Dos mujeres diferentes 3

Que mas pedir, noche en Paria, cena y show en el Lido y noche de amor en el hotel

DOS MUJERES DIFERENTES

3ª PARTE

Me paseaba de un lado al otro cuando golpearon a mi puerta. Era el camarero del hotel que traía una botella de champaña.

GISELA: debe estar equivocado, yo no pedí nada.

CAMARERO: no Srta. Fíjese la habitación es la suya

GISELA: pero quien la ordeno

CAMARERO: eso no lo se yo, averigüe en el bar. Que tenga Ud. Buenas noches.

GISELA: gracias, igualmente.

Me dirigí al teléfono para llamar a ver quien me mando la botella. A medio camino golpearon otra vez la puerta. Pensé debe ser el camarero que realmente se equivoco. Fui abrí la puerta y ahí parada con un salto de cama estaba ella.

Nos miramos fijamente y de pronto ella me abrazo, dándome un beso en los labios. Por el envión que dio, retrocedí unos pasos y mi espalda dio contra la pared. Ella siguió besándome y yo dejándome.

ANA: hace tiempo deseaba hacer esto y no me animaba, por no saber si aceptarías o no.

Mientras besaba mi cuello murmure

GISELA: hace dos años te espero, dos años!

Nos besamos nuevamente. Ella mientras tanto, bajaba los breteles de mi enagua y dejo mis tetas al descubierto.

ANA: solo pensar en tus tetas y pezones, me calientan todo el día. Esos pesos negros y grandes son una maravilla, tal lo imagine.

GISELA: tuyos amor, tuyos. Has los tu quieras.

Mi enagua cayó al piso, mientras ella mordía y chupaba mis pezones y con su mano apretaba una de mis tetas. Yo solo suspiraba de placer y felicidad. Entro a bajar su cabeza al tiempo que sus manos sacaban mi tanga, dejándola caer y dejando ver mi concha depilada a merced de su boca. Solo eso me hizo suspirar profundamente al tiempo que mi mano apretaba su cara contra mi sexo. Volvió a subir y besarme en los labios al mismo tiempo que me iba llevando en retroceso hacia la cama. Caí sobre ella. Ana rápidamente se saco el salto de cama, estaba completamente desnuda. Sus tetas aun se conservaban duras y erguidas. Sus pezones en punta de un tenue marrón claro. Su sexo depilado. Se tiro sobre mí y nos besamos frenéticamente. Nuestras lenguas iban de boca en boca unidas. Luego bajo a mi tetas y le dio varios chupones, hasta llegar a mis ya duros y negros pezones. Los beso, chupo y mordió estirándolos y soltando. Yo estaba en una nube y sentía mi sexo mojado. Ella mientras seguía con mis pezones, su mano bajo a mi concha acariciándola de lado a lado y metiendo dedos entre mis labios vaginales. Yo me retorcía de placer. Bajo a mi ombligo y con su lengua jugo dentro de el. Siguió bajando al tiempo que yo decía.

GISELA: sigue amor, toda tuya, no te detengas.

Ella como haciendo caso a mis palabras llego con su boca a mi concha. Con las dos manos abrió los labios y puso su lengua entre ellos a recorrerlo a lo largo. Yo estaba echa fuego, ya no pensaba en nada solo gozarla. Su punta de lengua toco mi clítoris y levante instintivamente mi sexo, al tiempo que ella tomaba entre sus labios ese duro clítoris y lo pajeaba con sus labios, metiéndoselo hasta donde podía en su boca. Yo estaba en el delirio puro, nunca me había sentido así antes. Parecía algo desconocido para mí.

GISELA: Ana me estas matando de placer. Ayy, eres una diablesa, donde estabas que mi vida recién te descubrió. Siii, ahhhhh, no paresss por favorrr. Me estoy viniendo toda, vas secarme ahhhhhh, sii

Acabe en su boca mas de una vez, pero el último fue realmente magnifico. No tenia fuerzas para nada. Ella se tiro a mi lado besando mis labios y mordiendo mi lengua.

ANA: alguna vez tenia que sacar de adentro mío y despertarlo lo que siempre desee. La primera vez que te vi en mi oficina sentí me mojaba toda. Ahora esta acá a mi merced y me siento una lesbiana mas.

GISELA: si amor, hace dos años que tengo abstinencia para no acostarme con otras, pero hoy creo me realice como nunca. Pensaba siempre en ti y a veces no me contenía y me masturbaba como que estaba contigo

ANA: ahora no hace mas que pienses o sueñes conmigo, ahora es una realidad. Eres mía y solo mía.

GISELA: si amor, solo tuya.

Pese a todo me erguí para darle a ella, aunque sea una parte del placer que ella me dio. Pese a sus ya 46 años tenia un cuerpo de una de 30. Bese cada milímetro de su cara, mordí sus labios y metí mi lengua en su boca. Ella se dejaba hacer, se entregaba totalmente.

Mi lengua jugo con su orejas y mis labios las mordía, le di chupones a su cuello y fui a sus tetas. Las llene de chupones y me detuve en sus esplendidos pezones. Los mordí y chupe hasta el hartazgo, succionándolos como si estuviera ordeñándolos con mis labios. Sus suspiros y ayes aumentaban mi libido. Alzo sus brazos abandonándose al placer de parecer ser ordeñada. Bajo con mi lengua por todo su torax, su vientre hasta donde estaba su maravillosa y húmeda concha. Esa con la que soñé y pensé tantas veces. La abrí con mis dedos como buscando una perla. Metí mi lengua a fondo en su agujero y ella elevaba de placer su cadera, al tiempo que suspiraba y pedía no parara. Recorrí rodo el largo de su vagina tocando y lamiendo su clítoris y sentí en mi boca un orgasmo que la hizo retorcer, suspirar e inclusive algún pequeño y reprimido gritito.

De pronto ella me saco, se dio vuelta poniéndonos en 69 y eso ya fue el acabose. Ambas, parece, queríamos comernos una a la otra. Las lenguas en las conchas aumentaron su velocidad. Parecían comer una la concha de la otra y viceversa. Las caderas se elevaban al unisonó y ríos de flujo despedimos en un orgasmo infernal. Una vez que acabamos nos tiramos juntas en la cama, con la respiración jadeante. El silencio entre ambas era absoluto, cada descansando de lo hecho.

Al rato estaba pensando si era un sueño y me convencí que no. Después pensé si esto era una noche de Paris o si seguiría. Dejare que los acontecimientos se desarrollen e iré adonde quiera mi destino.

Le di un beso en la frente y se empezó a despabilarse, estirándose toda. Le di un beso en los labios y sus brazos rodearon mi cuello, no dejándome, quien iba a dejar así? Yo chocha de la situación.

ANA: hola cariño, que nochecita nos regalo Paris en tu cumple no?

GISELA: maravillosa, nunca había soñado con algo asi.

ANA: siempre fuiste lesbiana.

GISELA: si, salvo una vez me acosté con un hombre y de ahí en más sabía cual era mi sexo.

ANA: tuviste muchas mujeres. Conviviste con ella.

GISELA: tuve varias pero nunca conviví. Inicie a dos o tres como lesbianas. Dos de ellas eran vírgenes.

ANA: tienes suficiente experiencia.

GISELA: si amo ser lo que soy. Y vos Ana?

ANA: me case apenas con 20 años, en esa época aun se era importante decían, ser virgen. Así que mi marido fue el primero y único, hasta que llegaste vos.

GISELA: que paso que divorciaste después de más de 20 años.

ANA: primero el desgaste, con chicos ellos tienen mas prioridad. Después empezaron los engaños de él. Discutíamos por nada, hasta que un día dijo de divorciarnos y me pareció bien, los estaban casados. Sabía que tenía otra mas joven que yo. Lo negaba siempre pero cuando se fue de mi lado ya se instalo con la otra. Sabias algo?

GISELA: solo lo que contaste ahora, una mas joven. Es común en los hombres, hacer eso. Se creen que van a rejuvenecer si se van con otra mas joven.

ANA: pero para una es penoso. Después de entregar los mejores años de tu vida, de crecer juntos en todo, incluida la parte económica y ser ya abuelos, para mi fue un duro golpe.

GISELA: pero lo pasaste. Ahora piensa solo en este momento, en mí, lo demás no existe.

ANA: si, me has dado un placer que crep nunca lo tuve con él.

GISELA: me alegra escucharte decir eso.

ANA: es lo que siento. Oye nos bañamos juntas y luego salimos a almorzar, pero es tarde ya para desayunar.

GISELA: bueno vamos.

Nos metimos en la ducha riéndonos. Nos enjabonamos una a la otra. Nos besábamos a cada instante. Toque va, toque bien terminamos haciendo el amor en el suelo baño la lluvia. Fue hermoso amarnos así.

Salimos secándonos con la misma toalla, primero la seque a ella y luego ella a mi. Eso servía para tocarnos y besarnos a cada instante. Nos vestimos y salimos a la calle para ir a comer. Íbamos del brazo, hasta que entramos a ver parejas de mujeres que iban abrazadas o del hombro, besándose en plena calle. Y empezamos nosotras también y nos reíamos de nada como unas tontas. Entramos a un restaurante y pedimos distintos platos. Riéndonos nos dábamos de comer una a la otra y a veces reteníamos el tenedor en la boca. Estábamos felices, ambas habíamos logrado estar solas, juntas en una cama.

GISELA: ( ya seria) y cuando volvamos a nuestro país que? Debemos esperar mas viajes para estar juntas.

ANA: no, cuando lleguemos será igual que acá. Al que le guste bien y al que no que se vaya al carajo.

GISELA: pero y tu familia que dirá.

ANA: mira mi ex no tiene más derechos a decirme nada. En cuanto a mis hijos le planteare que  me enamore de una mujer negra y que pienso vivir con ella. Si les gusta bien, sino también al carajo. Con tal de ver a mis nietos, todo esta bien.

GISELA: si encima soy negra.

ANA: mira mis hijos recibieron una buena educación, respetando a los demás, negros, blancos, amarillos, y respetando religiones como cuando te lo dije la primera vez que nos vimos. Si esta bien, adelante, sino que se vayan al carajo. Quiero ser feliz

GISELA: espero estar a la altura de tus exigencias. Hay algo que me gustaría, charlar contigo.

ANA: dime, sin problemas

GISELA: yo siempre en el les fui activa o sea el marido. Tú también pareces ser activa.

ANA: si, desde hace años soy de mandar, dirigir etc. Ya se por donde viene tu pregunta.  Y te digo que tendrás que aprender a adaptarte a tu rol de pasiva o sea mi mujer

GISELA: pero yo siempre fui marido

ANA: hay ya no, eres mujer