Dos sissies y un retorno 2

Marlene se encuentra con su Mistress en el pasillo mientras Cerdita espera paciente colocando el equipaje de aquella

Como recordaréis, me encontré con mi antigua Aventajada nada más salir de la habitación...

  • Hola Gia, o yo también debo llamarte Marlene?
  • Hola Ana, tu sabes que puedes llamarme como quieras, al fin y al cabo soy tu creación - contesto turbada por su simple presencia

Como ya os indiqué, Ana había sido mi tutora y ella me llevó a alcanzar las más altas cotas que una sissy puede desear, de su mano pasé de ser un torpe macho apático y sin ningún sexappeal a convertirme en una sissy deseada y deseosa capaz de aguantar una noche entera siendo la única hembra para un grupo de 5 alfas. A Ana le debía TODO como sissy, aunque cuando abandone la escuela el miedo me pudo y no fui capaz de decírselo y desde aquel dia no la había vuelto a ver

Ya suponía que iba a querer hablar conmigo cuanto antes, pero no esperaba que fuese tan pronto, y, desde que decidí volver le estuve dando mil vueltas a cómo afrontar este momento decidiendo que lo mejor frente a Ana era no enfrentarse a ella y aguantar su reprimenda. Era consciente de que Ana siempre tuvo una gran fe puesta en mí y la decepcioné con aquella decisión y por eso debía pagar el castigo que ella estimase.

  • Te fuiste sin despedirte Gia… te fuiste sin ni siquiera debutar como Aventajada ¿Puedo saber por qué? - preguntó directa mientras abría la puerta de su habitación y me invitaba a pasar.
  • Sabes perfectamente por que, Ana, eras la única persona que me importaba de la escuela y no pude enfrentarme a ello, necesitaba mi espacio sin que nadie interfiriese en mi decisión y se que tu hubieras intentado por todas las vías posibles que diese un paso atrás.
  • Pero ni una llamada en todo este tiempo Gia, mi dulce Gia, pensaste en como me quedaba yo aquí sin ti?
  • ¡Todos y cada uno de los días Ana, todos! no hubo ni una sola orgia en la que participara como honbre, ni una sola raya de coca que me metí con la esperanza de que me llevase a otro mundo diferente aunque fuese solo mentalmente para olvidar el infierno que era mi vida , ni una sola vez en la que tu imagen y todo lo que me has enseñado y he vivido a tu lado no invadiese ni cabeza diciendome que era idiota por no estar aqui contigo!¡Idiota por no seguír bajo tu amparo si aceptabas ser mi Mistress personal! ¡Así que por favor, aceptarme como tu sumisa, ponme el castigo que consideres necesario porque soy consciente de que lo merezco y lo acataré con la resignación de sissy que soy pero nunca, nunca vuelvas a pensar que no pensé en ti!

Los bellísimos ojos verdes de Ana mostraban la  mirada perdida tras mi alegato. Ana era una sissy Mistress tocada por el don de la elegancia y se reflejaba en cada movimiento que hacía a través de la estancia para preparar unos cócteles. Era un espectáculo la exquisitez, autoridad 8 diosa de la sumisión sissy.

Porque es necesario aclarar que Ana era la Mistress más dura y dominante con sissies pero ante un alfa se convertía en la más dulce y dócil de las sissies de cualquier orgia.

Cuando acabó de preparar los cócteles los dejó encima de la mesa y se sentó frente a mí, sacó una caja de madera de palo rosa con incrustaciones de nácar de debajo de la mesa, la puso sobre ella y la deslizó con un dedo hacia mí invitándome a que la abriese mientras daba el primer trago a la copa.

  • Antes de que te fueses te encargue una cosa por ser, con diferencia, la mejor putilla que nunca tuve bajo mi amparo, se que mi ascenso a Mistress se debió al trabajo que hicimos juntas y es justo reconocerlo.
  • Si se me permite contestar… - mire a los ojos de Ana obteniendo su aprobación - el mérito de todo es tuyo, sin tus enseñanzas nunca hubiese conseguido ascender en un solo año Ana, no debería tener premio por ello

Las dos nos aclaramos la voz con las deliciosas combinaciones que había preparado Ana mientras me doy cuenta de  que en la caja figura una leyenda que dice "

Gracias Por Bajar Al Infierno A Jugar Conmigo"

MsA

  • No pienso discutir Marlene - era la primera vez que me llamaba por mi nuevo nombre y eso indicaba que me había aceptado -bastantes tonterías de sissies estúpidas he aguantado esta mañana en clase y no te debería dar ninguna explicación y se que esto que te voy a confesar puede volverse algún día contra mí, pero he pasado muchas noches pensando en ti, asustada pensando en dónde estarías sin mi protección, en si alguien te haría un daño irreparable aprovechando tu debilidad, en sí volvería a verte alguna vez, así que como tutora tuya que fui y si! Acepto ser tu Mistress personal y por ello te ordeno que lo aceptes para que nunca olvides quién y de quien eres!

Ante semejante exposición no cabía ninguna réplica posible con lo que abrí la caja y su contenido me demostró que el día que me designaron como putilla de Ana fue el mejor de mi vida. Sobre unos insertos a medida en el lecho de la caja forrado de terciopelo rosa descansaban una jaula de castidad, un plug anal que en cuanto lo vi advertí que era una reproducción del clítoris de Ana y por último, un ingenio que en mi primera impresión era un brazalete de oro rosa precioso con la leyenda SISSY SLUT grabada, pero que además de su apariencia de joya para exponer mi condición ocultaba otra función,que no era sino que la de petaca, la cual se revelaba por un pequeño tapón forrado de minúsculos cristales rosas, pero que confíeso que en aquel instante desconocía que significaba en aquella caja. mire a Ana emocionada mientras ella sonreía y cogí la jaula de castidad que era una auténtica maravilla, estaba fabricada en oro rosa, el anillo que era de oro negro estaba grabado

Sissy Marlene

y en la llave del candado estaba grabado MsA por un lado y SM por el otro - ¿Por qué, Ana?, esto es demasiado -acerté a decir mientras ella no decía nada, con el cocktail en la mano se limitaba a observar mi reacción que como habréis adivinado fue dejar la llave del candado en la caja inmediatamente y bajarme las bragas, ponerme la jaula hábilmente y cerrar el candado, para seguidamente coger la llave con la boca levantando mi culo hacia mi ama y depositarla en su boca lascivamente y susurrarla al oído - me encanta Ama mía - mientras ella la guarda en su mano.

La siguiente pieza del regalo era el plugin que también estaba realizado en oro rosa y era una reproducción exactamente igual que el clítoris de Ana que tantas veces me había poseído, 12 cm de frío metal que en su base tenía una espinela rosada, gema que contribuye a la relajación y favorece la apertura y que, cómo habrán supuesto, adoptamos cómo nuestra sin que haya que explicar los motivos, no? Nada me apetecía más en ese momento que probar aquel maravilloso y excitante regalo con lo que acerque la caja a Ana y se la ofrecí, ella, divertida, tomó el plugin y yo, tras dejar la caja en la mesa, apoyé mis manos en ella para poder levantar mi trasero  mostrando mi vagina desnuda a Ana y practicar unos pasos de twerking hasta que mi dueña puso su mano sobre mi espalda. Como buena sissy, sabía que ese gesto siempre significaba que parase mi movimiento inmediatamente, ya que alguien reclamaba mi vagina. En un instante, el frío del metal comenzó a llenarme y mi vagina se contrajo para sentir toda su magnitud, el clítoris de Ana no era para nada grande y mi vagina estaba acostumbrada a vergas muy poderosas gracias a las salidas furtivas que hacía junto a Ana cuando era su putilla y las que probé en el periodo de distanciamiento de la escuela,  pero yo idolatraba a Ana y a su clítoris y sentir que una reproducción exacta de su clítoris me estaba penetrando otra vez era una sensación que me hacía la sissy mas feliz del mundo. Una vez alojado entero dentro de mi, mi Ama dejó de moverlo y me pego una palmada en la nalga con la que me incorporase inmediatamente. Estaba tan excitada que al incorporarme tuve que parar un poco para evitar el sissygasm.

Una vez más sosegada procedí a sentarme mientras Ana no dejaba de juzgar cada movimiento mío con la mirada, bebí un poco de mi copa y cogí el último regalo, la petaca, justo en ese momento me di cuenta de lo que me llenaba el plug y como obsequiaba con una leve y placentera caricia a mi próstata, que aumentaba en intensidad cuando comencé a realizar sutilmente contracciones de mi perineo, en seguida, mis piernas se juntaron levemente con la intención de buscar más placer.

  • Para de buscarlo ya, Marlene! - ordenó Ana - ¡aún no quiero que te corras!

Sorprendida por la orden de mi Mistress, paré obediente y la pregunté extraña como lo había sabido

  • Fácil, querida! Tu tenue movimiento para juntar las piernas buscando más placer y que tienes la piel de tus muslos erizada hasta límites extremos, y porque se que eres la sissy más sexual que he conocido, si fui tu tutora, y ahora soy tu Mistress es por algo, Marlene…
  • Perdoname Ana, es que sentía cada pliegue tuyo dentro de mi y me volví loca… me vas a castigar?
  • Jajaja, no Marlene, de momento no. Seguramente tengo motivos pero ya habrá tiempo para eso querida…esta tarde solo quiero saber si te gusta mi regalo…
  • Me encanta, Ana, es una auténtica preciosidad - aún seguía notando el plug en mí pero mi sensualidad había disminuido un poco - pero me puedes aclarar para qué es la petaca? Ya sabes que yo no bebo alcohol…
  • Por supuesto querida, sabía que la petaca te iba a despistar pero no es lo intención volverte alcohólica, solo es un pequeño odre para ti, no adivinas para que? Si hay algo que siempre admiré de ti aparte de tu inagotable disposición sexual fue tu inteligencia

Un odre? Enseguida lo comprendí, la petaca era eso, un odre, un odre para contener esperma. Aunque no abrí la  boca, Ana supo que lo  había adivinado

  • Efectivamente Marlene, la petaca es para que, digamos, cambies un poco tu alimentación, ahora eres mi sumisa pero, a la vez eres Aventajada y una de las nuevas normas que ha aprobado este año el Consejo para las chicas como tu es que gozas de cierta libertad para poder salir todos las tardes si así lo deseas, eso sí, siempre vestida como sissy y anunciando tu condición a través de alguna marca como collar, pulsera, etc y yo no te necesito, y es fácil que en esas salidas te apetezca tomar un  café, no? Pues bien, ya siempre pedirás el café solo y si quieres leche la echarás de la petaca que contendrá exclusivamente la leche que yo te proporcione que será siempre mía o en su defecto de los alfa que me posean a mí. Nunca podrás llevarla con leche de alfa que te posea a ti y por supuesto, nunca podrás lavar el interior, así, su interior siempre emanara olor a semen y cuando estés fuera nunca olvidaras quien eres… Comprendes?

La idea era sencillamente genial, si la jaula y el plugin me habían encantado, la petaca acabó rematando la trilogía perfecta, una joya con un cometido tan excitante y sissy…Ana era muy lechera y si no, me abasteceria con leche de sus algas que siempre eran grandes lecheros, así que no podía haber elegido regalo más perfecto. No tenía conocimiento de que a ninguna sissy se le hubiera hecho nunca un regalo así.

  • Gracias Ana, no se como puedo agradecerte esto, es precioso…
  • ¿De verdad te gusta Marlene? Me alegro, pero espero que sirva para que sepas quien es tu Ama y nunca lo olvides, en ningún momento del día, queda claro? Fuiste mía, eres mía y siempre serás mía….

Inesperadamente, comencé a percibir en mi vagina algo que hasta ahora desconocía, el plugin, que seguía dentro de mí empezó a cobrar vida a través de unas vibraciones que nunca había vivido como en aquel momento. Vi que Ana sujetaba un pequeño mando a distancia con el que, sin duda, estaba mandando las  órdenes al plugin que me estaban volviendo absolutamente loca de placer, como lo demostraba que en menos de un minuto tuve que levantar las piernas y mostrar mi vagina ocupada y mi clítoris enjaulado a mi Ama. Era imposible parar de gozar y mis gemidos inundaban el silencio de la tarde, Desconocía que era lo que ocurría, pero las sensaciones que aquel artefacto estaba provocando en mí eran incomparablemente más maravillosas que cualquiera de las que había experimentado en mi distanciamiento de la escuela, un solo plugin de metal manejado a distancia por mi Mistress me están haciendo gozar más que mujeres y hombres de todo tipo y condición.

De repente, la velocidad del plugin disminuyó…

Estoy tan excitada que no puedo dejar de gemir, mientras mis dedos juegan con mis pezones, oigo pasos, miro entre lágrimas de placer y veo que Ana coge la petaca y se sienta a mi lado… estoy tentada de pedirla que me saque el plugin y me folle como sólo las diosas pueden hacerlo pero una sumisa no tiene ese derecho, así que sigo gozando del maravilloso ritmo que el plugin mantiene, noto que mi excitación va en aumento y en breve mi clítoris estallará, se que Ana es consciente de ello y no digo nada, solo gozar y gemir, eso es lo que ella quiere y de repente noto como posa en mis labios la boca de la petaca… Antes de probar en mis labios, el olor ya me ha delatado que lo que Ana me ofrece es su semen. Sería capaz de distinguirlo en  cualquier orgia. Abro la boca ansiosa y Ana gira la petaca para que su interior caiga en mi lengua… Me afano en tragar todo con lujuria para no defraudar a Ana, mientras noto que el plugin acelera progresivamente y cuando la última gota de la petaca cae sobre mi lengua otro estallido humedece mi vagina. No puedo más y grito, mis piernas se juntan mientras mis convulsiones anuncian lo inevitable….

  • Ana, no puedo más…-la digo mientras acaricia mi pelo
  • Quieres tu sissygasm ya, Marlene?

Torpemente muevo la cabeza asintiendo, el sudor invade mi cuerpo y de mi clítoris comienza a brotar mi gratitud a tanto placer, grito como una auténtica posesa liberando mi orgasmo, nunca he sido muy lechera pero tengo la sensación de que las cuatro convulsiones que he tenido han sido abundantes….

Entre la agitación que aún siento, acierto a oír que Ana se enciende un cigarro y se sienta en su sillón mientras espera a que me recupere

  • Qué has hecho con Cerdita? - pregunta - no piensas ir a verla?
  • La mandé que fuera colocando mi equipaje y que se hiciera una lavativa
  • Pues deberías ir a atender tus obligaciones con ella, Marlene, ya habrá acabado y se sentirá confusa, su Aventajada se presenta hoy y desaparece durante dos horas…
  • Es patética Ana, no te puedes imaginar lo que estaba haciendo cuando entré en la habitación. Si yo hubiera cabalgado sobre un dildo el día que me presenté ante ti? ¡Allí estaba la estúpida! Saltando como una Cerdita, jajaja
  • No te rías de tu putilla Marlene, yo nunca lo hice de ti ni de ninguna de las anteriores y también tuvisteis algún que otro episodio patético. es tu responsabilidad y debes educarla para que aprenda como yo lo hice contigo, si necesitas algún consejo no tienes nada más que pedirlo, estamos?

¿Es o no es la mejor Mistress del mundo?

  • Tienes razón Ana, perdona, me puedo duchar en tu baño?
  • Claro cariño, yo me tengo que ir a la reunión crepuscular del consejo - me dijo mientras me quitaba la jaula de castidad - cuando salgas cierra la puerta y ya está, mañana te veo en clase, y cuida de Cerdita, la primera vez que te follas a tu putilla tienes que marcarla ya..
  • ¿Cómo tu hiciste conmigo?
  • ¡Tú sabrás lo que esperas de ella! Yo en cuanto te vi supe que eras distinta y Cerdita es tu primera putilla y nunca la olvidarás, pero de ahí a decir que sentirás lo  mismo que yo por ti… No se Marlene.. Me temo que en eso no te puedo ayudar
  • Gracias Ama

Ana abandonó la habitación y yo me saqué el plugin y me dirigí al baño para ducharme, mientras me duchaba pensaba en todo lo que había pasado aquella tarde, en lo estúpida que fui al abandonar la escuela, en todo lo que me  había dicho Ana respecto a Cerdita y mientras lavaba el plugin me percaté de que se me había olvidado preguntar a Ana sobre aquel maravilloso artilugio que me había llevado a cotas de placer de muy difícil acceso incluso con vergas que doblasen su tamaño. Asimismo, lavé la jaula de castidad que era tan preciosa que no podía dejar de mirarla.

Después de la tarde tan brutal que había pasado con Ana, la ropa no estaba en muy mal estado, así que opté por ponerme la misma y  no cogerle a Ana ningún uniforme de cuando era Aventajada, porque aunque se había ido de buen humor, podía cambiar por cualquier motivo y ejercer de Mistress dura con lo que decidí que era mejor no probar fortuna. Una vez vestida, me maquillé todo lo zorrón que pude, dejé los regalos en la caja y salí cerrando la puerta detrás de mi. Cerdita me esperaba y tenía que empezar a ejercer mis obligaciones con ella.

En la  tercera parte, mi encuentro con Cerdita