveiras, soy un hombre rico, poseo grandes tierras y dinero en abundancia, pero eso también conlleva seguir una tradición familiar; somos soldados. Nueve generaciones seguidas hemos servido en el ejército español, somos por tanto una familia de militares de carrera. Entre mis antepasados tuvimos 6 generales 5 tenientes coronel y 4 coroneles.
Yo sabedor de lo que de mí se esperaba ingrese en la academia militar, soy una persona muy inteligente, queda mal que lo diga yo mismo pero es así. A día de hoy, tengo a bien decir que soy comandante en la rama de artillería del ejército español, por lo que además estoy obligado a ser ingeniero saqué la carrera a la vez que estudiaba en Zaragoza. La verdad es que ostento la dignidad de ser uno de los comandantes más jóvenes del ejército, pues tengo 35 años.
Poseo también facilidad para los idiomas, hablo francés, ingles y alemán, lo que me ha permitido realizar diversas misiones en el extranjero.
Bueno por eso estoy aquí, me encuentro en Praga, capital de la Republica Checa. ¿Por qué estoy aquí?. Por dos motivos básicos:
El oficial es que nuestro país ha firmado un contrato de compra-venta de armas con este país y alguien tenía que ir a enseñar a los checos cómo funciona la artillería que han adquirido, por lo que yo me ofrecí voluntario.
El personal es que estaba harto de las mujeres españolas, salía de mi última relación frustrado, siempre he buscado lo que encontré en casa, una mujer servicial, atenta a su marido, que le respete por encima de todo e inculque a sus hijos el respeto que se debe a un cabeza de familia.
Muchos dirán que soy un machista, anclado en el pasado. Puede que tengan razón, no lo niego, pero nunca he mentido a mis parejas sobre mi forma de pensar. Pero entre las españolas he encontrado sumisas desaforadas, que solo querían que les azotase y maltratase de mil maneras, no soy así, no inflijo dolor por gusto, no tengo en casa habitaciones de tortura para castigar a mujeres. Yo busco a una mujer que interiorice esa sumisión, que le salga de dentro, no imponérsela a palos, quiero una mujer a la que únicamente haya que darle unas pocas indicaciones para saber cómo ha de comportarse en casa y ante mí, y punto.
Por todo eso necesitaba alejarme de todo y me pareció buna buena idea pasarme medio año en Praga.
Ya sabéis porque estoy aquí. Solo llevo un mes y ya estoy cansado de Praga, eso no quiere decir que no sea una ciudad preciosa, llena de historia, pero solo conozco lo más turístico, nadie se ha ofrecido a enseñarme la ciudad, los checos no son como nosotros, no son gente abierta y hospitalaria.
Al cabo de un mes de estar dando clases en ingles, el gobierno checo se dio cuenta que algunos de sus oficiales, iban algo justos en ese idioma, por lo que decidieron ponerme un intérprete.
En el ejército checo no encontraron a nadie que hablase español, cosa que me pareció una estupidez, pues llevaba un mes dando clases de ingles y con un intérprete que hablase inglés sobraba. Pero se empeñaron en que debía hablar español. Allá ellos. Tuvieron que contratar a una intérprete civil, si, una intérprete,
Pobre estaba asustadísima cuando entró a la clase, pues había más de un centenar de oficiales en la clase, algunos de alta graduación, vino a mi mesa y se presentó, con un fuerte acento checo me dijo
- Buenas soy Solvia, su intérprete._ Dijo, pero la verdad como soy un desastre para los nombres, la llamé Silvia y ella no me corrigió
- Yo Gaspar, para que nos entendamos, no traduzca las frases que diga mientras yo hablo, espere a que acabe para hacerlo pues si no me hará perder la concentración._ Le dije en tono neutro
- Como quiera Don Gaspar
La clase fue de lo más entretenida, pues por fin empezaron a preguntar dudas, cosa que antes no habían hecho. También me obligó a volver a explicar conceptos que pensaba que tenían claros. Tras tres horas de clase ininterrumpida vi a la chica realmente cansada, por lo que decidí acabar por ese día las clases. Paulatinamente la chica se fue adaptando a mi ritmo de trabajo y en una semana pudo aguantar las dos sesiones de tres horas que diariamente debía impartir.
Por fin llegó el viernes a última hora, estaba gratamente sorprendido por el esfuerzo que había mostrado mi interprete al adaptarse, a mi ritmo de trabajo, por lo que decidí compensar su esfuerzo.
- Silvia, estoy muy contento con su trabajo, ¿me permitirá que la invite a cenar esta noche?
- Don Gaspar, no es costumbre en este país que un hombre invite a una mujer a cenar sin tener una carabina delante._ Dijo roja como un tomate
- Perdone, no quiero ofenderla, pero no le estoy proponiendo una cita, tan solo es una recompensa por su esfuerzo.
- Yo solo aceptaré si mi hermana viene con nosotros._ Dijo
- De acuerdo no tengo ningún problema, pero tendrán que elegir ustedes el lugar, pues yo apenas conozco nada de esta ciudad.
- No se preocupe Don Gaspar, déjenoslo a nosotras.
Comenté a un oficial checo, con el que tenía más confianza, el curioso hecho de la carabina. Me comentó que para nada era normal en su país esa tradición, que solo en los pueblos pequeños puede que quedase esa costumbre, pero que en la capital, ni en la mayoría del país, se hacía.
A la hora señalada acudí a la cita, vestía con ropa de militar, pues me habían aconsejado en la base donde daba las clases que así impondría más respeto y no me vería asaltado por los rateros. El uniforme del ejército español en la República Checa, tenía que imponer una barbaridad, pero bueno así me presenté en el pequeño restaurante al que me citaron.
La hermana de Silvia era clavada a ella, tan solo podías diferenciarla por el color más oscuro del pelo de la hermana. Pero de noche el rubio más oscuro no se notaba mucho. Las dos eran altas, rubias y de ojos azules, llevaban tanta ropa tan holgada que en ese momento no pude intuir como podían ser sus cuerpos.
Nada más verlas Silvia me presentó a su hermana.
- Esta es Nadia mi hermana pequeña, nos acompañará en la mesa.
- Es un placer conocerla._ Le dije
- El placer es mío Don Gaspar._ Contestó
- Veo que usted también habla español._ Dije, realmente, sorprendido
- No tan bien como mi hermana, por lo que le suplico, que si no es mucha molestia, hable de forma más pausada conmigo._ Dijo
Me sorprendió el hecho de que casi no me miraban a los ojos, si no te dirigías a ellas directamente no levantaban a penas la cabeza del suelo. La cena fue de lo más educada, casi no hablamos, pues a la mayoría de las preguntas que hacía, contestaban un escueto “Sí Don Gaspar”, o, “No Don Gaspar”.
Acabada la cena las acompañé a un taxi y pagué la factura al taxista por adelantado, seguramente me timó, pero no quería que sufriesen ningún mal, las veía, en ese momento, muy ingenuas y era preferible dejarlas a salvo en sus casas.
La semana siguiente pasó sin pena ni gloria, Silvia no me dirigió la palabra más que para cosas relacionadas con el trabajo. Empecé a hacer verdadera amistad con el oficial checo que me contó lo de la carabina. Así y todo siempre se mostró algo reservado, el carácter de ese pueblo es así y si no lo respetas, has de aguantarte y no hablar con nadie. Bueno pues este oficial, empezó a enseñarme Praga en profundidad, los rincones más curiosos, la cultura que no se enseña a los turistas, en definitiva los burdeles, bares y cosas por el estilo. Eso evitó que mi nivel de masturbación diaria desapareciese, de mis manos, a las manos de las prostitutas checas. Porque os digo que jamás follo con una puta, nunca sabes que te pueden pegar, por lo que pagaba por masturbaciones y alguna mamada.
Acabada la semana, el viernes, se me acercó Silvia, y me dijo.
- Mi padre tiene interés en conocerlo, el no habla español, pero yo le haré de interprete._ Me contestó
- También hablo ingles, francés y alemán._ Dije
- ¡Habla usted francés? En mi casa todo el mundo habla francés. Pues en ese idioma hablare a partir de ahora
- Gracias Don Gaspar se lo agradezco sinceramente.
Esa tarde cogí un taxi y me dirigí a casa de Silvia. Y una de dos o los taxis checos son muy caros, o todos sin distinción timan a los extranjeros. La dirección pertenecía a una casa de tres alturas, con un pequeño patio delante y varis y terrazas en cada una de las alturas. Estaba rodeada de un muro coronado por alambres de espino, vamos como en una base militar.
La puerta me la abrió una vieja sirvienta que me pidió el abrigo, la gorra y los guantes. En ese país hace un frio espantoso, y más en octubre, que era el mes en el que nos encontrábamos. Tras colgármelo todo me hizo pasar al salón principal, este es el panorama que encontré.
En la parte derecha sentado en un gran sillón, estaba el padre de Silvia, un hombretón, formido, de cerca de 1,80, con barba y bigote al estilo ruso, a su derecha estaba un chico joven unos 25 años le calculé, era el hermano de Silvia, calcado a su padre, pero sin canas. Tras ellos estaba Silvia su madre su hermana y otra chica que no supe identificar. Cuando entré a mitad de la habitación, el padre se levantó y me dijo
- Soy Alexei Ibranov, portaestandarte del zar y conde de Lujan es un placer recibirlo en mi casa
Jodido viejo, luciendo títulos, pues ahora vería.
- Encantado de conocerle. Me llamo Gaspar de Gutierrez y Pimienta Conde de Oliveiras, caballero de calatrava y capitán del ejército español._ En esa época aún era capitán
- Reitero que es un placer conocerle Conde de Oliveiras.
Y a partir de ese momento me llamó así toda la cena.
- Le presento a mi hijo Alexei._ Dijo señalando a su copia junenil y medio palmo más alta.
- Encantado de conocerle._ Dijo mientras me daba un fuerte apretón de manos.
Ay ingenuo, no sabes que nueve generaciones de soldados, nos han dado una fuerza prodigiosa, así que le devolví el apretón con una fuerza mucho mayor, cosa que le sorprendió.
- Esta es mi mujer Fedra y ya conoces a mis hijas._ Dijo
- Es un honor estar ante tan buena familia.- Dije
- Y esta es Kasia mi prometida._ Dijo el Alexei hijo
Para no aburriros, la cena fue de lo más normal, hablándonos todos de usted y contando poco de la familia, pues eran muy reservados en ese aspecto y lo respeté. Una cosa si que me di cuenta, Alexei padre era el jefe de la familia, cualquier cosa que hiciese alguien debía de tener su consentimiento explícito. Eso me gustó pues en mi casase hizo siempre igual.
Tras ese día nuestros encuentros se hicieron más asiduos, era invitado permanente de la casa, y si no estaba saliendo con Silvia y su hermana a pasear o a cenar incluso al cine tenía que llevarlas a las dos.
A los dos meses le pedí matrimonio ¿Exagerado? Ni una pizca. ¿Demasiado rápido? Porque tenía que esperar más si era la mujer que había estado esperando de siempre.
Yo traje de España a toda mi familia, a fin de cuentas poseía un yet privado que pocas veces daba uso.
La noche antes de la boda Alexei padre me citó en la biblioteca de la casa estábamos los dos solos frente a frente en dos amplios sillones
- Gaspar tuteémonos, pues vamos a ser familia
- Como quieras Alexei, pero el respeto siempre te lo guardaré
- Eres un buen muchacho, pero en tu casa manda siempre tu, nunca dejes que una mujer se te suba a las barbas._ Dijo serio
- Por eso no padezcas, mi casa será regida como la tuya._ Contesté
- Eres un buen muchacho, por favor cuéntame la historia de tu familia y yo te contaré la de la mia._Reiteró
No voy a repetiros lo de las nueve generaciones de militares y toda la pesca así que esta parte me la salto.
- Gracias por compartir eso conmigo. Como habrás imaginado somos rusos de origen, aunque este país nos acogió bien.
- Lo sabia, por tu ligero acento._ Dije
- Mi bisabuelo fue guardia imperial del zar, estuvo en el palacio de invierno cuando lo asaltaron los comunistas, vio impotente como mataban a toda la familia del zar, a toda sin excepción A el lo condenaron a un gulag donde estuvo hasta que estalló la segunda guerra mundial. Stalin al ver el avance arrollador nazi se asustó y sacó a todo aquel con alguna experiencia militar de las cárceles para intentar frenar el avance alemán. Mi bisabuelo estaba enfermo en esa época por lo que en la primera batalla que participó fue hecho prisionero por el ejército naci y llevado a uno de sus campos de concentración, con oros miles de soldados rusos._ En ese momento descansó
- ¿Te encuentras bien Alexei?._ Pregunté
- Sí, perdona son tantas cosas. Allí en el campo de concentración conoció a mi bisabuela, ella fue la que le ayudó a restablecerse y aguantar el año que pasaron encarcelados. Cuando empezó el repliegue del ejército nazi, gracias al caos que imperó, mis bisabuelos y otros rusos más, consiguieron escapar. Mi bisabuelo no quería volver a vivir en un país que se rigiese por la política comunista, así que tras un gran periplo por Europa acabó en Francia, donde murió en un par de años, su cuerpo estaba muy maltrecho. Allí vivimos de las rentas de la fortuna de mis antepasados, pues viendo el avance del ejército rojo mi bisabuelo mandó todas las joyas de mis antepasados y gran cantidad de oro a bancos suizos. Cuando cayó el muro de Berlín. Mi padre quiso trasladarse a Alemania donde se estaba formando una comunidad de antiguos desterraos rusos que pretendían recuperar aquello que los comunistas les arrebataron. Entonces, cuando apenas acabábamos de llegar cayó en Rusia el régimen comunista y el país se fragmentó. Como una manada de lobos todos los exiliados desembarcamos en Moscú con nuestros títulos de propiedad exigiendo la total retribución de nuestros enseres. Nuestra familia tenía al sur del país grandes extensiones de terreno fértil. Increíblemente a la primera nos devolvieron las tierras. Y allí nos fuimos.
En ese momento paró un momento y bebió varios sorbos del vozca que tenía en la mesilla y continuó.
- Mi padre empezó desde un primer momento a despilfarrar, en bebida y mujeres, todo el dinero. Yo mandé a mi hijo a estudiar en buenos colegios y a las chicas a que aprendiesen idiomas, ya sabían francés y alemán, por lo que el inglés y el español no les costaron demasiado. ¿Por qué Español?, no te sabría decir. Hace cosa de dos años que nos vinimos a vivir aquí, cargados de deudas y empezamos una nueva vida.
- La verdad no se puede negar que haya sido una vida interesante._ Dije yo
El resto de la conversación, rodó acerca de la boda y sus preparativos.
LA boda preciosa, pesada porque nos casamos por el rito ortodoxo y después por el católico, mi suegro no dio su mano a torcer, se comió se bebió y nos fuimos a la alcoba.
Os lo crais o no fue la primera vez que vi desnuda a mi mujer y ahora es cuando os la puedo describir. Es rubia, pero rubia platino su cabello es tan claro que deslumbra al sol. Sus ojos de un azul tan claro que parecía gris. Es alta se acerca mucho al metro ochenta, su cuerpo es normal ni gruesa ni flaca, tiene algunas curvas, pero tiene unos pechos grandes y pesados, con una gran aureola rosada y un pezón mediano. Por supuesto era virgen, así que tuve que enseñarle todo
Lo primero que hice fue enseñarle a besar, nunca había besado a un hombre, ni a mi siquiera, eso lo aprendió pronto, estuve así y todo más de media hora besándonos. Luego le pedí que me desnudase, eso es algo que hará siempre a partir de ahora. Cuando estuve desnudo, cogió con una mano mi pola y me dijo.
- ¿Gaspar este es el tamaño medio de un pene?
- No Silvia el mío mide 20 cm es algo más grande que la media. Y cuando vayamos a hacer el amor prescinde de la educación, llámale pene y coño a tu vagina, porque mi lenguaje va a ser incluso peor.
- S-i Gaspar, como tu digas ¿Me dolerá al entrar?._ Preguntó
- Algo sí he de romperte el himen y eso te dolerá un poco.
La tumbé en la cama y le acaricié, todo el cuerpo quería descubrir cuales eran sus puntos más sensibles. Descubrí que sus pechos era muy sensibles, pero los pezones la hacía suspirar muy fuerte. El coño como a todas, lo tenía extraordinariamente velludo, le indiqué que debía recortárselo hasta que no saliese ningún pelo de los contornos de la braguita. Me gustan los coños peludos, y más como el de mi mujer que es muy denso. Y descubrí asombrado que detrás de la rodilla tenía un punto que si lo acariciabas, le hacía saltar.
Cuando noté que había dilatado lo suficiente le metí la polla hasta tocar el himen, en ese momento le apreté fuertemente los pezones y empujé, lanzó un grito desgarrador, tras el cual dijo.
- Lo del coño, ha dolido bastante, pero lo que le has hecho a mis pezones ha sido el mayor placer que he sentido jamás.
- Entonces a mi puta desbocada le gusta que le estrujen, los pezones._ Dije
- A tu puta le gusta todo lo que hagas, porque soy tuya en cuerpo y alma, para siempre, te daré todo lo que pidas, haré todo lo que me ordenes y seré un sueño hecho realidad para ti._ Dijo roja de pasión.
- De momento vas a notar mi polla entrar y salir de tu coño hasta que nos corramos, zorra
- Sí señor mi cuerpo es tuyo
La follé sin compasión, le dilaté el coño, hasta que mi gruesa polla entró sin resistencia en el.
- ¿Gaspar es preciso que mi hombre se ponga un condón?._ Preguntó Silvia
- ¿Ya quiere quedarse preñadita mi zorron?
- Quiero que mi macho me fecunde con su simiente._ Respondió
- Pues tendrás que esperar, pues hasta que no lleguemos a España no te pienso preñar De hecho vas a tomar anticonceptivos desde ya._ Dije
- Como tu digas.
- Ves a limpiarte porque la sangre no es una visión muy placentera, sobre todo para un soldado que se harta de ella._ Dije
- Como quieras.- Dijo
Se marchó al aseo y en pocos minutos vino, limpia perfumada y peinada.
- Vamos a probar otra postura.
- Como diga mi macho._ Contestó Silvia
- Ponte a cuatro patas de espaldas a mi
- Sí mi vida
Cuando la tenía de esa guisa, con dos dedos fui acariciándole el coño, sin prisas, pero sin pausas, cuando me lubricó los dedos, empecé a castigarle el clítoris. Y empezó a suspirar.
- A tu hombre le gusta que le digas lo cachonda que estás y todo aquello que te venga por la cabeza, no me gustan las mujeres pasivas, a menos que yo te lo ordene._ Dije
- Si mi macho, me estás matando de placer, dame polla por favor lléname entera de tu rabo._ Dijo
Nunca negaré que mi mujer no es una persona inteligente, incluso puede que más que yo, por eso aprende muy rápido todo lo que le enseño
- Puta toma rabo hasta saciarte._ Dije mientras le metía la polla despacio, recordad que aun lo tenía muy estrecho
- Dios como me llena mi macho y como me gusta que lo haga.
Cuando la tenía toda dentro esperé unos minutos a que dilatara, usé sus grandes pechos como asideros y empecé a bombearla. Fue una follada gloriosa, de tanto en tanto le pellizcaba los pezones, para que su nivel de excitación subiese más. 20 minutos estuvimos así hasta que nos corrimos, como verracos, entre gritos.
- Ven que voy a marcarte como mi posesión
- Gaspar no vayamos muy lejos, mis piernas ya no me responden.
- De eso no te preocupes
La cogí en brazos la llevé a la bañera y la meé por completo, no dejé parte de su cuerpo sin mear, había aguantado cinco horas sin mear para eso.
- Esta será la primera y última vez que te baño, pues estés como estés debes hacerlo tu sola. A partir de este momento no me volveré a bañar yo, ese será uno de tus cometidos._ Dije mientras la bañé
- Sí Gaspar, estrás orgullosa de mi. Dijo quitándome de la mano la esponja._ Dijo sumisa Silvia
- ¿Qué haces?.- Pregunté algo mosca
- Mi marido no se rebajará a limpiarme._ Y ella acabó de ducharse.
Volvió a llenar la bañera y me dijo
- Puedes pasar a tu baño._ Y sin rechistar lo hice
- El baño me lo darás siempre desnuda, me gusta contemplar tu cuerpo mientras lo haces
- Será un placer
Empezó mi vida conyugal de forma maravillosa, mi mujer cada día más puta en la cama, puta hasta niveles que me sorprendió. Y más servicial y sumisa de lo que podría haber soñado, fuera de la cama. Justo un par de semanas antes de que nos volviésemos a España me llamó mi suegra. Estaba totalmente desquiciada y fuera de sí, la única frase que pude entenderle fue ven a casa que nos van a matar a todos