Dos pollas para mi mujercita

Mi mujer recibe doble satisfacción para su cuerpo de unos conocidos de su pueblo.

Hemos ido unos días a la casa de mis suegros en su pueblo, pero por cuestiones médicas, ese año hemos estado solos, pues ellos no han podido ir. Lo que sí que nos pidieron fue un favor: que invitáramos a cenar un par de vecinos  que les habían hecho unas reparaciones en la casa que tienen en el pueblo y que les habían cuidado unos campos que todavía tienen. Iba a ser un coñazo, pero Maricruz se comprometió con ellos y así lo tuvimos que hacer.

Así que un día por la tarde, me acerqué hasta su pueblo, que queda medio perdido en las montañas, y recogí a los dos hermanos para que vinieran a nuestra casa a cenar. Yo casi no les conocía. Tendrían unos 55 años, eran mellizos, y casi no hablaban nada, así que el viaje fue superentretenido. Se llamaban Ramón y Eugenio, pero creo que nunca supe distinguirles y no sabía muy bien quién era cada uno. Parece ser que en el momento del parto hubo algún problema, no es que fueran tontos, pero como se suele decir, les faltaba un hervor. Según la familia de mi mujer, eran buena  gente, aunque un poco inocentones.

Cuando llegamos nos sentamos todos en el salón y allí estuvimos hablando un rato de cosas intrascendentes, del pueblo, de la gente del pueblo y todo eso. Mi mujer dijo que ella tenía hambre, entonces dijo que si queríamos comer. Todos dijimos que si y cuando íbamos a la cocina para traer las cosas a la mesa, los hermanos nos dijeron que habían traído un regalo para nosotros por haberles invitado a cenar. Mi mujer dijo que cuando trajéramos las cosas a la mesa, pues que nos lo dieran.

Cuando volvíamos por la comida, casi se nos cae al suelo del espectáculo. Los dos estaban con los pantalones y los calzoncillos bajados hasta los tobillos. Nos quedamos parados y solo acertamos a decir:

-                    ¿Pero que hacéis ahí desnudos? (Yo)

-                    Joder, vaya pollones que tienen (Ella)

Yo me la quedé mirando y ella me dijo:

-                    ¿Qué? Míralas

Las miré y me fijé en que realmente eran enormes, no sé por qué, me recordaron unos chorizos, largos y gruesos.

-                    ¿Pero por qué habéis hecho esto?

-                    Bueno, era nuestro regalo para vosotros.

-                    ¿Pero a vosotros os parece que esto es un regalo?

-                    Bueno, el señor alcalde y la señorita  Gladys nos dicen que lo que tenemos es un regalo del cielo.

-                    ¿Cómo, explícame eso? Dijo ella

Bueno, el señor alcalde nos invita a cenar algunas veces y siempre nos pide que nos quedemos desnudos y juguemos con él y con la señorita Gladys.

-                    Vaya con la señorita Gladys, dijo Maricruz.

La verdad es que el alcalde es un gilipollas y un prepotente. Tiene dinero y se cree que con él se puede hacer de todo. La señorita Gladys es la típica persona que divide a la gente. Las mujeres quieren matarla porque tiene unos aires de superioridad desproporcionados y siempre las mira por encima del hombro y las trata como si fueran inferiores a ella. Los hombres en cambio lo que queremos es follarla, pues hay que decir que la señorita Gladys es un cañón de mujer. Es una cubana morena, de estas macizas, con un buen par de tetas (generosamente pagadas por el señor alcalde), y que ella no se corta en enseñar en cualquier momento del día. Aunque dicen que se conocieron en Cuba (en los viajes que hacia el señor alcalde para follarse jovencitas), las malas lenguas dicen que ella era puta en Galicia y que se conocieron en un puticlub. Las malas lenguas dicen también que cuando se acercan las elecciones, la señora alcaldesa visita por la noche a votantes masculinos cuyo voto está indeciso para “explicarles” mejor el programa electoral. También parece ser que hace visitas a la capital para “reunirse” con los dirigentes del partido de su marido cuando hay que decidir la lista de los futuribles alcaldes. No hay ni que decir que Maricruz no soportaba a la señorita Gladys.

-                    Esperar aquí que vamos a la cocina un momento, dijo Maricruz.

Fuimos y allí se empezó a descojonar.

-                    Entonces estos dos se están follando al alcalde y a la otra puta, ¿No?

-                    Eso parece, dije yo. ¿Y qué hacemos?

-                    Bueno, dijo ella con tono meloso. Tú siempre estás diciendo que tenemos que probar nuevas experiencias en el sexo, ¿no? Introducir más gente en nuestra relación…. Etc.… y todo eso que decías.

Yo abrí los ojos como platos.

-                    ¿Con esos dos? Tú estás loca.

-                    Es perfecto. Son superdiscretos, porque nadie ha sabido nunca lo del alcalde. Y mira que pollones tienen, eso está garantizado. O es que lo de nuevas experiencias y todo eso, solo era hacer un trío con mi amiga Carmen.

Carmen es una amiga de mi mujer que esta superbuena y tiene un morbazo tremendo. Lo del trío es verdad que era por hacerlo por Carmen, pero ahora me había pillado bien esta puta….

Se acercó más a mí. Ya podía oler su perfume de hembra. Me pusola mano en la polla  por encima del pantalón y me dijo:

-                    Venga, que seguro que lo pasamos bien. Y si no nos gusta, pues nada, lo dejamos y ya está. Pero sí que me apetece probar alguna vez una polla distinta a la tuya, y más grande. Y si nos gusta  pues la próxima vez quizá sea con Carmen……

Casi no me creí cuando conteste:

  • Bien, vamos adelante.

Volvimos a la habitación y nos sentamos en el sofá.

-                    Bueno chicos, ¿y qué es lo qué hacéis con los alcaldes cuando estáis con ellos?

Uno de ellos se acercó a mi mujer y dijo:

-                    Bueno, a la señorita Gladys siempre la gusta chuparrnosla al principio.

  • Bueno, vamos a ver si la señorita Gladys te la chupa tan bien como yo.

Agarró el gran cipote con su mano y empezó a masajearlo despacio para que adquiriera toda su dureza. Reconozco que me excitó la cara de vicio que puso cuando agarró aquel la barra enorme, y la empezó a masturbar. Cuando creyó que ya estaba suficientemente tiesa se metió el gran cipote en la boca, empezó a pasar su lengua por el gran tronco, que siguió adquiriendo una dureza y un tamaño considerables. Ella realmente chupa muy bien así que él estaba disfrutando mucho, lo que se notó cuando empezó a gemir y a berrear de manera tremenda.

-                    Muy bien, señora Maricruz, lo hace usted muy bien.

El otro hermano se acercó a mí y me dijo:

-                    Mientras la señorita Gladys chupa a uno, el señor alcalde también chupa al otro.

Pues hala, empieza, dijo mi mujer de forma simpática mientras dejaba de chupar un momento, y hacía una soberana paja a la verga que tenía agarrada.

  • Solo tienes que fijarte en como lo hago yo.

Tras una pequeña duda, me metí aquella tremenda barra en la boca y empecé a imitar los movimientos de mi mujer con la boca mientras me la chupaba. No sabía si lo estaba haciendo bien o mal, pero en unos momentos despejé las dudas al oír como rugía de placer el macho al que estaba mamando. La verdad es que me encantó como la polla creció cuando me la metió en la boca, fue una sensación interesante, y que desde luego encontré sorprendente. Me centré en lamer y mordisquear la parte de abajo del glande. A mí me encanta que lo haga mi puta, y pensé que a él también le podría gustar. Así fue ya que empezó a ronronear como un gatito. Me gustó chupar una polla, aunque sí que lo pasé mal cuando el tío se excitó mucho y me agarró la cabeza con las dos manos y me metió su pollón dentro. Ahí sí que casi vomito y me tuve que sacar la verga de la boca mientras él decía:

-                    Ufffff, casi me corro, hermano.

-                    ¿Qué tal te ha chupado la polla?

-                    Para ser la primera vez muy bien. Creo que hoy vamos a enseñarle  varias cosas nuevas.

-                    Muy bien. Pues no veas esta puta como traga. Sería interesante ver una competición entre ella y la señorita Gladys a ver quién nos saca primero la leche, jajajaja.

-                    ¿Por qué no dejamos de hablar y seguimos en la cama?, dijo Maricruz.

Yo me iba a levantar, pero el hermano con el que estaba no me dejó .

  • Sigue  chupando, dijo, mientras me apretaba la cabeza contra su polla.  Si que tienes ganas de ver como se   follan a tu puta. Sois todos iguales, primero no os gusta,  y luego sois los que mas disfrutáis con la situación.

Vi como ella y el otro iban subiendo para la habitación. Mientras subía Maricruz iba quitándose la falda y la blusa que todavía llevaba puesta, lo que permitió al que subía con ella que la pegara un buen repaso a su culo mientras se tocaba su verga. Según me contó luego, la braga y el sujetador la duraron poco porque en cuanto entraron  en la habitación, se los arrancó y la tumbó en la cama, se agachó y empezó a pasar la lengua por el coño ya empapado de mi mujer. La lengua era áspera y ancha, y recorrió todo el interior de su vagina arrancándola pequeños gemidos. Los gemidos subieron de volumen cuando encontró su clítoris, lo que causó que ella agarrara su cabeza para que no la moviera de ahí. El siguió lamiendo hasta que ella estuvo al borde del primer orgasmo y entonces, escupiéndose en la mano, se pasó la saliva por la puta de la verga, y se la enterró brutalmente a mi mujer en la vagina, lo que hizo que mi mujer lanzara un grito de placer y de dolor a la vez, pues no estaba acostumbrada a semejante tamaño. Además, el tío era mucho más violento que yo a la hora de follarla. Mientras  notaba como su pollón la abría el coño con cada empellón,  sentía también como sus tetas eran sobadas  sin delicadeza, que sus pezones eran retorcidos y pellizcados a lo bruto. El tío hacía con ella lo que quería, y ella lo único que hacía era dejarse llevar por el placer que la nacía de aquella polla tremenda que estaba dándola el mayor placer de su vida.

Te esta gustando, eh puta?

Ummmmmm, sí, cabrón. Me estás pegando el mayor polvazo de mi vida.

No sabes que ganas tenía de meterte la polla. Desde que te veía correr por el pueblo en verano con aquella ropa tan cortaque te ponías. Siempre hablaba con mi hermano de como nos gustaría follarte.

Y por qué no me lo dijiste en aquel momento. Si llego a saber que tienes este pollón, me estarías follando desde los quince años.

¿Te gustan nuestras pollas?

Joder, me están encantando. Sólo había visto pollas así en las películas porno.

Jajajajaj, te gustan grandes,  so cerda.

Ummmmm como a todas. Sigue sigue, que me voy a correr otra vez.

Desde abajo, yo sólo oía a mi mujer mientras  gritaba y gemía con varios orgasmos., lo que me produjo una gran erección. Tenía ganas de verla follar con otro, por lo que aceleré el movimiento de mis labios alrededor del rabo que tenía en la boca para que se corriera cuanto antes. Noté como la polla  palpitaba en mi boca mientras sentía como un liquido  caliente y salado entraba en ella. El cabrón había descargado todo el contenido de sus huevos  mientras me agarraba la nuca con sus manos y soltaba un gemido de satisfacción. Con la boca llena de leche me fui a la cocina para escurpirla, mientras oía como decía:

  • Pues si que me has hecho soltar una buena corrida. Espero que me hayas dejado suficiente leche para tu mujercita.

Subimos para el piso de arriba y cuando entramos en la habitación nos encontramos a mi mujercita a cuatro patas encima de la cama mientras que el macho de pie la penetraba el coño desde atrás. Estaban los dos sudorosos a causa del esfuerzo. Cuando nos vieron, dijeron:

Vaya mujercita mas perra que tienes, chaval.

Uffffffff, cariño. Que no te siente mal, pero me están dando el mayor placer de mi vida.

A mi compañero se le había puesto otra vez la polla como una piedra, se subió a la cama, se arrodilló , puso la verga delante de la boca de mi mujer, y esta la atrapó entre los labios con avidez, y empezó una follada doble, por la boca y el coño. Parecía que la gustaba la polla del  tío, porque sólo la soltaba para gemir y gritar cuando se corría.  El cabrón del tío la hizo lo mismo que me hizo abajo a mi. Cuando empezó a culear para correrse, agarró la cabeza de mi mujer y la llenó la boca de leche, y no la sacó la polla de la boca. Parte del semen salía por el lado, pero el resto se lo bebió la puta de mi mujer. Se la notaba por la cara que estaba disfrutando como una perra. Justo después de tragarse el semen, se volvía a correr con el otro macho que la estaba penetrando por atrás.

Luego se cambiaron los papeles, y cambiaron las pollas de sitio. Mi mujer estaba colorada y sudorosa, los muslos los tenía cubiertos de los flujos  y del semen que la salía del coño. Mi polla respondió a verla así de cachonda, y se puso completamente dura. Me desnudé y empecé a tocarme. La potencia de los tíos era tremenda, pero la verdad es que mi mujercita se estaba portando como una campeona, y les estaba exigiendo toda su dedicación. Era tremendo verla cambiar de posición, follar, recibir por todos sus agujeros aquellos tremendos rabos. La costó un poco que se la metieran por el culo, pero entre que la lubricaron bien, y que ella estaba tremenda mente excitada, la dieron dos buenos orgasmos, pues se la follaron los dos seguidos por el culo. Yo me masturbé dos veces, y cuando vi que ya no se me ponía dura, y que ellos no paraban de penetrar a mi putita, me fui a intentar dormir a otra habitación. Cuando me dormí toda vía se la oía gemir de placer.

Cuando me desperté, bajé a la cocina a comer algo, y me crucé en la escalera con los hermanos que subían riéndose. Estaban desnudos y sus rabos ya estaban otra vez a media asta.

Hemos dormido como unos campeones

Pero tu mujer ha dormido mejor, que estaba muy cansada.

Vamos  a llevarla ahora el desayuno a la cama para que coma algo antes de que nos lleves a casa, jajajajaja.

Eso, eso, que se meta algo en la boca, jajajaja.

Oi como entraban en su habitación, y la despertaban llamándola por su nombre. Lo siguiente que oí ya fueron sus gemidos y ronroneos . De repente empezó a gemir de una forma espectacular, incluso mas que el día anterior. Subí a ver que pasaba, y me encontré a mi mujer encima de uno de ellos que estaba tumbado en la cama, con la polla enterrada en el coño, mientras el otro estaba a cuatro patas detrás de ella taladrando su culo. Maricruz estaba gritaba con la boca completamente abierta. Estaba  tan en éxtasis que la saliva se escapaba de su boca sin control.

Así, cerdos, follarme los dos. Diooooos, que placer, cabrones. Que pollas tenéis.. nunca me habían follado así, ni siquiera en sueños.

Ellos no podía contestar nada, porque ella les estaba exigiendo toda su fuerza. Nunca pensé que mi mujer fuera tan puta y cerda. Me tenía sorprendido y muy excitado. Me miró con cara de vicio y me dijo:

Ven, cariño, que te la voy a chupar mientras me revientan a pollazos.

Me subí a la cama y me agarró la polla con los labios. Después de verla con esos cipotes enormes en la boca, verla con el mío parecía incluso un poco ridículo. Estaba tan excitada que me la chupaba sin control, así que después de unos minutos, me vacíe todo en su boca sin control.

Que pronto te has corrido, tío. No me extraña que tu puta estuviera deseando pillar un buen rabo, dijo uno de ellos.

Joderrrrrr, me corro otra vez, tíos. Vaya sesión que me estáis dando

El que la estaba follando el culo, dijo que el también se estaba corriendo, y vi como salía la leche del culo de mi mujer mientras él daba los últimos empujones. Poco más tarde con un rugido, se corrió el otro, que sacó la polla completamente empapada del coño de Maricruz.

Entraron en el baño, se lavaron, se vistieron, y la dijeron:

Te has portado muy bien cerda. Te has  ganado que  volvamos a follarte más  veces.

Entre el cansancio y la excitación, ella ya se había vuelto a quedar medio dormida y solo acertó a decir:

Cuando queráis, sementales.

Cuando salí de la habitación para llevarlos al pueblo, vi como ella empezaba a dormirse con el culo en pompa, mientras que de su coñito depilado se escurrían goterones de semen de aquellos machos  que se la habían follado como ella se merecía......

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