Dos vecinos, dos amigos (2)

Continuación de las relaciones de dos amigos primero con la madre de uno de uno de ellos y luego se una la otra.

DOS VECINOS, DOS AMIGOS (II).-

Hola, amigos lectores de Amor Filial. Hace poco les conté la primera parte de una relación entre mi amigo Luís y su madre Almudena, a la que luego me invitaron a mi.

En esta parte les narraré como los cuatro nos lo llegamos a montar juntos, gracias sobre todo a la inestimable ayuda de Almudena.

Después de la increíble sesión de sexo que tuvimos Luís, su madre Almudena y yo siguieron otras. Incluso se dio algún caso en que yo iba a buscar a Luís, pero éste no estaba, y Almudena y yo aprovechábamos para echar un polvito. Cunado no estaba mi madre ni nadie delante, salvo Luís, su madre y yo nos saludábamos con besos en la boca (igual que su hijo y ella).

Sin embargo había algo que a mi me reconcomía por dentro. Luís tenía mucha suerte con la cachonda de mi madre, sin embargo yo tenía a sor Clara por madre. Como he comentado lo más que la había visto es en sujetador y bragas, y por descuido, que si no, ni eso.

Se lo comenté a Almudena y Luís.

-La verdad es que vosotros tenéis mucha suerte, porque lo que es mi madre

-Vaya, Albertito, no me digas que te gustaría ver a tu madre desnuda.

-Tú lo has dicho, me gustaría, pero creo que es imposible.

-Nada es imposible.

Ahí quedo la cosa. Un par de días más tarde la madre de Luís tuvo que ir a otra ciudad porque una de sus hermanas había tenido un niño. Como no podía ser de otra manera, mi amigo se vino a quedar a casa. Esto también era un plan preconcebido, ya que la idea era trazar un plan para poder ver a mi madre sin ropa.

Estuvimos al acecho y no había forma. Mi madre cada vez que se iba a dormir cerraba la puerta de su habitación, con llave. Se acostaba siempre a la misma hora y se levantaba a la misma, como un ordenador.

La segunda noche nos levantamos e intentamos entrar en la habitación de mi madre con el pretexto que nos dolía el estómago. Pero la puerta estaba cerrada y mi madre contestó que se ponía algo y salía en seguida. Esa fue nuestra primera sorpresa, o bien mi madre dormía desnuda o con algo muy "sensual".

A propósito nos dejamos los botones del pantalón del pijama sin abrochar, y como era bastante amplio se podía ver perfectamente nuestras pollas por ahí.

Mi madre no dijo nada, pero desde luego si que se quedó mirando a nuestras pijas. Algo era algo, pero yo creo que si llego a estar solo me habría ganado una reprimenda.

La cosa es que cuando volvió la madre de Luís nos reunimos en su casa a ver que podríamos hacer. Almudena dijo que por supuesto me ayudaría a "liberalizar" a mi madre. Según su idea lo primero era cambiar su forma de vestir ("déjalo de mi cuenta").

Poco a poco vimos como mi madre salía más de compras con Almudena.

Como teníamos al confidente de nuestra parte no dijo que era un poco difícil convencerla para cambiar, pero que poco a poco lo iba haciendo. En principio el motivo que aducía mi madre es que era viuda. Como es lógico Almudena le decía que viuda era, pero que no por eso ella tenía que estar bajo tierra, que vale que tu marido ha muerto, pero tú sigues viva, y tienes un hijo. Además note das cuenta que el siente mucha pena por no verte feliz, y tal y tal.

Parece ser que estas charlas empezaron a causar un poco de efecto en mi madre, ya que no es que hubiese hecho un cambio espectacular, pero si que se notaba que cambiaba su vestuario. Incluso pude ver que se compraba unos vaqueros ajustados, cosa que no recordaba haber visto, ni siquiera para ir al campo.

Yo por mi parte le decía que con la nueva ropa se le veía mucho mejor (y además era verdad), que parecía más juvenil, más feliz, en general cosas que la animasen a seguir con el cambio.

Una de las veces que se fueron de compras volvieron a casa de Almudena con varios paquetes. En una táctica estudiada para poder ver a mi madre la madre de Luís le dijo que fuesen a probarse las cosas nuevas a ver que tal les quedaban.

Como es lógico se metieron en el dormitorio de Almu, y ésta a propósito dejó la puerta abierta. Como no podía ser de otra manera mi madre le dijo que si no cerraba la puerta, a lo que la madre de mi amigo le respondió que en su casa no era costumbre cerrar las puertas. De esta manera Almudena se cambió de forma que pudimos verla, pero cuando se iba a cambiar mi madre, le dijo que si no le importaba iba a cerrar la puerta, ya que ella no estaba acostumbrada y que yo tampoco a cambiarnos con las puertas abiertas.

Esa fue la primera desilusión que tuve, pero bueno, quedaba tiempo.

En otra ocasión si tuve la posibilidad de ver las pedazo de tetas de mi madre. Como le comentamos a Almudena que la habíamos vista tomando el sol en topless en el trozo de jardín lateral, y se le iluminó la bombilla. Había quedado con mi madre para charlar un rato. En eso nosotros aparecemos y les decimos que nos vamos al centro comercial a jugar un rato a los recreativos. La verdad es que nos iríamos y entraríamos en casa sin hacer ruido y subiríamos a la habitación de Luís.

El caso es que nos dimos una vuelta por ahí para dejar pasar el tiempo. Mientras Almudena hablaba con mi madre. En un momento dado y como por casualidad le dijo a Clara, mi madre, que podían aprovechar que nosotros no estábamos para tomar el sol en topless. Como es lógico mi madre se resistió, diciendo que nos podían ver, que le daba vergüenza y eso. Almu le respondió que la vergüenza no podía quitársela, que ya era mayorcita para eso, pero que desde luego si lo que le preocupaba es que alguien las viese, por eso podía estar segura, ya que era en la parte de la casa que quedaba oculta de la vista de todos lados (excepto de la habitación de Luís). La verdad es que mi madre se hizo de rogar un poco, pero luego se animó, quizá para no parecer tan conservadora. Le dijo a Almudena que iba a casa a buscar el bañador y que volvía, a lo que la madre de Luís le dijo que ella le dejaba un bikini, ya que ella sabía que mi madre no tenía bikinis y que era un rollo hacer topless con un bañador.

Mi madre aceptó, y Almudena le dio una braguita de bikini de lo más pequeña que tenía. Mi madre se sorprendió un poco, y le dijo que era muy pequeño. Almu le dijo que era como el suyo (la verdad), y que no se preocupase, que nadie iba a verlas.

Salieron al pequeño jardín, y en seguida Almudena se quitó la ropa y se quedó con la braguita. Mi madre fue un poco más reticente, pero al ver la naturalidad de su amiga, se armó de valor, y se quitó la camiseta, quedando con las tetas al aire.

Nosotros llegamos de nuestra vuelta y subimos en absoluto silencio a la habitación de Luís. No me lo podía creer. Mi madre estaba semidesnuda junto a su amiga tomando el sol. La erección que tuve fue inmediata. Luis me dijo casi sin hablar que vaya pedazo de tetas tenía mi madre. Era verdad. Nunca me imaginé que pudiese estar tan buena.

Ese era un momento histórico, y como tal había que recordarlo. Sacamos la cámara digital de Luís e hicimos fotos hasta que nos cansamos.

De la misma forma que llegamos nos fuimos, es decir sin hacer ruido.

Por la tarde estuvimos hablando con Almudena y viendo las fotos. La verdad es que se veía a mi madre fantástica. También le hicimos unas cuantas a Almudena, que sonrió al verlas.

Nos comentó que mientras estaban tomando el sol estuvieron hablando y que ella le comentó a mi madre, que por qué teniendo el cuerpo tan bonito que tenía no le sacaba partido. Ella le dijo que desde que murió mi padrino había tenido ganas de nada, e incluso había perdido el apetito sexual.

Almudena le dijo que si estaba de broma, y creo que mi madre la miro muy seria y le dijo que no, que ahora si sentía alguna que otra necesidad, pero hasta hace poco, nada.

Almudena le dijo que mientras estuvo casada con su marido le fue fiel, pero desde que se separó, había tenido algún "romance", pero que era difícil encontrar a alguien de confianza, por lo que la verdad había tenido menos sexo del que hubiese deseado.

Mi madre se ruborizó con sus comentarios.

Otra vez Almudena convenció a mi madre para salir a comprarse unos bikinis, ya que como había dicho solo tenía bañadores y de corte muy clásico. Como hasta entonces mi madre se mostró reacia, pero luego aceptó que podía ser una buena idea. Decidieron ir un día a un centro a comprarlo. Ese día nosotros "también" teníamos que comprarnos un par de bañadores.

Nos las ingeniamos para ir juntos. Mientras Almudena "ayudaba" a mi madre a elegir un par de bikinis, en general los que le aconsejaba eran bastante atrevidos, y mi madre ponía la excusa de siempre de "no es mi estilo", nosotros cojimos un par de bañadores que nos gustaron. Al final mi madre pasó con Almudena a probarse 4 o 5 juegos de bikinis, 3 muy clásicos y de mucha tela y dos más provocativos, a insistencia de Almudena.

Nosotros pasamos al probador de al lado, y con un pequeño artilugio que habíamos preparado, con un espejo en el extremo pudimos ver como mi madre se cambiaba, eso sí, solo se quedó en ropa interior.

De todas formas noté una evolución en la ropa interior de mi madre, de la típica ropa de "abuela" a otra más actual, con encajes, trasparencias, etc.

Poco a poco se notaba la mano de Almudena sobre mi madre.

La cosa es que en menos de dos semanas era el cumpleaños de mi madre. Desde la muerte de mi padre no había celebrado sus cumpleaños, y los míos casi tampoco, pero como era un chico hacía un pequeño esfuerzo para comprarme algo como regalo y un pastel o similar.

Ese año me propuse darle una pequeña sorpresa, y previa consulta a mis dos compinches preparamos algo para ese día. Yo le compraría un bikini de los que no aceptó por ser "muy atrevidos" y Almudena le regalaría algo de lencería fina, de la picante de verdad.

El día en cuestión felicité a mi madre como es habitual, con un beso y un ramo de flores. Ella me lo agradeció y la verdad es que la noté un poco más alegre que otros años anteriores.

La verdadera sorpresa llegaría por la noche, cuando con algún pretexto fuese a casa de mis amigos. Yo ya no podía aguantar más. Cunado faltaba una media hora para la cena que teníamos preparada me inventé una excusa para ir a casa de Luís, algo como probar un nuevo videojuego o algo así. Cuando era la hora, Almudena llamó a mi madre y le preguntó si se podía acercar a su casa que quería enseñarle unos trapos que se había comprado.

De la forma más inocente del mundo mi madre vino a casa de Luís y Almudena. Cuando tocó el timbre, apagamos las luces, encendimos las velas de la tarta y Luís abrió la puerta. Mi madre entró y le gritamos el consabido "¡¡sorpresa!!".

La verdad es que mi madre se sorprendió mucho y como creo conocerla un poco estoy seguro que a punto estuvieron de saltársele algunas lágrimas.

Solo tenía palabras de agradecimiento, y e miraba y me decía que como era posible que hubiese hecho eso, que ella apenas había celebrado mis cumpleaños. Me dio muchos besos y nos daba constantemente las gracias.

Pasamos a cenar. La verdad es que Almudena se había lucido. Había puesto una cena en fases. Los aperitivos muy bien, y sobre todo me llamaron la atención las botellas que había.

Primero aperitivo con un poco de fino de jerez con jamón, gambitas, etc

La verdad es que el fino si está fresquito entra muy bien en el cuerpo. Mi madre no está muy acostumbrada a beber, por lo que se lo advertía a Almudena. De forma muy estudiada, pero como quien no quiere la cosa no dejaba que el vaso de mi madre se vaciase. Cuando ella le decía que ya era bastante, la respuesta era que "un día es un día, y además hoy no vas a conducir".

La verdad es que solo con el vino ya se había desinhibido bastante, pero todavía quedaba.

Luego puso un plato principal a base de carne y abrió una botella de tinto de Rioja. Nosotros lo probábamos, pero a mi madre, con eso de ser la homenajeada, no se le podía vaciar la copa.

Al final ya no pudimos poner más porque se negaba, poniendo la mano sobre la copa, y no queríamos romper el ambiente especial que se respiraba.

Como no podía ser de otra manera el postre era tarta de cumpleaños. Almudena insistió en que mi madre debía hacer los honores y partir la tarta. Lo hizo y se le notó que su pulso no era el habitual. En ese momento le entregamos los regalos. Había que ver la cara de mi madre cuando los vio. Se puso roja como un tomate. Nosotros por aquello de la fiesta le gritábamos "que se los pruebe, que se los pruebe". La verdad es que era difícil que lo hiciera, pero como cosa excepcional se los puso por encima de la ropa, incluso el conjunto de lencería que le regaló Almudena.

De nuevo besos para Luís, para mi y un abrazo emocionado para Almudena.

Nos sentamos en la sala de estar y Almudena regresó con varias botellas de licor. Como de costumbre mi madre dijo que ya había bebido bastante y todo eso, pero Almudena la cortó, le dijo que se dejase de tonterías, que era su cumpleaños y que un día había que descocarse un poco. Después del sermón "pidió" un whisky con hielo. La verdad es que creo que ya estaba entrando en un punto en el que le importaba poco lo que bebiese.

En el sofá la madre de Luís preguntó si teníamos alguna película para ver y terminar la noche.

La verdad es que no teníamos nada preparado y nos dejó un poco perplejos. Pero Luís estuvo muy rápido de reflejos y le dijo que tenía una pero no era apta para ellas.

-¿Cómo que no es apta para nosotras?

-Verás mamá, la peli es muy, muy fuerte, y no creo que tú y Clara podáis verla

-Has oído eso Clara, que la peli es fuerte para nosotras. Que te lo digan dos mocosos como estos. Vamos a ver esa película.

-Si, vamos a verla.

No me lo podía creer. Mi madre había dicho que llevásemos una peli que las dos sabían que era porno.

La pusimos y les advertimos que era realmente fuerte. La insistencia de Almudena en verla animó a mi madre. La película en cuestión era una que habíamos comprado Luís y yo, porno, evidentemente y que se centraba en el tema del incesto.

La verdad es que si conociesen el argumento a lo mejor habrían dicho algo, pero como los diálogos eran en alemán no sabían que era del tema de incesto. Todo lo más que era de sexo con maduras.

Cunado terminó la película hablamos sobre lo que habíamos visto. Mi madre decía que no entendía como podía suceder que un chico joven pudiese hacer el amor con una mujer mayor que él.

Luís y yo nos miramos y nos reímos.

Mi madre preguntó que de qué nos reíamos.

Le dijimos que no se había enterado de que iba la película. Le comentamos que no eran una pareja normal, sino que eran madre e hijo.

Ella dijo que eso era imposible. Le dijimos que no, que si bien no era frecuente, si que sucedía, y que en algunas sociedades eran relaciones naturales y que en otras eran más frecuentes de lo que parecía, pero que había mucho secretismo por ser un tema tabú.

En eso Almudena que no había abierto la boca dijo algo.

-Hombre, no se si es o no frecuente, pero si he oído que se da. No me imagino como puede dar lugar a esto.

-Pero Almudena, yo creo que es imposible.

-No, Clara, imposible no, pero como digo no es frecuente. La verdad no es como llegar y decirle a tu hijo: hola, Luís, quieres hacer el amor conmigo?

-Por Dios, Almudena, eso no se puede decir así.

-No se. Podemos probar: Luís, tu harías el amor conmigo?

Mi amigo se puso rojo y no abrió la boca.

Por mi parte si que me atreví.

-Pues yo si que te haría el amor. La verdad es que eres muy guapa y tienes un cuerpo estupendo.

-Alberto, que dices. Pídele perdón ahora mismo a Almudena.

-Que no, Clara, que no hace falta. Que un chico guapo como Alberto me diga eso quiere decir algo, no crees.

-Bueno, visto de ese modo

-De verdad crees que tengo un buen cuerpo?

-Por lo que he podido ver, si.

-Bueno, si quieres juzgar un poco mejor

En ese momento Almudena se levantó y se abrió la camisa.

-Almudena, por dios, ¿Qué haces?

-Venga, Clara, no me digas que te da vergüenza enseñar a estos dos.

-Pero si son nuestros hijos.

-Pues quien mejor que sus madres para enseñarlos. Anda Alberto, ven aquí y dime si es como te imaginabas

Fui hasta donde estaba Almudena y me cogió las manos, que llevó a sus tetas. Mi madre no daba crédito a lo que veía, pero tampoco se oponía.

Luís por su parte se despojó de sus pantalones y empezó a acariciarse la polla por encima de sus calzoncillos. Mientras su madre me bajó los pantalones y me movía el cipote de arriba abajo.

Luís se quitó la camisa. Su madre terminó de desnudarme y se desnudó ella.

Mi madre no decía nada, pero pronto sus actos empezaron a traicionarla, y se pasó la mano por encima de su blusa.

Lo nunca visto. Mi madre se estaba poniendo cachonda.

Almudena empezó a comerme la polla.

Luís se fue hacia donde mi madre.

-¿Puedo, Clara?

Mi madre no contestó, pero no impidió nada. Luís le empezó a tocar las tetas. Mi madre se dejaba hacer. El muy cabrón estaba sobando a mi madre. ¡Quería ser yo quien hiciese eso!

Sin embargo no me podía quejar, ya que su madre me estaba chupando el rabo. Luís se hizo más atrevido y le quitó unos botones a la camisa de mi madre. Ella no hacía nada, por lo que mi amigo siguió. Le terminó de quitar la camisa y le desabrochó el sujetador. Pude volver a ver las tetas de mi madre ¡que buena está!.

Luís siguió, ahora con un poco de ayuda de mi madre. Se quitó la falda, y se bajó las bragas. Era el momento culminante.

Almudena se dio cuenta.

-Alberto ¿no te apetece comerle el coño a tu madre?

-Ya lo creo.

-Pues corre.

Mi madre se sentó sobre el sofá y abrió las piernas. Metí mi cabeza entre ese frondoso bosque y empecé a lamer como loco. Mi madre gemía.

-Oh, Sii!!! Que bueno, que bueno, ahhhh!

-Que bien sabe tu coño!

-Si, hijo, sigue comiéndome, que me voyyyyyy!

La verdad es que no duró ni 2 minutos, se corrió como una loca.

Cunado nos giramos vimos que Almudena y Luís estaban follando ya.

Mi polla se puso más dura que nunca. Mi madre me hizo un gesto elocuente para que la penetrase. Era la culminación de mi sueño, follarme a mi madre.

Fui poco a poco, aumentando cada vez más el ritmo. Resultó que mi madre era una tigresa y recuerdo con cariño sus uñas clavadas en mi espalda y como mordió mis hombros.

Enfrente nuestra Almudena tenía otra de sus sesiones de canta, hay que ver como gritaba.

Nos corrimos los cuatro en muy poco espacio de tiempo. La única que fumaba era Almudena, pero ese día todos nos fumamos un cigarrito después de

Si quieren que siga esta sería os agradecería los comentarios a mi e-mail: incestator@yahoo.com