Dos por uno familiar

La sobrina descubre a su tio y madre en la cama y decide probar los placeres escondidos de la famiia.

Desde la puerta del ático donde estaba mi habitación, veía como los ojos cargados de excitación de mi sobrina, acababan de ver como había Follado a su mamá, mi propia hermana, la cual seguía con mi polla semi flácida dentro de su vagina después de derramar mi leche en su interior, desde la penumbra y notando que había visto a mi sobrina puse un dedo sobre mi boca en señal de silencio y complicidad, sin saber que actitud tomar y opté por tomar las tetas de María y comenzar de nuevo a chuparlas para entretenerla y que no fuera a ver a Tina que seguía mirándonos.

La besé en la boca y metí mi lengua dentro lo cual fui correspondido, mi hermana correspondió devolviéndome su lengua y la polla comenzó a endurecerse dentro de su coño. Bajé nuevamente a sus tetas, mordisqueando sus pezones, María me miraba mamarle sus oscuras y erguidas tetas, coloqué sus manos bajo la nuca, pasé mi lengua por su axila y la lamí toda, María miraba sonriente como la lamía. Cuando levanté de nuevo la vista no vi a mi sobrinita. María tenía el estómago húmedo por el sudor y le dije...

  • «Me voy a bañar, y luego vuelvo y te doy por ese culo ¿o quieres que nos duchemos juntos?

  • «Te acompaño porque me llenaste de leche y tengo todo el coño pegajoso.»

Me levanté con la polla dura y María me siguió, cuando nos disponíamos a entrar al baño, apareció de improviso mi sobrina en el cuarto, encontrándonos en pelotas y a mí con la polla dura.

  • «¿Están despiertos aún? Voy al baño, me estoy orinando.» «¿Y por qué están desnudos?», dijo Tina,

María se apresuró a aclarar nerviosamente tratando de ser convincente.

  • «Mi amor, estamos desnudos porque nos íbamos a duchar, el calor es insoportable y tu Tito y yo como somos hermanos tú sabes que no nos importa estar así.»

  • «Ah bueno, entonces me puedo bañar con Uds. porque yo también tengo mucho calor y no aguanto más»

Sin esperar respuesta y como lo más natural empezó a quitarse su bata de dormir y quedándose como nosotros en pelota, comparé visualmente su cuerpo con el de su madre, dos generaciones, pero ambas de lo mejor, se destacaban sus nalgas, y sobre todo las tetas de la niña. Entró al baño e inocentemente se sentó en el wáter con las piernas abiertas mostrando su peludo coño, un chorro salió desde su pelambre negra con fuerza, y dijo:

«Vayan bañándose, que yo entro enseguida. Mamá entra tu primero, que veo que de tu coño sale sudor, se ve que estas sudando a manta.»

Efectivamente mi semen comenzaba a salirse de la vagina de mi hermana, y corría por su muslo. María un poco cortada me dijo al oído.

  • «Disimula un poco. Trata que se baje tu polla, la niña te la mira mucho».

Mi polla parada era el punto de mira de mi sobrinita, que sin ningún disimulo la contemplaba. María entró a la ducha tratando de darle a la situación un cariz de inocencia y naturalidad por no tener como explicar que su inocente niña la hubiera pillado en bola con un hombre así fuera su hermano. Abrió la ducha y cuando el agua caía sobre la cara de mi hermana, mi sobrina sentada en el sanitario me guiño el ojo, para que siguiera la corriente, yo le sonreí confirmando que entendía su plan de dárselas de inocente involucrando a su madre en una morbosa situación, pero yo sin saber exactamente que pensaba hacer.

Cuando pasó enfrente de mí, con mi trozo templado, dice mi sobrina inocentemente:

  • «Tito, ¿el calor te la pone así?»

Siguiendo la corriente contesté,

  • «Seguro nena es por el calor, se me pone muy caliente».

«¿Te la puedo tocar para ver como esta de caliente?»

Yo miré a mi hermana que seguía la conversación y asintió con la cabeza para seguir con la apariencia de naturalidad familiar,

  • «Claro nena agárrala con confianza, es la de tu Tito».

Tomó mi polla como viéndola por primera vez y la palpó comprobando su dureza, bajó la piel de la cabeza del todo y sobándolo de arriba abajo, mirando a su madre le dijo:

  • «Pobrecito mi Tito, tiene fiebre en su cosita, las venas las tiene hinchadas y está muy duro, mamá tócasela para que veas».

Le tocó a mi hermana cogerla naturalmente para comprobar lo evidente, que por lo morboso del momento estaba que se derramaba. María la tomó y comenzó también a sobar.

  • «Es verdad, está caliente, Carlos entra a la ducha para ver si se te enfría».

Tuve que meterme en la ducha inmediatamente para seguir la corriente, me coloqué debajo de la regadera y María en su afán de seguir aparentando la candidez del momento, comenzó a jabonarme la espalda y luego las nalgas. Tina se levantó y se agregó al grupo, Mientras yo tomé el jabón y comencé a restregar a mi hermana, acaricie sus tetas, tenía los pezones duros o sea que a pesar de toda la situación continuaba arrecha, me agache y pasé la mano por sus muslos, Tina solo observaba, cuando lavé el coño de su madre a conciencia haciendo espuma sobre su coño, la voltee y jaboné sus nalgas aún dentro de la raja, mi hermana no sabía si pedir que parara o siguiera, y en ese momento mi sobrina dice:

-» ¡Tito jabónamea mí, por favor!»

Volví a mirar a María, a quien también le tocó aprobar la petición. Comencé por su cuello y bajé a sus tetas grandes y suaves, eran más grandes que las de su madre y más compactas, sus pezones se endurecieron, levanté sus brazos y lavé sus axilas, pasé a su barriga y sin pensarlo seguí a su coño, metí la mano agarrando sus labios peludos, con el jabón froté su vulva, estaba mojada por el agua, pasé el dedo dentro de sus labios y se sentía el líquido pastoso de su coño excitado.

  • «Mami me gusta que me bañe mi Tito, me jabona muy rico, sobre todo en la rajita ¿quieres probar?».

» Tito hazle lo mismo a mamá»

María para no despertar sospechas aceptó, y yo comencé a sobar su coño, pilar estaba excitada, lo veía en sus ojos y lo sentía en su clítoris, lo palpaba lo duro de su pepita, alcanzó a gemir cuando metí dos dedos en su coño y los metía y los sacaba.

  • «Tito, ¿estás lavando a mamá por dentro? Si quieres mientras tanto yo te jabono a ti»

La voz de su hija sacó a María de su trance. Para evitar venirse delante de su hija, Maríame dijo:

– «Carlos creo que ya estoy limpia por dentro».

Tina tomó el jabón y comenzó a lavarme la espalda y luego las nalgas, metió sus manos entre mis nalgas y desde atrás agarró y lavó mis huevos, ya estaba demasiado arrecho, me volteé y sin ningún recato y crudamente le dije a mi sobrina:

  • «Tina lávame la polla y frótala a lo largo».

María se sorprendió de lo crudo de mi expresión, pero adivinó mi calentura, pero no dijo nada, su hija se arrodilló y comenzó a frotármela, miré su cara de niña inocente, pero sus ojos me decían lo caliente que estaba, quería metérsela en la boca, pero me contuve, no quería que mi hermana se enterara de sopetón que su virginal niña me había dado ya tremendas mamadas sin su conocimiento, la mano seguía frotando en forma de una clásica paja. La leche empezó a subir desde mis huevos y Maria me miró y entendió que mi eyaculación era un hecho, solo alcanzó a decir:

  • «¡Sobre la nena no por favor!».

Demasiado tarde, mi líquido blanco dio en la cara de mi sobrina, con la mano bajé el cañón de carne, los otros disparos dieron en sus senos. Desde la nariz bajaba el semen a sus labios chorreando, sacó la lengua y lo consumió. Mi hermana quedó impávida, todo había pasado tan rápido que no había tenido forma de organizar sus pensamientos. Mi sobrina no soltaba mi polla que daba muestras de relajación al cumplir su descarga. Y en un alarde de fingida inocencia Tina dijo:

  • «¿Que pasó Tito, me orinaste con crema?».

Se bajó la leche de los labios con el dedo y chupó el semen espeso. María dijo,

  • «Vamos a terminar de bañarnos porque la nena necesita que le expliquemos ciertas cosas, ven mi vida que tu Tito te limpie de la crema que te aplicó».

Con el chorro de agua quité el semen de su cara y tetas. Tomamos toallas y salimos de la ducha, madre e hija desnudas eran realmente hermosas, la madre de más volumen en el culo y las caderas, pero su coño depilado era diferente al coño peludo de su hija ya que nunca se había depilado.

Me senté en la cama, mientras ellas de pie seguían secando sus cuerpos desnudos. Había llegado al punto en que mi polla mantenía la erección media, pero se sostenía de buen tamaño, desnudo me acosté boca arriba, con las piernas colgando, abiertas descaradamente y apoyadas en el piso.

María trató de explicarle a su hija.

  • «Mira, el pene de Tito se agranda por varias razones sobre todo si tiene mujeres desnudas como nosotras delante de él, solo frotándole se le baja, pero primero bota el semen o leche, como la crema que él que te echó en el pecho.»

La niña respondió

-» Y en la boca, por cierto, me tomé un poquito de tu leche Tito, estaba rica, oye mamá y es que solo así frotándosela es que le podemos quitar la fiebre del pene del Tito.»

La supuesta ignorancia de mi sobrina puso en aprietos a su madre.

  • «Bueno también mmm….., Si él mete su pene en nuestra boca o en el coño también funciona.»

Mirando mi polla que seguía tiesa de nuevo. Dice mi sobrina.

  • «Mami, mi Tito sigue con fiebre lo voy a ayudar».

Y sin esperar respuesta se agachó, la tomó con la mano, y cuando quedó expuesto el glande comenzó a lamerla y a chupar la punta, sin que su madre lo impidiera, que me miraba resignada a que a su corta edad, ya tuviera una polla en la boca, yo le dije:

  • «Déjala para que aprenda, pero indícale como se hace, así que nena, deja a tu madre que te ayude un momento».

A María no le quedó de otra que agacharse y delante de su pequeña hija me tomó el tronco y le dijo:

– «Bueno si te vas a iniciar es mejor que lo hagas bien desde el principio. Lame la cabeza y luego te la metes suavemente en la boca y le pasas la lengua así»

Me la chupó y lamió un momento y luego le cedió el lugar a mi sobrina quien procedió a copiar el método pero que luego pasó a mis huevos lamiéndolos, regresó al palo y se lo tragó con mucha propiedad sacándola y metiéndola de su boca por medio minuto, acompañando la chupada con masaje a las bolas, mi polla no se cambiaba por nada. En un arranque de ingenio Tina le dice a la mamá:

-» Ahora enséñame como se mete en el coño.»

Ante eso María dudó un momento, pero llevada por las circunstancias le dijo:

-«Bueno, te voy a enseñar junto con tu Tito, pero no para que lo hagas, pues tú eres virgen aún, otra cosa, no debes comentar con nadie, óyeme bien, a nadie lo que estás aprendiendo y menos con tu padre, lo prometes?. Bueno, se hace así, te montas y se pone la cabeza del pene entre el coño y te sientas así»

María decía y hacía, se paró poniendo sus piernas al lado de mis caderas para dejarse caer sobre la polla dura, ya que yo seguía acostado boca arriba, se fue sentando hasta que se la clavó toda, y comenzó a subir y a bajar sobre ella. Tina dijo,

  • «Mamá, te la metiste toda, hasta los huevos.»

Con la culeada que daba mi hermana delante de su hija yo estaba excitadísimo y le digo,

  • «Tina tu mamá tiene un coño tan delicioso que me tiene superarrecho, María mueve ese coño como tú sabes hacerlo que lo tienes sabroso y jugoso, sientes mi polla en el fondo?”

  • «Claro que sí, la siento bien adentro, hasta el fondo, pero no digas groserías delante de la niña.

  • «Mamá por mí no te preocupes que yo conozco algunas y más fuertes, ahora yo quiero probar, déjame mami».

  • «Bueno, pero mucho cuidado, metete solo la puntica», se sacó la polla del coño que salió brillante de los jugos de mi hermana.

Tina tomó el lugar de su madre y tomando la polla se la colocó entre los peludos labios y con cuidado se comió la cabeza entera, era la primera vez que yo metía una porción de polla dentro de mi sobrina, quería metérsela toda pero no sabía hasta qué punto ella quería mantener la comedia delante de su madre, pero siguió metiéndose y sacándose nada más que el glande ante la mirada vigilante de su progenitora que cuidaba la supuesta virginidad de su hija, que de lo arrecha estaba tan mojada que sentía escurrir sus gotas de jugo vaginal por el tronco.

-» Cierto que es rico mamá! Oye, si mi Tito me la mete por el otro hueco, ¿me hace daño?

  • «Bueno daño no, pero te puede doler al principio, tú tienes dieciocho años, yo que soy mayor lo he hecho con tu padre y a mí me encanta, siempre me ha gustado, claro que tu padre la tiene más pequeña y no le gusta por atrás, pero si tú quieres prueba mi amor.»

Yo le dije, - «Vamos mi amor no te preocupes por tu edad, en esto la edad no importa, que, si tú quieres y lo deseas seguro te gustara, si te la quieres comer por tu culito lo harás, siéntate con confianza sobre la polla de tu Tito que te la voy a meter lento para que no te duela.»

A horcajadas como estaba se sacó del coño la porción de la mojada polla y la ubicó en la entrada de su orificio trasero, el único punto de contacto con mi sobrina era el glande contra su esfínter, con la humedad el orificio cedió suavemente y sorprendentemente mi palo fue desapareciendo en su interior, entraba lento pero sin pausa, hizo un pequeño reposo cuando tenía media polla adentro y luego siguió hasta que sus nalgas se pegaron a mis muslos al llegar a la base de la polla, se había comido toda la tranca sin arrugar la cara y le cabía más! Su madre no lo creía, su nena tragaba polla por el culo como cualquier veterana, la sacó hasta la mitad y la clavó en su recto con propiedad, subía y bajaba con facilidad asombrosa. Que disfrute tan delicioso de esas gorditas y suaves nalgas, la tomé por las caderas con ambas manos sodomizándola con todo el gusto, sentía el choque de sus glúteos contra mis muslos. Abrí sus piernas para ver mi polla al entrar por el hueco trasero y se perdía en la maraña de pelos de sus labios.

Su madre sorprendida dijo,

  • «Nena, que hueco tan grande tienes, como es que te metes todo eso sin problema, lo mismo que te sale te entra, yo quiero probarla también, no hagas correr a tu tío tan rápido, déjame y me meto la polla de tu Tito en mi culo».

Mi sobrina se la sacó y le dije a mi hermana,

  • «María pon ese culito en pompa como tú sabes para clavarte mejor» Lo hizo parando su culo y exponiendo sus nalgas que yo ya conocía, me agaché y ya salido de la excitación, abrí las nalgas y chupé nuevamente su ano, metiendo la lengua en el ojete, lamiendo su raja y clavando la lengua en el hoyo mientras gemía pausada pero descaradamente, María volteó a mirar a su hija y le dijo:

  • «Disculpa hija que me veas así, pero ya entenderás a una mujer arrecha y yo lo estoy, en casa con tu papá no puedo disfrutar de una buena polla, aquí me estoy dando el gusto que necesito»

  • «Te entiendo mamá, te escucho por las noches decirle a papa que te dé por el culo y no sé porque le ruegas tanto, yo también estoy así, tengo el coño que me pica y por eso estoy metiéndome los dedos y el agua se me sale, pero métete rápido la polla para que pruebes lo rica que está».

Separé los pelitos que rodean el ano de mi hermana, puse la cabeza en la entrada y presioné, igual que a su hija entro rapidísimo, como ya sabía lo arrecha que es mi hermana cuando le dan por el culo, metí un dedo en su vagina y otro en su culo y comencé a frotarlo, entro el dedo y después un tercer dedo amplió el hueco, seguí perforándole el culo y con mis dedos en su vulva me lubricaba la polla, estaba tan rica que seguí dándole por esa vía.

  • «Carlos, dame duro por el culo mi amor, si a la nena se lo metiste a mi más fuerte, no me voy a quedar atrás.»

Saqué los tres dedos de su coño, y sin dejar de darle por el culo metí dos dedos más en su ano abriéndolo todo lo que podía, lo demás solo fue empujar, mi trozó mojado inició el viaje al intestino de mi hermana, la metí toda, cuando mis vellos tocaron los suyos, le dije:

  • «Ya puedes decir que no eres menos que tu hija, te la comiste toda, tienes el culo tan abierto como ella.» Comencé a sacarla y a meterla, sintiendo como chocaba sus nalgas, pasé una mano por delante buscando en su coño hasta tocar su clítoris y comencé a frotárselo, lo tenía abultado y empapado, fue lo que necesitaba, su arrechera se desbordó y gritó sin recato ante su hija el clímax que le llegó…

  • «Dame más por el culo Carlos…lo siento lleno, como nunca me habían dado así…… …que rico…más… maaas!….. Dame duro, nena mira cómo se follan a tu madre, tu tito le rompe el culo a tu madre, lléname toda, ...Ahhhh!».

Se la dejé adentro, mientras mi hermana se derrumbaba sobre la almohada, pero dejando la cola levantada. Después de la enculada a mi hermana, ya otra actitud no podía ser menos fuerte. Mi sobrina se acercó, la besé en la boca sentí su lengua entrar hasta el fondo, que bien besa la condenada niña, pensé… y agarré su teta más próxima, bajé una mano a su coño y acaricié sus labios velludos, en un momento se agachó colocándose al lado de su mamá también en pompa, ofreciéndome sus nalgas generosas y firmes.

  • «Tito, que polla tan sabrosa tienes, pero ya mi mamá la disfrutó, me toca a mí, métemela igual que a ella». Las dos quedaron a cuatro manos una al lado de la otra con sus húmedas rajas traseras expuestas. ¡Que culos más ricos me ofrecían!

Tenía mi polla dura y así se la saqué a mi hermana me agaché y chupé ahora el culo de mi sobrina, introduciendo la punta de la lengua en su hoyo, luego separé los labios peludos y clavé la lengua en la raja que olía fuertemente a sexo, luego la deslicé hasta el clítoris que se sentía hinchado, estaba sorbiendo sus fluidos viscosos, el sabor era parecido al de su madre pero más ácido, solo sentía sus gemidos y así pasé al culo de mi sobrina, coloqué la polla en dirección al ano que se la tragó sin dificultad, el anillo elástico era complaciente pero tenía esa presión juvenil, empecé a culearme rítmicamente y su culo comenzó a dibujar un imaginario ocho, me tenía al borde de la leche, el cilindro de carne brillante por sus jugos aparecía y desaparecía, se volteó hacia su madre y le dijo:

  • «Mami, como te parece que lo hago? Tito, ahora prueba y métemela un poco por delante ahora».

Saqué mi polla de su hueco que quedó dilatado y separé los peludos labios vaginales, mi glande entró el encharcado pozo vaginal, hice una pausa y seguí empujando, la polla entró todita, que deliciosa sensación, al fin había clavado completamente a mi sobrina, la saqué y la volví a sumergir en la velluda raja. Al ver la polla entrando en el juvenil orificio María se alarmó.

  • «¿Qué hiciste?, desvirgaste a mi nena. Pensé que solo le meterías la cabeza.»

Pero Tina replicó con cierta sonrisa pícara,

  • «Deja mami que tito me la meta bien, mi coño está abierto hace tiempo lo mismo que mi culito, ¿porque crees que me la metió en el culo tan fácil?, con los compañeros del colegio ya he probado bastantes pollas, ya me he metido varias del mismo tamaño, así que Tito sigue clavándome, pero quiero que sea como te culeaste a mami antes de bañarnos y pensaban que yo dormía, pero esta vez quiero que te derrames todo dentro de mi culo»

  • «Tina eres terrible, me tenías engañada con tu virginidad y como remate me pillaste culeándome a mi hermano y montaste este teatro…jajajajaja, pero debes estar de acuerdo que tu Tito tiene una polla sabrosa o no?»

Tina se volteó y se puso boca arriba, esa nena deliciosa con su carita infantil, de grandes tetas y peludísimo coño, abrió las piernas y me dijo:

  • «Ahora que mamá lo sabe, dame gusto Tito por el culo, llénamelo de leche como a ella.»

La nena se volteó colocando su culito en pompa, me coloqué encima y suavemente fui metiendo mi polla dura en su ano, ella con sus manos abrió más su culo para que entrara fácilmente por su lubricado ano, la penetré suavemente hasta que la cabeza de mi polla se perdió dentro, la empecé a bombear poco a poco, ella entre gemidos decía:

-» Tito clávamela hasta el fondo…. Dame duro, rómpeme el culo…Dame tu leche como a mami……. Te siento…Vas a ser mi Tito amante…Tienes la polla más rica que mi novio…Ooohh… ¡duro tito! ¡dame duro, hazme tu mujer, más duro tito, soy tu putita, reviéntame, sigue así, me voy a correr, sí tito»

Sentía que me introducía más en su culo y una electrizante sensación me corrió por la médula hasta los huevos, María cogía mi polla y la lamia para luego introducirla en el culo de su hija, empujaba mis nalgas para que la penetrara con fuerza, hasta que sentí un chorro de leche explotando en su culo, fue una convulsión tras otra, no me quedaba semen, pero seguí bombeando contra su culo.

Tina quedó exhausta, cuando me salí de su culo, la leche empezó a derramarse entre las mojadas y brillantes nalgas, goteando hacia el muslo.

María solo dijo,

  • «Bueno Carlos, ahora que veo que Tina sigue mis pasos y a las dos nos gusta tu polla, ya sabes lo calientes que somos y ya que nos entregamos a ti por todas partes, queremos ser tus putitas y tienes que seguir comiéndonos porque no pensamos renunciar a ella, así que prepárate para culearnos ya que te nombramos oficialmente nuestro Tito -hermano-amante.

Ya veremos cómo hacemos cuando venga Martina, tu mujer, pero tu polla nos pertenece.