Dos putitas para mis 24 centímetros

De cómo destrozo a dos putitas con mi pollón.

Llevaba tres días con la polla que me iba a reventar, pero no había tenido un momento libre para dar salida a tanta lefa a acumulada. Tenía visita de familiares en mi casa y no me dejaban un momento de intimidad.

Me decido a dar una vuelta y llevo conmigo mi móvil. Conecto el Bender y veo que hay un chico con el que hablé una vez y no pude quedar, la verdad es que parecía bastante putita, que es lo que a mí me gusta. Así que quedo con él en media hora en su casa. De repente veo que otra putita me abre ventana, y me dice que quiere quedar ahora. Y decido invitarle a casa del otro chaval.

En realidad lo estaba haciendo por el bien del primer chaval, ya que yo soy muy cañero y más si llevo más de tres días sin correrme, y además no todos aguantan mi pollón, de 24 centímetros de largo por 17 de grosor. Llegados a este punto debería describirme un poco. Soy un chico de 27 años con cuerpo definido de gimnasio, mido 1.80 barba d tres días y la verdad es que soy bastante guapete, tengo mucho éxito entre los tíos (y las tías, aunque me mola menos follar con ellas porque son menos guarras y no me siguen el ritmo)

Llego al lugar y me encuentro al chaval con el que había quedado con un suspensorio puesto y a cuatro patas esperándome en el suelo de la entrada de su casa. Era un chico de unos 25 años, muy blanquito de piel, mediría 1.70 y delgadito, con el culo pequeño como a mí me mola.

En ese momento me saco el rabo, todavía flácido (aunque aún así mide unos 14 cm) y le doy de mamar a esa putita que tenía delante. Joder que maestría en menos de un minuto tenía mi polla tan dura como una barra de acero (he de decir que la dureza de mi polla es brutal, muy superior a la de la mayoría de los tíos con los que he estado [y han sido muchos]) el chaval empieza a atragantarse, no puede ni tragarse la mitad de mi pollón, empieza a derramar saliva por toda mi polla, mis huevos e incluso me cae por las piernas. Tiene la cara roja, aunque no tanto como los ojos. En ese momento se la saco y le digo

-         Tranquilo si no puedes, he encargado ayuda estará apunto de llegar

Veo que en un principio no le mola mucho la idea, pero tampoco le doy derecho a réplica y le meto todo mi rabo en la boca

-         No creerías que todo esto es para ti. Si no puedes con la punta, eres una putita de mierda

De repente, y todavía no sé como, empieza a tragar y tragar polla que casi llega hasta el fondo (se debió picar la muy puta). Joder que gusto, notar en mi capullo como hacía tope en la garganta y como me caían todas sus babas por los huevos. Me encanta esa sensación de dominación.

En ese momento llamaron al telefonillo, y con mi rabo incrustado en su garganta le arrastro de la cabeza y contesto yo. Era el otro chaval que venía a por su ración de rabo.

Cuando subió, se encontró el espectáculo, del tío con la polla en su boca rojo, a punto de reventar. (era un chico de unos 23 años 1.80 rubito y algo definido del gym, se notaba que llevaba pocos meses)

-Joder que bien os lo montáis

-Cállate y empieza a lamer

En ese momento me quito la camiseta y dejo al descubierto mi impresionante torso, le cojo la cabeza y le pongo a comerme los pezones. Mientras el otro chico no paraba de comer rabo. Joder que aguante tenía, con lo gorda que es, muchos se cansan enseguida.

Cuando me canso de estar así le digo a la primera putita que me lleve al dormitorio, y una vez allí les mando desnudarse. Yo me tumbo con dos almohadas es la cabeza y les pongo a comer rabo a los dos. El segundo chaval (que me había trabajado los pezones de puta madre) agarró mi rabo con las dos manos (y aún así le sobraba un trozo) y empezó a engullir cual faquir. Dios santo, eso no era normal, de una tacada se la tragó entera, no había visto algo así en mi puta vida. El otro chaval tampoco daba crédito. Y que boquita tenía el desgraciado. Mientras el otro tío me empezó a lamer los huevos.

Yo no podía más, tres días sin correrme, el mejor mamador de pollas que nunca me haya encontrado, y el otro tío comiéndome los huevos, así que cogí al tipo de la nuca para no dejarle escapar y empecé a lefar. Madre mía, yo pensaba que se moría. Solté más de nueve trallazos seguidos, tres directamente en su esófago, luego viendo que no podía tragar ni respirar, los demás se los solté en la cara. Era tal la cantidad que tenía acumulada, que le empezó a resbalar por el pecho y las piernas, incluso las sábanas quedaron empapadas. El dueño de la casa muerto de envidia, comenzó a limpiar los restos de mi polla.

Que sensación, con que delicadeza lo hacía. Me daba pequeños lametones en el capullo, y luego soplaba suavemente . Y eso me elevó al cielo. Que pedazos de hijos de puta. Lo bien que lo íbamos a pasar.

Mientras el chaval seguía con su labor de limpieza ordené a la otra putita, todavía lleno de mi lefa, que le chupara el culo y le introdujera la lefa que tenía en su boca en su culo, para así lubricar ahora mi polla con mi propia lefa en el culo de ese tío.

Así lo hizo y el que me comía la polla empezó a retorcerse de placer. Mi polla estaba empezando a perder cierta dureza en la boca de ese tío. Me levanté y me encendí un cigarro mientras le preparaban el culo para lo que le esperaba. Me senté al lado de ellos viendo todo el espectáculo. Viendo como le chupaba el culo con mi lefa mezclado con saliva. Antes de terminarme el cigarro ya tenía la polla super dura viendo aquello que me ponía a mil. Así que le introduje tres dedos de golpe en el culo, para ver como iba de dilatado. El gilipollas se quejó

-si no puedes con tres dedos, no sé para que cojones me haces perder el tiempo, mi polla entonces te revienta

En ese momento ya no se quejó más. Creo que la sola idea de no tener mi polla dentro le aterraba más que el dolor que pudiera ocasionarle. Viendo que ya le tenía sometido y que no se iba a quejar más, quito al otro tío de donde estaba, y oriento mi capullo hacia su culo.

La verdad es que yo no soy muy delicado, así que de un golpe le metí casi la mitad de mi rabo. El tipo se retorcía de dolor, pero no dijo ni una sola palabra. Joder, que culo más estrecho, me estaba poniendo a mil. Notaba como las paredes de su intestino luchaban por echar a ese pedazo de intruso. Pero eso me ponía más a mil. Y en menos de tres empujones ya tenía mis huevos pegados a su culito.

Empecé a azotarle y escupirle. Cogí al otro chico y le puse a lamerme los huevos, mientras iba aumentando mi ritmo. En menos de cinco minutos, ya sacaba mi polla más de la mitad (12 cm)  y se la metía de un golpe. Por las contracciones de su culo,  iba notando que este tío no me iba a aguantar mucho más y que estaba a punto de correrse. Así que mientras le destrozaba el culo le puse a comérselo al otro chaval para poder así continuar la fiesta.

No estaba yo muy equivocado, en menos de dos minutos, y sin tocarse, empezó a eyacular como un cerdo. Joder este tío también es de los leferos. Dejó la cama empapada. Luego me pidió que parara un poco, que ahora le dolía mucho

-ya te dije que esto era mucha polla para ti solo

El otro tío se me sentó encima, me agarró el rabo, lo apunto en dirección a su culo, y empezó a metérselo. Joder, lo que había hecho antes con su boca lo estaba haciendo con su culo. Como engulle pollas el cabronazo con 23 años. Enseguida tenía toda mi polla dentro. Y empezó a hacer movimientos circulares. Me estaba poniendo a mil. Como premio a tan buena dedicación, le dije al otro tío que le comiera la polla mientras me cabalgaba. Como este tío tenía la polla más pequeña (unos 17 cm) le cupo entera a la primera.

En esas estábamos. Cada vez que el tío se sacaba un trozo de mi polla para volver a metérselo, le taladraba la garganta a la otra putita. No aguantó más de tres minutos y dijo que se corría. Le di permiso para correrse en la garganta del otro chaval. Cosa que ambos agradecieron.

Cuando terminó, con toda su boca (lo que no se había tragado) llena de lefa, le ordené que besara al otro tío y le diera de comer su propia lefa. La imagen me estaba poniendo a mil. Así que mientras se besaban empecé a correrme con un bestia en el culo de ese tío.

Me quedé dentro de él unos minutos. Cuando la saqué, algo ya más blanda, empezó a caer mi lefa de su culo, que le resbala por los muslos hasta los tobillos. No tuve que decir nada, el otro chico empezó a chupar y recoger hasta la última gota que caía.

-Buen chico, veo que ya vas aprendido

Necesitaba parar un momento, así que le dije que me iba a dar una ducha en su baño, y mientras, que se fueran preparando mutuamente para una nueva follada.

Cuando terminé la ducha me fui a fumarme otro piti, y vi el espectáculo. El dueño de la casa había sacado unos consoladores y se los metían mutuamente en posición de 69, mientras se comían el culo. Estos tíos eran una pasada, por fin había encontrado unas putitas que me siguieran el ritmo.

Cuando terminé el cigarro, los puse a los dos a cuatro patas, uno al lado del otro. Y empecé a clavársela a los dos, alternando uno y otro. Eso fue la ostia, ya que al dejar pasar un poco entre culo y culo, cuando vuelves se ha cerrado un poco, y aprieta de la hostia. Mientras, ellos se besaban y acariciaban. Mis putitas se estaban empezando a gustar.

Estuve así por los menos media hora, cuando noté que me iba a correr. Así que les di la vuelta, les dije que se besaran con mi polla en medio y empecé a lefarles la lengua a los dos. Que placer notar las dos lenguas a la vez mientras me corría.

Luego me limpiaron bien el capullo entre los dos. Cuando terminaron. Me empecé a vestir ya que me tenía que largar porque tenía comida con mis familiares pesados.

-         Os habéis portado de puta madre, puede que os vuelva a llamar, aunque para la próxima podemos apuntar a alguno más

Y me fui, dejándoles exhaustos en la cama, con el culo destrozado y casi sin poder moverse.