Dos veces soñé contigo

Hace más de una semana que te conocí y dos veces he soñado ya contigo

Escrito anoche…

Me acostaré esta noche de sábado a follar locamente con mi mujer, Marga…, pero después quiero dormir plácidamente y soñar por tercera vez contigo, si mi mente me acompaña…

Tu figura es esplendida…

Era el pasado viernes 26.06.2020.

Una mujer rubia tan alta, tan agradable, tan madura, tan sensual, tan todo…

Cuando atendías la fotocopiadora solo podía observar…, sin dejar de parpadear…,  la leve sombra de tus bragas oscuras tras esos pantalones ajustados de color beige…

Durante todo el recorrido en que me mostrabas las instalaciones de tu empresa, solo podía intentar saborear tus aromas…, el de tu pelo, el de tu piel, el de tu ropa…, sin poder acercarme a ti suficientemente por evitar suspicacias…

Al rellenar la documentación con esa letra tan bonita que tienes, no sabía dónde mirar, pues todos los detalles de tú cara, torso y manos…, todos los detalles…, quería interiorizarlos dentro de mí para siempre…

Tus uñas pintadas desde hace unos días tenían un encanto rosado sensual y femenino…

Tus finos dedos me alentaban emocionalmente a desear besarlos miles de veces algún día del incierto futuro junto a ti…

Los maravillosos pliegues de tus axilas…, esos dobleces…,  que daría media vida ahora mismo por lamer…

Esos preciosos pechos bien colocados gracias a ese sugerente sujetador de encaje negro que levemente alcanzaba a ver…

Tu cuello de piel mixta, con los signos de tu bella madurez, resaltaba al recibir la luz del bello sol de la ventana a tu izquierda que adoraba levemente tu sensual y maravilloso rosto en su conjunto…

Tu precioso pelo dorado con aquel juvenil peinado arropaba ese rostro jovial, maduro pero ávido de ser deseado…, o así lo deseaba y deseo…

Tu mentón, tus pómulos, tus labios, tus ojos, tus pestañas, tus cejas, tu nariz…, todos los detalles de tu sensual rostro…, los hice míos,  dedicándoles a todos ellos unas décimas de segundo…

No quería perder ningún detalle.

Quería llevármelos para siempre…

Tus ojos al despedirme no me dijeron lo que quería ver o intuir… ¡Qué lástima!

Habría dado media vida por dedicarte unas horas de mi cuerpo y mi sexo…

Sabes…, mi amor…, haría cualquier cosa que me pidieses…

Mi bella Eugenia…, dos veces he soñado ya contigo desde que te conocí…, y esta noche quiero soñar una vez y conseguir correrme en mi sueño, para poder poseerte aunque no estés junto a mí…

Terminado esta mañana de domingo…

El polvo de anoche fue genial…, luego les cuento detalles…, y el tercer sueño apoteósico…, también les contaré…

PEPOTECR.