Dos maduros para mi (4)

Nunca pensé que Carlos nuestro portero disfrutará de tres pollas.

Los tres nos asustamos un poco, Ricardo su pollón del culo de Jon y dijo "debe ser Carlos el portero, no me acordaba que iba a subir a recoger unas películas, tengo que abrir me ha visto subir". Nuestro portero Carlos, nos pedía de vez en cuando películas porno heterosexuales que teniamos para excitarnos cuando venía algún casado a casa.

Ricardo se puso un pantalón corto que apenas disimulaba su tremenda erección y se dirigió a la puerta principal, efectivamente era Carlos nuestro portero, iba vestido con un pantalón y una camisa blanca enseñando parte de su peludo pecho y su prominente barrigón, Carlos medía 1,62 y pesaría unos 110 kilos, en fín una bestia peluda con una cabeza espectacular y un culo respingón como pocos habíamos visto. Hola Ricardo dijo Carlos, vengo a por las películas, Ricardo no podía disimular su tremenda erección que dejaba su pantalón corto como una tienda de campaña. "Estais ocupados? Dijo Carlos mirando el enorme bulto de Carlos, "Un poco" dijo Ricardo, pero si quieres puedes pasar y verlo tú mismo aunque somos tres hombres, no se si te gustará verlo. Ya sabes que a mi me gustan las mujeres dijo Carlos, lo que tu quieras, si no te gusta te vas sin ningún problema. Carlos se lo pensó un poco pero sintió curiosidad. De acuerdo entraré nunca he visto como follan los hombres con otros hombres.

Carlos y Ricardo entraron en la habitación, yo seguía follándome a Jon. Hola dijo Carlos, los dos contestamos con un hola entre jadeos. Ricardo se quitó los pantalones y volvió a meter su pollón en el culo de Jon junto con mi polla. Carlos se quedó de pie en la habitación, mirando como las dos pollas entraban y salían del culazo de Jon. Carlos se acercó un poco más para ver mejor como los tres difrutamos de la magnífica follada. Fue Ricardo quién se dio cuenta que el bulto en el pantalón de Carlos era cada vez mas evidente y como de vez en cuando se tocaba su polla por encima del pantalón, entonces Ricardo le dijo, "te gusta Carlos, si quieres tu tambien puedes participar", Carlos se puso colorado como un tomate ante la invitación de Ricardo, la cual secundamos Jon y yo tambien. Ricardo empezó a tocar el pecho de Carlos, empezó a pellizcar sus pezones duros ya como piedras, Carlos estaba paralizado, lo cual aprovechó Jon para tocarle el enorme bulto por encima de los pantalones, aquello palpitaba todos teníamos unas ganas enormes de ver a Carlos desnudo, yo sobre todo ya que era uno de los hombres que mas me excitaban y me había hecho muchas pajas pensando en que nuestro portero se lo hacía con nosotros. Ricardo y yo sacamos nuestras pollas duras del culo de Jon y los tres no dedicamos en exclusiva a Carlos el cual no sabía ni que hacer ni que decir.

Carlos debe tener unos 60 años con un cuerpo duro como una piedra una barriga enorme y dura, un culo respingón y unas tetas maravillosas, solo nos faltaba saber como eran su polla y sus huevos. Ricardo siguión tocándole los pezones, mientras le iba desabrochando la camisa, Jon empezó a desabrocharle el pantalón y yo me dedique a quitarle los zapatos y calcetines, Carlos apenas se movía, pero se dejaba desnudar por tres machos calientes con sus pollas duras y ardientes de deseo. De repente Carlos se quedó solo con sus calzoncillos, unos boxer negros que tapaban algo que se presumía maravilloso, Ricardo y Jon estaban comiendo sus tetas ala vez que apretaban su duro culo, yo me arrodillé a la altura de su enorme paquete dispuesto a descubrir aquel tesoro que palpita debajo de esos boxer negros, empecé a besar aquello y notaba como palpitaba, de repente Carlos dijo "no puedo mas necesito liberar mi polla, me estais poniendo a cien y no puedo mas", acto seguido empecé a bajar sus boxer y apareció ante mi una verga pequeña pero muy muy gorda, tendría 14 cm pero tenía un grosor parecido al de un vaso de tubo, incluso más ancha, con un capullo brillante y rojo que lo único que deseaba es que lo chuparan, sus huevos eran redondos y muy peludos, no muy grandes, cabían en la palma de mi mano. Yo empecé a comer aquel instrumento cuando Carlos sintió mi lengua grito y se convulsionó, seguí mientras Ricardo y Jon comían, su cuello, su boca y cualquier parte de su cuerpo, Jon pasaba su lengua gigante por la cara y la boca de Carlos, de vez en cuando se juntaba con la de Ricardo y a veces las tres se entrelazaban en una maraña de carne húmeda. Carlos empezó a tocar los cuerpos de Jon y Ricardo y a apretar mi cabeza de tal manera que entrara ese trozo de acero en mi boca.

Tumbamos a Carlos boca arriba con su polla gruesa mirando al cielo, Jon se puso de cuclillas y empezó a meterse ese tronco en su culo dilatado hasta que le entró entero, Ricardo le puso la polla en la boca a Jon y yo me senté en la boca de Carlos poniendo mi agujero delante de su boca, cual fue mi sorpresa que Carlos empezó a comerme el ojete, eso me calentó mas de lo que estaba, un hombre heterosexual se estaba comiendo mi culo con una pasión inusitada, yo me acerque a la polla de Ricardo y empecé a chuparla junto a la lengua de Jon.

Jon se movía como un loco metiendose y sacandose la polla de Carlos mientras comía junto conmigo la polla de Ricardo, de repente Carlos dejó mi culo y empezó a comérseme los huevos y a pasar la lengua por mi tronco, Jon empezó a gritar ya que mientras Carlos se lo folllaba, él se estaba masturbando su enorme verga y estaba llegando al orgasmo, de repente Jon empezó a soltar chorros de leche que fueron a parar a mi barriga, a la cabeza de Carlos y a su barriga tambien, Ricardo se empezó a correr a la vez que Jon y nos llenó la cara a Jon y a mi con su leche caliente que ambos nos tragamos con deleite, pero Carlos no se corría seguía metiendo su tranca en el culo de Jon el cual estaba medio desvanecido del placer que estaba sintiendo.

Yo me levanté de la cara de Carlos, le dijé a Jon que me gustaría clavarme la estaca de Carlos, Jon se levantó y dejó aquel pollón libre para que yo me lo metiera en mi culo dilatado por la comida de Carlos, me puse a cuatro patas y le dije a Carlos que me follara y así lo hizó me metío esa cosa ancha y gorda y empezó a bombear mi culo mientras decía palabras inconexas, Ricardo se puso a comerme mi polla y los huevos de Carlos mientras Jon le empezó a comer el culo a Carlos, esté se volvía loco, solo decía que su mujer nunca le había hecho nada de lo que nosotros le estabamos haciendo, yo notaba a cada embestida los huevos de Carlos contra mi ojete y su prominente barriga contra mi espalda. Jon empezó a meterle un dedo en el culo a Carlos,, el cual pegó un respingo pero Jon era un maestro y enseguida volvió Carlos a estar tranquilo, luego entraron dos y Jon creyó que era el momento de desvirgar a Carlos, apuntó su pollón gigantesco en el ojete de Carlos y de una embestida le metío la mitad de su verga, Carlos me empujó a la vez y sentí toda su polla en mi culo reventandomelo ya que el grosor de la polla de Carlos era inmenso. Carlos gritó y dijo que eso nunuca lo había hecho y que le dolía ante lo cual Jon le dijo que se tranquilizara que muy pronto iba a disfrutar de todo el sexoque él creía prohibido, Jon a preto un poco más y de otro golpe de cadera le metió toda la tranca, Carlos gritaba, Jon empezó un mete y saca y Carlos empezó a notar como su culo se hacía al pollón de Jon, en ese momento noté como mi leche empezaba a querer salir de mis huevos, Ricardo se dio cuenta y empezó a succionar mi polla de una manera salvaje y empecé a soltar chorros de leche en su boca, Ricardo hacía lo imposible por tragársela toda y así lo hizo, fue entonces cuando noté que la polla de Carlos se hinchaba en mi culo dolorido y sentí que iba a empezar a correrse ante lo cual le dije que se corriera en la boca de Ricardo, la sacó de mi culo y la puso en la boca de Ricardo que acababa de comerse toda mi leche y volvió a llenarle la boca con chorros de semen inagotables que volvieron a llenar la boca de Ricardo, el cual tragaba como podía, parte de la leche de Carlos se le escapaba por la comisura de los labios, yo me apreste a ayudar a Ricardo a comerme aquel torrente de semen que manaba de la tranca de Carlos, al final entre los dos pudimos tragarnos todo, pasando su leche de una boca a otra y dejando su gigantesco capullo limpio de semen.

Jon seguía a la vez metiendo su polla en el culo virgen de Carlos, gritaba y pedía que parar pero Jon intensificó el bombeo de polla en el culo de Carlos cuando de repente Jon sacó su pollón y lo acercó a la boca de Carlos el cual sin darse cuenta a penas debido al placer y el dolor que sentía la abrió y empezó a sentir la cascada de leche que Jon soltó, no sabía si le daba asco o quería comérselo, ayudamos Ricardo y yo a Carlos intentando comer parte de la corrida de Jon que no terminaba nunuca, sus huevazos no paraban de fabricar y soltar leche, nuestras bocas estaban rodeando el vergón de Jon, chupando, tragando y lamiendo todo lo que salía de semejante monstruo hasta que conseguimos dejarle seco y limpio su capullo de placer.

Caimos los cuatro extasiados en la cama, Carlos estaba perplejo, lo único que decía era que no había disfrutado nunca como lo había hecho esa tarde, que su mujer era muy clásica y que solo follaba a oscuras y a la manera tradicional y que jamas le habían chupado la polla y menos meterle algo por el culo y que le parecía increíble que una polla como la de Jon pudiera entar en su culito virgen. Fue entonces cuando se me ocurrió la posibilidad de enseñar a la mujer de Carlos algo más que follar en la postura del misionero, pero eso será en la próxima historia.