Dos Poemas

Lanzados al aire. Cortos, sin versos, sin sentido ni razón.

Odio

Te odio. Te digo porqué.

Te odio por cómo eres. Te odio por como hablas

Detesto tu figura, odio tu cara tonta

Te odio profundamente, me dan asco tus palabras

Tu presencia me incomoda, simplemente me repugnas

Te odio porque no sabes nada, te odio porque no sirves, te odio porque eres yo

Porque eres parte de mí, ese yo que no quiero ser, eres todo lo que rechazo

De mí mismo y de los demás, te odio porque me es imposible amarte

Odio tus palabras huecas y tu sonrisa insípida

Odio lo que haces y lo que dejas de hacer

Detesto como caminas y como hablas

Y te pareces tanto a mí. Por eso te odio

Si no fueses tú, me darías lástima, pero eres tú y por eso te odio

Porque eres lo que no quiero ser, y sin embargo estás tan cerca

Eres lo que evito, y tu ahí, siempre tan cerca

Porque vengo de tu misma fuente y somos tan distintos

Porque no te quiero a mi lado pero no podré negarte

Porque eres parte de mí, esa parte que no quiero

Por eso te odio. Más que odio, repugnancia.

Llanto

Quiero llorar, pero no puedo

Sólo en mi cuarto, mirando al techo, siendo yo mismo

Y quiero llorar

Inconsciente de mi cuerpo

Ninguna imagen en mis ojos

Noche de insomnio, ganas de llorar

Sin motivo razonable, aflicción de madrugada

Ánimo decaído, ganas de llorar

Lágrimas gratuitas que no terminan de brotar

Llanto contenido por la vergüenza

Vergüenza a irrumpir en el silencio,

Mi fiel compañero,

Con un llanto sin motivo

Se llora cuando se debe, no cuando se quiere

No sé quién dice eso, lo acabo de inventar

Mil excusas para no llorar,

Más razones para hacerlo.