Dos mujeres diferentes 10
La confesión al hijo
DOS MUJERES DIFERENTE
10ª PARTE
Estaba tan cansada que me quede rendida tirada en la cama. Me desperté a las ocho de la mañana, por los ruidos callejeros. Me bañe y vestí rápido. Me prepare un desayuno y justo sonó el teléfono
GISELA: hola?
ANA: hola amor, ya estas levantada?
GISELA: si vida, estaba por salir, para ir a la oficina.
ANA: bien, vamos a tener, más yo, una semanita difícil. A que hora vas a estar allá.
GISELA: mas o menos en 40 minutos, ya salía.
ANA: bien vida, no vemos y tomamos un café juntas.
GISELA: si amor
Cortamos y tome la cartera. Cerré bien la puerta del departamento y salí a la calle. Iba a tomar el subte y al ver pasar un taxi, lo pare y le indique la dirección. Llegue enseguida y subí a la oficina. Me recibieron muy bien. La secretaria de Ana en la oficina, charlo unos minutos conmigo.
SECRETARIA: todo bien el viaje.
GISELA: si, muy bien. Muy lindo y negocios buenos.
SECRETARIA: veo estas un poco mas gordita, el buen comer y buena vida.
GISELA: sin embargo peso igual que cuando me fui. Voy a arreglar las cosas antes que llegue la jefa.
SECRETARIA: sobre tu escritorio esta la correspondencia recibida las últimas 72 hs. las anteriores la abrió el gerente.
GISELA: bueno gracias.
Me puse a ordenar y clasificar la correspondencia y limpiar un poco los escritorios. Vino el gerente
GERENTE: hola Gisela como esta, todo bien?
GISELA: todo perfecto Sr.
GERENTE: la jefa aun no llego? Bueno te dejo un resumen de los sucedidos durante el viaje, todo bien. Dile que salgo a una reunión informal en el banco
GISELA: esta bien, gracias.
Quede sola. Estaba un poco dolorida de la cola aun. Tome el celular y le mande un mensaje a que hora llegaba para tener el café calentito. Dijo que estaba en 5. Fui a la cocina y prepare el agua para hacerlo. Cuando salgo para la oficina la veo saludando a todos. Entre a nuestra oficina y la espere. Vino enseguida, se acerco y me dio un beso hermoso en los labios.
ANA: que cuenta el amor de mi vida. Que bueno este café.
GISELA: lo prepare especial, yo, bien un poco dolorida de la cola.
ANA: bueno es natural. Que hermosa estas, esa blusa no te la conocía.
GISELA: la había comprados antes del viaje.
ANA: muy linda. Yo voy a salir a hacer unos trámites. Las citas del miércoles y jueves pásalas para el viernes o lunes de la semana que viene. En un rato vengo.
Me dio un beso y salió raudamente. Con la libreta de citas en mano llame a los distintos lados cancelando el miércoles y jueves. No hubo inconveniente con nadie. Si era mejor cambiarlas porque el miércoles iba a ser bravo, por la reunión con el hijo.
A las tres horas regreso y la puse al tanto de los cambios efectuados en la citas. Cada una siguió con su tarea y de vez en cuando nos mirábamos, como dos colegialas. Por la tarde luego de trabajar arduamente me dijo que por la noche iríamos a cenar a la salida. A las 19,30 salimos de la oficina hacia un restaurante céntrico. Entre las dos comimos asado a la parrilla con ensaladas y un buen vino. Salimos ahí a buscar el coche al garaje. Me llevo a casa y subió conmigo. Dijo que iba a quedarse. Me puse contenta. Tomamos un café, que enseguida prepare y charlamos un rato. Fue a buscar y trajo su cartera. La abrió y saco un estuche que me dio. Me quede dura, imaginaba seria una joya. Lo abrí y me quede pasmada. Dentro del estuche había dos alianzas de oro, grabadas con la iníciales de ella y mía y la fecha de mi entrevista con ella.
GISELA: Ana porque esto, no hacia falta lo sabes y mas ahora que mañana cenaras con tu hijo.
ANA: Gi, mejor así pensara que esto va en serio. Es una prueba del amor que te tengo Gi. (Tomando una alianza) a ver amor dame tu mano
Se la di y puso en mi dedo la alianza y luego yo en la de ella.
ANA: el cintillo no lo compre porque quiero lo elijas vos
GISELA: esta bien así, Ana
ANA: no, en la semana iremos y la compraremos.
Esa noche fue inolvidable para ambas. Luego de tener sexo nos quedamos dormidas abrazadas una a la otra. A la mañana siguiente fuimos al trabajo, ese día, martes paso rapidísimo. Luego de dejarme en casa fue a la suya y nos hablamos por teléfono.
Llego el miércoles famoso, el día D de nuestras vidas. Luego del trabajo tomamos un café en una confitería del centro.
GISELA: suerte para esta noche, amor
ANA: espero tenerla y sino lo mismo, me da igual. Luego de la cena te llamo y te cuento, si estas despierta.
GISELA: te parece que pueda dormirme pensando en como te va a vos en esa reunión.
Me llevo a mi casa, no besamos en la puerta y la alenté para su reunión. Esperare tu llamado.
Me di una ducha fría y a esperar. Estaba inquieta, nerviosa, torpe. Llevando chancletas y vestida sola la salida de baño. Me lleve por delante una silla y mis dedos de los pies lo sufrieron. No sabia que hacer, me sentaba a mirar TV, me cansaba tomaba un libro y leía. Lo dejaba y caminaba por el departamento, estaba tan ansiosa que hasta tentada en llamarla si habían ido.
En tanto Ana recibía a su hijo y nuera en su departamento. La cena planificada para ir a un restaurante, Ana la cambio para algo mas intimo, su casa.
En la casa de Ana, en tanto. Recibía a los dos.
Lo relatado a continuación fue como me lo conto luego Ana, con todos los detalles.
ANA: hola hermosos, pasen y los chicos?
MARIELA: llame a mamá y se vino a cuidarlos, hoy se quedara a dormir en casa.
GERMAN: seguro, no esta para andar por la calle a altas horas sola.
ANA: me parece muy bien, siéntense. Voy a servirles la entrada.
MARIELA: espera, te ayudo Ana
ANA: esta bien quédate y disfruta
Serví el vitel toné y comenzamos a cenar, conversando de los nietos, de mis viajes, etc. luego serví el segundo plato, pollo con papas y batatas al horno, y seguíamos conversando de los mismo. Yo buscaba el momento preciso para abordar el tema, pero preferí esperar luego del postre. Serví el helado y si, creo llego el momento, Germán, sin quererlo me dio pie a ello
GERMAN: madre, hace tiempo no cenábamos juntos así, aunque falta Clarisa y su esposo. Antes íbamos a cenar seguido, pero ahora con tus viajes estamos un poco dejados en eso
MARIELA: cierto, cuanto hace no cenamos así.
ANA: si mucho, vamos a tener que volver a esa hermosa costumbre.
Mariela termino de dar el empujón que me faltaba para decirles.
MARIELA: Ana veo que usas de nuevo alianza, no me digas que te comprometiste con alguien sin decirnos.
ANA: así es, me he comprometido
Germán me miraba como no entendiendo nada.
GERMAN: con quien te comprometiste madre, que no nos dijiste, fue en uno de los viajes a Europa, porque con papá no se pueden ver.
ANA: te parece que podría volver con tu padre, después de lo que me hizo. Sin siquiera hablarlo conmigo me dejo, nos divorciamos y esta con otra mas joven.
MARIELA: que intriga Ana!, quien es el afortunado, algún conocido?
GERMAN: no me dijiste si era de Europa o de acá.
ANA: es de acá, me comprometí en matrimonio. Uds. no la conocen
Estaban tan absortos en saber que ni se dieron cuenta que había dicho “no la conocen”
GERMAN: bueno cuenta, quien es, a que se dedica, cuanto hace de esto?
MARIELA: si Ana, cuenta, que intriga. Estamos ansiosos por saber quien es el afortunado.
ANA: ( respirando profundamente) en todo caso seria la afortunada.
Se quedaron paralizados, no daban crédito a lo que escuchaban.
AMBOS: como?
GERMAN: te enamoraste de una mujer? Pero vos nunca….
ANA: si nunca fui lesbiana, pero la vida es, asi, me enamore de una mujer.
MARIELA: me dejas muda, Ana. Ni remotamente lo pensé.
GERMAN: no será esto una venganza contra papá, por dejarte.
ANA: sabes que no soy vengativa Germán. Esto se dio así, no se creo, que lo tendría de chica, y al final estallo.
MARIELA: cuanto hace de esto?
ANA: varios meses
GERMAN: ya tuvieron relaciones?
ANA: que te parece? Si tenemos relaciones
MARIELA: perdona Ana, sabes que hay dos roles igual que en el heterosexual, cual es el tuyo, si puedes decirlo
ANA: porque no voy a decirlo. Soy activa
MARIELA: o sea el rol del hombre
ANA: exacto
Germán esta mudo, sin reacción. Me dio pena. Claro nunca pensó que su madre pudiera hacerse lesbiana
ANA: por eso quería decírselo a Uds. primero, pero luego pensé de a uno mejor. Luego en, los próximos días, hablare con Clarisa.
GERMAN: y con papá no vas a hablar.
ANA: para que, lo nuestro termino hace unos años. Él formo otra pareja, nos divorciamos y chau.
GERMAN: mira contento no estoy. Tengo bronca y es tu vida. Pero pensaste que van a pensar los familiares, mis suegros, los amigos, todas nuestras relaciones.
ANA: perdóname pero no me interesan los demás. Estoy resuelta a todo.
GERMAN: aunque no aceptemos nosotros esa situación
ANA: así es, solo me interesan mis nietos, poder verlos. Uds. si consienten fantástico y sino a otra cosa.
GERMAN: entonces es un hecho
ANA: así es, además hay otra cosa importante en esto
MARIELA: cual?
GERMAN: mas de esto, por Dios, que noche. (Y tomándose la cabeza) que otra sorpresa tienes madre. El pollo me quedo atragantado.
ANA: además quería decirles que ella descendiente de africanos.
MARIELA: es negra
ANA: si, negra mota.
Germán estaba desfalleciente y se sirvió una copa de vino sin soda y lo tomo de un solo trago
GERMAN: no puede ser, estoy soñando, despiértame Mariela, por favor, esto no esta ocurriendo.
MARIELA: es realidad Germán tranquilízate
GERMAN: como tranquilízate, mi madre a los cuarenta y pico de años descubre que le gustan las mujeres y se hace lesbiana y encima su, no se como nombrarla, es negra mota. Yo me voy
Se pararon para irse
ANA: como Germán y lo que te enseñamos de la libertad de las personas, sean negra, blanca, etéreos, homo etc. donde dejaste esas enseñanzas.
GERMAN: madre, todo fenómeno esa postura, pero mientras no nos toque a nosotros, pero de ahí en mas. No quiero ni pensar los gritos que va pegar Clarisa, cuando le cuentes. Ella tan fina, acostumbrada a lo grande y se le aparezca en su familia una madre lesbiana y con una negra.
ANA: Gisela, se llama Gisela
GERMAN: bueno Gisela. Y cuantos años tiene?
ANA: 29
GISELA: mucha diferencia de edad contigo. Cualquier día se va con otra u otro
ANA: con otro seguro que no, es lesbiana de nacimiento, nunca estuvo con hombres y de irse con otra tampoco porque nos amamos, nacimos la una para la otra.
GERMAN: nos vamos, cualquier día te hablo. Chau
MARIELA: (dándome un beso en cada mejilla, diciéndome al oído) Tranquila Ana, fue todo muy de golpe y no esperaba esto. Déjame a mí, conversarlo y veremos que sucede.
ANA: bien Mariela, gracias por todo.
Tomaron el ascensor y sin mirar atrás Germán ingreso en él, esperando a Mariela.
Cuando me llamo para contarme todo me quería morir, había que esperar. Ana había tirado un bumerán y había que esperar que regrese o no. Y encima falta Clarisa.