Dos parejas maduras mas que amigas
Llevamos los 4 mas de 40 años conociéndonos, pero no a tal punto. Un fin de semana con pajeras cambiadas. La solución a mil problemas
Soy Mercedes, tengo 46 años, estoy casada con Ale hace 25 años tenemos 3 hijos ya grandes, nuestros mejores amigos son Susana y Martin, nos conocemos hace más de 40 años los 4, amigos de la niñez.
Hace tres semanas decidimos tomarnos un fin de semana, los cuatro sin los hijos ni nadie, un fin de semana en pareja, elegimos Mar del Plata, nos queda cerca conocemos mucho y tiene de todo.
Apenas salimos, y los que tienen ya unos años de casados lo comprenderán mejor, comenzaron las pequeñas discusiones, de cuanta ropa, a que hora salimos y todo lo que ello implica. Como siempre Martin me da la razón más a mí que a su esposa, y viceversa Ale siempre conciente lo que Susi pide, ella cansada ya de un principio se le ocurrió decir, porque no vas vos (Martin) con Merce y yo viajo con Ale, así discutimos menos. Era una frase hecha solo tirada al vuelo, lo que paso es que Merce la tomó al voleo y se prendió, eso, porque no vamos con las parejas cambiadas así el viaje es más divertido y Gus me da todos los gustos, Susana asintió, por supuesto con Ale ni una discusión hasta el mar.
Salimos los cuatro en el auto de Martin, él y yo adelante y Susi y Alejandro en el asiento trasero.
Les cuento que fue un viaje de novela, todo lo que pedíamos se hacia realidad, hasta la boludez máxima la teníamos a los pies, comida, bebida, parar para mirar cualquier cosa, ni una sola discusión, y menos un reproche.
Cuando llegamos, a comer primero después el hotel, la comida fue en el puerto, El viejo Pop, buena comida, muy buena bebida, todos de un humor impresionante, pedí postre y Martin no solo me lo consintió, sino que me lo dio de comer en la boca, poca sobremesa y otra vez todos al auto, cuando me voy a subir atrás, Susana me aparta y me dice tu lugar es adelante con tu pareja.
Llegamos al hotel, y como si lo hubiésemos planeado, Martin y yo del brazo y Ale y Susana también, entramos y algo raro nos pasó, Martin lleno la tarjeta de entrada con su nombre y el mío y Ale hizo lo mismo con mi amiga, nos dirigimos al 3er piso donde nos dieron habitaciones contiguas, nos miramos y Martin dijo, Merce vamos a cambiarnos para ir al casino, en media hora estamos todos listos, Coco tomo su bolso y le pidió a Ale que le abriera la puerta que se hacia tarde.
Todos nos miramos pero entramos a las habitaciones con parejas cruzadas, era cambiarse para ir al casino, nada más pero con todo el erotismo que eso significaba. Estabamos haciendo una historia de aquellas, sin proponernos nada, estaba resultando muy sensual, en ese momento si me decían de coger, me bajaba los pantalones y me la ponían ahí, nunca se me imaginaria que fuera alguien diferente a mi marido.
Entro en la habitación, Martin me pregunta si me voy a bañar, por su puesto que si le contesto, dale hacelo rápido que tenemos solo media hora. Saco alguna ropita del bolso, y me dice si tenia algo más llamativo como para dar un poquito de celos, por supuesto y saque una mini negra que no usaba desde hacia varios años, pero me quedaba de primera, y una blusita del mismo color, la tanguita era al tono y por supuesto un corpiño de encaje negro también, medias y zapatos al tono de taco aguja.
Todo pasó sin más cuando nos vemos en el hall del hotel. Susana estaba sentada en un sillón con Alejandro, tenia puesto un vestido súper ajustado gris, medias al tono, y Ale la tenia abrazada como si fueran realmente esposos y hasta diría, recién casados.
Nos metimos todos en el auto, como siempre parejas cruzadas. Llegamos al casino, y cuando entramos, ahí como siempre, nosotras por un lado y ellos por el otro, eso no cambio para nada, a ninguna nos llama mucho el juego y monos con ellos que se enloquecen, estén con quien estén.
Nos pedimos unas copas, y sentadas en el salón nos pusimos a conversar, el primer tema es lo bien que lo habíamos pasado en todo el viaje, la sensualidad de la entrada al hotel, y las dos coincidimos cuando empezamos a contarnos como fue la entrada en la habitación y el baño y cambio de ropa. Yo le comente que Martin solo me sugirió la ropa, como par dar celos, ella me comentó casi lo mismo, y que era la primera vez que salía de fin de semana y en el momento de bañarse y cambiarse no la jodiera su pareja con que se pusiera en bolas delante de él, se bañaran juntos y un polvito rápido o que le chupara la pija antes de salir, cosa que hacen todos, y lo único que logran es ponernos nerviosas. Las dos coincidimos que era espectacular la situación por esos motivos, el tema era como seguía.
Susi me dijo, que no nos gastáramos en pensar, ellos decidirían y nos joderián un rato pero que su virilidad no les permitiría ir más allá, yo pensé lo mismo, y decidimos dejarnos llevar, y que la resolución del problema fuera de ellos.
Pasaron unas dos horas, jugamos un poco, ganamos menos, pero al momento de buscarlos y encontrarlos eran dos chicos con juguete nuevo, habían ganado y parecía que mucho por sus ojos, y a esos ojos los conocíamos muy bien.
Salimos sin saber cuan bien les había ido, seguíamos del brazo y con parejas cambiadas por supuesto, nos pusimos a caminar cuando al momento que noto que Martin me toma de la cintura Ale esta haciendo lo mismo con Susana. Paseamos por la rambla un buen rato, luego fuimos a tomar algo por el centro y ya a las tres de la mañana pusimos rumbo al hotel.
Entramos y cuando estábamos en el ascensor, notamos que ninguno de los dos soltaba prenda de cuando terminaba el juego, y tasa tasa cada uno para su casa.
Cuando estamos en el pasillo y frente a las habitaciones Martin le dice a mi esposo, mira que voy a hacer de cuenta que no le vas a perdonar nada a mi mujer, y te aconsejo que pienses los mismo, que mañana no haya reproches, de porque le tocaste acá, de porque no le perdonaste el culo que ni a mi me lo da, lo mejor es entrar y tomar lo más que puedas para que sea parejo y sin reproches, que te parece, vos conoces a tu mujer y yo a la mía, se lo mal que lo vas a pasar, está Susi con sueño, cansada, le duele la cabeza igual que a la tuya, lo que uno consiga es solo lo que uno es capaz de conseguir, a ver si somos tan amables como ellas dijeron hoy con las parejas cambiadas.
Ellos pensaron en ese momento, o mejor dicho lo planearon que las dos terminábamos la joda en ese momento, pero no ocurrió así, tome las llaves que tenia Martin en la mano abri la habitación y guiñándole un ojo a Susana le dije que se esforzara porque su compañero casual de habitación no se quedara dormido en menos de media hora, dicho esto y del brazo del marido de mi amiga, entre en la habitación.
Ya dentro de la misma, poco sabia yo que hacer, por supuesto mi primera reacción fue entrar al baño, me refresque un poco la cara, me quite la pollerita y la blusa, me quede con los tacos y salí para ver que pasaba, Martin ya estaba en la cama y cuando me acerco noto que debajo de la sabana estaba completamente desnudo porque sus calzoncillos estaban tirados junto a la cama, solo atine a comenzar a quitarme las medias, a medida que lo hacia de su entrepierna comenzó a crecer un penacho, Martin se estaba calentando conmigo y de que manera, ya a esta altura era un echo que íbamos a coger, y de que manera, el tipo me desnudaba la poca ropa que me quedaba con los ojos, cuando me quito el corpiño, su expresión fue sobre mis pezones, que por ese entonces estaban duros y grandes como dos carozos de aceituna como dice Ale.
Entro a la cama solo con la tanguita y cuando quiero taparme con la sabana, me dice que lo deje contemplar un poquito, comienza a recorrerme el cuerpo con los ojos y con sus dedos, cuando llega a mi cintura, empieza primero por un lado luego por el otro a bajar la bombachita, y cada tanto pasa su mano por mi pubis, acariciándolo siquiera, muy suave, eso me excita, me hace levantar un poquito mi cintura par notar unos dedos diferentes en mi concha. La tanga ya no esta, nos abrazamos nos besamos, parecíamos novios, un beso de lengua que no sentía desde lo 20, la pija de Martin al palo y me la friega por todos lados, y yo que lo dejo, que calentura, me pone boca abajo, quiero sentir mi pija en ese culo, es el sueño de todos, el culo de Merce, me confiesa que es un comentario que tiene años.
Bueno ya lo tenia subido, yo boca abajo, y noto que intenta metérmela por el culo, despacio Martin, primero hacerme acabar a mi y después aceitamos y te dejo meterlo.
Dicho me dio vuelta, y en el medio de la vuelta, su pija queda frente a mis ojos, no tenia nada que envidiarle a mi marido, la tomo con una mano, y me la meto en la boca, despacito primero, luego sacarla, y terminar con la leguita afuera rozándole la cabecita, otra vez adentro y dos o tres bombas, una linda meme para mi mejor amigo, estaba al palo, lo note y de una la espalda en la sabana, subite Marin y acabame, fue decirlo y se me vino como bombero, casi me acaba afuera, estaba desesperado, en ese momento los dos escuchamos los gemidos de Su esposa en la otra habitación, parece que mi marido estaba tan caliente con ella como el conmigo.
Por la mañana temprano, escuchamos la puerta, Martin se levanta y abre la puerta era Alejandro preguntando como la pasamos, la imagen que vio era alucinante, su mejor amigo tras la puerta en bolas y con la pija al palo, yo con los pelos hechos un enjambre tirada en la cama boca abajo con las piernitas abiertas, como si hubiera pasado la mejor de las cogidas de mi vida, lo cual no estuvo muy lejos.
Segundo dia
Eran como las 10 de la mañana, entreabro los ojos y veo a Martin con una toalla en su cintura abriendo la puerta de la habitación, en el pasillo Ale mi marido tratando de mirar dentro la pieza, Martin lo toma del brazo y lo invita a pasar, imagínense la situación, yo totalmente en bolas tirada en la cama, destrozada, yo y la cama, ni fuerzas para levantar una pestaña, semitapada por las sabanas, tenia solo la cintura oculta, medio de costado mi marido podía verme al igual que nuestro amigo, el culo, las piernitas abiertas, tal cual me las había dejado Martin después de haber lamido mi colita desde las 8 de la mañana, los pelos, una maraña y los brazos extendidos sobre la cama. los dos con los ojos puestos en mi, recorriéndome de lado a lado, me di vuelta y ni los miré solo quería dormir un ratito mas. Martin le propone darse una ducha, conmigo por supuesto y después ir los cuatro a desayunar al salón del hotel.
Media hora más tarde, los cuatro llegábamos juntos a la mesa, mi amiga con unas ojeras como si la hubieran cogido entre diez, y es mas o menos lo que le paso, se noto que mi marido no le dejo un agujero sin perforar, la pobre no se podía estar en pie. Nos pusimos a tomar el café todos muy cachondos y contentos, en un momento Ale saca de su bolsillo una tanguita blanca diminuta y mostrándosela a Martin le pregunta si se la puede guardar de recuerdo, por supuesto que si le dice y a su vez muestra la mía, una leopardina nuevita que me había regalado mi marido para ese viaje, bueno los dos contentos con sus trofeos se pusieron a comentar de cualquier cosa menos de lo que había pasado la noche anterior como si fuera lo más común del mundo. Para nosotras había sido una de las noches más emocionantes de nuestras vidas, cojernos dos tipos sin miedos y sin culpas, cambiar de monta sin prejuicios, y sin que después como siempre te rompan las pelotas para volver, o cuando joden, de cómo lo pasaste, si fueron lo mejor, si nuestros maridos lo hacen parecido, o etc. Etc.
Salimos a caminar muy tranquilos, siempre con las parejas cruzadas, como si nada, despacito llegamos como a las 14.30 al puerto, un almuerzo frugal, y de vuelta al centro.
Por la peatonal caminando los cuatro, muy distendidos, como si fuera así de toda la vida, hicimos compras, nadie rompió las bolas con nada, ni una discusión, era tocar el cielo con las manos, de paseo con nuestros maridos sin discusiones ni reproches, gastar a dos manos, yo pedía Martin compraba, Su quería, mi marido gastaba y todo nos parecía bien.
Llegó la noche y nos encaminamos al hotel, cada uno con su pareja ocasional, cuando entramos a la habitación, Martin rápidamente se mete en el baño para darse una ducha, yo comienzo a elegir la ropa, no tardo mucho ya casi lo tenia decidido todo, muy sensual y provocativa, ese era mi look para esa noche, termino y mi amigo que no sale, se hace tarde, no quiero perderme nada de esta noche, entro al baño, se está duchando todavía, y decido desvestirme, corro la cortina y me meto en la bañera, imagínense El al palo, dejame que te ayude así no perdemos tiempo, y me froto el jabón en las manos y comienzo a enjabonarle la pija, los huevos, le tiro la pielcita para atrás, bien enjabonado todo el miembro, lo empujo un poquito para atrás y comienzo a enjuagarlo, cuando esta listo, me arrodillo, lo miro a los ojos y le digo, si me prometes quedarte tranquilo, lo lustramos un poquito, no es muy común este vocabulario en mi, Martin agarrado de las manijas solo atina a mirar, un besito en la puntita, otro más , un poquito de lenguota en la cabecita, ahora se la aprieto con los labios, un poquito adentro, la muerdo suavemente, y otra vez afuera, así una y otra vez, le clavo la mirada en sus ojos y toda adentro, dos, tres, cuatro y a la quinta, un borbotón de leche me inunda la boca, salpica mi cara cuando la saco y un enjuague urgente para mis pelos, cuanta leche había juntado desde la mañana. Nos terminamos de lavar, nos ayudamos a vestir y las 10 estábamos en el hall del hotel esperando a nuestras respectivas parejas.
Pasaron diez, veinte, treinta minutos y decidimos ir en busca de los dos, llegamos a la habitación, y como Martin pidió las llaves, pudimos entrar sin llamar, los dos ya se habían vestido para salir, pero parece que cuando Susii se fue a peinar, Alejandro quiso hacer lo mismo parándose detrás, nos imaginamos como se la abra apoyado, que ninguno de los dos pudo rechazar el impulso, y estaban los dos abotonados frente al espejo, ella con la falda levantada hasta la cintura y mi marido poniéndosela como perrito por detrás, que vamos a decir, si 30 minutos antes habíamos hecho algo parecido con mi amigo. Se terminan de vestir y arreglar y salimos.
Primero una buena comida, muy buena por cierto, después al casino, otra muy buena noche no tanto por el resultado económico, que fue magro, pero un par de veteranos nos pusieron fuera de si, tratando insistentemente de levantarnos a las dos, que por casualidad estábamos como diosas, una más sensual que la otra, yo con un vestidito no tan corto, pero que dejaban ver las piernas que tengo, y que además me levanta aun más el culito parado que poseo, como siempre medias negras y unos zapatos de taco aguja. Susana por su parte una pollerita muy corta, tiene también muy lindas piernas, un poco flacas pero muy buenas al fin, medias negras también, zapatos de piel y una blusita transparente con un corpiño de encaje transparente que dejaba ver sus pezones que son oscuritos y se ve que estaba o muy caliente o con frío porque resaltaban bastante de su busto.
Por fin como a eso de las 3 de la mañana decidimos irnos al hotel, nada cambio yo con Martin a nuestra habitación y Ale y Susi a la suya después de quedarse los dos en el bar a tomar algo.
Cuando estamos en la habitación con Martin, nos empezamos a besar, jugueteamos como adolescentes, o sea me metió mano por todos lados, cuando ya estábamos desnudos y muy calientes nos metemos en la cama, él de espaldas en la cama, lo destapo y me propongo hacerle una meme de aquellas, se la tomo con mi mano, comienzo una pajita lenta, me toma del cuello dulcemente y con un poco de rigor hace que me la introduzca en la boca, aunque ganas no me faltaban, cuando ya la tengo hasta la garganta, otra vez la puerta, pero esta vez abren, son la otra parejita, sigan como están nos dicen, yo les hago caso pero igualmente levantó la mirada para ver que se proponen, Su se arrodilla, empieza a desabrochar la bragueta de mi marido, cuando lo logra, introduce su mano y comienza a buscar su pija, la encuentra, la saca ya al palo, a diferencia mía no la besa, unos lenguetazos lentos y acompasados, parece que dan efecto en su compañero, mi marido da unos gemiditos de placer, sigue con lo mismo, conociendo a mi esposo, ya a esa altura la quería meter hasta la garganta, pero se contiene, ella sigue, lengüetazo y besito en la punta, le quita el cinturón y el último botón, baja su pantalón y su calzoncillo, ahora juega con sus huevos, le quita completamente los pantalones y el bóxer, abre las piernas de el y comienza a un juego frenético de sus manos, siempre con la pija de mi marido en la boca, con las piernas y el culito, noto que hasta llega a meter un poquito de sus dedos en el culo de Ale, cosa que nunca se me había ocurrido, como ven estaba mas pendiente de mi amiga y mi esposo que de la poronga de mi pareja ocasional que tenia en mi boca. Ale hace que ella se incorpore comienza a desnudarla sin dejar de besar cada parte de ella que queda al descubierto, hooo, como me esta calentando mi marido con otra y no se imaginan como estaba Martin viendo tan caliente a su mujer.
Cuando están los dos completamente desnudos, yo ya estaba abrazada por detrás de mi compañero, los dos tirados en la cama contemplando el espectáculo de nuestros respectivos.
Martin muy dulcemente pasa su mano para atrás y comienza a jugar con los labios de mi concha, para que tenga más comodidad y para mi mayor placer, no nos engañemos, abro mis piernitas, y cuando esto no es suficiente para que meta dos o tres deditos en mi concha paso una de las piernas por arriba de su cintura.
De mientras Su y Ale ya están en la cama contigua, esas de una plaza, por si uno lleva los chicos, los dos abrazados a los besos, en un momento ella se levanta, y ubicándose en posición inversa, se acuesta sobre el, estábamos por presenciar un 69, acomoda su entrepierna en la boca de mi marido, que ya sacaba la lengua cuando faltaban por lo menos 20 cm. para que llegara a su boca, Susana se recoge el pelo y con la otra mano quiere terminar una meme que había comenzado hacia un rato. No me pregunten como, minutos después estábamos con Martin en posición similar, un ratito bastante largo, luego me incorporo y me acuesto sobre él, con las piernas como jockey, y comienzo a cabalgarlo, ellos en la misma posición, era que jugara con mis pechos y Ale con los de ella, mi esposo besaba sus pezones los mordía y lo mismo hacia Martin conmigo, cada gesto se copiaba, cada gemido tenia un eco en la otra cama, todas las caricias se repetían era todo una copia fiel y cada vez mas excitante, media hora después, yo debajo de Martin y Susi de mi marido, era como un valet acuático, con un ritmo parejo y sensual, mis ojos en los de mi marido y los de Susana en el suyo, estaba yo acabando con otro pero con la cabeza en mi marido y Su acababa con mi Alejandro pero con los sentidos en su marido.
Acabamos mirándonos pareja con pareja, éramos un espejo, y el orgasmo fue de cuatro entre quejidos, gemidos, y jadeos,………….nos quedamos las parejas abrazadas hasta recuperar el aliento y se pasaron Su y Ale a nuestra cama, los cuatro desnudos en las mismas sabanas, no teníamos ya fuerzas para nada, así me quede dormida en los brazos de mi amigo y mi esposo haciendo cucharita con mi mejor amiga.