Dos maduros para mi (9)
Paco, ese hombretón, enorme y peludo me dió el mayor placer de mi vida y eso me hizo amar mas a mi pareja.
Después de la fantástica noche que tuvimos con nuestros porteros, su hermana y marido, yo había quedado con Paco el marido de la hermana de Gloria, nuestra portera, para tener una tarde de sexo a tope, él estaba de acuerdo y habíamos quedado para este lunes. Yo se lo había comentado a Ricardo mi pareja, él estaba de acuerdo en que yo estuviera solo con Paco, pero que luego le gustaría que yo le contase todo lo acontecido. Le dije que perfecto y que le amaba profundamente, Ricardo asintió y con un precioso beso en los labios me recordó que él también me quería.
Llegó el lunes, por la mañana coincidí con Paco en la portería, estaba esperando a que Carlos mi portero volviera de hacer unos recados fuera. "Esta tarde vas a disfrutar como nuca lo has hecho" le dije, a lo que Paco respondió "Estoy seguro, estoy deseando estar entre tus brazos".
Terminé De trabajar pronto, estaba en casa a las 4 y media de la tarde, me duché ya que hacía un calor insoportable, puse el aire acondicionado y esperé a que llegara Paco con unos pantalones cortos y sin camiseta, estaba superexcitado solo de pensar que ese pedazo de hombre iba a ser sólo para mí, que íbamos a estar juntos toda la tarde y parte de la noche, ya que Ricardo me dijo que aprovecharía para cenar con una pareja de amigos suyos y que llegaría tarde.
Sonó el timbre, abrí y ahí estaba Paco, con unas bermudas verdes y una camiseta de tirantes blancas muy ajustada, marcaba perfectamente, sus tetas, sus pezones puntiagudos y su enorme barriga, sus pelos salían a borbotes por el escote de la camiseta, me sonrío y me dijo "aquí estoy", cerré la puerta y nos fundimos en su beso salvaje, nuestras lenguas se entrecruzaban en nuestras bocas, yo empecé a sobar sus enormes tetas, mientras él masajeaba mi culo, teníamos la boca llena de saliva que los tragábamos de un modo glotón, como si la vida nos fuera en ello. Allí mismo le despojé de la camiseta y ante mí apareció aquel pedazo de torso maravilloso, lleno de pelos, enorme, gordo, duro, con sus pezones duros como piedras, los cuales empecé a mordisquear mientras Paco besaba mi nuca y mis orejas y decía cosas como "nunca me había sentido tan excitado en mi vida, me vuelves loco Alberto, quiero sentirte dentro de mí".
Nos fuimos a la habitación, el me desnudó, se arrodilló y empezó a chupar mi polla, la cual estaba dura y con gotitas de mi leche en la punta del capullo, las cuales lamió y después se metió toda mi polla en mi boca, yo apretaba con fuerza mis pezones y embestía como un animal contra la boca de mi amante, Paco degustaba mi polla como si comiera un manjar exquisito, apretaba mi culo con sus manazas, yo estaba al borde del orgasmo, pero todavía no quería correrme, quería seguir disfrutando del aquel semental. Saqué mi polla de su boca, le levanté y empecé a besarle como un poseso, mientras, le iba quitando las bermudas que cayeron al suelo y dejaron de aprisionar aquel tótem de lujuria, ahora me arrodillé yo y metí poco a poco aquel pollón de 30 cm de en mi boca, al principio entró la mitad y luego con esfuerzo lo metí entero ante lo cual Paco empezó a gemir agarró mi cabeza con sus manazas y empezó el meta saca con mi cabeza, yo apenas podóa respirar, pero aquella tortura me encantaba. "Como la chupas cabrón, te la tragas entera" yo no podía responder, cogí su culazo entre mis manos y apreté para que me metiera más su ariete gigantesco, él empezó a moverse como si la vida le fuera en ello, noté que su polla se hinchaba y supe que la primera descarga de Paco se acercaba, saqué su polla de mi boca y le empecé a masturbar ante mi cara, el gritó "me corrooooo" y de repente su polla empezó a soltar chorros de leche en mi cara y en mi boca, yo hacía lo imposible para tragar todo aquello, pero era un torrente interminable de semen, que salía con una furia propia de un cañonazo, me tragué todo lo que pude, el resto quedó esparcido por mi cara y por mi pecho, dejé su capullo limpio de su semen, me incorporé y empecé a besarle, estaba sudoroso y jadeante, me lamió toda la cara, limpiándomela de su propio semen y se tumbó boca arriba en la cama, yo me tumbé a su lado, le empecé a acariciar, su enorme barriga, sus piernas enormes, su cabeza redonda, besé todo su cuerpo, lo lamí, limpié el sudor que tenía por su cuerpo y caí tendido a su lado sin poderme mover del placer y con mi polla dura como una barra de acero apuntando hacía el techo. Paco se percató, cogió la crema de la mesilla se embadurnó el culo y se sentó en cuclillas encima mío, apuntó mi capullo a su culo, se sentó de un culo y se la clavó por completo, empezó a subir y a bajar a lo largo de mi polla, mi semental soplaba, sudaba, pellizcaba mis pezones con auténtica furia, yo cogía su enorme culo, lo subía y lo bajaba al compás que paco marcaba, era un espectáculo maravilloso ver a aquella bestia peluda encima de mi polla resoplando, sudando y diciendo palabras cariñosas y soeces a la vez, su polla empezó a crecer y crecer hasta que llegó a su tamaño de erección máxima, era maravilloso ver aquel espectáculo de pollón, sus huevos (gigantescos) apretaban contra mi barriga, Paco seguía resoplando, el mismo empezó a sobarse tus tetas, sacaba su enorme lengua relamiéndose de gusto, yo estaba al borde de la locura sexual, nunca antes había follado de una manera tan salvaje y excitante, ni siquiera con Ricardo, cogí aquel tótem venoso y empecé a pajearlo con furia, yo empecé a notar como mi huevos empujaban mi semen hacía su salida natural, mi polla se hinchó como nunca, noté como la polla de Paco se hinchaba también, sabía que los dos nos íbamos a correr a la vez, yo no podía más y empecé a soltar leche en el culo de Paco que al notar el líquido caliente, explotó en otro orgasmo salvaje y empezó a escupir leche por su gigante de 30 cm, díos mío que cantidad de leche salía de aquellos huevazos, el primer chorro fue directamente a mi cara, el segundo también, los siguientes acabaron en mi cuello, mi pecho y mi barriga, yo apreté los huevazos de Paco para exprimir al máximo su corrida, empezó a soltar saliva por su boca, sus sudor resbala por su prominente y peluda barriga hasta la mía, su cabeza chorreaba sudor, estaba fuera de sí, yo seguía con mi polla en su culo, seguía excitado con al principio, seguí bombeando aquel culazo, su ojete se apretaba contra mi polla, no quería soltar su "juguete", volvió a coger mis pezones, los apretaba con furia, a mi me encantaba, "sigue follándome, no la saques Alberto por favor sigue follándome, lléname de leche otra vez, me vuelves loco cabrón, lléname de polla mi culo". Aquellas palabras hicieron que me moviera cada vez más rápido, su barriga botaba al ritmo que yo marcaba, empezó a meterse mi dedos y los suyos en la boca, llenándolos de saliva, luego llevó su mano a mi ojete y empezó a meter su enormes dedazos en mi ojete caliente. Aquello sirvió para que mi polla se metiera más en su culo, lo cual Paco agradeció. Yo estaba en la gloria, volví a sobar sus tetas, su barriga y sus enormes pelotas y sentí como chorros de semen empezaban a sali a borbotones de mi polla llenando de semen caliente el culo de Paco que empezó a gritar como nunca "eso Alberto, mi vida lléname de placer, no pares hasta que te quedes seco", seguí soltando leche hasta que mi polla dijo "basta", Paco se sacó mi verga y como un loco se abalanzó sobre ella hasta que la dejó limpia y reluciente, por su culo chorreaba parte de mi leche que recogió con sus dedazos, los acercó a mi boca y yo los chupé como si ofreciera el néctar de la vida, luego nos besamos, me llenó el cuerpo de su sudor penetrante, lo cual me hizo estremecer y convulsionar hasta que se dejó caer a un lado de la cama. Los dos estábamos exhaustos, casi sin aliento. Paco se me quedó mirando y recostó su enorme cabeza en mi pecho y se quedó dormido.
Me desperté miré el reloj, eran las nueve de la noche. Paco estaba en la ducha, me levanté y fui hacía el cuarto de baño, allí estaba mi semental con su cuerpo enjabonado, frotándose cada parte de su cuerpo, era maravilloso ver aquel espectáculo. Paco me miró y sonrío, yo me derretí de placer. "Jamás pensé que esto me ocurriera a mi" dijo, "Porque?" le pregunté. Mira Alberto yo siempre he estado con mujeres, he odiado toda mi vida a los maricones... perdona a los gays", no importa dije yo "pero lo que yo sentí el viernes (ver dos maduros para mi 8) con vosotros, follándome a mi cuñado Carlos, a ti y a Ricardo, fue indescriptible y luego la ducha que tuve contigo me hizo sentir que algo había cambiado en mi" y te sientes mal? Pregunté de nuevo "no, todo lo contrario, he descubierto que el sexo es mucho mas amplio de lo que yo pensaba y que los "machotes" como yo nos estamos perdiendo muchas cosas maravillosas" "me alegra escuchar eso" contesté yo y me metí en la ducha con él, seguí frotando su cuerpo con la esponja, mientras Paco empezó a enjabonarme por todo el cuerpo, mi pecho, mi barriga, mi polla, mi culo y en especial mi ojete, lo llenó de jabón y empezó a meter uno de sus enormes dedos, yo suspiré y empecé a dilatarme, lo cual llevó a Paco a meter otro dedo más y luego un tercero, entraban sin ninguna dificultad, así que me apoyé contar la pared de la ducha mostrando mi culo abierto a mi macho que ya estaba en su máximo grado de excitación. "Estaba deseando follarte" dijo Paco "y yo de que me metas esa barbaridad en mi culo" contesté yo. Sin más Paco acercó su capullo enjabonado a mi ojete completamente dilatado y empezó a meterlo despacio pero sin parar, yo notaba como aquel ariete quemaba mis entrañas, pero a la vez me producía un placer especial. Paco consiguó meter su rabazo entero de una sola vez en culo que se abrió como nunca lo había hecho, Paco empezó un mete saca mientras besaba mi cuello y jugueteaba con mis pezones.
El agua corría por nuestros cuerpos dándonos una extraña sensación que se sumaba a la impresionante follada que se estaba produciendo. Paco me sacó su verga ante lo cual mostré mi enojo, pero me dijo que quería hacerlo mientras nos reflejábamos en el enorme espejo del cuarto de baño. Yo me apoyé en el lavamanos de tal manera que el espejo quedaba a nuestra izquierda, Paco se acercó por detrás y empezó a meter de nuevo su verga gorda como nunca, mientras los dos veíamos como entraba en su cueva de placer, aquello aumentó nuestra excitación mucho más, yo empecé a meterme y sacarme aquel monstruo hinchado, veía como entraba y salía, mi polla estaba erecta como nunca, Paco empezó a meneármela como podía ya que su enorme barriga que chocaba contra mi culo apenas le permitía moverse, yo no paraba mi movimiento de culo, viendo como entraba y salía el pollón de Paco.
Paco empezó también a bombear mi culo, sentía sus enormes huevos golpear contar mi ojete, era maravilloso, yo estaba en el séptimo cielo, dije que quería sentir toda su leche en mi culo, pero que también la quería en mi boca, él me dijo que no había problema que tenía leche suficiente para mi culo y para mi boca. Paco empezó a golpear con fuerza mi ano, yo le veía por el espejo y era algo inenarrable, aquel cuerpazo moviéndose como un animal en celo, golpeando con sus huevos mis huevos, moviendo la cabeza, botando su barriga contra mi espalda, su rabazo entrando y saliendo de mi culo, de repente vi como su cara se desencajaba y sospeché que se iba a correr, no dijo nada solo sentí un enorme chorro de leche caliente en mi interior, aquello me dejó quieto, sentí un orgasmo interior, un orgasmo anal, jamás lo había sentido y fue maravilloso, Paco seguía metiendo y saca su pollón y sentí otro chorro de leche que pareció que me iba a taladrar mi ano, fue entonces cuando solto un auténtico alarido y dijo "date la vuelta que ahora te voy a llenar la boca", me saqué su polla de burro de mi culo me di la vuelta me arrodillé me la metí en la boca y de repente volvió a salir leche a borbotones de aquel mostruo hinchado, me llenó la boca apenas podía tragar, "traga Alberto, traga mi vida, esto es para que no olvides nunca mi sabor" yo tragué, parte se salió de mi boca, no os podeis imaginar como era aquella verga y la cantidad de leche que soltaba, si me lo hubieran contado no lo hubiera creído, pero era real. Yo me comí toda su leche, notaba como por mis muslos caía parte de la leche que se había alojado en mi culo y mi polla estaba a punto de reventar, Paco se dio cuenta me levantó mientras el se arrodillaba, puso la boca a la altura de mi capullo que estaba morado de tanta excitación y dijo" ahora tu nene dame de comer que tengo hambre" aquello me volvió loco, aquel hombretón suplicaba mi leche, apunté hacía su boca y derramé toda mi leche (ni muchísimo menos como Paco) en el interior de su boca, el apretó mis huevos para que saliera toda mi leche, la cual se comió casi de un trago, se relamió y mirándome me sonrió y dijo "jamás me olvidaré de ti Alberto", yo me arrodillé y le besé con una mezcla de pasión, amor y cariño, "yo de ti tampoco Paco" le dije.
Nos duchamos, preparamos un poco de cena, cenamos mientras escuchábamos música y charlamos mucho tiempo sobre todo lo que había pasado y nos prometimos que aquello no influiría en nuestras vidas de pareja, ya que Paco y yo estábamos muy enamorados de Rosa y Ricardo respectivamente. Paco me dijo que se iban mañana por la tarde y me dijo que nunca le dijera nada a Rosa su mujer, ya que ella creía que había ido a ver a unos familiares por compromiso en las afueras de Madrid. Ya no follamos más esa noche, Paco se fue a la una de la mañana, nos dimos un largo y cálido beso y cerré la puerta.
Ricardo llegó a las 2 de la mañana, me dio un beso lleno de amor y yo me di cuenta que jamás encontraría a un hombre como Ricardo. Mi pareja permitió que yo follara con el hombre que más placer me ha dado en mi vida y eso Ricardo lo sabía y eso hace que mi amor por él sea eterno.