Dos mujeres diferentes 1

Me presente como secretaria en una empresa

DOS MUJERES DIFERENTES

1ºPARTE

Mi nombre es Gisela de 29 años. Según dicen mis amigos tengo un buen cuerpo, con muy buenas formas, producto de mucha gimnasia. Mis prácticas preferidas son natación, cinta y bicicleta, aunque de vez en cuando hago remo con algunas amigas. También he hecho futbol y boxeo. Quiero decirles que mis ojos son negros y mi piel azabache. Soy de raza negra y orgullosa estoy de ello. Cuentan que mis ancestros llegaron a África como esclavos. Algunos medios, he leído, que nos llaman gente de color. A mi causa indignación eso, soy negra y quiero que así me llamen, no mujer de color, sintiéndome orgullosa de serlo. Dicen que soy bien parecida, delgada con un cuerpo estilizado. Otra cosa, a recalcar, es que soy lesbiana. Me encantan las mujeres y soy activa. En los boliches lesbo que frecuento voy siempre al frente y tengo mis conquistas, pero me encanta mas iniciar a chicas que nunca han tenido relaciones lésbicas. Cuando no estoy en mi ambiente y me gusta una mujer trato de emplear mi seducción.

Hice la escuela primaria y secundaria en un colegio del estado y era frecuente discutir y pelear con los varones. Todos me decían que aparte de negra era lesbiana y varonera y era verdad. De chica estudie francés e ingles y soy profesora en ambos idiomas.

En la secundaria llegue a iniciar a dos en el sexo lésbico. Cuando termine la secundaria fui a estudiar relaciones públicas. Ya ahí me había hecho más femenina tanto en el trato como en el vestir y arreglarme. Después que me recibí entre a varios trabajos sin suerte. Cuando tenia 25 años, hace ya cuatro años, fui a aviso que necesitaban una secretaria “full time”, con ingles y francés.

Me presente y luego varias entrevistas me dijeron que la gerente de la empresa iba a dar su ultima palabra y que al día siguiente me presentara para esa entrevista. Me presente muy bien producida con mi mejor vestido.

Llegue y me hicieron pasar a su despacho a esperarla. Acomodada en un sillón, pensé: espero pasar bien esta última prueba. Se abrió la puerta y entro una mujer de unos 44 años, hoy tiene 48. Muy elegante y fina, muy lindo cuerpo pese a su edad, pelo castaño claro. Piel blanca y ojos verdes. Su cutis como de una muñeca. También note que era una mujer de carácter y que no se dejaría arrastrar por nadie. Nos miramos a los ojos y me dio un fuerte apretón de manos.

ANA: (que así se llamaba) mucho gusto, tu ere Gisela no?

GISELA: si Sra., encantada

ANA: todos los que te han entrevistado me han hablado muy bien de vos. Pero la última palabra siempre es la mía.

GISELA: comprendo Sra. y agradezco a los me entrevistaron sus elogios y el haber llegado hasta Ud.

ANA: mira a mí no me interesan ni razas, ni religiones, ni condiciones sociales. Solo me interesa que sea inteligente y eficiente.

GISELA: si Sra.,

En ese momento nos interrumpió la secretaria para que atienda a su hija por teléfono. Después de una breve conversación dijo

ANA: estos hijos parecen no poder arreglarse solos. Tengo dos, un varón de 24 y una mujer de 22, por suerte ya casados. Pero mi hija esta a punto de parir y llama por cualquier cosa.

GISELA: va a ser una abuela joven

ANA: ya tengo dos nietos de mi hijo y viene el primero de mi hija.

GISELA: la felicito Sra.

ANA: gracias. Bueno volvamos a lo nuestro. Veo que hablas ingles y francés y dominas PC.

GISELA: si Sra.

ANA: esta es una empresa de importaciones y exportaciones de distintos productos. Viajo asiduamente al exterior y necesito, aparte de la secretaria que tengo que no puede viajar, otra mas, full time que tendría que viajar conmigo. Como no me llevo muy con otros idiomas, necesito una que hable por lo menos ingles y francés. Italiano no por me defiendo muy bien. Tienes pasaporte.

GISELA: no Sra.

ANA: bien, tendrás que sacarlo esta semana. Uno de mis gerentes te contactara con una persona para que te lo den en días. Serás mi secretaria personal y responderás solo a mí. Exijo si que seas una persona discreta y que no divulgue cosas de las negociaciones. Los comentarios solo las tratas conmigo.

GISELA: si Sra.

Estaba contenta, ya me consideraba su secretaria personal y encima viajaría por el mundo. Más no podía pedir. En ese momento su secretaria llamo para pasarle una comunicación con su esposo que la invitaba a cenar.

Bueno tiene marido, hijos y nietos.

ANA: ve a ver al gerente de personal y completa todo y él te enviara a ver a quien te sacara el pasaporte. El lunes que viene te espero para empezar a trabajar.

GISELA: bien Sra.

Me volvió a dar la mano fuertemente y salí rumbo a la oficina de personal. Complete con el gerente algunas cosas que faltaban y entregue focopias de mis estudios y otros certificados. Cuando me fui a mi casa, tenía deseos de gritar por las calles por mi buena fortuna.

En tres días tenia mi pasaporte en mano y me presente el lunes a trabajar. Como ella no venido aun, estaba sentada en recepción observando a todos. Se acerco la secretaria de Ana y me ofreció un café. Fuimos a la cocina

SECRETARIA: así que eres la nueva secretaria. Viajaras por el mundo, yo no puedo, tengo familia y además no se idiomas.

GISELA: si la nueva y espero rendirle bien.

SECRETARIA: es una buena persona, aunque a veces se sale del rumbo y es capaz de gritar y putear, pero ya la iras conociendo. Bueno vamos que debe estar por llegar.

Efectivamente había llegado. Me anunciaron y entre, para, que, estaba que bramada. Justo en mi primer día. Me jure tragarme todo y entre.

ANA: ah, llegaste.

GISELA: si Sra., su otra secretaria me invito a la cocina a tomar un café y fuimos.

Me miro duramente y se largo un tipo sermón que aguante a pie firme, era un excelente trabajo, muy bien pago y viajaría mucho.

ANA: mira Gisela, cuando yo llegue tienes que estar acá. Tener preparado una taza doble de café con edulcorante y esperarme para comenzar a trabajar. Si no estoy aun, entras a la oficina y me esperas. No quiero que deambules por ahí ni que converses con nadie, salvo los saludos de cortesía. Debes saber que si no estoy yo eres una tumba. En todas las empresas, siempre alguno que pasa información a otras empresas. Ahora ve y trae mi café.

GISELA: si Sra.

Salí disparada a buscar el café y no había, tuve que preparar en la cafetera. Parecía que nunca terminaba de hacerse y temí se apareciera Ana. Serví una taza grande y fui con la bandeja y tres sobrecitos de edulcorantes. Entre y le serví el café.

ANA: por fin, creí habías ido a Colombia a buscarlo. La próxima lo traes sin bandeja y uno para ti.

GISELA: si Sra. disculpe la tardanza pero no había y tuve que hacer nuevo.

ANA: me imagine, siempre lo mismo. Pídele a Nora ( su otra secretaria) la agenda y toma esta nueva para ti. Depuraremos esa y la devuelves.

Salí en entre enseguida y se la entregue. La leía y cada tanto me decía apuntara en la mía. Así paso media mañana. Vinieron dos hombres con un escritorio, una silla, un pequeño armario y lo colocaron en una pequeña oficina al lado de la de Ana. Para entrar y salir debía inexorablemente pasar por su oficina. Instalaron un teléfono con varias líneas y ahí quede ubicada. Me hizo llamar a una compañía de viajes para solicitar dos pasajes a Londres para el miércoles con hotel para tres días. Luego llame a contaduría que preparan el cheque de la agencia y lo llevaran.

ANA: bueno como veras el miércoles partimos a Londres. Como estas de ropa de calle, zapatos, ropa interior etc. etc.

GISELA: ropa interior y pijama bien. Zapatos bien.

ANA: bien, después de almorzar saldremos a comprar algunos vestido, debe estar bien presentable.

Cuando salimos a almorzar, me llevo a un restaurante fino, más que nada para verme como me movía con la comida. Terminamos y fuimos a una boutique a comprar ropa. Me compro 4 vestidos y me envió a casa en un taxi, para que preparara las maletas, pero que igualmente mañana trabajaba.

Tome un taxi y fui a casa. En el camino iba pensando en ella. El carácter que tenía y estaba en todos los detalles.