Dos mas dos a veces hacen cinco
Ana y Julia salen de compras y mientras sus dos maridos sin ellas saberlo follan pero son pillados por ellas, ellas luego juegan entre ellas y acaba uniendose otra vecina
DOS MAS DOS A VECES HACEN CINCO
Ana amaneció muy excitada la mañana del sábado. Su marido se había levantado antes y estaba preparando el desayuno. Se levantó de la cama y le dio un cariñoso beso a su marido.
Esta noche prepárate que te voy a cabalgar como una buena amazona---- dijo Ana con una pícara sonrisa.
Fran se hizo el escandalizado a la vez que daba su mujer una cariñosa palmada en el culo. Ana desayunó de prisa porque había quedado con Julia. Se fue al baño a lavarse los dientes y le comentó a su marido que si llamaba Julia la vecina la abriera la puerta que ella saldría pronto.
A Ana, Julia le excitaba. Ana era bisexual y deseaba que algún día le surgiera la oportunidad de poder jugar con ella. Hace poco había descubierto que otra amiga suya también era bisexual ya que en un pub la había visto besarse con otra mujer y estuvieron hablando. La chica le confesó que eso le gustaba pero que no le había surgido la oportunidad de poder llevarlo a cabo. Habían hablado y ella le había tentado e invitado a que acompañase a su marido y a ella a un local liberal.
Salió del baño y saludó a la vecina dándola dos besos en las mejillas y diciéndola al oído:
Que guapa te has puesto, solo vamos de compras.---- le dijo guiñándola un ojo.
Julia se rió y se sonrojó. Salieron y tomaron el metro para ir al centro. Fueron riendo y comentando cosas. En uno de las tiendas entraron porque Julia quería comprarse una falda. Escogieron una y Julia fue al probador para probársela. Ana la dio unos segundos y luego entró pillándola en tanga y empezando a ponerse la falda.
Joder tía, que vas al gimnasio, porque menudo culito tienes. Jijijiji------ dijo Ana mientras palpaba una de las nalgas de su amiga.
Oye Ana, que a mí no me gustan las mujeres ----- respondió Julia pero bueno, no era del todo cierto.
Perdona, no lo dí con esa intención y a mi tampoco eh----- respondió Ana.
Julia a veces veía alguna película pornográfica con su marido y no sabía si porque todas las películas se parecían en que siempre salía algún hombre follandose a varias mujeres, el caso es que cuando salían dos mujeres aparecían amándose con esa ternura pero a la vez con gran lujuria se mojaba entera pero nunca se lo confesó a su marido. Pero las dos mujeres iban a recibir todavía una sorpresa mayor.
Fran hacía unos meses había descubierto que le ponían los hombres, La verdad que al comienzo solo los depilados pero luego ya fue extendiendo el tipo de hombres. Uno de los que conoció al comienzo le enseñó a bajar una app para ligoteo y al de unos días de activarla descubrió que había un tío que le aparecía a cero kms, o sea, muy cerca.
Fueron hablando, los dos tenían miedo de descubrir quien era el otro porque los dos se dijeron casados, entonces por discreción no dijeron nada hasta que pasó el tiempo. En éstos meses Fran ya se había estrenado con un hombre y vió que solo le excitaba hacer de activo. Pero su vecino Fernando todavía no había probado nada pero si sabía que de hacer algo sería solo pasivo. Hasta que un día se armaron de valor y se pasaron la foto y alucinaron, eran vecinos y convinieron que el primer día que estuvieran solos tendrían sexo y a ver hasta donde llegaban.
Así que cuando Ana y Julia se fueron de compras. Fernando se asomó a la ventana y cuando las vió desaparecer por la primera bocacalle tocó al timbre de su vecino. Fran le abrió y le recibió un caliente beso, lengua con lengua, sus lenguas iniciaron una caliente lucha. El hombre entró. Los dos se fueron desnudando uno al otro. Para calentarse pusieron una peli gay y viéndola desnudos sobándose y acariciándose.
Fernando se dirigió al baño a orinar y Fran fue tras él. Lo besó en la nuca para luego morderle a la vez que le abría las nalgas y simulaba follarle pasando la polla entre los muslos. Luego lo acompañó a la sala y se sentó haciendo que el hombre se agachase y empezase a mamarle la polla. Se veía que era novato pero él lo fue guiando para que le diera placer.
Cuando estaba a punto de correrse le hizo parar. Fernando se levantó pensando en que cambiarían los roles pero no Fran lo inclinó sobre el sofá y poniéndose un condón lo penetró suavemente pero con determinación. El hombre se quejó y recibió un azote por respuesta y el comienzo de un bombeo lento pero vigoroso. La polla de Fran no era larga pero si gruesa y venosa.
Estaban tan entretenidos que entre sus gemidos y el ruido de la película no escucharon que se abría la puerta. También hay que decir que las chicas lo hicieron disimuladamente porque Ana quería sorprender a su marido y pensaba que estaba solo. Julia porque como Ana se entretuvo sacando las llaves de la cerradura entró antes y estaban llegando al salón cuando vieron la escena de los dos hombres follando. Ana fue rápida en la reacción y le tapó la boca de Julia, también estaba indignada pero era de cabeza fría y solía reaccionar con más frialdad. Julia soltó las bolsas. Ana susurró a su oído:
Dejémoslos hacer.
Sin darse cuenta su mano fue acariciando a su vecina. Julia al principio la retiró la mano para luego dejarla hacer. La mano fue subiendo por el muslo, la cadera hasta llegar al pecho donde fue amasando los pequeños pechos de su amiga para luego bajar e introducirse bajo los leggings y dentro del tanga. La comenzó a acariciar y comprobó que la chica se estaba mojando. Ella a su vez estaba excitada aunque muy enfadada con su marido. Julia echaba la mano atrás intentando acariciar a su vecina a la que se escapó un fuerte gemido que hizo que los hombres se dieran cuenta.
Los dos hombres se asustaron pero con la excitación del polvo que estaban echando y ver a las dos mujeres acariciarse Fran no tardó mucho en eyacular y llenar a Fernando. Se soltaron y se acercaron a las dos mujeres y fueron besándolas y acariciándolas pero ellas se soltaron y ahora se besaron con pasión. Ana fue desnudando a su vecina hasta tenerla completamente desnuda. Julia por último también quitó la última prenda que le quedaba y era el tanga. Estaban en el hall. Tocaron a la puerta. En un gesto instintivo Ana abrió la puerta en el momento que ella y su vecina estaban unidas en un largo cálido beso y los dos maridos detrás de ellas, cada uno tras su mujer.
En la entrada María flipaba. Solo acertó a exclamar:
Menuda orgía os montáis. No decías Ana que fuera con vosotros al club.
No vamos a ir así que únete a nosotros---- Respondió Ana completamente fuera de si por la excitación.
Fue derribando Ana a Julia hasta tenerla tumbada bajo ella y enlazarse en un caliente 69 en el suelo. María entró y fue recibida por los dos hombres y se arrodilló frente a ellos y cogió los dos miembros viriles y poco a poco con lametones decididos pero tímidos los fue calentando. El de Fernando estaba muy caliente. Se notó porque no tardó en llenar la boca de María de su néctar. Por otro lado, Fran levantó a María del suelo y la puso contra la pared, la dio varios azotes para luego penetrarla analmente de una sola estocada. La folló con fuerza y ganas. Fernando se acercó para que María le limpiase el pene.
En el suelo por su parte las dos vecinas estaban en un ardiente 69 hasta que estallaron en sendos orgasmos. Las dos se levantaron hasta sentadas en el suelo quedaron enlazadas besándose tiernamente.
Ana se levantó y cogiendo a Fernando de la mano lo sentó en una silla que había en el mismo hall. Luego abrió las piernas y se sentó en la polla del vecino y lo empezó a cabalgar. Al oído lo iba diciendo obscenidades aparte de llamarle puto etc por haber follado con su marido sin decírselo. El chico con esos insultos se fue calentando más y más. Fran salió del culo de María y se acercó donde Julia y la puso a 4 patas para hundir su cabeza contra el suelo sodomizarla, abrir su hermoso culo para llenarlo con su miembro viril.
María puso la pierna entre Ana y Fernando y Ana comenzó a lamer su conejito y a follarla con sus dedos. En el suelo Fran mientras follaba el culo de su vecina la masturbaba hasta que sucesivamente todos tuvieron sus respectivos orgasmos.
Luego fueron a la ducha, todos juntos, una ducha de 3 metros por dos y allí volvieron a follar todos con todos.
Este relato es imaginario pero me gustaría que me escribierais a :