Dos zorritas (I)

Una joven lectora me agrego....

U

n miércoles, después de cenar con unos amigos volví a casa ligeramente trompa, con ganas de follar, lamentablemente la presencia en estas cenas de las mujeres de mis amigos no generaba muchas opciones de ligar. Resignado puse el MSN, gracias a los relatos contaba con varias amigas siempre calientes, lo cual si no era comparable con un polvo al menos si me generaba el suficiente morbo como para disfrutarlo.

Conseguir que una niña buena, aparentemente sin tacha, confiara en uno lo suficiente para que abriera su intimidad, sus piernas y su coño sin ningún pudor me encantaba.

Pero era miércoles, dos de la madrugada, todas dormían, es lo que tiene vivir con papa supongo. A los pocos segundos de abrir el MSN salió una nueva invitación, Corine quiere añadirte. Dude, una nueva era difícil que llegara a enseñar algo la primera noche y era tarde para empezar a trabajar. Busque su mail en Facebook y dio una coincidencia, me gustan las que son reales, las que usan MSN falsos tienden a desaparecer.

Acepté.

Yo —¿Hola?

Corine —¡uy!, ¡hola!

Yo —¿uy?

Corine —¡No pensé que aceptaras tan rápido!

Yo —Casualidad, andaba por aquí.

Corine —¡Pues no sé qué decir!

Yo —jajaja, di que te gustaron los relatos y que disfrutaste con ellos, para eso los escribo.

Corine —jijiji, vale, me encantaron y si, los disfruté.

Yo —Bien, para eso están ;). ¿Los encontraste hoy o los lees hace tiempo?

Corine —Hace un mes que los leo y los releo…

Yo —Ummm, ¿los usas para masturbarte todos los días?

Corine —Eres muy directo… No estoy acostumbrada

Yo —Si, dicen que soy un cerdo, es tarde, si quieres hablamos otro día y te piensas si quieres realmente hablar con un guarro como yo.

Corine —No no… nunca me arrepiento de lo que hago… llevo dos semanas pensando en agregarte, hablemos…

Yo —Bien, habla… ¿los usas…?

Corine —Si, todas las noches y alguna vez por las mañanas.

Yo —¿Para qué?

Corine —¿Para masturbarme?

Yo —Mucho mejor, ¿qué edad tienes? ¿De dónde eres?

Corine —Madrid, 18, por lo que cuentas podríamos ser vecinos.

Generalmente las niñas tendían a ponerse un par de años más para hacerse las mayores, esta estaba en ese grupo seguro.

Yo —¿Novio? ¿Folla amigo? ¿Quién te folla?

Corine —Nadie, soy virgen.

Yo —¿A tu edad? Es raro, ¿fea?

Corine —jijiji, no, más bien todo lo contrario dicen.

Yo —¿Entonces?

Corine —Creo que los intimido, y cuando alguno se lanza o está muy borracho o quiere besarme y abrazarme, tengo una cara muy dulce dicen.

Yo —Y a ti te gustaría que te abrieran las piernas y te metieran una polla.

Corine —No lo probé, pero si, imagino que sí, ¡aunque también me gusta que me mimen!

Yo —Jajaja, sí, pero después, no follandote.

Corine —¡Supongo!!, ¡ya te diré cuando lo pruebe!!

Yo —Esperemos que no tardes, si te masturbas todos los días y más con relatos como los míos estás lista.

Corine —Esperemos…

Yo —¿Amigos? ¿Opciones? ¿Compañeros de clase?

Corine —Ni loca, demasiados rumores, ya sabes, círculo cerrado.

Yo —Sal con una amiga a zonas de mayores, allí habrá alguno con menos escrúpulos.

Corine —Tengo una amiga, la que me paso tus relatos, lo hablamos alguna vez, quizás un día de estos…

Yo —Jajaja, para de zorras salidas buscando pollas adultas, me gusta.

Corine —Podemos quedar contigo, te gustaríamos seguro, mi amiga es muy mona, y virgen también.

Yo —Quedar con dos niñas en un sitio público, donde estéis seguras… ¿lo planeasteis no?

Corine —Que cabrón eres, si, hablamos que sería más morboso perderla con alguien mayor y que sepa, pero no le dije que te iba a agregar.

Yo —Primero, paso de dejarme ver con niñas, no es cómodo para estas cosas, un adulto y dos crías hablando de guarradas en un bar…. Y segundo ¿me vais a examinar? ¿Luego a debatirlo en el baño y después a follar? Jajaja, demasiado para mí.

Corine —¿Que propones?

Yo —Primero déjate ver, me agrega mucho idiota por aquí.

Corine —Vestida ¿ok?

Yo —Vale

Puso la cam, primero salía la habitación a oscuras y una silueta, le dije que encendiera la luz, fue al otro extremo de la habitación a hacerlo, era rubia, pelo rizado, una de esas melenas largas y onduladas, vestía unos pantalones cortos rosas de pijama y una camiseta de pijama con dibujitos, tenía buenas tetas.

Yo —Ahí debajo hay unas buenas tetas.

Corine —Jijiji, ¡que ojo!

Yo —Se te menean al andar.

Corine — Si, y tienen que crecer, mi mama las tiene más grandes.

Yo —¿Cómo son tus pezones?

Corine —¡Pues sí que preguntas!

Yo —…

Corine —Pequeños, rosados, no se… ¡unos pezones!

Yo —Se te están marcando, me gusta.

Ella se puso roja y se los miro. Tiro un poco del pijama para que no se le marcaran tanto pero no lo consiguió. De cara bastante mona, ojos azules, sonrisa perfecta….

Corine —No me pidas que te los enseñe ¡eh!

Yo —No pensaba, quieres hacerlo así que ya llegara.

Corine —¡Ningún tío los vio!

Yo —Jajaja, que morbo, tu coño imagino que tampoco.

Corine —¡Ni de broma!!

Yo —¿Como esta?

Corine —¡Mojado!

Yo —¿Te masturbaras cuando dejemos de hablar?

Corine —No sé, puede.

Yo —Vamos….

Corine —Vaaaale, si, lo hare…

Yo —Quiero que lo hagas completamente desnuda en tu camita, con las piernas bien abiertas, pensado que estoy ahí, con tus padres en la habitación contigua y tu dejando que un tío mucho mayor te meta la polla en tu raja.

Corine —¡ummmm! jijiji, lo haré.

Yo —¿Te gusta obedecer verdad?

Corine —¡Si, soy una chica muy obediente según dicen!

Yo —¿Que más te gusta de mis relatos?

Corine —La historia esa del macho y hembra, cuando dices que la vas a montar… me pongo mala.

Corine —Bueno, si no te gusta lo del bar ¿qué propondrías?

Yo —¿Que ofreces?

Corine —¡Dos niñas deseando aprender! ¡Y muy salidas como dices tú!

Yo —Jajaja, si os follo será por todos lados, sin condiciones.

Corine —No hay problema, si sabes hacerlo ¡nosotras nos dejamos!

Yo —Te recogería en casa, te llevaría a la mía y no saldrías hasta estar bien follada, por todos tus agujeros, recogería a la niña de papa y le devolvería una puta. Además, quiero teneros disponibles el próximo año entero, podréis tener novietes si queréis, pero vuestros coños, bocas, culos serán míos. Tendréis que pedir permiso para hacer guarradas con ellos, os lo daré, pero debéis pedirlo.

Corine —¿Y cómo controlaras que volvamos a quedar después del primer día?

Yo —Me daréis vuestros face y os hare alguna foto en plan guarra.

Corine —¡Peligroso!

Yo —sí, pero esto se basa en la confianza, vosotras no me metéis en ningún lio y yo os doy la polla que necesitáis.

Corine —¿Y al año?

Yo —Os daré todo el material y nos despediremos tranquilamente

Corine —Las dos tenemos novios formales, pero todo muy light, ni nos meten mano, nuestros padres se conocen… cine, típico supongo. Pero es peligroso, tu coche… tu casa...

Yo —Jajaja, si, lo es, haces bien en pensártelo. No deberías ir por ahí abriendo las piernas para tíos mayores.

Corine —Si, hay unas noticias de niñas desaparecidas…

Yo —Si, pero bueno, vendríais una cada vez, si desapareces tu amiga sabrá donde me conociste y la poli me encuentra rápido.

Corine —jijiji, cierto.

Yo —Puedes ir hablando con ella durante el tiempo que pasemos juntos, pueden hasta localizar donde estabas…

Corine —Lo tienes muy pensando.

Yo —Una que vino lo hizo así, no me pareció mal, sigo follandomela después del año así que a ella tampoco, me encanta encularla.

Corine —¿Tendríamos tu teléfono también?, ¿y no le duele?

Yo —sí, sin problema, es un juego. Al principio, ahora me manda WhatsApp diciéndome que los otros con los que lo intento no se lo hacen bien y que quiere verme.

Corine —jijii, Se lo planteare a ver que dice, ¿hablamos mañana?

Yo —por aquí estaré.

Me fui a la cama más caliente de lo que había llegado a casa, estaba convencido que no la volvería a ver, pero tras 250 personas en mi msn ya estaba acostumbrado a todo.

Al volver de la oficina sobre las 6 al día siguiente encendí el msn, estaba conectada.

Corine —¡Hola! ¡Hablé con Sara! ¡Dice que estoy loca! ¡Pero que la pone mucho! ¡A mí también! ¿Cuándo lo hacemos?

Yo —Para que quede claro, ¿qué hacemos?

Corine —¡Quedas contigo para que nos desvirgues!

Yo — menuda propuesta.

Yo —No preferís esperar a que vuestros novios…

Corine —¡Sería lo normal supongo, ¡pero es que esto nos da más morbo! Además, lo de que nadie se entere…

Yo —¿Que hacéis este fin de semana?

Corine —Sara se queda sola, puedo decir que duermo en su casa y así tenemos tiempo. Esta aquí, quiere saludarte.

Yo —Está bien.

Sara —¡Hola! ¡Soy Sara! ¡Mi amiga está loca!

Yo —jajaja, ¿te dijo lo que hablamos?

Sara —Me lo enseñó, lo leí tres veces.

Yo —¿Y estás de acuerdo?

Sara —Si, creo que sí, estoy como ella… me muero por empezar a…

Yo —¿Empezar a…?

Sara —Cerdo, ¿¡¡a follar!!?

Yo —Bien, poner la cam que os vea a las dos.

Corine —Soy yo otra vez, ¿por qué?

Yo —Primero quiero ver a Sara, y segundo quiero ver que estáis decididas, no quiero plantones.

Corine —¿Tendremos que quitarnos algo?

Yo —Algo, pero no todo.

Corine —¿Por qué?

Yo —Escucha, si vais a ser mis zorritas más vale que empieces a no discutirme, no soy tu novio, ¿queréis ser mis putas?, pues quiero veros.

Corine —Está bien, ¿amo?

Yo —Eso cuando estés chupándome la polla con esa carita de inocente.

Le dio a la cam, Sara era una morena también muy guapa, buenas tetas, tenía cara de pícara, sonreían las dos mirándome, un poco nerviosas, iban con uniforme.

Yo —Hola Sara, encantado de verte también.

Ella me saludo.

Yo —Alejaros un poco de la cam que os vea enteras. Esos uniformes me gustan, seguro que vuestros compañeros de clase se volverían locos viendo como os los quitáis.

Yo —Sara, tú serás guarra, y Corine, tu puta.

Corine —¿Por qué?

Yo —porque me apetece, si quieres motes bonitos díselo a tu novio.

Ella se alejó otra vez.

Yo —Bien quitaros los jerséis.

Yo —Guarrilla, arrodíllate delante de la puta.

Yo —Desabróchale la falda, despacio, y quítasela.

Yo —La falda cayó, durante un segundo se vieron sus bragas, hasta que la camisa las tapó.

Yo —Ahora puta haz lo mismo.

Las dos se pusieron de pie delante de la cam, sus piernas desnudas se veían de lo más tentadoras.

Yo —Bien, guarra, ponte detrás de la puta, ella te metió en este lio, es justo que la enseñes tú, ve desabrochándole la camisa poco a poco.

Sara se puso detrás, a la puta se la veía muy nerviosa, hizo un amago de sujetarse la camisa, pero Sara no la dejo. Empezó a desabrocharla, muy despacio. Corine me miraba nerviosa, Sara sonreía, cuando estuvo completamente abierta empezó a quitársela. Se veían sus pechos dentro del sujetador, su coño marcado por unas bragas blancas muy inocentes.

Yo —No se la quites guarra, me gusta verla así. Tiene un bonito cuerpo la puta, Sara asintió.

Yo —Dice la muy presumida que nadie la vio el coño, ¿guarra quieres arreglar eso? ¿Enseñarle el coño de tu amiga por primera vez a un tío?

Sara me miro flipando, Corine al leerlo se intentó apartar, pero Sara la sujetó. Y le dijo algo al oído.

Yo —Ese coño es mío ahora Corine, deja que la guarra me enseñe tu raja, además, ¡seguro que estás empapada!

Corine se quedó quieta cerrando los ojos, Sara entendió la señal.

Bajo sus manos despacio hasta las bragas de su amiga y tirando suavemente se las fue bajando, aparecieron los primeros vellos púbicos, después su raja, tenía un coño rubito, con poco pelo y muy recortado, su raja se veía preciosa. Dejo sus bragas a medio muslo.

Yo —Bonito coño puta, ¡encantado de ser el primer tío al que se lo enseñas! Mañana meteré mi polla en él.

Corine me miró entre asustada y cachonda.

Yo —¿no quieres que sea el mierdecilla ese que tienes por novio el que te meta su pollita con todo su amor? ¿Quieres que sea un cerdo el que te desflore como a una puta cualquiera?

Corine asintió.

Yo —Vas a ser una buena puta, guarra, desnúdala entera, quiero verla bien.

Corine ni se movió, Sara tiró de la camisa hacia atrás dejando sus tetas con sujetador a la vista, se la quitó, le soltó el sujetador y se lo quito, le bajo las bragas hasta el suelo. Allí estaba Corine completamente desnuda, sus tetas eran impresionantes, grandes y firmes.

Yo —¡menuda hembra eres! Te van a querer follar muchos tíos putita. Ella no se movía.

Yo —Bien, tu mejor amiga te dejo en pelotas para mí, hazle lo mismo, pero nada de despacio ni con cariño, quiero que me la muestres como una guarra, desnúdala rápido, sin contemplaciones.

Sara se quedó mirándola con miedo, no se esperaba que la tocara tan rápido.

Corine se movió, se acercó a ella y le saco la camisa por la cabeza sin desabrocharla. Luego la cogió del pelo haciéndola una cola y la puso bruscamente mirando hacia mí. Con una mano le soltó el sujetador, metió la mano en su culo y de un tirón le bajo las bragas hasta el suelo, le termino de quitar el sujetador lanzándolo a una esquina de la habitación, se puso detrás de ella y tirándola de los codos la obligo a sacar pecho. Sara no sabía dónde meterse.

Yo —¡Muy bien putita! Abre un poco los muslos guarra, ¡nada de cerrar las piernas conmigo!

Obedeció, Sara lucía un cuerpo impresionante también, tenía más pelo que su amiga en el coño y sus pezones eran más oscuros, una delicia. Sus tetas eran más pequeñas, parecían un par de bultos, le estaban saliendo, era más joven que la putita.

Les dije que se dieran la vuelta para ver sus culos.

Yo —Creo que a la guarra la daré primero por el culo. Bien, poneros las dos de pie, voy a sacaros una foto.

Corine —¿Es necesario?

Yo —Jajaja, no quiero que me acusen de violación, las mujeres sois muy raras.

Corine —Pero al año…

Yo —Os lo daré todo putitas.

Se pusieron ambas frente a la cam y sonrieron.

Yo —Ahora de perfil, una frente a la otra, que vuestros pezones casi se toquen.

Yo —Perfecto, ¡mañana empezamos!

Corine —Podemos…

Yo —¿?

Corine —¿¡Masturbarnos!?

Yo —¿Juntas?

Corine —jijiji, no, separadas.

Yo —Está bien

Corine —¿Quieres verlo?

Yo —No, ¡ya lo harás para mi mañana!

Corine —¡Me dará vergüenza!

Yo —Si, y otras cosas, pero ya se te pasará.

Corine —Está bien, haré lo que quieras supongo.

Yo —Venga, ir a correros guarras.

Corine —Gracias amo — Y cerró el msn.

Al día siguiente regresé a casa a medio día y puse el msn, estaba esperando, en cuanto entre me saludo.

Corine —¡Hola!

Yo —Hola, ¿sigues decidida?

Corine —¡Siiiiiii!

Yo —¿Y la guarra?

Corine —No sé, se ofrece a cubrirme, pero no se atreve…

Yo —Jajaja, si sabía yo…

Corine —¿Le importa que sea yo sola?

Yo —No serás tú sola, ya lo arreglaremos…

Corine —¿Entonces? ¿Cómo lo hacemos?

Yo —¿A qué hora sueles salir de casa los viernes?

Corine —Sobre las 7… Dije que pasaba el fin de semana en casa de Sara y está sola así que no hay problema.

Yo —¿Y no te llamaran tus padres?

Corine —Puede, pero al móvil…

Yo —Ok. Bien, esto es lo que quiero. Ponte mona, no mona, increíble, como si fueras a la fiesta de fin de curso de tu cole, maquíllate, arréglate el pelo… y ponte un vestido, corto si puede ser… sin sujetador, puedes llevar chaqueta, quiero que te arregles como nunca solo para que te folle yo. Quedaremos en plaza de castilla, si vas en metro, bájate un par de paradas antes y ve andando, mira a todos los tíos a los ojos y piensas que saben que vas a que desvirguen.

Corine —Ummmmmmm! Está bien, ¿hora exacta?

Yo —20:30 en la puerta del mc Donald, ¿ahí quedan los adolescentes no?

Corine —jijiji, ¡Cerdo! ¿Podré llamar a mi amiga?

Yo —Lo harás, iras contándole lo que te hago.

Corine —¡Dios, allí estaré!

Me dormí una siesta y a las 8 me puse en camino. Llegue 5 min antes, ella estaba ya esperando, pare a su lado, se asomó por la ventanilla y sonrió.

Corine —¿Carlos?

Yo —Putita

Abrió la puerta y subió al coche, cuatro adolescentes que la habían estado observando me miraban con cara de no saber si era el novio o su hermano mayor.

Yo —Bésame putita.

Corine —¿Aquí?

Yo —Si —Ella se inclinó y me dio un pico, la agarré por el cuello y abriéndola la boca le metí la lengua dándole un largo morreo. Mientras metí la mano entre sus piernas y la agarré el coño, ella temblaba, sus bragas estaban empapadas.

Un taxi pitó detrás.

Yo —Cuando te diga que hagas algo déjate la niña fina en casa.

Corine —Si señor.

Arranqué.

Yo —Quítate las bragas y dámelas.

Ella metió las manos y saco un culoté, se lo cogí y lo puse en el frontal del coche, justo delante de ella.

Yo —Escribe a tu amiga, pero léemelo antes.

Corine —“Voy en su coche, me besó y me agarró el…, estoy muy caliente, nerviosa”

Yo —Pon coño en vez de puntos y chorreando en vez de caliente.

Corine —Está bien —Lo envió.

Sara respondió a los 10 segundos, “¡Yo con mi novio y con el tuyo en el vip de Juan Bravo! ¡Cuéntamelo todo!

Llegamos a mi casa, aparcamos…

Yo —Coge tus bragas, puta, no puedes ir dejándotelas por ahí.

En el ascensor la besé otra vez pasando el dedo por el agujero de su culo, dio un saltito cuando le metí la punta del dedo.

Yo —Todos tus agujeros putita, míos, ¿recuerdas?

Ella se relajó un poco y volvió a besarme mientras acariciaba su agujerito.

Entramos en mi casa.

Yo —¿Que bebes?

Corine —Ron.

Le puse una copa y yo me puse otra, ella miraba mi casa con curiosidad.

Yo —¿Te gusta?

Corine —Si, ¡está bien!

Yo —¡Desnúdate!

Corine —¿Ya? ¿Así de golpe?

Yo —Tienes que acostumbrarte a estar desnuda conmigo, cuanto antes más fácil.

Ella se puso de espaldas y cogió su falda.

Yo —de eso nada putita, ¡mírame!

Se dio la vuelta avergonzada, tiro del vestido.

Tenía un bonito cuerpo. Sus tetas eran increíbles, y ver su coño, pequeño, completamente por estrenar me hacia la boca agua.

Le acaricié los pechos con la copa, el hielo hizo que sus pezones se pusieran duros como piedras.

Yo —Eres una hembra impresionante.

Corine —¡Gracias supongo!

Siéntate en esa mesa y abre las piernas, sube los pies, que se te abra bien el coño.

Ella obedeció, me senté justo delante de ella, muy cerca de su raja bebiendo de mi copa. Espere un minuto, ella estaba muy nerviosa. Le pasé un dedo por el coño, ella suspiró, seguí acariciándoselo por fuera, muy suave. Ella me miraba y abría un poco los labios mojándoselos.

Yo —¡Bonito coño!, ¿nadie lo vio puta?

Corine —¡Solo tú!

Le separé los labios con los dedos, dejé mi copa y pasé la lengua por el agujero de su coño, le metí la lengua un poco, sabia de maravilla, la saqué, pasándola por su clítoris, ella dio un gritito, baje haciéndola echarse hacia delante y llegue hasta su ano jugando con él, ella jadeaba. Volvía su clítoris cogiéndolo con los dientes, estirándolo un poco, pase un dedo por su agujero metiéndoselo hasta la mitad, ella levantaba el culo.

Llegó un mensaje de su amiga —¿Cómo vas? —Le contesté —¡Comiéndome el coño!

Seguí, bajé una mano hasta su culo y comiéndole el coño más fuerte le metí un dedo por el culo, ella echó el culo para atrás.

Yo —¡Ni se te ocurra putita!

Volvió a adelantar el culo, seguí comiéndole el coño un rato más mientras que le metía unos dedos por el agujero de su culo. Al final entre grandes jadeos se corrió cayendo desmadejada sobre la mesa. Su cara era de escándalo, le saqué una foto con su móvil y se la mandé a su amiga.

Sara —¡Que guarra!! ¡Me estas poniendo mala! ¡Y yo aquí haciendo el canelo!

La levanté.

Yo ¡Ahora arrodíllate puta!

Ella lo hizo, me saqué la polla, y le dije que la cogiera.

Yo —Métetela en la boca.

Ella lo hizo, le mande otro a su amiga —¡ahora aprendiendo a comer polla!

Le fui dando indicaciones, no era muy hábil, pero ponía interés.

Yo —Ahora la lengua por el agujero, chúpame las pelotas putita, métetela entera en la boca, ufff, ¡qué buena chupapollas vas a ser! Sigue, sácala y métetela hasta el fondo otra vez, ahora por debajo de los huevos. —Mírame puta, mira como al tío le gusta que se la chupes —Ella me miraba con esos ojazos, y seguía chupando —Me voy a correr guarra, quiero que te lo tragues todo ¿entendido? —Ella asintió con la cabeza, le cogí la mano enseñándola a machacármela más fuerte, y la otra para que me acariciara las pelotas. No tardé mucho en correrme en su boca, la agarré la cabeza para que no se apartara, pero no hizo falta, era una alumna obediente, tragó hasta la última gota.

Yo —Sigue dándole besitos a mi polla y dame las gracias.

Corine —¡Gracias!

Nos tumbamos en la mesa a fumar un cigarro. Cogí su móvil.

—¡Primera comida de polla, me encanto…!

Sara —¡Guarra!

Yo —Bien, túmbate, abre las piernas y mastúrbate para mí.

Corine — ¡Me da vergüenza!

Yo —No importa, hazlo.

Ella se tumbó, empezó a acariciarse las tetas cerrando los ojos

Yo —Abre los ojos guarra, te masturbas para mí no lo olvides.

Los abrió y me miro, estaba roja pero no dejo de acariciarse las tetas, bajo una mano a su coño y con un par de dedos empezó a jugar con su clítoris. La casa entera olía a su coño. Siguió, poco a poco se fue terminando de calentar y en 10 minutos se corrió entre jadeos muy suaves.

Yo —jajaja, que guarra eres, ¿te corres para mí y tratas de hacerlo como una señorita? ¡La próxima no quiero que seas tan discreta!

Corine —Esta bien amo —Me senté a su lado y la acaricié de arriba abajo.

Yo —Bien, va siendo hora de dejar la niña atrás ¿no te parece?

Corine —¿Tendrás cuidado?

Yo —Jajaja, te follaré bien, tranquila.

La cogí en brazos y la llevé a mi cama. Le puse la almohada debajo del culo abriendo sus piernas, puse mi polla en la entrada de su coño, ella cerro los ojos.

Yo —¡Abre los ojos puta! ¡Quiero que veas quien te va a follar!

Ella los abrió y me miró, se la veía asustada como un pajarito.

Yo —jajaja, ¿ahora sale la niña? ¡Pues quiero a mi puta ya!

Empujé la polla clavándosela sin detenerme, notaba como su coño se iba abriendo por primera vez al paso de una polla. Su himen se desgarro, ella dio un bote al sentirlo, pero no la deje moverse, seguí hasta que la tuvo toda dentro y noté mis huevos dar contra su culo. Ella me miraba con los ojos como platos. La saqué entera y se la volví a meter, así una y otra vez hasta que su coño cada vez más mojado, se relajó, ella me miraba y jadeaba. Cerro los ojos dejándose llevar.

Yo —¡de eso nada puta! ¡Mírame! ¡Y nada de disimular, te estoy follando guarra!

Corine me miró, jadeaba cada vez más fuerte según incrementaba el ritmo de la follada, abría la boca para respirar.

Yo — ¡Serás guarra!!? ¡Estas babeando como una puta perra!!

Ella cerró la boca, pero yo la cogí y le hice abrirla otra vez.

Yo —¡ni se te ocurra, me gusta verte babear cuando te follo puta!

Volvió a abrirla.

La follé un rato más, llamándola puta, estrujándole las tetas, al final sentí que me iba a correr.

Yo —¡Me corro puta! ¡Córrete conmigo!

Corine —¿Otra vez??

Yo —jajaja, ¿cuantas van?

Corine —¡Tres como mínimo!

Yo —Pues ala, otro, quiero que te corras cuando te llene el coño de leche.

Ella me rodeo con las piernas sujetándome, empujé una y otra vez hasta que exploté dentro de su coño. Notaba como el semen me rodeaba la polla junto con los jugos de su coño. Caímos rendidos. Deje mi polla dentro un par de minutos.

Yo —Sácatela y límpiamela.

Corine me miró con cara de sorprendida, con un gesto de dolor se sacó mi polla del coño y bajando se la metió en la boca.

Yo —¿Te gusta como sabe mi semen y los jugos de tu coño putita?

Corine —¡Me encanta!

Le sujetaba el pelo para ver cómo me la comía muy despacio limpiándola con mucha atención. Alternaba lengüetazos con pequeños besos, mis pelotas se las metió enteras en la boca.

Yo —Muy bien, ¿dónde aprendiste eso?

Corine —jijiji, Lo leí en uno de tus relatos.

Yo —jajaja, ¡muy atentamente por lo que veo!

Corine —¡Soy buena estudiante! ¿Ahora viene mi culo?

Yo —No, ahora tenemos que encargarnos del otro problema.

Corine —¿problema?

Yo —¡La otra putilla!

Corine —No quería… se rajó.

Yo —No podemos permitirlo, si la dejas fuera de esto tarde o temprano cantará.

Corine —¿la violaras?

Yo —¿Te gustaría?

Corine —ummmm, creo que ¡sí!!! ¿Soy mala?

Yo —Una auténtica guarra. ¿Cómo lo hacemos?

Corine pensó un momento —tengo las llaves de su casa, ¿la esperamos allí?

Yo —¿A qué hora llegara? ¿Sola?

Corine —Sola seguro, sobre las tres, sus padres la llaman a casa a esa hora.

Yo —Bien, vamos, creo que te follaré ese culito en la cama de sus padres.

Corine —Ummmmm, ¿y la violaremos? ¡Llegara muy borracha seguro!

Yo —Me la follaré por todos sus agujeros.

Corine —¿podré verlo?

Yo —Jajaja, me ayudaras, veras su cara cuando sienta una polla en su coño por primera vez, y la abrirás las piernas para mí.

Corine —Ummm

Llegamos a la casa de la amiga, era una bonita casa, todo decorado con muy buen gusto.

Conforme entramos hice que se desnudara mi putita.

Yo —Enséñame la casa.

Me hizo un tour, el salón, la habitación de la guarrilla, al final llegamos a la de sus padres. Tire la colcha al suelo.

Yo —Desnúdame.

Ella se acercó y despacio fue quitándome la ropa. Cuando quito la ropa interior mi polla salió disparada como un resorte dándole en la cara, me beso la polla y se la metió en la boca.

Yo —Tus novios estarán encantados contigo putita, tienes instinto de chupapollas.

Putita —¡Gracias supongo!, nunca pensé que esto me gustaría tanto.

Yo —¿“esto”? a ver si aprendes de una vez

Putita —Chuparle la polla a un tío, siempre pensé que me daría cierto asco.

Yo —¿Y no es así?

Putita —Si lo pienso sí, pero cuando la tengo delante solo puedo pensar en metérmela en la boca y chupársela.

Yo —Jajaja, ¡muy bien!

Nos tumbamos en la cama, ella se puso sobre mí y apuntándola a su raja empezó a metérsela despacio, yo la deje hacer mientras jugaba con sus gordas tetas.

Yo —Déjala salir casi del todo y clávatela otra vez, te gustara más.

Putita —Si señor

Yo —eres una guarra ¿lo sabes no? Follando en la cama de los padres de tu amiga, con un tío mayor en vez de esperar a tu novio.

Putita —Lo soy, una guarra, ¡su guarra!

Se iba calentando cada vez más, notaba los líquidos de su coño mojándome las pelotas.

Putita —¡joder, me siento como una puta!

Yo —¡Es lo que eres, mi puta! ¡Mi guarra! ¡Una cerda que solo quiere polla!

Putita —¡Si, quiero mucha polla! ¿Me la dará verdad? ¡Quiero que me folle todos los días! ¡Que me dé su leche, lo que quiera, pero quiero que me use!

Yo —tranquila, pienso hacerlo.

Se corrió y se tumbó sobre mi pecho jadeando.

Putita —No se corrió.

Yo —No, hazlo con tu boca, me gusta llenarte la boca de semen.

Ella se sacó la polla y se la metió en la boca mientras yo acariciaba una de sus tetas.

Le iba dando indicaciones.

Mas fuerte… más suave… hasta el fondo… haz ruidos, me gusta el chapoteo en tu boca…

Ella lo hacia todo acompañado de algún gemido cuando le retorcía el pezón que tenía a mano.

Yo —Me voy a correr putita, no te voy a sujetar la cabeza, quiero que te lo tragues todo ¿entendido?

Putita —Si señor.

Yo —A partir de ahora tragaras siempre que puedas, al menos conmigo, el de tus novios lo puedes escupir si quieres.

Putita —¡Solo tragare el suyo señor, solo habrá una polla que alimente a esta puta!

Yo —Jajaja, ¡que lectora más lista!

Ella me guiño un ojo y siguió estrujándome la polla, chupando cada vez más fuerte, mirándome a los ojos y pidiéndome que me corriera en su boquita. Al final no aguanté más y solté toda una descarga en su boca, ella pego los labios al capullo y sorbió muy fuerte, cuando dejo de salir semen espero un minuto y después me fue lamiéndome la polla de arriba a abajo junto con mis pelotas. Al terminar subió y me abrazo.

Putita —¿Le gusto?

Yo —Me encanto.

Nos quedamos un rato así, abrazados y acariciándonos, su cuerpo producía vértigo. La puerta de la calle sonó, su amiga había vuelto, sonó algo al caer en el pasillo, la putita se rio.

Putita —Va borracha, ¡siempre tropieza con todo!

Le dije lo que quería que hiciera, esperamos un rato más hasta que los ruidos cesaron y salimos al pasillo.

La putita se acercó a la habitación de su amiga, esta estaba tirada en la cama dormida con unos pantalones negros ajustados y un top blanco.

Encendió la luz de la mesilla y se sentó junto a ella, su amiga balbuceaba algo.

Corine le quito los zapatos, su amiga no se dio ni cuenta de que yo estaba mirando. Después le soltó el pantalón y se lo bajo hasta debajo de las rodillas.

Fui a por el móvil para hacer unas fotos de recuerdo.

Cuando volví ya le había quitado los pantalones y forcejeaba para quitarle el top. La guarrilla estaba ahora en ropa interior sobre su cama. Le hice una señal y le soltó el sujetador, después bajo sus bragas y se las quito. La guarrilla estaba muy buena.

Putita —Tampoco nadie la había visto así señor.

Yo —Muy bien, eso me gusta, esta guarra va a dejar de ser una niña y no se va a enterar hasta que tenga mi polla dentro.

La putita sonreirá, abrió las piernas de su amiga mostrándome su raja.

Me acerque, pase un dedo por ella metiendo la punta del dedo, la guarrilla gimió. Me agache y le pase la lengua saboreando su coño. Separe sus labios y busque su agujero metiendo la lengua dentro.

Yo —Esta guarra esta empapada, su novio le debió dar un buen calentón.

Putita —O el mío, ¿quién sabe?

Yo —jajaja, bueno, tu tampoco fuiste una santa, si el pobre cornudo quiere calentarme a esta puta puede hacerlo.

Putita —No me importa lo más mínimo la verdad, me gusta, pero me gusta más Ud.

Yo —ya se lo que te gusta a ti

Putita —Si, su polla, pero es más que eso, me gusta lo morboso que es. ¡Follesela! ¡Quiero ver cómo le mete la polla!

Yo —La pérdida de la virginidad es importante para una chica, se merece verlo, cogí el móvil y enfoque a la putita que estaba desnuda en el suelo junto al coño de su amiga. Dile lo que va a pasar.

Putita —¡Hola mi amor! ¡Esta noche perdí la virginidad como sabes!! ¡Ahora te toca a ti!, ¡mira!

Enfoque a la guarrilla que estaba con las piernas abiertas, las tetas moviéndose por la respiración, en su cama sin deshacer, le dé el móvil a la putita. Ella se separó un poco y nos enfocó.

Me puse delante de la guarrilla, tocándome la polla con una mano y sus tetas con la otra. Apunte a la entrada de su coño y con un empujón metí la punta de la polla en su coño.

Ella dio un bote, pero seguí sin despertar, despacio comencé a sacarla y a meterla, cada vez un poquito más, su coño se iba empapando por momentos. Note su himen, intacto, esperándome, lo empuje un poco, sacando y metiendo… la guarrilla jadeaba. Di un empujón más y se lo rompí, ella abrió los ojos y me miro sorprendida.

Metí la polla hasta el fondo, ella dio un fuerte jadeo.

Se levantó y me cogió por los hombros.

Guarrilla —¿Quien…? ¡Quien!!? ¿Quién eres?

Yo —¡El que te acaba de desvirgar guarrilla, tu amiga no quería que te perdieras esto!

Seguí sacando y metiendo mi polla en su coño mientras la estrujaba las tetas, ella jadeaba, descubrió a su amiga desnuda a poca distancia.

Guarrilla —¡Corine!!

Putita —¡Cállate! ¡Y disfruta de tu primera polla!!

Ella empezó a correrse, finalmente acepto lo inevitable y se dejó caer otra vez gimiendo. Empuje más fuerte, la cogí de las caderas follándola a lo bestia.

Putita —¡Córrase dentro amo!, llénele el coño de semen a esta guarra!

Empecé a correrme, la guarra apretaba las piernas a mi alrededor entre fuertes espasmos, escupí semen dentro de su bonito coño, al final caímos los dos desmadejados sobre la cama. Ella se apartó un poco sacándose mi polla. Me levanté, la cogí y la puse bien en su cama, le puse la almohada debajo de la cabeza y sentándome sobre sus tetas le metí la polla en la boca.

Ella se revolvió intentando sacársela.

Yo —Putita, envíaselo a su novio.

Putita —¡Si amo!

La guarrilla nos miró aterrada —¡No, por favor!

Yo —Putita, dile a esta guarra que se hace después de follar.

Putita —¡Se le limpia la polla al amo y se le dan las gracias!

Ella nos miraba horrorizada, la putita le enseño el móvil, la garrilla abrió la boca y se metió mi polla en la boca, chupaba bastante mal, pero la dejo bien limpia. Cuando lo estaba intento sacársela, pero no la deje, me había empalmado de nuevo.

Putita —¡Mira quién va a aprender a tragar leche!

La guarrilla nos miraba a los dos, empecé a follarle la boca ella soltaba babas, no se sincronizaba, pero a mí me daba igual. La putita se puso a nuestro lado grabando la follada de boca de su amiga.

Putita —Joder Sara, ¡nunca pensé que vería como un tío te follaba la boca! ¡Que guarra eres!

Yo seguí metiéndosela en su bonita boca, no me quedaba mucho, la putita lo noto.

Putita —¡Se va a correr! ¡En tu boca!! Tranquila, no es tan malo, a mí me encanta y solo llevo un día haciéndolo.

Explote, ella soplaba intentando no tragar, la tape la nariz, empezó a tragar, estaba roja, de vez en cuando la soltaba para que respirara un poco. Termine de vaciarme y se la deje unos minutos más, ella conforme noto que mi polla se relajaba entendió lo que tocaba y volvió a chupármela muy despacio ya sin intentar escaparse.

Al cabo de un rato se la saque y me tumbe en la cama con la guarrilla a un lado, la putita se me tumbo encima y me beso.

Guarrilla —¡Sois unos brutos! ¿Qué os costaba esperar a que me animara?

Yo —Si te hubiera dejado sin follar tarde o temprano habrías contado lo de la putita, ahora no puedes.

Guarrilla —Puede, pero así a lo bruto…

Yo —¿No te gusto?

Guarrilla —¡Nunca lo imagine así… pero si, si me gusto, aunque me queda mucho por aprender creo!

Yo —es normal tranquila, tu amiga quiere que me la siga follando cuando quiera, tu puedes elegir.

Guarrilla —¡Ya puestos…! ¡mejor malo conocido...!

Yo —Jajaja, ¿malo? Te corriste tres veces por lo menos, lo note, malo es tu noviete contándoselo a los amigos.

Guarrilla —¡También es verdad!

Me levante, busque mi ropa interior y me la puse.

Yo —Enséñame tu cocina

Guarrilla —¿Vas a cocinar?

Yo —Follar me da hambre, ¿unos spaguettis?

Putita —¡Por mi vale!

La guarrilla fue a ponerse algo.

Yo —Desnudas guarrilla, conmigo siempre desnudas.

Guarrilla —Esta bien.

Cocine algo mientras las veía corretear desnudas por la cocina poniendo la mesa o pasándome ingredientes…

Esa noche seguimos follando y durmiendo a ratos, las niñas aprendían rápido, sobre todo iban relajándose. Terminamos los tres desnudos en el sofá de la casa de Sara charlando y fumando tranquilamente.

Corine —¡Uff, que fin de semana!

Yo —ya se termina putita, podrás volver a tu vida normal dentro de un rato.

  • Encantado de que me escribais o agregueis, los escribi para conocer mujeres morbosas la verdad.