Dos maduros para mi (7)

Y llegaron la hermana y el marido de nuestra portera, se organizó algo increíble, como nunca habíamos vivído.

Despues de la estupenda tarde que pasamos con Carlos, el portero y su mujer Gloria, tuvimos una temporada bastante tranquila de aventuras sexuales, Yo (Alberto) tuvé una temporada de mucho trabajo que apenas me permitía tener tiempo para hacer el amor con Ricardo mi pareja desde hacía siete años. La verdad eramos muy felices y no nos preocupaba estar más de una semana sin sexo, nos queríamos tanto que simplemente estando juntos en el sofá abrazados era maravilloso. Todos los días veíamos a Carlos y su mujer, nos sonreíamos de una manera cómplice incluso a veces nos insinuábamos de manera graciosa.

Pasó casi un mes y medio y Ricardo y yo empezamos a sentir la llamada de aventuras sexuales diferentes, habíamos follado con el portero y su mujer un par de veces mas de manera satisfactoria, pero nos apetecía algo diferente. Y la verdad sin pensarlo ni buscarlo nos surgió algo francamente excitante. Vinieron la hermana de Gloria, la portera con su marido a pasar unos días en Madrid. El primer día que bajamos y nos encontramos con Paco y Rosa que asi se llamaban, nos quedamos petrificados, Rosa era una mujer de unos 56 años, de mediana estatura, entrada en carnes pero muy apretada, se la nota dura como una roca, tetas firmes y enormes, un culo memorable y una cara preciosa, sonrosada con unos preciosos ojos verdes que le daban aspecto de modelo de las pinturas del pintor Rubens. Paco era algo increíble, una auténtico hombre de pueblo de los que tanto me gustan, mediría 1,78 o algo mas, moreno, ojos azules, piel curtida por el sol, manos enormes, barba canosa, calvo, unos muslos y brazos espectaculares, un culo respingón y duro como una piedra, pesaría unos 130 Kg y tenía 58 años. Carlos nos los presentó, cuando estrechamos la mano de Paco a Ricardo y a mí se nos estremeció el cuerpo pensando que si tenía la polla como las manos, tendría que ser descomunal. Devolvimos la presentación, con un "encantados", Gloria nos dijo que su hermana y su marido habían venido a pasar unos días con ellos, que hacía mucho tiempo que no estaban en Madrid, aprovecharían para ver la ciudad e ir a Toledo, Segovia, el Valle de los Caídos, en fin lo típico. Ricardo les dijo que si necesitaban algo que no dudaran en llamar a nuestra puerta para lo que fuera. Carlos se nos quedó mirando con una sonrisa complice, sabiendo por que hacíamos ese comentario.

Al día siguiente estabamos en casa a punto de cenar cuando sonó el timbre, era Carlos, vestido con su mono azul abierto casi hasta el ombligo enseñando ese pechazo y esa barriga espectacular. "Hola Carlos, pasa" le dije yo "ocurre algo?" No no pasa nada solo deciros que el comentario de esta mañana me ha hecho pensar en la posibilidad de montar una tarde estupenda con mis cuñados dijo mientras se tocaba el paquete. "Hombre Carlos, será difícil ya que tus cuñados no creo que esten dispuestos, son muy chapados a la antigua" dije yo. "No te creas yo he ido con mi cuñado de putas a un pueblo cercano al nuestro y es una fiera salvaje, le he visto correrse ocho veces en una tarde, ademas tiene una polla enorme, nunca antes había visto algo igual, me encantaría ver como se folla a nuestras mujeres y sentirla en mi culo aunque me lo reviente". La conversación estaba tomando un rumbo interesante, los tres estabamos cachondos perdidos, Carlos sacó su polla "mirar como me pongo solo de pensarlo", Ricardo y yo nos abalanzamos a esa tubería dura y brillante, la empezamos a chupar hasta que nos llenó la cara de leche que tragamos con gusto. Le dijimos a Carlos que ya pensaríamos algo y que le mantendríamos informado.

Decidimos que había que jugárselo todo a una carta, asi que pensamos en montar una cena para nuestros porteros y su familia. El viernes era un día fantástico ya que al día siguiente ninguno trabajamos y no podiamos esperar al sábado, estabamos muy excitados. Al día siguiente bajamos y en portal nos encontramos con Carlos y su cuñado, les dijimos que nos gustaría que el viernes vinieran a cenar con sus mujeres a nuestra casa, que nos sentiríamos honrados de tener a la familia de Carlos y Gloria en casa en deferencia por "tratarnos tan bien". Carlos y Paco dijeron que les parecería fantástico, les dijimos que no trajeran nada y que vinieran cómodos ya que era una cena entre amigos y no se necesitaban protocolos.

Llegó la noche del viernes, preparamos la mesa del comedor de una manera sencilla pero bonita, Ricardo era muy manitas en esas cosas, hicimos una cena fría para que nada nos preocupara, nada más que tener a esos ejemplares desnudos ante nosotros. Dieron las 9 de la noche, sonó el timbre, eran Carlos, su mujer y sus cuñados Paco y Rosa, cual fue nuestra sorpresa cuando vimos a Carlos y a Paco con pantalones cortos, unas chanclas y camisas de verano abiertas hasta el ombligo. Os he de decir que ya estábamos en Julio y hacía un calor insoportable incluso con el aire acondicionado. Ellas venían con unos vestidos de playa muy livianos, casi transparentes que dibujaban perfectamente las formas de nuestras "gorditas". Aquella visión nos excitó mucho mas de lo que ya estabamos, pero decidimos que teniamos que esperar asi que nos sentamos a la mesa a cenar. La cena fue normal, hablando de cosas del pueblo, de la juventud de nuestros cuatro invitados, de nuestras profesiones, etc...

Ya estabamos en el postre, nos habíamos bebido casi seis botellas de vino y el ambiente se fue relajando cada vez más, empezaron las bromas de los maridos sobre sexo a lo cual las mujeres contestaban medio gritando y medio riendo, fue entonces cuando Carlos tomó la iniciativa empezó a besar en la mejilla a Gloria a la vez que torpemente le tocaba una teta, Gloria decía "quita guarro que solo estas pensando en lo mismo", deja mujer decía Carlos, enseguida nos dimos cuenta que aquello era una estrategia de nuestros porteros, les dejamos hacer, fue cuando Paco que estaba sudando debido al vino y a su cuerpo lleno de pelos dijo, "cuñado no sabes besar ni tocar, se hace así" y acto seguido empezó a morrear a su mujer a la vez que metía su mano por el escote y comenzó a sobar su enorme teta derecha, Rosa se dejó increíblemente, incluso dirigió su mano al paquete de su marido. Nosotros cuatro nos quedamos embobados mirando la escena, Carlos se quitó la camisa dejando al descubierto su precioso pecho y su voluminosa barriga, Gloria empezó a besarle los pezones, en esto Paco también se quitó la camisa y Rosa se quitó el vestido quedándose en bragas y sujetador con su barriga al aire. Ricardo y yo no dabamos crédito, pero les dejamos hacer, Gloria también se quitó el vestido, estaban los cuatro como si estuvieran solos, Carlos se levantó y se quitó los pantalones cortos dejando al aire su polla corta pero gordísima tiesa ya que no llevaba calzoncillos, se quedó de pie empezó a besar a Gloria a medida que le quitaba las bragas y el sujetador, Paco y Rosa seguían morreando, fue cuando Paco se levantó y vimos aquel enorme bulto, algo descomunal, su mujer le ayudó a quitarse los shorts y apareció aquel monolito de carne palpitante, era enorme nunca habíamos visto algo igual, ni el de Jon (ver Dos maduros para mi 1), era de unos 30 cm y una gordura mas grande que la de Carlos con un capullo gigante y rosado. Rosa se acabó de desnudar ella sola mientras Paco se pajeaba despacio.

Gloria dijo "vaya rabo calza tu marido hermana, me gustaría probarlo" "es tuyo" dijo Rosa. Ni corta ni perezosa Gloria se abalanzó sobre el tótem de Paco y empezó a degustar su capullo brillante, por mas que abría la boca no podía meterse ni la mitad en la boca, fue cuando Carlos se acercó por detrás a su mujer le chupó su coño caliente y abierto y la ensartó de un solo golpe, eso hizo que Gloria casi se metiera toda la polla de Paco en la boca, mientras Rosa morreaba con su marido pasándose la lengua de una boca a otra y llenándose la cara de saliva, Gloria seguía chupando como podía el superariete de Paco y Carlos golpeaba con furia el coño de Gloria.

Nosotros estabamos todavía vestidos y superempalmados sin saber que hacer, fue cuando yo me acerqué a Ricardo y le empecé a besar con locura mientras le desnudaba, entonces Paco dijo "mujer no dejes que dos hombres esten solos" Rosa obedeció se acercó y empezó a besarnos mientras me desnudaba, se agachó y empezó a comerse nuestras dos polla s a la vez, era una maestra, no me extrañana con ese pollón, tenía práctica y se tragaba las dos pollas a la vez. Carlos estaba a punto de reventar en el coño ardiente de Gloria, "espera cuñado y nos corremos los dos a la vez, vamos a llenar a tu mujer de leche por dos agujeros" dijo Paco mientras bombeaba la boca de Gloria con frenesí, "vale" dijo Carlos que aceleró el ritmo, se tensó y dijo "ahoooooora", "y yoooooooo" dijo Paco, ambos empezaron a soltar leche a cascadas, sobre todo Paco que tuvó que correrse en la cara de Gloria ya que está se empezó a ahogar al primer chorro de semen caliente que le entró en la boca desde el pollón de Paco, no paraba de soltar leche de aquellos huevazos peludos y negros, Carlos había llenado el coño de su mujer y la ayudó a comerse toda la leche que Paco soltaba hasta que dejarón aquella columna de carne limpia y reluciente, se empezaron a besar los tres pasándose la leche de una boca a otra "que buena está mi leche" decía Paco entre risotadas y jadeos, "venga mujer sacales la leche a estos de ciudad" apuntó a su mujer, la cual chupó más rápido, mientras nosotros nos besábamos y acariciábamos nuestros pezones, al unísono gritamos y empezamos a soltar nuestro semen en la boca y la cara de Rosa la cual se reía mientras se relamía de las dos corridas.

Cuando terminamos nos quedamos mirándonos unos a otros y estallamos en una carcajada. Al cabo de un rato seguiamos en la mesa todos desnudos tomando una botella de cava para celebrar aquel primer asalto. Fue entonces cuando Carlos le dijo a su cuñado que quería intentar meterse su pollón en su culo, a lo cual Paco dijo que nunca se había follado a un hombre pero que no le importaría y menos a alguien de la familia, fue cuando todos decidimos que nos gustaría probar columna de carne venosa de Paco en nuestro culo y que luego nosotros nos lo follaríamos a él. Al principio se quedó pensativo pero luego accedió. Las mujeres se enfandaron porque veían que no iban a tener mas ración de rabo, ante lo cual las calmamos ya que decidimos que cada vez que Paco follara uno de nuestros culos los otros tres darían placer a las "señoras", eso les pareció mejor, fue entonces cuando Ricardo dijo que sería mucho mejor si nos fueramos a la habitación, nos levantamos todos empalmados solo de pensar en lo que se avecinaba y las mujeres se reían pensando tambien que cuatro pollas las iban a follar por todos sus agujeros, pero eso será en en la siguiente historia.